Lula y Biden, dos visiones de mundo en la ONU
Mirko C. Trudeau
El presidente brasileño Luis Inacio Lula da Silva habló en defensa del medio ambiente, de construir un Estado eficiente, y cuestionó a las corporaciones que “se creen por encima de la ley”, mientras el aún mandatario estadounidense Joe Biden pidió negociar una tregua en Gaza, como si Estados Unidos fuera ajeno al drama palestino, en sus discursos en la 79ª Asamblea General de Naciones Unidas.
Lula da Silva habló por décima vez ante ese foro universal, mientras que Joe Biden se despedía en la que será su única gestión en la Casa Blanca, en una sesión donde las guerras en Ucrania y Medio Oriente, no faltaron en sus mensajes.
Sobre la guerra en Ucrania, Lula dijo que “lamentablemente vemos una guerra sin perspectiva de paz. Brasil condenó de manera firme la invasión. Ya está claro que ninguna de las partes conseguirá alcanzar sus objetivos por vía militar (…) Crear condiciones para retomar el diálogo directo entre las partes es crucial”.
Tras celebrar la presencia de los representantes del Estado Palestino en la sala, “aunque con carácter de observadores”, criticó que Israel haya convertido su derecho a la defensa tras los «ataques terroristas de unos fanáticos» en un «derecho de venganza» que se ceba especialmente con mujeres y niños.
Lula hizo un recuento de las inversiones en armamento que gastan los principales países del mundo; «El año 2023 ostenta el triste récord de contar con el mayor número de conflictos desde la II Guerra Mundial. Los gastos militares globales han crecido por noveno año consecutivo hasta alcanzar los 2.000 billones de dólares. Estos recursos podrían haberse utilizado para combatir el hambre y abordar el cambio climático».
Brasil está considerando convocar una conferencia para proponer una revisión de la carta de la ONU, para salir de la forma actual de la organización obsoleta e ineficaz para evitar conflictos. «La reforma es fundamental y urgente», dijo Lula en una reunión de ministros del G20 al margen de la Asamblea General de la ONU, y señaló que las naciones de América Latina, el Caribe y África deberían tener mayor voz en el Consejo de Seguridad para luchar contra la polarización
En la sesión anterior, el ultraderechista presidente argentino Javier Milei rechazó adherir al Pacto Futuro que se firmó el domingo e hizo pullas con la defensa de la justicia social. El mandatario colombiano Gustavo Petro indicó el martes que “»En su poder de prohibición y censura gritan: ¡Viva la libertad carajo! Pero es solo la libertad del 1% más rico de la población mundial. Su sentir mercantil y libre, lleva a la destrucción de la atmósfera y de la vida», enfatizó Petro y remarcó que «ellos son los que dicen qué se piensa, se dice y qué debe ser prohibido y silenciado».
Lula dijo que la crisis climática “llama a nuestra puertas, destruye nuestras casas, nuestras ciudades, nuestros países e impone la pérdida y el sufrimiento (…) sobre todo a los más pobres” y reprochó la negligencia de dirigentes que soslayan protocolos y compromisos al tiempo que propuso tomar medidas frente a «quienes se lucran con la degradación medioambiental».
Y en una alusión a Elon Musk, dueño de X, con quien las autoridades judiciales brasileñas tienen un enfrentamiento que las llevo a prohibir la red social en el país, Lula dijo que ningún Estado puede estar bajo las presiones de quienes «se creen por encima de la ley«
Década perdida
El presidente brasileño también destacó la «década perdida» de América Latina, que desde 2014 viene padeciendo el bajo crecimiento y las altas tasas de desigualdad. Se trata de una región, resaltó, «atrapada» muchas veces por disputas que le son ajenas, poniendo como ejemplo el embargo sobre Cuba. «Mantener a Cuba en una lista unilateral de Estados que supuestamente promueven el terrorismo e imponer medidas coercitivas unilaterales castigan ilegalmente a las poblaciones más populares», dijo.
«El futuro de nuestra región pasa por construir un Estado sostenible, eficiente, inclusivo y que se enfrente a todas las formas de discriminación«, insistió Lula, que incluyó en esta lista a «individuos, corporaciones y empresas tecnológicas que se creen por encima de la ley”
“Los brasileños y las brasileñas continuarán derrotando a quienes intenten colocar las instituciones al servicio de los intereses reaccionarios (…) En un mundo globalizado no tiene sentido recurrir a los falsos patriotas y a los aislacionistas (ni a las) experiencias ultraliberales que agravan las dificultades del continente«, concluyó.
El triste adiós de Biden
Como si la Casa Blanca fuera ajena a los acontecimientos, Joe Biden afirmó que «es momento de que las partes se pongan de acuerdo» para pactar un alto el fuego en la Franja de Gaza que permita la liberación de los rehenes aún en manos de las milicias palestinas. Deslizó que aún «sigue siendo posible una solución diplomática» para poner fin al «infierno» que viven tanto los familiares de los rehenes como los «civiles inocentes» gazatíes.
«Una guerra a gran escala no beneficia a nadie«, dijo el presidente estadounidense, sin criticar las últimas acciones emprendidas por Israel, el principal aliado político de Estados Unidos en la región, Biden volvió a plantear sus críticas a la violencia ejercida sobre los palestinos en Cisjordania y pidió avanzar hacia lograr una solución de dos Estados, en la que Israel pueda «normalizar» las relaciones con los países vecinos y los palestinos puedan disponer de un territorio propio en el que vivir «en paz y seguridad».
Como despedida, Biden repasó sus “logros” de su gestón: la vuelta al acuerdo de París contra el cambio climático, el retorno a la Organización Mundial de la Salud (OMS) o haber puesto fin a la guerra en Afganistán, una decisión «difícil» pero «correcta». También anotó la decisión de respaldar a Ucrania frente a «la guerra de (Vladimir) Putin«, que tildó de «fracasada», y reclamó no bajar los brazos «hasta que Ucrania consiga la libertad».
Biden afirmó luego que la OTAN está ahora «más fuerte que nunca» y cuenta con dos nuevos miembros, Suecia y Finlandia. Y llamó a que Occidente siga tejiendo alianzas en el Indo-Pacífico. Aunque aseguró que esas nuevas alianzas no van contra ningún país en particular (obviamente hablaba de China)
Biden aprovechó su turno para atacar a Venezuela y habló de un supuesto “fraude electoral “. El todavía inquilino de la Casa Blanca se mostró perceptivo a una reforma y ampliación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Lula, desde su segunda presidencia viene pugnando por conseguir un asiento permanenteen ese selecto club de cinco naciones con derecho a veto para Brasil, pero también reclama mayor participación de Latinoamérica y de África en el mismo.
* Economista, politólogo y analista estadounidense, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).
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