Panorama Económico Latinoamericano – del 17 al 24 de abril de 2024

360

Ganadería sostenible avanza lenta pero segura en América Central

https://www.nodal.am/wp-content/uploads/2024/04/Vacas-1-750x430.jpg

Edgardo Ayala

Cuando el salvadoreño Manuel Alfonso Aguilar vio que la ganadería tradicional que practicaba degradaba los suelos, comenzó a buscar otros métodos más amigables con el ambiente, y al encontrarlo dio un giro a su oficio y a su vida.

“Yo lo que estoy construyendo es un sueño, me gusta mucho incluir todo lo del medio ambiente”, dijo el ganadero Aguilar, durante un recorrido que IPS realizó en su finca, Texas Ranch, ubicada en las inmediaciones de Agua Caliente, un municipio del departamento de Chalatenango, en el norte de El Salvador.

Aguilar logró conectar su pasión, la ganadería, con su interés por ayudar al planeta, con un modo de producción sostenible que va despuntando ya, aunque tímidamente, en El Salvador y en el resto de América Central, una región de 50 millones de habitantes.

Algunas de esas naciones, como Guatemala y Honduras, presentaron algunos de los pasos dados en esa área, durante la 28 Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, celebrada en diciembre de 2023 en Dubái.

Entonces, Elmer Olivas, viceministro de Agricultura de Guatemala, dijo que en la región del Petén, en el norte del país, donde se encuentra el mayor hato ganadero nacional, con más de 1,8 millones de cabezas bovinas, se han realizado acciones de ganadería sostenible para no golpear la Reserva de la Biósfera Maya localizada allí.

Ganadería sustentable vs tradicional

En El Salvador, con 6,7 millones de habitantes, y en el resto de la región, se ha practicado históricamente una ganadería que ha “convertido al ganadero en enemigo de los árboles” con la excusa de que con árboles los pastos no crecen, afirma el reporte Ganadería Ecológica, un estudio publicado en 2019 sobre las prácticas ecológicas implementadas en Texas Ranch.

El informe agrega que la ganadería convencional “ha traído consigo deforestación, erosión del suelo, compactación, emisiones de metano a la atmosfera, los cuales contribuyen notablemente al cambio climático”. En efecto, ese sector ha cargado con la cruz de ser un emisor de metano, por medio del estiércol del ganado.

La ganadería aporta 2,3 % del producto interno bruto (PIB) salvadoreño, y da empleo a unas 4000 familias.

En su búsqueda por cambiar ese esquema contaminante, Aguilar, un autodidacta de 65 años, encontró en internet una técnica diseñada por el francés André Voisin, quien en la primera mitad del siglo XX puso en práctica un sistema que volvía rotatorio el pastoreo.

En lugar de concentrar los bovinos en todo el potrero, lo que impide controlar el crecimiento homogéneo del pasto, Voisin dividió ese espacio en varios segmentos, para que los animales fueran comiendo de forma rotativa por un tiempo determinado en cada tramo.

De modo que cuando el ganado había recorrido y comido en todas las parcelas, el pasto en el primero segmento ya había brotado de nuevo, homogéneamente, asegurando la sostenibilidad del alimento, que además resultaba más nutritivo.

Vacas rotativas y leguminosas nutritivas

“Los pastizales rotativos son clave en esta idea de sustentabilidad ganadera”, explicó Aguilar.En la granja de 57 hectáreas, y con 100 cabezas de ganado, Aguilar ha dividido el área del potrero en 36 segmentos, donde mantiene principalmente 60 vacas lecheras.

El ganadero también implemento las cercas vivas: sembró árboles en los linderos de la finca y de las parcelas de los potreros segmentados.

Esos árboles, además de proveer de sombra al ganado y protegerlas del estrés por calor, ofrecen alimento con su follaje, de alto contenido nutricional, como la leguminosa madre cacao (Gliricidia sepium).

La dieta alimenticia del ganado se completa con zacate, como se llama localmente al forraje, y otra leguminosa: Cratylia argéntea, cosechados por él y que corta cada tres meses. También incluye una mezcla de melaza, caña de azúcar y cebada.

“Esa leguminosa es altamente nutritiva, hicimos pruebas que llevábamos al laboratorio y tenía 28 % de proteína, eso es muy bueno”, aseguró.

Añadió que la genética es importante para desarrollar una ganadería ecológica, y él le apostó por la raza Senepol, originaria de Senegal, África, porque se adapta mejor a los calores del clima local.

Todas esas medias favorecen el bienestar de los animales, generan una mejor calidad de los productos y un ahorro en los costos de producción, explica el documento Ganadería Ecológica.

Aguilar siguió esas y otras técnicas de producción ecológicas, y ahora es uno de los que más ha desarrollado la ganadería sustentable, la cual, aunque incipiente, poco a poco ha ido ganando más terreno en El Salvador y en el resto de América Central.

Ganadería y cambio climático

Además de los beneficiados ya apuntados, la ganadería sustentable también tiene un impacto directo en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, como el carbono orgánico en el suelo.

En efecto, prácticas de manejo responsable de los suelos y en la cobertura arbórea pueden ser aliados en la reducción de esas emisiones, explicó Arturo Ureña, coordinador del Programa para Aumentar la Ambición Climática sobre el Uso de la Tierra y la Agricultura, que impulsó en mayo de 2023, en Costa Rica, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

“Cuando hay un manejo adecuado de la actividad productiva, se aumenta el contenido de material orgánico, y eso favorece la actividad microbiológica en el suelo para retener el carbono”, dijo Arturo Ureña, en conversación telefónica  desde San José de Costa Rica.

De ahí, pues, el término “recarbonización” de los suelos, es decir, captar o retener carbono orgánico por medio de procesos microbiológicos, evitando que se vaya a la atmósfera.

Un documento de la FAO, publicado en 2022, destaca que la ganadería representa 46 % del PIB de América Latina y el Caribe y más de dos tercios de sus productores agrícolas perciben parte de sus ingresos del sector agropecuario. Pero la parte negativa es que la actividad “es una fuente emisora de gases que contribuyen al calentamiento global”.

En el programa que impulsa la FAO en Costa Rica participan 20 fincas ganaderas socias de la Cooperativa Dos Pinos, líder en producción láctea en Costa Rica.

También son parte de ese esfuerzo 25 fincas de café, y en total, junto a las ganaderas, son 500 las hectáreas intervenidas, en las que se han puesto en marcha prácticas de producción ecológicas similares a las que ejecuta Aguilar en El Salvador.

La ganadería representa 4 % del PIB de Costa Rica, y da empleo a unas 37 000 familias.

Ejemplo las prácticas señaladas son la arborización de los pastizales, no solo en las cercas, sino en todo el potrero, porque el pasto, en contra de la creencia de los ganaderos tradicionales, sí crece en la sombra.

Ureña comentó que todas esas prácticas del programa, que tiene una duración de cuatro años, van a medirse tomando como referencia dos protocolos de buenas prácticas que ya tiene diseñados y ha implementado FAO en otras regiones del mundo.

“Se califica con muy buen puntaje al productor que tiene en su potrero cobertura forestal, arbórea, no solo en cercas sino para que el ganado se pueda alimentar de ahí”, acotó Ureña.

Los árboles y una alimentación con el pasto adecuado, reducen también las emisiones de metano, presente en el estiércol, acotó el experto.

Aguilar, el ganadero salvadoreño, quiso implementar medidas de arborización en su potrero, para lo que compró 60 000 arbolitos, de diversas especies, los que sembró con gran entusiasmo

Pero el infortunio acabó con ese proyecto, en 2019.

Una chispa en un poste de energía eléctrica, dentro de los linderos de su propiedad, se convirtió en un incendio que se regó por las siete hectáreas ya sembradas de árboles, y los consumió en su totalidad. La compañía eléctrica se negó a compensarlo económicamente.

Ganadería ancestral indígena

En las comunidades rurales de Guatemala, donde la ganadería bovina cuenta con 14 000 productores y aporta 5,9 % del PIB, se impulsa un tipo de ganadería sustentable alejada de los proyectos burocráticos gubernamentales, pero fuertemente arraigada en el saber campesino.

“Ante la corriente de explotación tanto agrícola como ganadera, y de los demás recursos, como el agua y las semillas, nosotros reivindicamos los derechos de los pueblos, y tenemos esa apuesta por la vida”, dijo a IPS Willye Urizar, miembro del equipo de Tenamaste, desde el municipio de Quetzaltenango, en el suroeste de Guatemala.

 

El colectivo Tenamaste desarrolla desde hace 15 años un tipo de ganadería orgánica, en la que imprime, en las prácticas que desarrolla, la cosmovisión de los pueblos originarios mayas y campesinos, no solo en esa área sino que en agricultura también.

Tenamaste significa, en lengua awacateca, cada una de las tres piedras sobre las que se coloca la olla para cocinar, y el trabajo en ganadería orgánica lo desarrollo con el apoyo de Veterinarios sin Fronteras, una oenegé española.

El equipo trabaja, por ejemplo, en preparación de medicamentos naturales para la prevención y curación de enfermedades de animales, a base de plantas nativas y criollas, así como en la alimentación orgánica con raíces, hojas y semillas que aseguren una buena salud de las tres o cinco vacas que poseen las familias campesinas.

Actualmente parte del equipo desarrolla su labor en Raxhura, Chisec y otros municipios del departamento de Cobán, en el norte del país.

Lula da Silva posterga el superávit de 2025 para subir el salario mínimo

El gobierno de Luis Inácio Lula da Silva redujo los objetivos de superávit primario para las cuentas públicas en los próximos años para subir los ingresos de los trabajadores. El porcentaje sigue la nueva regla de valoración del sueldo mínimo, que tiene en cuenta el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) más allá de la inflación del período.

La proyección de la remuneración mínima aún puede modificarse si, para finales de 2024, la inflación es mayor o menor de lo previsto. El gobierno brasileño, a través del proyecto de Ley de Directrices Presupuestarias (PLDO) 2025, planea reducir los objetivos de superávit primario para las cuentas públicas en los próximos años.

En la PLDO, el gobierno también estimó que sólo alcanzará superávit en 2026. Anteriormente, la previsión era lograrlo en 2025. Entre 2014 y 2021, Brasil tuvo déficit. En 2022, tuvo un superávit de 54 mil millones de reales. En 2023 registró un nuevo déficit, esta vez de 230 mil millones. Estas cifras utilizan la métrica de superávit o déficit primario,que no considera el dinero que gasta el gobierno para pagar intereses sobre la deuda.

Con la reducción de la meta fiscal en 0,5 puntos porcentuales del PIB en 2025 y con una flexibilidad adicional de 0,75 puntos porcentuales del PIB en el año siguiente, el espacio que el gobierno puede obtener para nuevo gasto público ronda los 161 mil millones en ambos años.

El 75% de los brasileños cree que su vida mejorará este año

El optimismo de los brasileños sobre el futuro cercano alcanzó un hito importante y bajo la presidencia de Lula da Silva, según el estudio Radar Febraban de febrero. Según los datos, el 75% de los entrevistados cree que su vida mejorará de acá a un año, lo que marca el porcentaje más alto registrado en la serie histórica y una ligera fluctuación de un punto porcentual con relación a la última encuesta realizada en diciembre (74%).

Este relevamiento fue realizado por el Instituto de Investigaciones Sociales, Políticas y Económicas (Ipespe) por iniciativa de la Federación Brasileña de Bancos (Febraban).  Entre los grupos analizados destacan las mujeres, cuyo 80% expresa expectativas de mejora. En el grupo de edad de 25 a 44 años, esta perspectiva es aún más fuerte, alcanzando al 81% de los encuestados. Además, el Nordeste se destaca como una región donde el optimismo es particularmente alto: el 83% de los encuestados cree en una mejora en sus vidas en los próximos 12 meses.

En este sentido, las perspectivas de empeoramiento tuvieron una ligera caída, al pasar de 9% a 8%, mientras que la expectativa de estabilidad se mantuvo estable en 3%. El resultado de esta investigación refleja no solo las expectativas individuales de los brasileños, sino también la situación política y económica del país, siendo el período marcado por el gobierno de Lula, frecuentemente asociado con un clima de mayor confianza y expectativas positivas.

El precio del dólar, la tasa de interés y la competitividad en 2024

https://www.nodal.am/wp-content/uploads/2024/04/uruguay-dolar-3-750x430.png

Ec. Claudio Fernández Caetano *

Desde Enero de 2022 se viene verificando una caída del tipo de cambio nominal (el precio del dólar) pasando de un valor promedio de $44,5 a $38,4 en Marzo de este año. En ese período, el precio del dólar acumuló una disminución del 13,1%, alcanzando en este año sus valores más bajos en lo que ha transcurrido de este período de gobierno.

Más allá del valor nominal del dólar, interesa ver cómo ha evolucionado el Tipo de Cambio Real (TCR), que refleja no solamente la comparación entre el peso y una divisa extranjera, sino también cuán caro o no está el país respecto a otras economías y por tanto es un buen indicador de su competitividad. En relación a ello, el tipo de cambio real efectivo global publicado BCU, presenta en lo que va de este año sus niveles más bajos desde que inició este período de gobierno, incluso alcanzando valores similares a los de Enero del año 2000.

En el gráfico se observa que la pérdida de competitividad medida por el TCR comenzó a pronunciarse a inicios del 2022, que se verifica a nivel global y a nivel regional (Argentina y Brasil) y extrarregional, lo cual significa que nuestro país se está encareciendo respecto al resto del mundo según este indicador.

Esto se podría haber evitado, aunque fuese parcialmente con una política cambiaria activa que sostuviera el precio del dólar, pero en 2022 y en 2023 no pareció ser la orientación de la política aplicada por el BCU. Este problema puedo tener su origen en la propia política monetaria aplicada desde el BCU, que hasta mediados del 2023 aumentó la tasa de interés de referencia (o Tasa de Política Monetaria, TPM) para combatir la inflación a través de sus mecanismos de transmisión.

El tipo de cambio es un canal de transmisión desde la tasa de interés de referencia para afectar el nivel de precios. En la economía uruguaya opera un tipo de cambio flexible, que determina su precio en la operativa de compra y venta de la moneda extranjera. La suba de la tasa de interés para depósitos en moneda nacional hace más atractiva la colocación en pesos que en dólares. En este caso, el mecanismo sobre los precios opera a través de la baja del precio del dólar: la venta de dólares para obtener pesos hace que aumente la oferta de dólares en el mercado, presionando a la baja su precio. Con la caída en el precio del dólar se abarataron los precios de bienes importados y las exportaciones. En realidad, ese tipo de cambio más bajo puede disminuir en parte los precios al consumo, pero siempre a costa de la pérdida de competitividad de la economía.

Claro es que la competitividad más afectada es la de la industria nacional orientada al mercado interno (que debe competir con productos importados más baratos) ya que el agro genera la mayor parte de sus ganancias en los precios internacionales. Más allá de ello, desde el sector agroexportador ha habido expresiones de preocupación por el valor del dólar por la afectación de su rentabilidad, de los niveles de empleo y de la inversión en el sector.

La política monetaria no se condijo con las necesidades de crecimiento económico, ya que la suba de la tasa de interés como herramienta tiene mayor sentido en economías con mayor dinamismo que la nuestra, donde hay un calentamiento de la economía en los que puede visualizarse la necesidad por ejemplo de encarecer el crédito para que disminuya el consumo y enfriar la economía. Este no sería el caso uruguayo, donde en los tres años de caídas consecutivas del salario real se continuó aplicando esa política.

Los efectos de la política monetaria con los aumentos de la TPM sobre el valor del dólar comenzaron a hacerse notar cuando la inflación comenzó a ceder en abril del año pasado, cuando la inflación interanual bajó del 8%. Desde entonces el BCU comenzó con una paulatina reducción de la tasa de interés justificada en el enlentecimiento del aumento del índice de inflación. Las disminuciones de la TPM ocurrieron hasta diciembre de 2023. En este mes de abril, el último comunicado del comité de política monetaria, definió por primera vez en este año, una reducción de la TPM del 9% al 8,5% argumentada en la consolidación de la reducción de la inflación.

Esta reducción en la tasa de interés afecta al precio del dólar por el mecanismo inverso al detallado anteriormente. Más allá de eso, las señales dadas desde distintos actores del gobierno, es que el precio del dólar está “donde tiene que estar”, mostrando su visión hacia la conformación de las expectativas. En los gobiernos del Frente Amplio se procuró que el dólar acompañara su evolución a nivel internacional, no solo mediante la compra de dólares incidiendo financieramente en su precio, sino al menos con señales que funcionaran como indicaciones de que se estaba atendiendo las fluctuaciones a nivel internacional desde la política cambiaria.

La preocupación por la inflación, si bien es legítima, no puede dejar de lado otros objetivos que la política económica debería tener, como el crecimiento económico, los niveles de ingresos, su distribución progresiva y el empleo. Objetivos relevantes pero desatendidos desde la actual política cambiaria, donde las consecuencias sobre la economía real se continúan visualizando.

* Economista, ex vicepresidente de la ANV, actualmente trabaja en el Programa EconomiaPolitica.uy y en la UDELAR, miembro de la REDH.

El combustible, otro dolor de cabeza en Puerto Príncipe

https://www.nodal.am/wp-content/uploads/2024/04/combustuble-haiti-750x430.png

A los enfrentamientos entre policías y pandilleros, las largas filas en los bancos, 18 hospitales cerrados y la escasez de alimentos, se suma la crisis de combustible que agobia hoy a la capital de Haití.

David Turnier, uno de los directivos de la Asociación Nacional de Distribuidores de Productos Petrolíferos explicó que existen varios factores que inciden en las extensas colas para comprar la gasolina y el diésel.

Las pandillas que controlan la zona del puerto impiden que las empresas del ramo reciban cargamentos desde el extranjero, y esto repercute también en los encargados de transportarlo, pues tampoco pueden acceder al preciado producto.

Turnier indicó que el sector se enfrenta a una disminución en el número de estaciones de servicio disponibles para atender a la población, pues varias gasolineras están ubicadas en zonas de conflicto y de alto riesgo, situación que obligó a sus responsables a suspender sus operaciones.

«Las compañías petroleras enfrentan costos de transporte más altos, primas de riesgo o simplemente empresas que se niegan a venir a Haití», puntualizó en la emisora Radio MagiK 9.

Ahora -agregó Turnier- reina la incertidumbre sobre la llegada de un barco petrolero, y no tenemos fecha alguna para que eso ocurra.

La situación traspasa los límites de Puerto Príncipe y llega a las provincias, donde las condiciones de distribución es desafiante, en opinión del directivo.

El precio de la gasolina aumentó allí, debido al el pago de pasajes exigidos a los transportistas por las pandillas.

En algunas zonas, las gasolineras están cerradas debido a la actividad de las pandillas. En otras zonas, las gasolineras están simplemente bajo el control de los bandidos, que hacen lo que quieren, lamentó Turnier. Comentó que los propietarios de gasolineras prefieren hacer pedidos de diésel, porque la demanda es significativamente menor que el consumo, y así evitan altercados en la fila durante la venta.

El 5 de abril se cumplió un mes que ningún barco atraca en el puerto de esta capital, donde es notable la reventa de combustible por parte de los especuladores.

La inseguridad cuesta al Perú más de 8,14 millones de dólares al año

https://www.nodal.am/wp-content/uploads/2024/04/inseguridad-peru-750x430.png

Fabiana Sanchez

El crimen y la violencia son la mayor preocupación de los peruanos, según un estudio de Ipsos Perú. Y cómo no si las cifras, más allá de las pérdidas de vidas, son alarmantes: 4,676 celulares son robados al día,  tres de cada 10 peruanos fueron víctimas de un delito en 2023,  y hay más de 12 mil bodegueros extorsionados por el ‘gota a gota’.

Son más de S/30,000 millones( unos 8.140.000 dólares) al año los que pierde el Perú por la delincuencia, reveló el gerente de Políticas Públicas del Instituto Peruano de Economía (IPE), Víctor Fuentes, basado en un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

“Si uno trata de hacer un cálculo más fino, la inseguridad puede tener un costo para algunos de 5% de sus ingresos netos”, aseguró.

Esta situación afecta tanto a grandes como pequeñas empresas; sin embargo, estas últimas son aún más golpeadas por su poca capacidad para asumir los gastos de seguridad privada.

Si bien aún no hay una solución para combatir esta problemática, hay acciones que generan un incremento de las cifras, como la norma que pone tope a las tasas de consumo, lo que ha llevado al aumento del ‘gota a gota’.

“El control de precios no funciona en ningún país y los topes a las tasas son una forma de controlar esos precios. Esto abre espacio para que los consumidores más vulnerables vayan al sector informal y esto potencia la inseguridad”, añadió.

No se mide

Además, hay un costo que no se puede medir, pero que también está presente y es el de la competitividad y cómo se ve al Perú en el mundo debido al incremento de la inseguridad ciudadana.

“Este es un punto clave para la competitividad. Además, puede ser un aspecto clave que puede terminar redirigiendo los esfuerzos por atraer inversiones”, señaló Víctor Fuentes. Sobre esto último, el profesor de Economía de la Universidad del Pacífico (UP) Enrique Castellanos consideró que una parte de la caída de 7.2% de las inversiones privadas el año pasado fue consecuencia de la inseguridad.

“Las empresas y personas dejan de invertir porque de nada sirve hacerlo si luego te cobran cupos, te asaltan, queman plantas o atentan contra un local, y el gobierno no hace algo al respecto”, resaltó.

Con la falta de inversión también hay un problema de incremento de pobreza y de menos empleo. “Si reduces la inseguridad, automáticamente reduces pobreza, hay más empleo, más producción. Es como el cuerpo humano, combates la infección y lo otro comienza a regenerarse”, añadió.

El consumidor

Algo que también está haciendo la inseguridad ciudadana es cambiar hábitos de consumo. El trends senior leader de Ipsos Perú, Javier Álvarez, explicó que un estudio de Ipsos Perú refiere que el 55% de personas asegura que evita salir de compras en la noche por razones de seguridad.

Hace unos años, indicó, la mayoría de personas señalaba que les preocupaba la corrupción. Hoy este flagelo pasó a un segundo lugar después de la criminalidad y violencia, pues, aunque sigue presente entre las preocupaciones de las personas, la delincuencia es algo que les toca directamente y afecta sus vidas.

“Esa sensación de ser vulnerables es grande”, explicó y consideró que esta situación tiene que ser analizada por algunos negocios para ver la manera de ganar confianza o crear nuevos productos para los consumidores.

ONG vinculó a a Zara y H&M de con la deforestación ilegal en Brasil

La deforestación en la Amazonia brasileña batió un nuevo récord

Una ONG británica acusó a las empresas H&M y Zara de estar “vinculadas” a actividades de deforestación ilegal a gran escala en Brasil, al acaparamiento de tierras, corrupción y la violencia en las plantaciones de algodón de sus subcontratistas.

Se trata de Earthsight, la que a partir de imágenes satelitales, decisiones judiciales, registros de expedición de productos y de investigaciones confidenciales, compiló, analizó datos y publicó un informe titulado “Crímenes de moda: los gigantes europeos de la moda relacionados con el algodón sucio en Brasil”.

La ONG dice haber seguido el recorrido de 816.000 toneladas de algodón proveniente de dos de las más grandes empresas agroindustriales de Brasil -SLC Agrícola y el grupo Horita- en el oeste del Estado de Bahía.

Las familias brasileñas que poseen esas explotaciones tienen “un pesado historial de procesos judiciales, condenas por corrupción y millones de dólares de multas por deforestación ilegal”, denuncia la ONG. Añadiendo que ejercen sus actividades en una parte de la región del Cerrado, sabana famosa por la riqueza de su fauna y flora.

Esas toneladas de algodón llegaron luego a ocho fábricas textiles de Asia donde se abastecen las dos gigantes de la moda, la española Zara y la sueca H&M.

Todo ese algodón estaba certificado como “sostenible” por la organización sin ánimo de lucro Better Cotton (BC), según Earthsight.

“Para garantizar que el algodón proviene de una fuente ética, ambas empresas se apoyan en el algodón suministrado por los agricultores certificados por Better Cotton, el sistema de certificación de algodón sostenible más conocido en el mundo”, pero que “tiene profundas” lagunas, lamentó Earthsight.

La marca Better Cotton indicó a Earthsight que “confió a un auditor independiente la tarea de efectuar visitas de verificación reforzadas” tras el informe de la ONG.

Al respecto, la marca H&M declaró a nuestro medio asociado DW que “las conclusiones del informe son muy preocupantes” y que se toma el asunto muy en serio. “Estamos en estrecho diálogo con Better Cotton para seguir el resultado de la investigación y los próximos pasos que se darán para reforzar y revisar su norma”, sostuvieron.

Por su parte, Zara declaró a DW que también se toma “muy en serio las acusaciones contra Better Cotton” y exige que la certificadora comparta el resultado de su investigación lo antes posible.

 

PANORAMA INTERNACIONAL

https://www.nodal.am/wp-content/uploads/2024/04/FMI-2-620x330-1.jpg

Cinco palancas para sostener la economía en 2024, según el FMI

Diego Herranz

Con suma cautela, la directora gerente del Fondo, la búlgara Kristalina Georgieva, apuntaba en el tradicional discurso Curtain Raiser -que precede al pistoletazo de salida de cada cumbre de la institución- que el renovado pulso productivo en EEUU y en los mercados emergentes serán los motores que impulsarán el crecimiento al entorno del 3% este año. Justo en el límite de lo que la doctrina económica establece como nivel para diferenciar fases de vigor y recesivas.

Pero, a juicio de la jefa del FMI, las buenas noticias acaban en este punto. Porque el comercio -el tradicional propulsor de la prosperidad- continúa anclado, y la globalización -el modelo de libre flujo de mercancías, servicios y capitales-, seriamente amenazada de fragmentación por el alto voltaje geopolítico.

Un reciente informe del propio Fondo así lo atestigua. La división en bloques creada por la guerra de Ucrania ha alejado tectónicamente ya al hemisferio occidental liderado por EEUU del oriental que abandera China y modula Rusia. Según sus expertos, los intercambios entre ambas zonas han descendido entre un 12% y un 20% desde el estallido del conflicto armado provocado desde el Kremlin. De hecho, resalta el FMI, China ha dejado de ser el principal abastecedor de EEUU en beneficio de México. Las exportaciones chinas al mercado americano han pasado del 22% en 2018, cuando Donald Trump inició su batalla arancelaria contra Pekín, al 14% en 2023.

La OMC certifica esta climatología adversa en el comercio. Tras registrar una caída del 1,2% en 2023, en el presente año apenas remontará un 2,6%, y un 3,3% en 2025. Una dinámica demasiado leve para un parámetro que acostumbraba a casi triplicar la tasa de crecimiento del PIB global en los buenos tiempos de la globalización y que traslada señales de agotamiento en Europa, en América del Norte y, sobre todo, Asia, el epicentro de los tránsitos de mercancías.

Georgieva se ciñó a estos dos componentes (la tensión geopolítica y el desarme globalizador) a la hora de explicar la compleja radiografía de situación de la economía global y las opciones de tratamientos, dóciles o de choque, que demandan estos convulsos años veinte.

Estas cinco lecturas ayudan a entender la realpolitk en la que se mueven las fuerzas productivas.

1 Dejarse llevar por las turbulencias, respuesta tibia o cambio de paradigma

Este es el trilema que plantea Georgieva para encauzar esta década de sobresaltos. Dejarse imbuir por la historia de turbulencias, divergencias y confrontaciones; asumir una respuesta tibia con fragilidad en los ritmos de crecimiento y una atmósfera generalizada de descontento social; o abordar un cambio de paradigma, con transformaciones meteóricas en el terreno tecnológico que conduzcan a unas tasas de productividad más intensas que generen avances en la prosperidad mundial a través de una consolidación de los consumos de los hogares y de las inversiones de las empresas capaz de expandir el empleo y absorber cotas de inmigración laboral y de talento profesional.

Para ello, en primer lugar, “debemos conseguir la vuelta de la estabilidad de precios” y crear las condiciones imprescindibles para que los bancos centrales “retornen a unos tipos de interés más acordes con la ortodoxia monetaria”.

En segundo término, se deben retomar los estabilizadores automáticos, en especial, en el orden fiscal, tras varios años de post-pandemia dóciles en el control presupuestario y la contención de la deuda. En 2023, los niveles de endeudamiento mundial alcanzaron la factura récord de 313 billones de dólares, algo más del triple de los 104,4 billones en los que el FMI valora el PIB mundial. La OCDE alerta, en este punto, de un riesgo latente: el 40% de la deuda soberana y el 37% de la corporativa colocada en bonos en los últimos ejercicios pasarán a engrosar el stock de deuda en tres años de sus 38 socios de rentas altas, lo que añadirá 56 billones de dólares a sus niveles de endeudamiento.

Todo ello conduce a un tercer estadio de actuación: las reformas que revigoricen el crecimiento con impulsos de productividad, medidas de fortalecimiento de los buenos gobiernos corporativo y estatal, reducción de las trabas burocráticas, inserción laboral de las mujeres y equiparación de puestos y sueldos directivos y mejoras en el acceso al capital. De concretarse agendas de este tenor, los mercados emergentes y los países en desarrollo añadirían ocho puntos de dinamismo a sus PIB en cuatro años, concluye Georgieva, que añade un punto final: una mayor sincronización económica y conexión multilateral entre Estados para diluir la elevada conflictividad geopolítica y conectar de nuevo el proceso globalizador.

2 La amenaza cibernética atenta contra empresas, economías y mercados

Los ciberataques se han duplicado desde la gran pandemia y los riesgos de incidentes se han disparado. Esta será una de las piedras angulares del informe sobre Estabilidad Financiera del FMI que pronostica un incremento de las pérdidas de compañías y episodios de pérdida de solvencia, porque los costes por las amenazas cibernéticas se han más que cuadruplicado desde los 2.500 millones que se registraron en 2017.

La arquitectura financiera también está sometida a estos chantajes. Las entidades bancarias han soportado la quinta parte de ellos y se han convertido en las firmas más expuestas, lo que genera situaciones disruptivas en la prestación de sus servicios, de confianza en el sistema y elevan los daños reputacionales. Pero, sobre todo, pone en riesgo las redes de pagos y transacciones que cada vez están más digitalizados.

El FMI llama a aplicar estrategias de seguridad multilaterales, con regulaciones eficientes y bajo la supervisión de las agencias estatales que “identifiquen periódicamente potenciales amenazas sistémicas”, contribuyan a reforzar los sistemas de ciberseguridad del sistema financiero global, creen mecanismos formativos y profesionales de autentificación y protocolos de reacción ante posibles ataques, o compartan información privilegiada con el sector privado para prevenir estos actos delictivos.

3 La política industrial no es la pócima mágica contra la parálisis económica

El FMI considera adecuada la estrategia de EEUU y su Chips and Science Act, de la UE y su Green Deal Industrial Plan, de la japonesa New Direction on Economy and Industrial Policy, de la surcoreana K-Chips o la de no pocos mercados emergentes con China y sus billonarios planes quinquenales para devolver esplendor a sus industrias en una época de transición energética y tecnológica como la actual. Están en su derecho y es lícito, pero no pueden pasar por alto una “consideración crucial”: deben dirigir la innovación sin alterar los equilibrios del mercado. La historia –dice el FMI– está repleta de errores y de costes excesivos en esta dirección.

Este será uno de los análisis del informe fiscal monitor primaveral. La disyuntiva entre el conveniente contagio entre sectores y países por la transferencia de innovación que se requiere para alcanzar las emisiones netas cero, y encauzar las manufacturas, los chips y los circuitos integrados en una economía digital y un despliegue de recursos y subsidios que “fomenten el proteccionismo y el aislacionismo” industrial.

El FMI incide en la necesidad de inculcar productividad y beneficios sociales y de instaurar cauces que no discriminen a las empresas foráneas. Así como un “desglose justo de ayudas y ventajas fiscales que no vayan en detrimento de la productividad ni de los Estados de bienestar”. Es decir, que protejan la actividad, sin costes desmesurados en época de ajustes presupuestarios que se conviertan en enemigos de los recursos destinados a servicios sociales. Y, en este sentido, afirma que las políticas industriales deberían enfocarse a inversiones tecnológicas que apoyen cambios estructurales con los que espolear la competitividad y vigilar que no fragmenten el comercio y las inversiones transnacionales.

4 Las reformas estructurales deben priorizar la productividad

El World Economic Outlook (WEO) destina un capítulo a vincular estímulos fiscales con competitividad tecnológica y productividad laboral y empresarial. Es la línea correcta, frente a los subsidios desmesurados. El Fondo estima que el incremento en un 0,5% del PIB en ayudas a la industria aumentaría en más de dos puntos el dinamismo económico de la OCDE. “Debemos priorizar las reformas en productividad para mejorar los niveles de vida, sacar a las naciones con rentas bajas de su círculo vicioso de crecimiento insuficiente para generar riqueza per cápita y recuperar el dinamismo y la globalización”.

Para ello es preciso que no se perjudiquen unilateralmente ni a la industria ni al comercio. En el supuesto de que no se concreten reformas tecnológicas y estructurales, el crecimiento del PIB en 2030 seguirá en cotas del 2,8%, un punto por debajo de su promedio histórico. En cambio, si se acometen agendas orientadas a la productividad, con medidas aperturistas, en favor de cotas de competitividad más elevadas, el acceso a los mercados financieros y el clima de negocios dará 1,2 puntos extra cada año al PIB global hasta 2030. Una Inteligencia Artificial (IA) bien regulada sería el centro de gravedad de esta transformación, aclara el WEO.

5 Los mercados emergentes aumentan su peso global

Es la guinda al pastel transformador del que habla Georgieva. Las potencias de rentas medias ganan influencia en el G20, músculo en el orden mundial y peso manufacturero y exportador en sus áreas geográficas. El WEO dedica este semestre un apartado específico al ascenso de economías como las de México, Indonesia, Turquía, Marruecos o Nigeria, que mantienen la llama de la globalización y elevan el dinamismo económico global. Con restructuraciones constantes en sus cadenas de valor y una adaptación permanente a las oscilantes condiciones geopolíticas y coyunturales de sus sectores exteriores e industriales, con repuntes de competitividad internacional y de productividad en el terreno doméstico.

Estas economías adolecen, como el espectro industrializado, de reformas estructurales, pero han hecho uso de una mayor “cooperación multilateral, coordinación de estrategias exportadoras y minimización de los riesgos que han emanado de los mercados financieros internacionales”. Y este tacticismo “se mantiene como prioridad” en sus agendas políticas nacionales, admite el Fondo.

Bitcoin 24

 

Michael Roberts *

Sam Bankman-Fried fue condenado a 25 años de prisión. Dirigía con gran éxito el fondo de inversión en bitcoin FTX que supuestamente ganó millones para sus clientes. Pero Friedman ha sido acusado y condenado por robar 8 mil millones de dólares a sus clientes de FTX. Se descubrió que había desviado miles de millones de fondos de sus clientes al fondo de cobertura hermano de FTX, Alameda Research, para mantenerlo solvente y cubrir sus bolsillos con el dinero de sus clientes.

Friedman vivía la buena vida, gastado más de 200 millones de dólares en bienes raíces en Bahamas y en inversiones especulativas.»Sam Bankman-Fried perpetró uno de los mayores fraudes financieros de la historia de Estados Unidos, un esquema multimillonario diseñado para convertirlo en el rey de las criptomonedas, pero aunque la industria de las criptomonedas es nueva y los jugadores como Sam Bankman-Fried recién llegados, este tipo de corrupción es tan antiguo como la historia», dijo el abogado estadounidense de Manhattan, Damian Williams, después de la condena. «Este caso siempre ha ido de mentir, hacer trampas y robar y no podemos soportarlo más».

Actualmente, el bitcoin y otras criptomonedas experimentan un aumento masivo de su precio. Supuestamente, las criptomonedas han escapado a su imagen de involucrar a timadores, estafas y especulaciones salvajes para unirse a la «parte respetable» del mundo financiero. El caso Friedman ha demostrado que es una broma, junto con una sucesión de otros «Friedmans» similares durante la última década de auge de las criptomonedas.

Escribí sobre la tecnología blockchain y la locura de las criptomonedas hace varios años. Argumenté entonces que, aunque el bitcoin supuestamente tiene como objetivo reducir los costes de transacción en los pagos por Internet y eliminar por completo la necesidad de intermediarios financieros como los bancos, dudé de que tales monedas digitales pudieran reemplazar las monedas fiduciarias existentes y ser ampliamente utilizadas en las transacciones diarias, como pronostican sus defensores.

El dinero en el capitalismo moderno ya no es solo una mercancía como el oro, sino que es una «moneda fiat» (fáctica), ya sea en monedas o billetes, o ahora principalmente en créditos de los bancos. Dichas monedas fiduciarias son aceptadas porque son emitidas por orden o «fiat» de los gobiernos y los bancos centrales y están sujetas a regulación. Por el contrario, el bitcoin, concebido por un programador anónimo y misterioso, Satoshi Nakamoto, hace poco más de una década, no está localizado en ninguna región o país en particular, ni está destinado a ser utilizado en una economía virtual en particular. Debido a su naturaleza descentralizada, su circulación está en gran medida fuera del alcance de la regulación directa o de la política monetaria y la supervisión que tradicionalmente se ha aplicado de alguna manera al dinero privado localizado y al dinero electrónico.

A los entusiastas de la tecnología (y también a aquellos que quieren construir un mundo fuera del control de las administraciones estatales y las autoridades reguladoras), todo esto les parecía emocionante. Tal vez las comunidades y las personas podrían hacer transacciones sin las imposiciones de los gobiernos corruptos y controlar sus ingresos y riqueza lejos de las autoridades, incluso podría ser el embrión de un mundo post-capitalista sin estados.

Tales esperanzas futuristas se han desvanecido. El valor de Bitcoin no está respaldado por ninguna garantía estatal pública, por definición. Está respaldado solo por el «código» y el consenso que existe entre sus «mineros» y propietarios. Al igual que con las monedas fiduciarias, donde no hay ningún producto físico que tenga un valor intrínseco en el tiempo de trabajo necesario para producirlo, la criptomoneda depende de la confianza de los usuarios. Y esa confianza varía con su precio en relación con una moneda fiduciaria controlada por el estado como el dólar. Su precio se mide en dólares o en lo que se llama una «moneda estable» atada al dólar. De hecho, mientras que las criptomonedas han explotado, el dólar estadounidense se ha arraigado cada vez más firmemente como la principal moneda del mundo (67 % de todos los acuerdos, seguido de las otras monedas fiduciarias, el euro, el yen y el yuan).

El precio del bitcoin medido en monedas fiduciarias como el dólar ha fluctuado violentamente, pero recientemente se ha disparado a alturas estratosféricas a medida que los activos financieros se disparan a máximos históricos con la expectativa de caída de las tasas de interés y la recuperación económica. De hecho, por esa misma razón, las criptomonedas no están más cerca de lograr la aceptación como medio de intercambio cotidiano.

Hasta ahora, su uso principal ha sido para la especulación. Se ha convertido en otra forma de lo que Marx llamó «capital ficticio», una ficción financiera del valor real. El caso de Friedman muestra que nada ha cambiado desde cuando Marx escribió sobre «una nueva aristocracia financiera, una nueva variedad de parásitos en forma de promotores, especuladores y simplemente directores nominales; todo un sistema de estafas y trampas por medio de la promoción de empresas, la emisión de acciones y la especulación de acciones». Con el aumento del capital ficticio: «Todos los estándares de medición, todas las excusas más o menos justificadas bajo la producción capitalista, desaparecen». …. dado que la propiedad aquí existe en forma de acciones, su movimiento y transferencia se convierten puramente en el resultado de apostar en la bolsa de valores, donde los pequeños peces son tragados por los tiburones y los corderos por los lobos de la bolsa de valores».

La naturaleza de la cultura de la criptomoneda fue resumida por una empresa dirigida por Lord Hammond, un ex ministro de finanzas del Reino Unido, que patrocinó una fiesta para promover las criptomonedas en la que a los invitados se les servía sushi sobre dos modelos escasamente vestidas.

El capital financiero siempre es ingenioso para inventar nuevas formas de especulación y estafas. En los últimos 20 años, las «ficciones financieras» se han digitalizado cada vez más (SPACS, NFT). Las transacciones financieras de alta frecuencia han sido reemplazadas por la codificación digital. Pero estos desarrollos tecnológicos se han utilizado principalmente para aumentar la especulación en el casino financiero, dejando atrás a los reguladores impotentes.

En lugar de proteger a los inversores de estas tramas cripto-financieras depredadoras, los reguladores y los encargados de de jacer cumplir sus normas en el orden financieros solo han actuado cuando «era hora de recoger los pedazos y limpiar los escombros de las inversiones destrozadas de millones de personas». Los políticos, financiados por empresas de criptomonedas, han ayudado a bloquear su regulación. El Congreso de los Estados Unidos ha sido incapaz de aprobar un proyecto de ley tras otro, ya que los intereses de la industria presiona a los congresistas para que se limiten a reflejar el estado actual de una regulación laxa con excepciones y lagunas legales. «La industria de las criptomonedas argumenta que esto permitirá una «innovación» continua, a pesar de la escasa innovación hasta la fecha del sector, además de encontrar nuevas formas y trucos de estafar a la gente su dinero».

Una vez más, la regulación no ha logrado detener la especulación financiera, las crisis y las estafas. «Los reguladores y los legisladores no han hecho ningún cambio para proteger proactivamente al público, al tiempo que permiten a las empresas de criptomonedas anunciarse y reclutar nuevos clientes que parecen mucho más propensos a terminar como víctimas de otro colapso que de convertirse en los próximos criptomillonarios. ¿Cuántas personas tendrán que perder fortunas antes de que dejemos de creer en las mentiras de una industria que se ha aprovechado de la confianza de la gente y su esperanza de milagros financieros, solo para arrastrarles por el suelo fracaso tras fracaso?»

De vuelta a Marx: «Las dos características inmanentes en el sistema de crédito son, por un lado, desarrollar el incentivo de la producción capitalista, desde el enriquecimiento a través de la explotación del trabajo de los demás, hasta la forma más pura y colosal de juego y estafa». Por lo tanto, el sector financiero continúa, como antes, participando en la especulación y los reguladores no pueden hacer nada por impedirlo.

La respuesta no es la regulación (antes o después), sino la prohibición de la inversión en capital ficticio. El cierre de los fondos de inversión, el fin del mercado de bitcoins y su financiación. Por el contrario, la banca debería ser un servicio público para los hogares y las pequeñas empresas con el fin de acumular depósitos y hacer préstamos, no para financiar un casino financiero masivo donde los delincuentes y los estafadores apuestan y se juegan nuestros medios de vida.

*Economista marxista británico, que ha trabajado 30 años en la City londinense como analista económico y publica el blog The Next Recession.

Los comentarios están cerrados, pero trackbacks Y pingbacks están abiertos.