Duras críticas de Cristina Kirchner al gobierno y al peronismo

"Es la economía bimonetaria, estúpido"

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Rubén Armendáriz

La expresidenmta Cristina Fernández de Kirchner, en un documento público en el que cuestionó durante el rumbo de la economía tras nueve meses de gobierno de la ultraderecha con la presidencia de Javier Milei,  dedicó varios párrafos a la interna del peronismo y pidió «organizar una fuerza política que vuelva a representar mayoritariamente, para pasar de ser oposición a alternativa de gobierno».

Tras un prudente silencio, la dos veces presidenta planteó en el documento “Es la economía bimonetaria, estúpido. Aportes para un debate argentino” que el peronismo»se torció» y se «desordenó«, y por ende debe «ordenar las nuevas demandas para poder alinear pensamiento, palabra y acción». Calificó a este gobierno como «la primera experiencia global anarcocapitalista»Cristina Kirchner liquidó a Milei y dijo qué debe hacer el peronismo: "Es la economía bimonetaria, estúpido"

La expresidente  cuestionó al mandatario ultraderechsita Javier Milei, al asegurar que prometió eliminar la intervención estatal pero continúa regulando cuatro precios clave de la economía como «el precio del dólar, del dinero y del trabajo» y sólo liberó y permitió la suba de los bienes y los servicios, situación que, sumada al ajuste fiscal insostenible, produce un «combo letal» que genera una «tragedia social» porque sucede en un contexto de profunda recesión económica».

«Abordar el problema de la economía bimonetaria y su correlato, la carencia de una moneda fuerte, es lo que debería movilizar a las fuerzas políticas y sociales que siguen creyendo en la Nación», subrayó.  Añadió que “como siempre sucede en Argentina, al ajuste le siguen los palos. Las imágenes de argentinos apaleados y gaseados -en esta oportunidad jubilados- no hacen más que confirmar la violencia que engendran ideologías donde los ciudadanos solo son una variable de ajuste. Todo se ha puesto muy feo. Todo está muy mal»,

Cristina sumó un pedido para que el peronismo atienda las nuevas demandas de la sociedad, como la transformación de las relaciones laborales, el «viejo modelo de Estado omnipresente que derivó en ineficiencia e ineficacia» y la «reversión del déficit fiscal a través de la reducción del gasto tributario existente por eximiciones, exenciones o promociones a sectores concentrados de la economía».

Peronismo en EL PAÍS

Añadió que se necesita una «una revisión y reforma profunda de la educación pública», superar «el consignismo de la desigualdad social por un lado y el gatillo fácil por el otro» para abordar un plan de seguridad integral y que «no solo donde hay necesidad hay un derecho sino también una obligación y que el trabajo es un derecho, pero también es un deber».

«Hay que poder enderezar las experiencias y ordenar las nuevas demandas para poder alinear pensamiento, palabra y acción: una trilogía indispensable a la hora de formular propuesta y estrategia que permitan organizar una fuerza política que vuelva a representar mayoritariamente, para pasar de ser oposición a alternativa de gobierno», concluyó

Cristina Fernández sostuvo que el peronismo «no recuperó el carácter universal que caracterizó a sus políticas sociales y que impedían el surgimiento de clientelismos que solo contribuyen a dividir y a enfrentar a los sectores populares entre sí, e irritar a nuestras clases medias». Añadió que la mala administración de divisas «debilitó la fortaleza del Estado para administrar la economía bimonetaria de la Argentina».

Planteó que el peronismo «no advirtió la modificación de las relaciones laborales de la población económicamente activa» y que «sólo el 40% de ellos está sindicalizado». «La consecuencia objetiva es que las representaciones sindicales características del siglo XX y fundantes del peronismo, ya no son la expresión mayoritaria de los trabajadores», postuló.

El gobierno de Alberto

El peronismo afronta un proceso de reconstrucción y debate nuevos  liderazgos para posicionarse frente a Milei | TNLo que llamó la atención, es que enumeró una serie de críticas y autocríticas, vinculadas principalmente con el gobierno de Alberto Fernández, del que ella fue vicepresienta.

Entre las críticas remarcó la convalidación del megapréstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que tomar el gobierno anterior al de Fernández, el del neoliberal de Mauricio Macri.:el peronismo, dijo,  «olvidó que los muertos no pagan las deudas y convalido el préstamo multimillonario e irregular que el FMI, violando su propia normativa interna, había otorgado al gobierno de Mauricio Macri para que ganara las elecciones».

Añadió que además se aplicaron «las políticas dictadas por el organismo que dieron comienzo a un proceso inflacionario» y cuestionó que «por primera vez en un gobierno peronista los trabajadores registrados no llegaron a cubrir la canasta básica total.  O sea: el peronismo con trabajadores registrados pobres, pese a que la tasa de desempleo tuvo un excelente comportamiento alcanzando el nivel más bajo de las últimas décadas con el 5,7%», apuntó.

Señaló que no se avanzó «sobre el viejo modelo de Estado omnipresente que derivó en ineficacia y no construyó una nueva estatalidad vinculada a la comunidad». «Se termina viendo el empleo estatal como un privilegio frente al resto y, por lo tanto, un ‘gasto innecesario’ que debe ser suprimido», añadió.

Además, expresó que no se avanzó «sobre el viejo modelo de Estado omnipresente que derivó en ineficacia y no construyó una nueva estatalidad vinculada a la comunidad». «Se termina viendo el empleo estatal como un privilegio frente al resto y, por lo tanto, un ‘gasto innecesario’ que debe ser suprimido», añadió.

Cristina Fernández de Kirchner recordó  que en plena pandemia y cuarentena «se anuló la palabra presidencial por la aparición de un documento fotográfico donde se comprobaba la violación de las normas de aislamiento por parte de quien las había firmado».

A su vez, criticó la falta de «una revisión y reforma profunda de la educación pública», la necesidad de «un plan de seguridad de carácter integral» y resaltó que «el trabajo es un derecho, pero también es un deber». «Por lo que es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume», remarcó.

 

*Periodista y politólogo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

 

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