Crisis y desazón: 80% de los peruanos no tiene candidato electoral

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Mariana Álvarez Orellana

Más del 80% de peruanos no tiene candidato presidencial para las elecciones del 2026. Las encuestas muestran que Keiko Fujimori, Antauro Humala, Pedro Castillo y Martín Vizcarra, Rafael López Aliaga y Hernando de Soto son los únicos políticos que lograron superar el uno por ciento de apoyo entre los encuestados.

La crisis del Estado peruano es estructural: no es sólo del Ejecutivo o del Legislativo, sino trastoca los cimientos de las políticas estatales en materia economía, educación, salud, trabajo, agro, minería. Pese a ello ya hay precandidatos a la presidencia: Susel Paredes por Primero la Gente; Keiko Fujimori por Fuerza Popular; Roberto Chiabra por Unidad y Paz; y Fernando Olivera por el Frente de la Esperanza.Puede ser una imagen de 3 personas y texto

Las brechas entre ricos y pobres se acrecentó, 80% de la población es trabajador informal, la corrupción avanzó, el aparato estatal está enquistada de mafias que buscan el copamiento de la administración estatal en beneficio de los intereses de grupo, no proporcionan un planteamiento de desarrollo sostenible en el tiempo derivando en un Estado fallido, donde no es posible gobernar con inclusión social. Lo cierto es que la ciudadanía se halla al desamparo de sus propias autoridades.

Los peruanos están a la expectativa del megajuicio que se ha iniciado en contra de Keiko Fujimori, hija del dictador Alberto Fujimori, como líder de una organización criminal que se ha enquistado en el poder para instrumentalizar instituciones como el Congreso y torcer la democracia a través del financiamiento ilegal recibido en las últimas campañas presidenciales en las que participó y llegó hasta la segunda vuelta.

“La lista de pruebas interminables que ha presentado el fiscal José Domingo Pérez es información contundente y sobre todo esclarecedora para entender cómo se manipula la democracia en el país, con un ruleteo millonario de dineros de procedencia ilegal y que para blanquearlo —el eufemismo de un caso de lavado de activos— se ha utilizado una serie de artimañas, de supuestos donantes, cocteles y aportantes fantasmas, que, por cierto, ya han confesado y se han acogido a la colaboración eficaz y otros a la confesión sincera, reconociendo los delitos cometidos”, señala Richard Arce en Perú21.

Sin salida

La aprobación de la presidenta Dina Boluarte ha caído a su nivel más bajo en medio de diversos escándalos por presuntos casosde corrupción que involucran tanto a ella como a su círculo cercano. Nueve de cada 10 ciudadanos desaprueba su gestión. Este descontento coincide con el destape del llamado ‘Rolexgate’, un caso de enriquecimiento ilícito y la deteción de su hermano, Nicanor, bajo la acusación de liderar la red criminal ‘Los Waykis en la Sombra’.

También el Congreso peruano, que ha rechazado siete solicitudes de vacancia presidencial en menos de dos años, también enfrenta un alto nivel de rechazo, con un 91% de desaprobación y solo un 6% de respaldo.

Sobre las expectativas económicas a futuro, un 55% de los encuestados teme que la situación económica empeorará en los próximos 12 meses, un 29% piensa que permanecerá igual y apenas un 10% confía en que mejorará. Además, un 72% considera que el panorama financiero ha empeorado en el último año, un 24% lo ve igual y solo un 3% cree que ha mejorado.

Ninguno de los partidos políticos cuestiona el modelo económico, pero en el Congreso se han presentado 60 cambios a la Constitución y hay 22 modificaciones en curso. Tampoco llaman a una Asamblea Constituyente. Entonces, los políticos, para llegar a la presidencia, llaman a un “acuerdo nacional”, sin debate serio ni soluciones serias a la crisis estructural, mientras las mafias se afianzan en el aparato estatal.

Desde que el presidente Pedro Castillo fuera depuesto, el pueblo no participa, no es escuchado, y cuando sale a protestar es señalado de violentista, terrorista, mientras los políticos tradicionales tinen como meta perpetuarse en el poder, desfalcar las arcas del Estado. Irónicamente, dicen que no hay dinero para salir de la pobreza, pero que se necesitan más inversiones (privatizaciones, concesiones, tercerizaciones), mientras se deja de recaudar los tributos de las grandes empresas. Ninis: ¿Cuántos jóvenes se quedarían sin trabajar ni estudiar debido a la  pandemia? | desempleo juvenil | Universitarios | Estudiantes | Empleo |  Coronavirus en Perú | RPP Noticias

El diario La República señala que  “Más de un millón y medio de jóvenes peruanos ni estudian ni trabajan. Lima concentra el 43,3% del total nacional, le siguen La Libertad (6,8%), Arequipa (5,5%) y Piura (5,3%) con una amplia diferencia. La pobreza se incrementó en 34,7% de esta población y si bien la participación de las mujeres ha disminuido, la brecha sigue siendo aún notable”.

Hay una juventud sin un futuro: está en total abandono por el Estado. En el último examen de Pisa sobre pensamiento creativo: “El país se sitúa por debajo del promedio de la OCDE, con solo un 48% de los estudiantes que superan el nivel 3 en una escala de seis y un preocupante 28% en los niveles más bajos (menos uno y uno)”

Más de 7 mil niñas y adolescentes en todo el Perú han sido víctimas de violencia sexual en lo que va del 2024, El futuro que ofrece el Estado peruano a la juventud es totalmente incierto ante la indolencia de los que gobiernan el Perú.

Lesa humanidad

Mientras, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó al Estado peruano que, mediante sus tres poderes tome las acciones necesarias para que no se adopten, se dejen sin efecto o no se otorgue vigencia al proyecto de ley que dispone la prescripción de los crímenes de lesa humanidad ocurridos antes de 2022.

Barrios Altos y la Cantuta: los casos por los que la Corte IDH dejaría sin  libertad a Alberto Fujimori - InfobaeMediante una resolución, la Corte IDH dio esta disposición para garantizar el derecho de acceso a la justicia de las víctimas de los casos Barrios Altos y La Cantuta a cuyas sentencias hace referencia el proyecto aprobado en primera votación por el Congreso de la República el pasado 6 de junio.

Mientras, los diversos grupos políticos se empeñan en hacer una serie de alianzas, sin importarles la ética, militancia, migran de un grupo a otro, se juntan, rompen, reagrupan con la intención de ser reelegidos y cuidar sus bolsillos, produciendo una serie de mezclas sin ideología, con ausencia de programa. Hay quienes se autodenominan de centro, centroderecha, centroizquierda, derecha, nacionalistas o etnocaceristas… Suman 28 partidos políticos y varios en proceso de inscripción: ninguno plantea un cambio.

Más de un millón y medio de jóvenes ni estudian ni trabajan. Lima concentra el 43,3% del total nacional, le siguen La Libertad (6,8%), Arequipa (5,5%) y Piura (5,3%) con una amplia diferencia. La pobreza se incrementó en 34,7% de esta población y si bien la participación de las mujeres ha disminuido, la brecha sigue siendo aún notable.

La derecha no tiene un candidato fuerte, tampoco tiene una fórmula de un candidato antisistema. Ninguno de los 28 candidatos propone algún programa, siquiera un cambio, que no sea de nombre.

*Antropóloga, docente e investigadora peruana, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

 

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