Argentina: Milei, por la reforma laboral

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Diego Lorca

El presidente Javier Milei estuvo a cargo el viernes 1 de marzo de la apertura de Sesiones Ordinarias en el Congreso de la Nación, donde con su histrionismo político, acompañando un discurso económico tecnocrático, intentó correr el foco de su principal objetivo: la reforma laboral y previsional.

Desde la asunción del gobierno de La Libertad Avanza y desde las medidas de licuación salarial del ministro de Economía Luis “Toto” Caputo,  ¡vienen por los salarios y por las jubilaciones!.

El fin (de la casta empresarial) justifica los medios

Mientras el nivel de pobreza en Argentina alcanzó en el mes de febrero a casi un 60% de la población, el gobierno a través Caputo, anunció con bombos y platillos como su gran triunfo el superávit financiero durante el mes de enero en el Sector Público Nacional. Esto fue muy celebrado por el Presidente en su red social X: «Vaaaaaaamos Toto!!! El déficit cero no se negocia. Viva la libertad, carajo».

Pero la discusión no puede ser déficit cero si o déficit cero no, porque eso es una antinomia que no nos acerca a la solución de los problemas del país. Mientras el beneficio tributario en Argentina -un régimen especial de exención impositiva a empresarios, terratenientes y mineras- continúa siendo del 4,9% del PBI, el ajuste se concentró principalmente en los trabajadores, jubilados y los sectores en situación de vulnerabilidad.

Un ejemplo grosero de estos “planeros” a gran escala es el de Marcos Galperín, fundador y CEO de la empresa Mercado Libre quien recibe 100 millones de dólares por año de las arcas nacionales. Si, el hombre más rico de Argentina recibe y seguirá recibiendo subsidios del Estado.

Para desglosar cuáles son los sectores que sufrieron los recortes, vamos a tomar un informe sobre ingresos y egresos del sector público nacional durante el mes de enero realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), que confirmó que el superávit fiscal lo explican los jubilados y pensionados (32,9%), gastos de capital (17,6%), subsidios económicos (16,8%), y salarios (12,6%), entre otros.

n relación al debate sobre las variables macroeconómicas que intervienen en el desarrollo económico de un país (1),  reiteramos que el déficit fiscal no es garantía del bienestar de un pueblo ni motor del desarrollo económico. Según una  publicación de The Economist, el medio británico que informa regularmente los principales indicadores económicos de 43 paises entre los que incluye a la Argentina, sólo cinco no tienen déficit fiscal: Noruega, Dinamarca, Arabia Saudita, Israel y Chile.

Entonces, ¿existe incompatibilidad entre déficit fiscal y desarrollo económico?. La respuesta que nos arroja la realidad social es que no. Para agregar; del conjunto de países del G20, 15 registraron déficit fiscal durante los últimos diez años. Entre ellos Estados Unidos, la primera potencia mundial y la referencia internacional del presidente Milei.

Los seis países con superávit o equilibrio fiscal en dicha década fueron: Corea del Sur, Kuwait, Macao, Nauru, Noruega y Singapur. Incluso los países latinoamericanos que dolarizaron su economía como Ecuador y El Salvador, registran déficit fiscal.

Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), la Argentina tuvo sólo seis años de superávit fiscal en los últimos 63 años y fue entre 2003 y 2008. (Es necesario recordar que dicha interrupción del desarrollo económico se debió fundamentalmente a la gran crisis financiera del 2008 que afectó todas las economías del mundo)

La licuación del salario y los despidos masivos como táctica de gestión

La histórica devaluación del 118% y el aumento inflacionario superior al 50% en los primeros dos meses de gobierno de Milei, sumado a las consecuencias económicas producto de la implementación del Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023, trajeron consecuencias catastróficas en el poder adquisitivo de los salarios de la clase trabajadora argentina.

Un estudio del  Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE) titulado “La licuadora salarial” y realizado en base a datos oficiales, revela que sólo en el mes de diciembre las y los trabajadores estatales perdieron un 16%, los salarios del sector privado registrado un 11%, y quienes trabajan de manera informal perdieron un 14%.

La pérdida de la masa salarial para el conjunto de estos trabajadores en el primer mes del gobierno de La Libertad Avanza totalizaron el equivalente a mil 128 millones de dólares.

El informe también menciona que “la mayor parte de esos 1,65 billones fueron ganancia adicional para exportadores, alimenticias, energéticas y otras”. Esto puede verse en las crecientes ganancias de las empresas alimenticias (Molinos, Ledesma, Mondelez), las cadenas de supermercados (Coto, Chango Más, Cencosud), las energéticas (YPF, Shell, Edesur, Edenor) y una larga lista que nuclea a la casta económica que se beneficia a costilla de la pérdida salarial.

El ultraderechista Milei impulsa por ley hasta seis años de cárcel para los  promotores de protestas sociales | EL PAÍS ArgentinaEn este contexto, la semana pasada fracasó la mesa que reúne al Gobierno, empresarios y sindicatos para discutir el Salario Mínimo, Vital y Móvil, el cual sirve de referencia base para todos los trabajadores. La Central General de Trabajo (CGT), y las dos Centrales de Trabajadores Argentinos (CTA Autónoma y de los Trabajadores)  solicitaban un aumento del 85%, acorde a la inflación que ya acumula un 50% en los dos primeros meses de gobierno.

Pero en la primera reunión el gobierno ofreció un 18% de aumento, que fue rechazado, y terminó decidiendo unilateralmente un aumento del 30% en dos cuotas ante la falta de acuerdo. De esta manera el salario mínimo, vital y móvil aumentará a 180 mil pesos (unos 180 dólares) en febrero y a 202.800 pesos (poco más de 200 dólares)s en marzo, lo que representa una pérdida de unose 20 puntos respecto de la inflación.

Las condiciones políticas y económicas generadas por el gobierno de Milei abonaron un terreno fértil para cesantías de puestos de trabajo en empresas privadas de todas las latitudes. Esta semana se dió a conocer el despido del 10% de la planta de trabajadores de la Fábrica de zapatillas Topper de la localidad de Aguilares, provincia de Tucumán, dejando a 85 familias sin sostén económico.

También producto de la paralización de la Obra Pública ya son 150.000 los trabajadores despedidos de la construcción y se estima que en los próximos días la cifra trepe a 300.000 trabajadores y trabajadoras, sostenes de hogar. Construcción: los despidos y suspensiones ya afectan a 100 mil personas

También la importante empresa siderúrgica Acindar del Grupo Arcelor Mittal, anunció su decisión de detener la producción a finales de marzo en sus cuatro plantas ubicadas Villa Constitución (Santa Fe), San Nicolás (Buenos Aires), La Tablada (Rosario) y Villa Mercedes (San Luis), con el objetivo de ajustar gastos y reducir sus equipos de trabajo, justificados en una caída económica del 40% en sus ventas.

La industria automotriz fué la primera que mostró indicadores del “industricidio anunciado”: primero Toyota y ahora FIAT, decidieron reducir la producción de su planta de Córdoba por la caída general de ventas del 33% en enero y la falta de dólares, mientras en otros casos las terminales siguen paralizadas, como General Motors en Santa Fe; Volkswagen en Pacheco; y Renault y Nissan en Córdoba.

Conclusiones

A todo lo anterior se suma que esta semana, La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la Sociedad Rural Argentina (SRA) y la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) informaron que se presentaron el martes ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación para expresar su apoyo a la reforma laboral decretada por Milei y lepidieron que revoque la cautelar de la sala de feria de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo y la deje sin efecto.

Mientras Milei hace alarde de la motosierra, esconde la licuadora de Caputo. Mientras hacen alardea de ajustar a la casta, ajusta a trabajadores y jubilados, mientras dice que está arreglando el país, lo están fundiendo.

Seguirán repitiendo su falacia de que la legislación laboral impide la creación de puestos de trabajo y seguiremos afirmando que lo que facilita la creación de trabajos bien remunerados son las políticas económicas de protección del trabajo y la industria. Las falacias que rodean el discurso y la política económica de Milei se objetivan rápidamente en mayor pobreza, en salarios miserables, en menos derechos laborales y en una crisis generalizada que el pueblo trabajador ya no resiste.

Notas

1.- ver Las falacias de Milei que rodean al DNU. https://estrategia.la/2024/01/17/argentina-las-falacias-de-milei-que-rodean-al-dnu/

*Director del Observatorio Internacional del Trabajo del Futuro (OITraF), asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).

 

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