OIT quiere “mejor futuro del trabajo”, en medio del desempleo/ A OIT quer »melhor futuro do trabalho» em meio ao desemprego

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Eduardo Camín|

La 19ª Reunión Regional Americana  de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) llevada a cabo recientemente en la ciudad de Panamá  finalizó, como tantas otras, con el compromiso de gobiernos, trabajadores y empleadores de construir un mejor futuro del trabajo en las Américas a través del diálogo social.

La realidad es que, según la propia OIT, el desempleo creció por tercer año consecutivo en Latinoamérica y el Caribe durante 2017, hasta alcanzar los 26,4 millones de personas, en un proceso que no parece detenerse, mientras varios gobiernos neoliberales adelantan reformas labores que le cercenan derechos a los trabajadores, conquistados tras décadas de luchas. Sólo en Brasil hay 13 millones de desempleados.

Más de 500 representantes de gobiernos, organizaciones de empleadores y sindicatos de 31 países participaron de la reunión.  La llamada “Declaración de Panamá para el Centenario de la OIT: por el futuro del trabajo en las Américas” sostiene que el trabajo conjunto y la gobernanza democrática –actualmente en riesgo en varios países del hemisferio– son esenciales para avanzar hacia un futuro con trabajo decente y justicia social en la región.

“En un momento de mucha volatilidad e incertidumbre en esta región, y también en el mundo, durante cuatro jornadas hemos dado la prueba de que los mandantes tripartitos de las Américas son capaces de sentarse, de abordar cuestiones de gran complejidad y de encontrar consensos. Esto no es poca cosa, no hay que subestimarlo. Esto es el diálogo social en la práctica,” dijo el Director General de la OIT, Guy Ryder, durante su discurso de clausura.

El documento aprobado establece una serie de prioridades para la OIT y los países americanos para los próximos años, entre ellas: el desarrollo productivo, el desarrollo de las empresas sostenibles, el respeto y la implementación de los derechos fundamentales en el trabajo, la transición de la economía informal a la formal, el empleo juvenil, la migración laboral y la igualdad de género.

 La contracara de la reunión “sin subestimar”

Resultado de imagen para oit en panamaDe buenas intenciones y grandes discursos, el mundo rebosa, pero,  ¿hasta ahora que hicimos?  no hay un solo gobierno en la región que no haya aplicado en algún momento e incluso durante años esas pretendidas prioridades, como el desarrollo productivo, desarrollo de las empresas sostenibles, a modo de objetivos

Hoy cuando, el mercado transnacional de capitales es dueño del porvenir económico del mundo y los gobiernos nacionales son sus rehenes. Cuando algunas ideas claudican en el ámbito “tripartito” y son remplazadas por un “consenso neoliberal”, este se ha transformado en el peor infierno que cualquier economía nacional pueda sufrir.

Como hace dos siglos… “un fantasma, recorre Europa”,  acaso generando conciencia en la clase obrera. Temo que no: esta vez es el fantasma de la desocupación, y  las incertidumbres.

Los análisis que de su deambular se hacen y las propuestas económicas que su merodear genera, no es más que un resumen de situación y un elaborado mapa de las posiciones a modo de conclusiones de las políticas dominantes.

A veces en el debate, en el ardor de la controversia intelectual y política, se deja de lado la correlación real existente de las fuerzas. El neoliberalismo es dominante mental y culturalmente en gran parte del  planeta. En grandes sectores de la sociedad se ha perdido una visión de futuro.  Por eso alarma  la ineficaz oposición a este pensamiento hegemónico.

Mientras tanto, ajenas a esta polémica ideológica, las victimas del espectro del desempleo padecen de una indefensión casi absoluta. Desde el punto de vista material, es decir, de la mera subsistencia física.  Por la falta de sentido vital a la que se arroja a millones de seres humanos educados en la idea de que el trabajo es la condición indispensable de las relaciones sociales y la base en la que se apoya la constitución de la sociedad.

Seguimos enfrascados en una inercia discursiva cargada de pasividad, e impresa de declamaciones, donde la aplicación fundamentalista y absolutista de las leyes de mercado lleva al desempleo, la crisis económica y a una regresión en las condiciones en la convivencia democrática, bajo el imperio absoluto de la ley económica auspiciada por el capitalismo salvaje.

Seguimos a veces hasta por intereses mezquinos (un viaje, un viatico etc.) bajo el auspicio de las correas de transmisión de los intereses del capitalismo transnacionalizado.

Cuando las crisis de las estructuras tradicionales de la política nos arrullan en el mercado, esperamos de las capacidades del mismo para la recreación y regulación de la sociedad. Lamentablemente en el horizonte solo se avizora una melancólica alternativa en forma de apocalipsis: el “paraíso” neoliberal.

Debemos mirar al mundo tal cual es, no simplemente la pequeña parcela que nos protege… Tal vez ésta sea la cuestión esencial para debatir: hay un mañana y debemos encontrarlo.

 

*Periodista uruguayo, miembro de la Asociación de Corresponsales de prensa de la ONU. Jefe Internacional del Hebdolatino en Ginebra. Asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

 

VERSIÓN EN PORTUGUÉS

A OIT quer »melhor futuro do trabalho» em meio ao desemprego

Por Eduardo Camín

A 19ª Reunião Regional Americana realizada recentemente pela Organização Internacional do Trabalho (OIT), na cidade do Panamá, finalizou como tantas outras, com o compromisso de governos, trabalhadores e empregadores de construir um melhor futuro do trabalho nas Américas, através do diálogo social.

Porém, a realidade é que, segundo a própria OIT, o desemprego cresceu pelo terceiro ano consecutivo na América Latina e no Caribe, durante o ano de 2017, chegando à cifra de 26,4 milhões de pessoas desocupadas, num processo que não parece ter freio, enquanto vários governos neoliberais adiantam reformas trabalhistas que cortam direitos dos trabalhadores, conquistados após décadas de lutas. Só no Brasil há 13 milhões de desempregados.

Mais de 500 representantes de governos, organizações de empregadores e sindicatos de 31 países participaram da reunião. A “Declaração do Panamá para o Centenário da OIT: pelo futuro do trabalho nas Américas” sustenta que o trabalho conjunto e a governança democrática – atualmente em risco em vários países do hemisfério – são essenciais para avançar a um futuro com trabalho decente e justiça social na região.

“Em um momento de muita volatilidade e incerteza nas Américas, e também no mundo, nós conseguimos, durante quatro jornadas, dar uma prova de que os setores empresariais, sindicais e políticos das Américas são capazes de se sentar juntos para abordar questões de grande complexidade, e encontrar consensos. Isso não é pouca coisa, e não deve ser subestimado. É o diálogo social na prática” disse o diretor-geral da OIT, Guy Ryder, durante seu discurso de encerramento.

O documento aprovado estabelece uma série de prioridades para a OIT e os países americanos para os próximos anos. Entre elas: o desenvolvimento produtivo, o desenvolvimento sustentável das empresas, o respeito e a implementação dos direitos fundamentais no trabalho, a transição da economia informal à formal, o emprego juvenil, a relação entre migração e trabalho e a igualdade de gênero.

A outra cara da reunião “sem subestimar”

De boas intenções e grandes discursos até o inferno está cheio, mas o que foi feito até agora? Não há um só governo na região que não tenha adotado, em algum momento durante os últimos anos, essas pretensas prioridades, como o desenvolvimento produtivo e a sustentabilidade das empresas, ao menos como objetivos.

Hoje, com o mercado transnacional de capitais sendo dono do futuro econômico do mundo, os governos nacionais se tornaram reféns. Quando algumas ideias não prosperam em uma reunião tripartite, e são substituídas pelo “consenso neoliberal”, isso se transforma no pior inferno que qualquer economia nacional pode sofrer.

Como acontece já há dois… “um fantasma, percorre Europa”, talvez gerando consciência na classe trabalhadora. Mas, temo que não: desta vez é o fantasma do desemprego e das incertezas.

As análises sobre o perambular desse fantasma e as propostas econômicas que isso gera não são mais que um resumo da situação, e um elaborado mapa das posições, a modo de conclusão, das políticas dominantes.

Às vezes, no debate sobre esses elementos, no ardor da controvérsia intelectual e política, se deixa de lado a real correlação de forças existente. O neoliberalismo é dominante, mental e culturalmente, em grande parte do planeta. Grandes setores da sociedade já perderam qualquer visão de futuro. Por isso é alarmante a ineficaz oposição a este pensamento hegemônico.

Enquanto isso, alheias a polêmica ideológica, as vítimas do espectro do desemprego padecem de uma desproteção quase absoluta. Do ponto de vista material, ou seja, da mera subsistência física. A falta de sentido vital afeta milhões de seres humanos, educados pela ideia de que o trabalho é a condição indispensável das relações sociais e a base na qual se apoia a constituição da sociedade.

Seguimos enfrascados numa inércia discursiva carregada de passividade e de declamações, onde a aplicação fundamentalista e absolutista das leis de mercado levam ao desemprego, à crise econômica e a uma regressão nas condições e na convivência democrática, sob o império absoluto da lei econômica promovida pelo capitalismo selvagem.

Ás vezes, seguimos até por interesses mesquinhos, patrocinados pelas correntes de transmissão dos interesses do capitalismo transnacional.

Quando as crises das estruturas tradicionais da política nos levam ao mercado, esperamos pelas capacidades da sociedade para recriar e regular o mesmo. Lamentavelmente, no horizonte só se vê uma melancólica alternativa na forma de apocalipse: o “paraíso” neoliberal.

Devemos olhar o mundo tal como é, não simplesmente a pequena parcela que nos protege. Talvez esta seja a questão essencial para debater: há um amanhã, e temos que encontrá-lo.

Eduardo Camín é jornalista, membro da Associação de Correspondentes de Imprensa da ONU, redator-chefe internacional do Hebdolatino e analista associado ao Centro Latino-Americano de Análise Estratégica (CLAE)

*Publicado em estrategia.la | Tradução de Victor Farinelli

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