En España, Pedro Sánchez sigue gobernando: alivio temporal tras la conjura

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Isabella Arria

El socialdemócrata Pedro Sánchez, anunció que seguirá al frente del gobierno español y presidirá el Ejecutivo hasta 2027. Lo decidió tras cinco días de reflexión y silencio ante la guerra sucia, la andanada de calumnias y el acoso lanzados desde hace 10 años por la derecha y ultraderecha contra él y su familia, con que partidos, organizaciones y medios de derecha y ultraderecha buscan defenestrarlo..

Sus socios de coalición de gobierno, Sumar, y otros partidos periféricos de la centroizquierda lo instaron a que a partir de este punto y aparte impulse reformas para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sin contar con el Partido Popular (PP) y aprobar una nueva ley para regular a los medios de comunicación, las noticias falsas y la guerra sucia en las redes sociales.

Sánchez continuará al frente del Gobierno pero en un contexto muy diferente al que había hasta la semana pasada, según sugieren las encuestas del CIS. que vaticina una victoria del Partido Socialista Obrero Español (PSOE, que conduce Sánchez) sobre el derechista Partido Popular de 9,4 puntos.

«No tengo todas las respuestas», señaló Sánchez, sobre cómo combatir las amenazas de la desinformación y los bulos, pero señaló su intención de implicar a los periodistas, a los medios de comunicación y a los grupos parlamentarios en abordar este debate complejo. Lo que sí ha deslizado es que hay administraciones públicas que no cumplen la ley y financia a pseudomedios que contribuyen a la «máquina del fango», dijo en la Cadena SER.

Sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) insistió en que «Si el PP persiste en el bloqueo, el Parlamento necesitará articular mecanismos para poder sacarlo de esta situación tan lamentable. La responsabilidad del Gobierno será renovar el Poder Judicial, y lo vamos a llevar a efecto”.

La renuncia

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparece en el Complejo de la Moncloa, a 29 de abril de 2024, en MadridLa semana pasada, después de que un juez admitiera a trámite una denuncia contra la esposa del mandatario, Begoña Gómez, por presunto tráfico de influencias, Sánchez sorprendió tanto a simpatizantes como a detractores al anunciar que analizaría si vale la pena que sus seres queridos padezcan continuos ataques para que él prosiga con su carrera política.

Una eventual renuncia hubiese supuesto meter al partido en un debate sucesorio después de más de siete de años de hiperliderazgo de Sánchez en la que no se ha vislumbrado a ninguna posible figura sucesoria. “O decimos basta, o esta degradación de la vida pública determinará nuestro futuro condenándonos como país”, señaló Sánchez.

En repetidas ocasiones, incluso tras momentos traumáticos como el desastre electoral socialista en las últimas elecciones gallegas o el afloramiento del llamado ‘caso Koldo’ por supuesto cobro de comisiones durante la pandemia por parte de un asesor del entonces ministro de Fomento, Sánchez había manifestado su voluntad de agotar la legislatura, por lo que su abandono hubiese supuesto un trauma para su partido.

El cineasta Pedro Almodóvar señaló que “existe una nueva técnica para derribar al adversario político, acosarle mediática y judicialmente hasta quebrarle emocional y judicialmente, que no soporte más presión. Es una estrategia que no tiene ninguna relación con la política, en ningún momento se ponen en valor los resultados de la gestión del presidente. Es una técnica basada en la crueldad y la tortura psicológica  que se complementa con la tergiversación y manipulación”.

Qué es Manos Limpias y quién está detrás?
Manos Limpias y su líder, Miguel Bernad, íntimamente ligados a la ultraderecha

Sánchez, que anunció que abría un periodo de reflexión después de que un juzgado de Madrid iniciara una investigación sobre su esposa tras la denuncia formulada por el ultraderechista pseudosindicato Manos Limpias, aseguró que tanto él como Begoña Gómez están convencidos de que los ataques seguirán. «Mi mujer y yo sabemos que esta campaña de descrédito no parará. Llevamos 10 años sufriéndola. Es grave, pero no es lo más relevante. Podemos con ella», afirmó.

La derecha, agazapada

Desde la oposición, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, consideró que Sánchez está intentando impulsar un cambio de régimen “por la puerta de atrás”. «Hoy ha perdido la mejor oportunidad para irse», dijo el líder conservador, para quien el movimiento de Sánchez ha sido una tomadura de pelo. «Ya no hay vuelta atrás ni huida hacia delante posible. Su proyecto se acabó. No hay más que decadencia y agonía (…) Quiere un país a su medida y servicio . No quiere oposición, no quiere justicia, no quiere medios de comunicación. Solo se quiere a sí mismo», afirmó.

En un pasaje de su discurso, Sánchez señaló que “si consentimos que los bulos deliberados dirigen o dirijan el debate político; si obligamos a las víctimas de esas mentiras a tener que demostrar su inocencia en contra de la regla más elemental de nuestro estado de derecho; si permitimos que se vuelva a relegar el papel de la mujer al ámbito Begoña Gómez: bulos y falsedades sobre la mujer de Sánchezdoméstico, teniendo que sacrificar su carrera profesional en beneficio de la de su marido; si, en definitiva, permitimos que la sinrazón se convierta en rutina, la consecuencia será que habremos hecho un daño irreparable a nuestra democracia”.

La decisión de Sánchez de continuar al frente del gobierno derrota la conjura de los conservadores que no se han deshecho de sus reflejos franquistas para consumar un golpe irreparable a la democracia. Las derechas, que han conspirado desde 2014 para aniquilar políticamente a Sánchez, difícilmente se rindan y seguramente la embestida arrecie con nuevas calumnias y con una repetición incesante de las falacias.

Es el clásico proceder de las derechas, las guerras sucias utilizando a los medios hegemónicos y las bots de las redes sociales, con un pode judicial copartícipe de la guerra sucia, haciendo la vista gorda, y tratando de imponer imaginarios colectivos.

Ya no sirven tanques y bayonetas: en esta guerra sucia se utilizan las instituciones republicanas como armas políticas, para aniquilar la voluntad popular.

El excomisario de policía José Manuel Villarejo confirmó  que la guerra sucia contra Pedro Sánchez, la empezó en 2014 el entonces jefe del Ejecutivo, el conservador Mariano Rajoy, por medio de un operativo secreto para intentar vincular al suegro del socialista en una trama de prostitución masculina en sus negocios de saunas públicos.Villarejo, el comisario que quiso manipular a todos: “Yo soy la hostia en  mi trabajo” | España | EL PAÍS

Villarejo, condenado a más de 25 años de cárcel por espionaje y corrupción, fue durante más de dos décadas una de las herramientas preferidas del poder político y empresarial para realizar tareas de espionaje. Sus servicios fueron utilizados con grandes multinacionales, como Iberdrola y Banco Bilbao-Vizcaya (BBVA), y por líderes del Partido Popular y del Partido Socialista Obrero Español.

Villarejo explicó que se hablaba de matar políticamente al entonces líder de la oposición: “Si Rajoy no hubiera dado el ok, no se habría investigado”.

*Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)

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