Chile: La voluntad política de Boric permitió aprobación del TPP11

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Juan Contreras Jara y Alejandro Baeza

La decisión del presidente chileno Gabriel Boric de no retirar del Senado el proyecto del TPP11 (o CPTPP) permitió una aprobación que era evidente. Pese a los múltiples emplazamientos organizaciones sociales, economistas, campesinos, organizaciones ambientalistas, o las críticas de organismos internacionales, entre otros, finalmente el mandatario prefirió que el tratado transnacional entrara en vigor.

Con 27 votos a favor, 10 en contra y 1 abstención, finalmente el Senado aprobó cuestionado Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, más conocido como el TPP11, ratificando la posturas de sectores de la oposición y el mismo oficialismo. Así, cumplió su último trámite legislativo y quedó listo para su promulgación.Aprobación del TPP11. Gabriel Boric es el responsable de una nueva entrega del país a las multinacionales

Según el artículo 132 del Senado el mandatario tenía plena facultad para retirar el proyecto. La decisión de Boric de permitir que se fuera llevada a cabo su votación reflejó su voluntad política de consentir su aprobación.

Chile se suma así al acuerdo transnacional entre 11 países del Área Pacífico, con los que Chile ya cuenta con tratados de libre comercio, por lo que su adhesión no implicaría ninguna nueva ventaja sino por el contrario, implicaría entre muchas otras cosas la cesión de soberanía en ámbitos jurídicos.

Una de las repercusiones más relevantes de su aprobación se relaciona con la obligación que contrae el Estado chileno a someterse a las decisiones de entidades de arbitraje internacional, donde pueden recurrir empresarios (inversores) que consideren a sus inversiones afectadas por una situación dependiente del Estado del territorio donde opera.

Esto puede ocurrir cuando aumenten los impuestos a una empresa extractora de recursos naturales, se establezca una norma de salario mínimo mayor que el existente, se regulen las operaciones de las AFP o se ponga fin a ellas, se conformen empresas estatales que produzcan bienes y servicios a costos competitivos con las que ya funcionen, se implementen normas eficaces en la protección ambiental y de las comunidades que habitan el territorio nacional, entre otras situaciones en el mismo sentido.

La postura del Gobierno y de la cartera de Medio Ambiente fue en general dejar que el proceso avance, restándose de incidir en la votación y optando por trabajar en las cartas laterales o «side letters», acuerdos entre países suscriptores al tratado que finalmente no serían vinculantes, por lo que la esencia del acuerdo quedaría intacta.

Cabe recordar que el TPP11 -acuerdo que fue impulsado transversalmente por toda la clase política, desde la ultraderecha de Republicanos hasta el PS- ya había pasado por todos los trámites legislativos, por lo que sólo necesitaba esta ratificación en el Senado para hacerse efectivo. Originalmente, su votación en la cámara alta estaba programada para la semana del 20 de octubre de 2019, pero con el inicio del Estallido Social había sido pospuesto hasta hoy.

*Analistas de Resumen Chile

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