Para Uruguay, el acuerdo Mercosur-UE, es “una señal política poderosa”
La mirada del canciller uruguayo Mario Lubetkin
Luvis H. Pareja
El ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Mario Lubetkin, señaló este domingo en la apertura de la IV Cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que el encuentro, celebrado en la ciudad colombiana de Santa Marta, “es una señal clara” del compromiso político conjunto de ambos bloques y de que el comercio internacional basado en reglas “es posible y funciona”.
En la reunión, el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva criticó las «viejas retóricas» que justifican las intervenciones militares en el continente.“ Somos una región de paz y queremos seguir siéndolo”, afirmó. Lula advirtió sobre la creciente presencia militar de potencias extranjeras en el Caribe, refiriéndose específicamente al movimiento de tropas y buques estadounidenses en la región. «América Latina y el Caribe deben ser una zona de paz, sin espacio para bases extranjeras ni intervenciones armadas», afirmó .
El mandatario brasileño sostuvo que los conflictos regionales deben resolverse por medios diplomáticos y políticos, con respeto a la autodeterminación de los pueblos. Alertó sobre «la peligrosa reactivación de dinámicas propias de la Guerra Fría» en el hemisferio occidental y defendió la autonomía política y militar de América Latina frente a las potencias.
Lula subrayó que la región no puede seguir dependiendo de decisiones externas y urgió a los 33 países de la Celac a fortalecer su unidad como condición indispensable para enfrentar los desafíos globales. «Solo unidos podremos garantizar un desarrollo soberano, justo y sostenible», reafirmó.
Ponderó la importancia del regreso de Brasil a la Celac, tras años de distanciamiento diplomático, y propuso reconstruir puentes entre las naciones vecinas para impulsar el comercio, la ciencia, la cultura y las políticas sociales .«América Latina necesita hablar con una sola voz y ocupar el lugar que le corresponde en el escenario internacional», enfatizó.
Por otra parte, abogó por una participación activa de los países de la región en la construcción de una nueva gobernanza global en la cual el Sur Global tenga mayor poder de decisión. Consideró que el modelo actual es injusto y excluyente, y que perpetúa las desigualdades. «Necesitamos un nuevo orden internacional que priorice el diálogo, la solidaridad y el desarrollo con justicia social», subrayó.
Mientras, el canciller uruguayo Mario Lubetkin felicitó a Colombia por el trabajo realizado para hacer posible la nueva reunión birregional, “a pesar de todo lo que está ocurriendo a nuestro alrededor”. El canciller destacó que se haya retomado la periodicidad bienal del encuentro, como forma de “generar tracción y continuidad en esta relación birregional tan importante”. “La regularidad del diálogo es esencial para que construyamos confianza política, previsibilidad y, sobre todo, resultados concretos”, afirmó.
Lubetkin consideró que la reunión en Colombia debería significar
«una fase mayor de concreción» entre los dos bloques y sostuvo que Uruguay –que asumirá la presidencia pro témpore de la Celac en abril de 2026– está “profundamente comprometido con el éxito de esta cumbre”, así como también “con la consolidación de esta asociación birregional, para dar seguimiento a los acuerdos alcanzados y asegurar la continuidad del proceso hacia un futuro mejor para todos nosotros”.
“Europa y América Latina y el Caribe son dos regiones unidas por la historia, por convicciones democráticas y por una visión humanista del desarrollo”, afirmó el canciller uruguayo, y acotó que ambas regiones también están unidas por una visión “muy similar” sobre cómo “el sistema internacional debería funcionar: un sistema multilateral basado en reglas que se cumplan, un mundo en el que el derecho internacional y los principios de la Carta de Naciones Unidas se respeten”.
En ese sentido, Lubetkin consideró que “en este momento tan complejo, en el que los conflictos internacionales aumentan, el multilateralismo se erosiona y las fracturas políticas y sociales se ensanchan”, el hecho de que los países de ambos bloques se junten para enviar un mensaje “constituye una posibilidad y una oportunidad única, que tenemos la obligación de no dejar pasar”.
“Es una clara señal de que estamos dispuestos a profundizar la relación y la cooperación en las más variadas áreas que permita el crecimiento recíproco de nuestras dos regiones”, afirmó Lubetkin, y señaló que existen “preguntas y
desafíos” que exigen “darnos muchas más respuestas en nuestro conjunto, entre todos; y por eso la importancia de este diálogo, que es, finalmente, la forma en que podemos aportar al bien de nuestras sociedades”.
El canciller destacó la importancia de la dinámica bienal retomada entre ambas regiones desde la cumbre de Bruselas de 2023, que, según dijo, permite “generar tracción y continuidad” en la relación birregional. “Europa y América Latina y el Caribe son dos regiones unidas por la historia, por convicciones democráticas y por una visión humanista del desarrollo”, afirmó, subrayando también la coincidencia en torno a la defensa del multilateralismo, el Derecho Internacional y los derechos humanos.
Lubetkin consideró que, en un momento en que “los conflictos internacionales aumentan y el multilateralismo se erosiona”, la unión entre América Latina y Europa representa “una oportunidad histórica que no debemos dejar pasar”. Uruguay participa en la cumbre como integrante de la Troika de la CELAC, junto a Colombia, que ejerce la presidencia pro tempore, y San Vicente y las Granadinas.
“El país está profundamente comprometido con el éxito de esta cumbre y con la consolidación de esta asociación birregional”, concluyó el canciller.
La “diversidad no puede inmovilizarnos”
El canciller uruguayo sostuvo que uno de los cometidos del encuentro es “poder mostrar un ejemplo de unidad en la diversidad”.
“Creo que compartimos valores, pero también diferencias, tanto entre las regiones como entre cada uno de nosotros, pero esta diversidad no puede inmovilizarnos”, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores, y abogó por una mayor flexibilidad. “Tal vez el ideal sería que todos pudiéramos avanzar al mismo tiempo y en todos los temas, pero, si no es posible, debemos ser capaces de avanzar igualmente, de manera flexible en áreas en las que podemos obtener resultados concretos”, agregó.
Destacó “los importantes y sustantivos progresos” alcanzados en la hoja de ruta birregional, los cuales, según indicó, se terminarán de definir en los próximos meses. A su vez, manifestó “altas expectativas” sobre “lo que esta hoja de ruta podrá lograr en materia de comercio e inversión, de paz y pacificación, de transición energética y de reducción de riesgo de desastre”.
Lubetkin también celebró que un gran número de países –entre ellos, Uruguay– adhiriera a las dos declaraciones temáticas de la cumbre: la Alianza sobre Seguridad Ciudadana y el Pacto Birregional sobre Cuidados. Sobre la primera, señaló que representa “una respuesta conjunta y responsable a la amenaza que afecta a ambas regiones”: el narcotráfico y el crimen organizado. “Necesitamos un enfoque integral, preventivo, humano y cooperativo basado en evidencias”, afirmó.
Con respecto a la segunda declaración temática, dijo que “es una muestra de lucidez política y sensibilidad social” que se haya situado “en el centro de la discusión el bienestar, la igualdad, la sostenibilidad de la vida, reconociendo el valor económico y social de un trabajo esencial para nuestras sociedades”.
Por último, el canciller uruguayo se refirió a la “oportunidad única de culminar un proceso de 25 años con la firma y ratificación” del acuerdo entre el Mercosur y la UE. Sostuvo que el tratado –que podría ratificarse antes de fin de año– “representa una señal política poderosa al mundo entero de que el comercio abierto, basado en reglas, incluso resguardando la protección al medioambiente y al desarrollo sostenible, es posible y funciona, especialmente en estos tiempos de incertidumbre y fragmentación”.
“Uruguay seguirá contribuyendo constructivamente al avance de este relacionamiento birregional y asumirá, con sentido de responsabilidad y continuidad, las tareas que le corresponderán el próximo año al asumir la presidencia pro témpore del Mercosur. Creo, y estamos seguros, que juntos podemos alcanzar resultados valiosos para avanzar todos juntos”, manifestó Lubetkin al cierre de su segundo discurso.
La tensión entre EEUU y Venezuela

Lubetkin, quien se abstuvo de referirse a las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela ante el despliegue bélico estadounidense en el Caribe, señaló que “sin diálogo, nosotros estamos afuera; hace muchos años que no hablábamos”, señaló. En segundo lugar, mencionó que hay expectativas por “algunas cosas concretas –tampoco muchas– que nos permitan avanzar todos juntos”.
La canciller colombiana, Rosa Villavicencio, adelantó a la prensa que dicha resolución “ha tenido algunos puntos en los que se ha negociado bastante”, pero sostuvo que, “por supuesto, hay apoyo en el rechazo a todo tipo de guerra”. Kallas, por su parte, dijo que la postura de la UE es muy clara: “Bajo el derecho internacional se puede usar la fuerza sólo por dos razones: ya sea en defensa propia o sobre la base de una resolución del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas”.
“¿A qué se refiere la libertad hoy, y a qué se refiere la democracia hoy, cuando caen bombas en Gaza y un pueblo ha sido masacrado, y ahora caen misiles en el Caribe?”, sostuvo, en tanto, el presidente colombiano Gustavo Petro durante su intervención.
Petro dijo que visitó en Santa Marta a la familia de Alejandro Carranza, un pescador que “murió por un misil en las
aguas del mar Caribe”, bajo “la tesis de que era un narcoterrorista”. “A la luz de los tratados que nosotros hemos firmado, a la luz también de la democracia y la libertad en el mundo, ha sido simplemente asesinado. Una ejecución extrajudicial. Ya son decenas en este mar, que es hoy la casa que nos acoge”, expresó.
“Este acuerdo no es solo un conjunto de compromisos; es una manifestación del fortalecimiento de la multilateralidad”, afirmó el mandatario colombiano. “Lo que hemos logrado aquí es lo que las circunstancias actuales demandan: la cooperación entre naciones diversas, culturas diversas, y civilizaciones diversas, con el fin de encontrar soluciones comunes a problemas comunes”, agregó.
La declaración conjunta
En la declaración conjunta de la IV Cumbre entre la Celac y la UE, los países expresaron su voluntad de “profundizar los lazos históricos” entre ambos continentes, “en un momento en que el multilateralismo está siendo cuestionado en todo el mundo y subsiste una necesidad continua de un orden internacional más justo, equitativo y democrático”.
Los dos bloques destacaron “la importancia estratégica de una relación birregional basada en valores e intereses compartidos” y reiteraron su “compromiso inquebrantable con la democracia, incluidas elecciones libres, inclusivas, transparentes y creíbles, así como con la libertad de expresión, los derechos humanos, el Estado de derecho y el derecho internacional”, señala uno de los 52 puntos de la resolución final.
No todos los enunciados de la declaración conjunta de la cumbre entre la Celac y la UE fueron aprobados por unanimidad. Algunos países se “desasociaron” de algunos párrafos, mientras que Venezuela resolvió retirarse de la declaración conjunta, que incluyó un rechazo “al uso de la fuerza y a cualquier acción que no sea conforme con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas”.
En el texto se señala que los países participantes de la cumbre abordaron “la importancia de la seguridad marítima y de la estabilidad regional en el Caribe”, aspecto en el que coincidieron en “la relevancia de la cooperación internacional, el respeto mutuo y el pleno cumplimiento del derecho internacional, incluso en la lucha contra el crimen organizado transnacional y el tráfico ilícito de drogas”.
Pero, a diferencia de otros conflictos militares de carácter internacional, como el de Ucrania y Rusia y el de la Franja de Gaza, que aparecen mencionados de manera explícita, en la declaración conjunta no se nombra directamente ni a Estados Unidos ni a Venezuela.
*Periodista uruguayo, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)