«No Kings”, el pueblo norteamericano movilizado contra el autoritarismo de Donald Trump
Diego Lorca
El núcleo de la movilización fue una crítica a lo que los organizadores caracterizan como “tendencias autoritarias” del gobierno del presidente Donald Trump, que argumentan está “empujando al país hacia una autocracia”. En las marchas se utilizaron consignas como “Nada es más patriótico que protestar”, “Resistir al fascismo”, “Trump debe irse ya”, “No Kings, No Oligarcas, No fascismo”. 
Un año con las calles calientes en Estados Unidos
Según datos compilados por la ACLU American Civil Liberties Union y The Washington Post, más de 5.000 protestas se registraron en lo que va del año, con una participación que supera los 5 millones de manifestantes en todo el territorio.En Portland, símbolo histórico de la protesta popular desde 2020, el gobierno desplegó 4.500 efectivos de la Guardia Nacional, apoyados por unidades antidisturbios federales. Las manifestaciones fueron encabezadas por la organización People’s Freedom Network y colectivos ambientalistas, que exigían el fin de la militarización interna y denunciaban la represión de comunidades afroamericanas. Las consignas más repetidas fueron “Democracy, not war” y “No soldiers in our streets”. La represión dejó un saldo de una persona muerta y decenas de heridos, además de denuncias de detenciones arbitrarias.
En Chicago, más de 7.000 militares y fuerzas federales fueron desplegados luego de una ola de protestas impulsada por sindicatos y trabajadores del transporte. Este 5 de octubre el presidente Donald Trump autorizó el despliegue de 300 efectivos de la Guardia Nacional en Chicago para abordar lo que, según él, es una ola de delincuencia descontrolada. Las organizaciones United Workers Alliance y Labor for Peace lideraron movilizaciones masivas en defensa del derecho a huelga y contra la represión sindical. Las consignas “Jobs, not guns” y “Workers against war” marcaron la tónica del movimiento. Según el Wall Street Journal, la Guardia Nacional utilizó vehículos blindados y gas lacrimógeno en las inmediaciones de Union Park, dejando más de 200 detenidos.
Una “situación de guerra” provocada por “terroristas”
eación de una estrategia nacional para combatir el “terrorismo doméstico” y la “violencia política organizada” dentro de Estados Unidos. El texto afirma que el país enfrenta una ola de asesinatos, disturbios y ataques contra autoridades —atribuida especialmente a grupos “antifascistas”, “anticapitalistas” y “anticristianos”— que, según el documento, buscan desestabilizar la democracia y promover una revolución violenta. Bajo esa justificación, el decreto instruye al Departamento de Justicia, al Tesoro, al Departamento de Seguridad Nacional y a otras agencias a investigar, procesar y desmantelar a individuos, organizaciones y redes que participen o financien actividades consideradas violentas o radicales.