Panorama Económico Latinoamericano – Del 4 al 11 de diciembre de 2024
Venezuela: petróleo e industrialización
José Félix Rivas Alvarado *
El aporte de la actividad petrolera a la economía venezolana se ha conocido, por más de un siglo, por su enorme capacidad de captura de renta internacional a través de las exportaciones, generando unos ingresos que por su magnitud, determinaban la dinámica económica nacional.Esta función rentista de la actividad petrolera es la más notoria. Sin embargo, tal capacidad generadora de ingresos oculta otra cara relevante de la extracción de hidrocarburos: su incidencia sobre el aparato productivo venezolano a través de su encadenamiento intersectorial e interindustrial.
Los eslabonamientos o enlaces, hacia delante de la cadena productiva de los hidrocarburos nos conducen -como las vertientes de un río- a diversos sectores (y sus productos), donde destacan, entre otros, la industria química y el sector agrícola, pasando por la industria petroquímica.El petróleo está presente en otras actividades productivas y en la vida cotidiana venezolana, a través de sus derivados producidos por otras industrias transformadoras, alimentando una oferta importante de bienes muy variados.
Adicionalmente, desde los eslabonamientos hacia atrás de los hidrocarburos, encontramos un conjunto de actividades productivas de bienes y servicios necesarios para la actividad exploratoria y extractiva, que han posibilitado la existencia de un sector productivo asociado a las cadenas de apoyo que orbitan la producción petrolera. La producción industrial de válvulas, diversos insumos y hasta los servicios de ingeniería, nacieron y maduraron con el arrastre de la extracción y exportación de hidrocarburos.
Si consideramos la producción de gas, tanto de gas asociado a la extracción de petróleo (que por lo general se quema) como de las reservas de gas no asociado, se cuenta con una fuente de energía -amigable ecológicamente- poderosa para la industrialización, la agricultura, otros sectores productivos y para el consumo de los hogares.
Sectores industriales venezolanos con experiencia acumulada en años, están en condiciones de proveer los servicios y equipos que actualmente la actividad petrolera requiere. Muchos de estos equipos, piezas e insumos son importados, lo cual implica -en un contexto de extrema restricción de divisas- una importante vena abierta por donde éstas se fugan.
Un programa de sustitución estratégica de importaciones, tiene en la industria petrolera y en sectores nacionalistas del empresariado industrial venezolano, una posibilidad cierta.La actividad petrolera, hasta ahora se ha explotado desde sus ventajas comparativas propias de un recurso natural que mueve el aparato productivo del planeta. Eso es lo que nos condena al subdesarrollo, al capitalismo periférico, a la condición de dependencia dentro del sistema capitalista mundial, que desde sus centros hegemónicos industrializados nos perciben, y nos tratan, como simples proveedores de un recurso natural energético fundamental para la industria y el desarrollo, pero de ellos. Es decir, como compradores de espejitos a cambio de oro.La industrialización de los hidrocarburos significa ir más allá, construyendo y fortaleciendo ventajas comparativas dinámicas.
Los eslabonamientos nacionales de las actividades que requiere la exploración, extracción y comercialización del petróleo (y del gas), además de desarrollar el capital nacional directamente vinculado, tienen un efecto de arrastre hacia otras actividades industriales, gestando, de esta forma, una parte crucial del mercado interno, la provisión de bienes intermedios y de capital.
Conclusión preliminar: si se industrializan las cadenas vinculadas, hacia atrás y hacia adelante con la extracción de petróleo, se lograría industrializar una parte importante del país.
El sesgo rentista
¿Por qué esta industrialización no ha ocurrido en toda su potencialidad? Porque ha dominado un sesgo rentista que conspira con la dimensión productivo-industrial. En la actividad petrolera ha predominado la importación de gran parte de los insumos y del capital real (equipos, partes, estructuras, maquinarias, insumos…) por tres motivos:El primero, el objetivo corporativo de Petróleos de Venezuela (PDVSA)ha sido extraer la mayor cantidad de petróleo posible, porque es una industria tan rentable que hace que esta propensión exportadora-rentista no coloque como prioridad la industrialización y el fortalecimiento del capital (físico) nacional.
El segundo motivo es que, en una actividad donde los volúmenes y los valores de las importaciones son altos, importar se constituye en un negocio y en el cultivo de un ecosistema pernicioso para la economía productiva por parte de los intermediarios comercializadores/
Los administradores de las compras y los suministros, bajo una visión miope, le darán prioridad a comprar importado, aún más si hay una red logística sesgada a la importación.El gen del sesgo importador y anti-industrializador ha estado dentro de PDVSA desde su nacimiento. Fue una herencia del metabolismo de compras intrafirmas de las empresas trasnacionales petroleras.Si se elimina o se reduce al máximo el sesgo importador, si se profundizan las iniciativas, para apalancarse en el capital nacional, que han surgido -en estos últimos años del bloqueo-desde el gobierno, dentro de PDVSA y en el sector privado vinculado con la actividad, buscando sustituir importaciones, potenciar encadenamientos y, por tanto, promoviéndola industrialización, vamos a tener una PDVSA que no sólo se plantea metas -indudablemente necesarias- de producción y exportación, sino que además impulsa el desarrollo socio-económico.
Vale decir, una actividad petrolera que promueva estructuralmente la independencia y la soberanía nacional.Otras economías bloqueadas y asediadas por la guerra imperialista, han logrado industrializar sectores asociados a la explotación de ese bien primario que es el petróleo. La República Islámica de Irán ha logrado que el 90% de la infraestructura de producción petrolera sea hecha nacionalmente..
Industrialización y desarrollo
Hay que reconocer que, el gobierno bolivariano alcanzó un gran logro económico ejerciendo la fiscalidad soberana de los ingresos petroleros, de ahí surgieron los recursos que financiaron las misiones y muchos proyectos productivos y de infraestructura. La ley de hidrocarburos es una ley revolucionaria por el lado de la captación de la renta y su distribución popular. Pero la tarea aún se debe completar: además de la generación de renta, el petróleo tiene una gran capacidad de generar industrialización y desarrollo.Muchos pensarán que en las condiciones actuales del bloqueo que sufre Venezuela, se hace muy difícil la viabilidad de esta propuesta.
Paradójicamente, tales condiciones adversas han demostrado que la internalización de los hidrocarburos no sólo es una necesidad macroeconómica, sino que es una gran oportunidad para llevar del discurso a los hechos el cambio estructural que necesita la economía venezolana. Los actores protagónicos existen, desde el sector público y desde una fracción (cuantitativa y cualitativamente) importante del capital nacional.
Si se internaliza el encadenamiento productivo de la actividad petrolera (y del gas), estaremos impulsando la industrialización nacional de los hidrocarburos y, con ello, dado los efectos multiplicadores de los encadenamientos industriales, una parte importante de la industrialización del país.Vimos dos motivos por el cual la industria petrolera, teniendo importantes relaciones intersectoriales, no tiende espontáneamente a promover el desarrollo diversificado de la economía nacional.
El tercer motivo, tiene que ver con las concepciones dominantes en el pensamiento económico que prevalece en los hacedores de política económica, y por tanto en las visiones de la mayoría de los economistas formados en “macroeconomía del crecimiento” y no en macroeconomía del desarrollo. No obstante, ese es un tema para un episodio posterior de esta serie.
* Economista, profesor universitario, fue ministro, director del Banco Central, y embajador ante Mercosur y Aladi
Estado ecuatoriano controlará oleoducto que estaba en manos de privados
El Estado ecuatoriano asumió plenamente el control del Oleoducto de Crusos Pesados (OCP), el segundo en importancia del país, tras concluir un proceso de transición en el marco de la finalización del contrato de construcción y operación con un consorcio privado que lo administró por más de 20 años. El Ministerio de Energía informó que el proceso de entrega del OCP al Estado ecuatoriano “culminó con éxito el 30 de noviembre de 2024”.
El Ministerio de Energía, junto a otras entidades públicas, “liderará la gestión estratégica de los activos y recursos hidrocarburíferos de esta empresa por un período de seis meses”, añadió la fuente.
“Este es un traspaso ordenado y transparente que fortalece la soberanía energética y garantiza la continuidad de una operación eficiente, un servicio público de transporte de hidrocarburos sin costo adicional, respeto a los derechos laborales y contratos con terceros”, destacó el viceministro Guilhermo Ferreira.
Con este traspaso “el país asume una infraestructura clave para la economía nacional, abriendo oportunidades para mejorar la capacidad de transporte de crudo y fortalecer la matriz energética del país”, anotó la Cartera de Energía.
El pasado 10 de noviembre concluyó el contrato de operación de la tubería con el consorcio privado OCP Ecuador S.A., que buscaba una extensión del convenio.
“En defensa de los intereses nacionales”
El Gobierno ecuatoriano, hace un mes, aseguró que “en cumplimiento de sus atribuciones y en defensa de los intereses nacionales” decidió “no extender el contrato de operación” con la empresa OCP Ecuador S.A., debido a que la Ley de Hidrocarburos no permite la prórroga solicitada.
En febrero de 2001 el Estado ecuatoriano autorizó a dicho consorcio la construcción y operación de la tubería, cuya gestión comercial empezó en septiembre de 2003 con la descarga de 400.000 barriles de crudo ecuatoriano en el buque petrolero “Cabo Vírgenes”.
El OCP, de 485 kilómetros de longitud y capacidad de transporte de 450.000 barriles, une los campos de extracción de petróleo en la Amazonía ecuatoriana con un puerto de embarque ubicado en la provincia costera de Esmeraldas, en el Pacífico.
Este oleoducto corre paralelo a la principal tubería de transporte de crudo de Ecuador, el estatal Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), con capacidad de 500.000 barriles.
Ecuador produce unos 480.000 barriles diarios de petróleo que es uno de sus principales rubros de exportación, fuente de ingreso de divisas y base en la financiación del presupuesto del Estado.
Colombia: la planta de hidrógeno verde más grande de la región
Ecopetrol construirá en Colombia la planta de hidrógeno verde más grande América Latina, con potencia de 5 megavatios para producir 800 toneladas del energético al año, informó este lunes la petrolera estatal colombiana.
“Esta es una gran noticia para el país: Ecopetrol entró a la era moderna en producción de combustibles limpios. Producir 800 toneladas de hidrógeno verde a un costo competitivo con la tecnología de punta de nuestra refinería es posible”, subrayó el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, citado en un comunicado.
Se espera que la planta, que se construirá en la Refinería de Cartagena en el Caribe, con la que se suscribió el convenio, esté en operación en el primer semestre de 2026.
La planta funcionará con energía renovable procedente de los proyectos solares de la Refinería de Cartagena, que tienen capacidad de 22 megavatios.
Y se espera que reduzca hasta 7.700 toneladas de CO2 equivalente por año, similar a las emisiones que generan 1.650 vehículos al año, según la información proporcionada por Ecopetrol, que subrayó que esta planta tenga una capacidad instalada 100 veces superior a la que tiene en operación actualmente el grupo petrolero.
Este proyecto incluye, entre otros, trabajos de diseño, construcción de facilidades, comisionamiento, puesta en servicio, operación y mantenimiento de los equipos requeridos para producir hidrógeno verde con una pureza de 99,97%.
En Colombia, se estima que la demanda de hidrógeno podría alcanzar 1,3 millones de toneladas al año para el 2040, impulsada principalmente por las aplicaciones de movilidad y uso industrial, según Ecopetrol.
Por lo que la compañía se propone para 2040 conseguir una producción de hasta 1 millón de toneladas de hidrógeno de bajo carbono (40% verde, 30% azul, 30% blanco) con destino a exportación en un 40% y un 60% para uso nacional.
El petróleo de Guyana, esencial para la seguridad energética de India
Hace dos semanas, el gigante estadounidense del petróleo y el gas Exxon Mobil anunció que había alcanzado los 500 millones de barriles de petróleo producidos en el bloque offshore de Stabroek, en Guyana, apenas cinco años después de que comenzara su producción en el lugar. Según Exxon, los tres primeros proyectos -Liza Fase 1, Liza Fase 2 y Payara ya están bombeando más de 650.000 barriles por día.
El consorcio liderado por Exxon, que incluye a Hess Corp. y Chinas Cnoc, estableció un objetivo para lograr una producción de al menos 1,3 millones de barriles diarios de petróleo para el final del año 2027, una hazlagan que espera lograr cuando otros seis proyectos offshore aprobados lleguen a internet.
Y ahora uno de los mayores consumidores de petróleo del mundo está vigilando el petróleo ligero producido por el pequeño país sudamericano. El primer ministro indio, Narendra Modi, dijo el jueves durante una visita a Guyana que su gobierno ve al país como la clave de la seguridad energética de la India. Modi dijo en una sesión especial del parlamento que ve a Guyana como una importante fuente de energía y alentaría a las principales empresas indias a invertir en el país.
Guyana no se reunió inmediatamente con los deseos de Modiés, con el Ministro de Relaciones Exteriores de la India, Jaideep Mazumdar, diciendo que las negociaciones continuarán y que tal acuerdo garantizaría una mayor previsibilidad. El ministro de Recursos Naturales de Guyana, Vickram Bharrat, dijo a los periodistas que Guyana está dispuesta a suministrar a la India una gran cantidad de crudo, si Exxon Mobil, principal operador de producción de petróleo offshore de Guyana, está de acuerdo con tal acuerdo.
Sabemos que Exxon tiene que hacer algunos cambios en su calendario de elevación y logística porque su preferencia es para barcos muy grandes que pueden acomodar dos millones de barriles, en su mayoría debido a la distancia y el costo, dijo Bharrat.
Según Bharrat, Guyana prefiere que las empresas indias pujaran por bloques de petróleo y las negociaciones puedan continuar tan pronto como se presente la oferta.
Con la India convirtiéndose recientemente en la mayor compradora de petróleo ruso descontado, por delante de China, parece seguro que está tan ansiosa por comprar un crudo de su país situado casi tres veces hasta su vecino mucho más grande. Las exportaciones de crudo ruso a la India en julio alcanzaron un récord de 2,07 millones de barriles diarios (bpd), frente a 1,76 millones de bpd para China. Sin embargo, la seguridad energética se ha convertido en un problema crítico para la India debido a su creciente demanda de energía y a los limitados recursos internos.
Bolivia paga más del 90% de la deuda externa programada
Bolivia pagó más del 90% de la deuda externa programada para la gestión 2024, pese a los “mensajes agoreros”, afirmó la noche de este lunes el presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Edwin Rojas.
“Hemos dado continuidad a todo lo que es el sistema de pagos hacia el exterior. Hemos hecho pagos en materia de deuda externa y cubierto, prácticamente, más del 90 por ciento de la deuda externa programada”, explicó en Bolivia TV.
A principios de año, recordó, habían “muchos mensajes agoreros en sentido de que tal vez íbamos a tener limitaciones” para pagar la deuda, como algunos informes de calificadoras de riesgo.
De hecho, la anterior semana, la calificadora JP Morgan reportó que Bolivia registra uno de los niveles más altos de riesgo país de la región, en tanto que un artículo publicado en Bloomberg vaticinaba una “tragedia”, y que el país no pondría honrar el pago de la deuda externa.
El Ministerio de Economía y Finanzas Públicas expresó su desacuerdo con ambas posturas.
De igual manera, en esta jornada, el BCB informó que las Reservas Internacionales Netas de Bolivia incrementaron respecto al cierre del año anterior, alcanzando a $us 2.066 millones a octubre del presente año, lo que significa que se mantienen con “una tendencia estable y positiva”.
Bolivia y empresa china firman contrato de producción de carbonato de litio
El Gobierno boliviano y la empresa china Hong Kong CBC firmaron un contrato para la producción de carbonato de litio en el Salar de Uyuni, ubicado en el departamento de Potosí (suroeste).
«Se tiene como resultado de una convocatoria internacional este contrato con la empresa CBC, que tiene como casa matriz a CATL, líder mundial de energías renovables y productor de baterías de litio, que construirá una planta de 10.000 toneladas y otra de 25.000 toneladas de litio, donde emplearán la tecnología de extracción directa de litio [EDL]», explicó el presidente ejecutivo de Yacimientos de Litio de Bolivia (YLB), Omar Alarcón, en un acto realizado en la Casa Grande del Pueblo en la ciudad de La Paz.
El acuerdo con CBC consiste en la construcción de dos plantas industriales, que implican una inversión de 1.030 millones de dólares, con tecnología de Extracción Directa de Litio (EDL) en el mayor salar del país sudamericano.
Por su parte, el presidente Luis Arce destacó que Bolivia está negociando con las empresas más grandes e importantes del mundo los contratos de producción de litio.
«Bolivia pasó de tener 21 millones a 23 millones de toneladas de litio y es la primera reserva mundial de litio. Somos un actor importante que estaba ausente del mercado internacional de litio, porque no estábamos produciendo, teniendo la cantidad de litio que mencionamos», destacó en su discurso.
Bolivia ya firmó dos contratos de producción de carbonato de litio, el primero de ellos con la empresa rusa Uranium One Group y la segunda con la entidad china CBC, que están pendientes de la aprobación por el Congreso boliviano.
Campesinos mayas mejoran su vida y el policultivo de la milpa en México
Emilio Godoy
La indígena maya María Bacab se considera a sí misma “guardiana de las semillas”, por cuidar la milpa, un ancestral policultivo mesoamericano que mezcla maíz, frijol, calabaza y algún otro vegetal y fomentar su práctica y consumo en México.
“Trabajaba desde chiquita con mis padres, aprendí con ellos. La milpa es beneficio, porque no compramos maíz. Me gusta, porque lo hacemos desde niñas”, relató a IPS en la comunidad de X’box (la negra, en lengua maya), en Chansinkin, un municipio del estado de Yucatán, en el sureste de México.
La campesina intercala labores del cuidado familiar con la agricultura. Luego de cocinar el desayuno y llevar a sus hijos a la escuela, Bacab, de 41 años, divorciada y con siete descendientes, labora en su parcela de una hectárea, regresa a las 11 de la mañana para atender a sus hijos que van a la escuela secundaria, para luego volver a la siembra.
Cada año obtiene unos 750 kilogramos del grano para autoconsumo, cría también cerdo pelón, especie nativa de esta región mexicana, y teje hamacas para completar su ingreso. Sus tres hijos mayores colaboran en la plantación.
Bacab es la única mujer en un grupo de 11 productores de la milpa en X’box y que almacenan e intercambian semillas. Seleccionan las mejores y las guardan por un año, lo que les permite estar preparados para situaciones como escasez, pérdidas por inundación o sequía. En el municipio operan al menos dos bancos de simientes.
Cada campesino del grupo siembra diferentes variedades, para que persistan múltiples opciones maiceras, entre ellas varias resistentes a la sequía, y algunos tienen apiarios para la venta y el autoconsumo. Han adoptado semillas del sureño estado de Chiapas y las suyas han llegado al vecino Campeche, con el que comparte la península de Yucatán, junto con el estado de Quintana Roo.
La península concentra la mayoría de población maya, uno de los 71 grupos originarios de México y uno de los más representativos cultural e históricamente.
El maíz no es solo un cultivo nativo y predominante en México, sino un producto básico en la dieta de sus 129 millones de habitantes que traspasa lo culinario para integrarse en las raíces culturales del país, vinculadas con los pueblos nativos.
Los surcos de la milpa que en época de cosecha, generalmente de enero a marzo, brillan por el verde de las cañas, de las que cuelgan mazorcas a la espera de la mano recolectora. De sus filas saldrán los granos que terminan en masas, tortillas (panes planos del grano nixtamalizado), atoles (bebidas espesas) y otros varios platillos.
Los tres millones de agricultores maiceros de México cultivan alrededor de ocho millones de hectáreas, de las que dos millones se destinan consumo familiar, en un país que tiene 64 variedades del grano, 59 de ellas nativas.
México es el séptimo productor mundial del maíz, el cereal más cultivado en el planeta, y su segundo importador. Obtiene unos 27 millones de toneladas anuales del grano, pero aun así debe importar otras 20 millones para atender a su consumo interno.
Como en todo el país, la milpa resulta fundamental para su alimentación en el municipio de Chansinkin. Habitado por 3255 personas, nueve de 10 eran pobres y un tercio, pobre extremo en 2023.
Germinación del futuro
El proyecto Milpa para la Vida, que ejecuta la organización no gubernamental estadounidense Heifer International desde 2021, con financiamiento de la también estadounidense Fundación John Deere, promueve la mejora de los colectivos milperos como el de X’box.
La iniciativa es una de varias en Yucatán que busca la defensa del territorio y la oferta de opciones económicas en el medio rural.
Persigue el aumento de ingresos en al menos 19 %, el incremento de la productividad de la milpa en al menos 41 % y el alza de la cantidad de tierra bajo manejo sostenible en 540 hectáreas entre los agricultores participantes en 10 comunidades de Yucatán y otras dos de Campeche.
Desde 2021, el proyecto ha beneficiado a 10 800 personas y la meta es llegar a 40 000 para 2027.
Parcelas demostrativas han logrado una producción de 1,3 toneladas de maíz por hectárea, mediante prácticas agroecológicas como uso de semillas nativas y biofertilizantes, frente a los 630 kilogramos que se cosechaban en 2021 con prácticas convencionales.
Pero persisten limitantes, como la aplicación de agrotóxicos y de fertilizantes donados por la Secretaría (ministerio) de Agricultura.
En el vecino municipio de Tahdziú (lugar del pájaro zui, en maya), el milpero maya Leonardo Puc, de 65 años, atesora las simientes como su bien más preciado.
Aunque cayó lluvia suficiente este año luego de una sequía intensa en 2023, “enfrentamos muchas dificultades, mucho gusano cogollero (que se come la planta de maíz). Necesitamos el maíz para alimentarnos, producirlo es lo que hacemos. No podemos quedarnos de brazos cruzados”, dijo a IPS el productor.
“Por eso, la naturaleza nos enseña”, aseguró el también coordinador del grupo Flor de Tajonal (una flor emblemática de la región), de 28 miembros, casado y padre de seis hijos.
En la zona de Tahdziú operan cinco bancos de semillas. En una choza de techo alto de huano, una palma local, y paredes de vigas de madera, frascos plásticos transparentes, de tapa blanca, se alinean en un estante. En su interior guardan una parte fundamental de la vida campesina: simientes de maíz amarillo y blanco, calabaza y frijol negro.
Tahdziú también vive entre carencias, pues sus 5502 habitantes son prácticamente todos pobres y la mitad vive en situación de pobreza extrema.
Gallinas que cambian vidas
La mamá de la maya Flora Chan compraba y criaba gallinas y por ello no le resultó desconocido el programa de productoras de huevo de aves libres de jaulas al que ingresó en 2020 para mejorar su economía familiar.
“Cuando empezamos, costó mucho, porque la gente no conocía nuestros huevos. Ahora compran todos los días”, declaró a IPS en el patio de su casa en el municipio de Maní (donde todo ocurrió, en maya), cercano a Chacsinkin.
Chan, soltera y sin hijos, posee 39 gallinas y quiere tener más. Cada día recoge entre 40 y 50 huevos. Limpia el gallinero temprano, revisa agua y alimento y el ritmo de producción. Además, teje textiles y supervisa 100 colmenas de abeja melipona sin aguijón, una especie endémica de la región y cuya miel es de preciado valor.
Un grupo de 217 productoras, de las cuales hay 19 en Maní, formaron el Colectivo Kikiba (algo muy bueno, en maya) y cuyo sello, una gallina, va en cada unidad.
Las criadoras pertenecen a la iniciativa Mujeres Emprendedoras, que comenzó en 2020 en 93 comunidades de 30 municipios en Campeche, Quintana Roo y Yucatán, de la mano de la organización Heifer.
El programa busca fortalecer los medios de vida locales, para así aliviar el hambre, la mala nutrición por falta de proteínas animales y los escasos ingresos debido a la falta de acceso al mercado.
En Maní, tres cuartas partes sus 6129 habitantes sufren pobreza y un quinto, su grado extremo. Cada participante recibe capacitación sobre instalación de gallineros en el patio de sus casas, cuidado de los animales y gestión de negocios. Cada año reemplaza el lote de 50 aves que recibe y traspasa el suyo a una nueva integrante, hasta que las aves dejan de poner y entonces las mujeres las consumen en sus hogares o las venden en mercados locales.
El programa ha cubierto a 796 productoras y la meta es 1000 en 2026. El Colectivo Kikiba entrega cada semana 4300 huevos de corral a dos restaurantes de una conocida cadena mexicana de restaurantes en Mérida, la capital de Yucatán. Además, vende al menudeo y destina 30 % al consumo familiar.
Al principio, a Nancy Interiano, vecina de Chan, no le interesó el proyecto, pero su amiga la convenció de conocerlo. Hoy, la pequeña empresaria, de 43 años, casada y con tres hijos, posee 60 gallinas ponedoras.
“Al ver el resultado, otras mujeres muestran interés en entrar y las que ya están, quieren aumentar sus gallineros. Con nuestro conocimiento y experiencia, asesoramos a las nuevas”, indicó a IPS.
En México, 14.7 millones de mujeres viven en localidades rurales, representando casi 23 % de todas las mujeres del país y 12 % de la población total de México.
Debido a la falta de proveedores suficientes de gallinas ponedoras, las criadoras tienen limitantes para satisfacer una demanda creciente.
Mientras no está en sus manos resolver ese déficit, Chan e Interiano disfrutan cada día viendo a sus gallinas picar el suelo, treparse a vigas de madera o acomodarse en los nidos para poner los huevos que han cambiado sus vidas.
Panorama internacional
1.-Desdolarización: Trump amenaza a los BRICS con aranceles del 100%
Mirko C. Trudeau
El próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con imponer aranceles de 100 por ciento a los países del grupo BRICS+ si tratan de terminar con el dominio internacional del dólar y repitió las amenazas de imponerles aranceles de 100 por ciento hasta virtualmente impedirles todo comercio internacional.
«Requerimos un compromiso de estos países de que no crearán una nueva moneda ni respaldarán ninguna otra moneda para reemplazar al poderoso dólar estadounidense o enfrentarán aranceles de 100%», escribió Trump en su red, Truth Social. «Deberían esperar decir adiós a vender en la maravillosa economía estadounidense», amenazó.
Trump ha adelantado una agenda proteccionista para su próximo periodo de gobierno que se inicia el 20 de enero. Si el BRICS continúan con sus planes, deberían decir adiós a vender en la maravillosa economía de Estados Unidos, escribió este sábado el mandatario. ¡Deberán buscar otro tonto! No hay posibilidades de que el BRICS reemplace’ al dólar estadounidense en el comercio internacional, y cualquier país que lo intente debe decirle adiós a Estados Unidos, añadió.
BRICS, fundado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ampliado con la inclusión de Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán, trabaja desde hace tiempo en diversas alternativas para comerciar entre sí y con otros estados usando sus propias monedas.
También contempla la posibilidad de crear un sistema de pagos internacionales independiente del SWIFT debido a la instrumentación de éste y del dólar como armas de extorsión y aniquilación financiera por parte de Washington.
Las amenazas de Trump refuerzan la percepción de que la superpotencia es un socio inestable, indigno de confianza, y que en todo momento sus vínculos económicos pueden cortarse por el afán imperialista de dictarle al resto del mundo cómo debe gobernarse, con quién puede establecer relaciones diplomáticas o mercantiles y hasta en qué moneda ha de pagar transacciones que nada tienen que ver con productos o empresas estadounidenses.
La declaración se produce luego de una cumbre realizada finales de octubre del BRICS en Kazán, Rusia, donde los países miembros de ese grupo discutieron cómo impulsar las transacciones en otras divisas diferentes al dólar estadounidense y fortalecer las monedas locales.
En la reunión el presidente ruso Vladimir Putin, acusó a Estados Unidos y las potencias occidentales de usar el dólar como arma y describió el hecho como un gran error. Las sanciones impuestas a Rusia tras la invasión a Ucrania han “socavado la confianza en esta moneda y disminuido su poder”, señaló.
Aunque el dólar estadunidense es la moneda más utilizada en los negocios internacionales y ha sobrevivido a desafíos anteriores, los miembros del BRICS y otras naciones en desarrollo dicen estar hartos de la hegemonía de Estados Unidos en el sistema financiero global. El dólar representa aproximadamente 58 por ciento de las reservas de divisas extranjeras del mundo, de acuerdo con el FMI.
El temor a la desdolarización
Las principales materias primas, como el petróleo, todavía se compran y venden principalmente en dólares. Sin embargo, el dominio del dólar está bajo amenaza, dado el mayor PIB de los BRICS y la intención de la alianza de comerciar en otras monedas, un proceso conocido como desdolarización.
Quizá la desdolarización no se produzca en un futuro próximo, pero el hecho de que el BRICS, que representan 35 por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial y 45 por ciento de la población global, parezca tomársela en serio, es una preocupación real para los líderes estadunidenses
Trump parece no haber percibido los cambios en las correlaciones de fuerza y de la pérdida de capacidad de influencia de Washington conforme abusa de su actual posición de dominio en el sistema financiero global. Amenaza a Rusia, que está completamente desconectado de todos los circuitos comerciales con Occidente y que es golpeado todos los días por armas de fabricación occidental.
También golpea a China, al que ya le impuso aranceles arbitrarios, intentó quebrar a una de sus firmas tecnológicas más emblemáticas, bloqueó de la industria de semiconductores, y cuya economía intenta descarrilar explícitamente y a diario.
Los países del BRICS ya tienen poco o nada que perder y estas amenazas sólo los convencerá de redoblar sus esfuerzos para librarse de la prepotencia imperial de Occidente. Amenazar a economías tan importantes y diversificadas como la india o la brasileña delata la histórica dificultad estadounidense para comprender las dinámicas globales.
El grupo BRICS integra a grandes economías, como China, la segunda más grande a nivel global, sólo detrás de Estados Unidos; Brasil, la mayor economía de América Latina y la octava a nivel global, India, que ocupa el quinto lugar, Rusia, el número 11 y Sudáfrica, la mayor economía africana. El valor del comercio de EEUU con algunos de los miembros de los BRICS, como China, Brasil, India y Sudáfrica, ascendió a 936 mil millones de dólares en 2022.
Los analistas europeos señalan que si el próximo mandatario desea proteger los intereses de su país debe comenzar por la identificación de los verdaderos desafíos a su competitividad, como la falta de mano de obra que el magnate empeorará si cumple la baladronada de expulsar a millones de migrantes que sostienen sectores estratégicos de su economía.
* Economista, politólogo y analista estadounidense, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).
Efectos de la desconexión entre economía real y economía financiera
Alejandro Narváez Liceras *
La creciente desconexión entre la economía real y la economía financiera ha sido un tema de debate constante en el mundo académico y empresarial durante décadas. Este debate se centra en cómo los mercados financieros, que deben apoyar la economía productiva, han tomado un carril propio, en muchos casos desvinculándose de la producción de bienes y servicios, el empleo y el bienestar económico general.
La cuestión de la relación entre la economía real (que incluye la producción y consumo de bienes y servicios, la inversión en infraestructura y el empleo) y la economía financiera (que se refiere a las transacciones de activos financieros, como acciones, bonos y otros productos de inversión) tiene sus raíces en el pensamiento económico clásico. Ya en la década de 1930, J. M. Keynes (1936) advertía sobre los peligros de una «economía de casino», donde los mercados financieros se volvían especulativos, en lugar de servir como un motor de inversión para la economía real. Esta preocupación se ha mantenido vigente, especialmente con la globalización y la liberalización de los mercados financieros en las últimas décadas.
Economía real vs economía financiera
Desde la perspectiva académica el debate se ha centrado en cómo los mercados financieros deben funcionar como un mecanismo para asignar eficientemente el capital hacia proyectos productivos. Sin embargo, muchos economistas, como Stiglitz (2019) y Piketty (2014), han argumentado que la desregulación y la búsqueda de ganancias rápidas han llevado a una especulación desenfrenada, lo que a menudo resulta en burbujas financieras y crisis que impactan negativamente a la economía real.
Según el enfoque empresarial, la desconexión entre la economía real y la financiera también genera tensiones. Las empresas productivas, que se enfrentan a desafíos como la productividad, la innovación y la creación de empleo, a menudo se ven afectadas por las fluctuaciones de los mercados financieros que no necesariamente reflejan sus fundamentos económicos. Un claro ejemplo de esto es la volatilidad en el precio de las acciones de empresas que cotizan en bolsa. A pesar de generar buenos resultados en sus operaciones, pueden ver caer sus valoraciones debido a factores externos y el sentimiento de los inversores.
Al mismo tiempo, el mundo empresarial ha sido un actor importante en la promoción de la economía financiera, ya que muchas corporaciones recurren a la emisión de acciones, bonos y otros instrumentos financieros para financiar su crecimiento. Sin embargo, la presión de los accionistas por rendimientos a corto plazo puede llevar a que las empresas se enfoquen más en mejorar su desempeño financiero que en realizar inversiones de largo plazo que beneficien a la economía real.
En definitiva, la creciente desconexión entre la economía real y la economía financiera plantea uno de los desafíos más complejos del siglo XXI. Requiere una discusión profunda y acciones concretas para equilibrar la relación entre ambos sectores y asegurar que la riqueza financiera también contribuya al bienestar de la sociedad en su conjunto.
Los efectos de la desconexión
La crisis financiera de 2008 puso de manifiesto esta desconexión de manera drástica, demostrando cómo una burbuja especulativa puede destruir la riqueza real y afectar el empleo, los ahorros de las personas y la estabilidad económica global. Desde entonces, las políticas monetarias de baja tasa de interés y estímulo cuantitativo (Quantitative Easing) implementadas por los bancos centrales han alimentado nuevamente a los mercados financieros, llevando a niveles históricos los precios de los productos financieros (acciones, bonos, etc.), mientras que la economía real ha mostrado un crecimiento muy modesto. Acemoglu y Robinson (2012) argumentan que las crisis financieras “revelan los peligros de una economía desequilibrada, donde el crecimiento del mercado financiero no refleja el desarrollo de la economía productiva”.
A diferencia de la economía productiva, que crea empleo y produce bienes y servicios que mejoran la calidad de vida de la gente, la economía financiera especulativa tiende a ser excluyente, beneficiando principalmente a aquellos que tienen acceso al capital y sofisticadas herramientas de inversión. Según el Banco Mundial (2021), el 80% de los empleos globales provienen de sectores de la economía real, mientras que la economía financiera representa un pequeño porcentaje de los empleos totales.
El modelo económico de más mercado y menos Estado, ha generado un desequilibrio estructural, en el cual la economía real se ve subyugada por los capitales financieros. En tiempos de crisis, el impacto se multiplica: cuando estallan las burbujas especulativas, las consecuencias recaen principalmente en la economía real, afectando los empleos, el consumo y los ingresos de la población general. A largo plazo, este sistema basado en la especulación crea un crecimiento económico insostenible y una desigualdad que erosiona la cohesión social y la estabilidad política.
Por otro lado, la desconexión entre ambas economías afecta negativamente a la clase trabajadora y a la clase media. La falta de inversiones en la economía real se traduce en una menor generación de empleos de calidad y en salarios estancados. De acuerdo con Piketty (2014), además, el aumento en el costo de vida debido a la especulación financiera y a las políticas de austeridad implementadas por algunos gobiernos para equilibrar sus presupuestos afecta directamente el poder adquisitivo de los trabajadores.
Algunas propuestas para mitigar la creciente desconexión
Regulación y Transparencia: Los gobiernos y organismos reguladores deben imponer límites más estrictos en el apalancamiento y en el uso de instrumentos financieros de alto riesgo. Además, la transparencia debe ser una prioridad, exigiendo a los inversores institucionales que revelen sus posiciones y estrategias de inversión para que los riesgos sean más visibles y gestionables.
Impuestos a las Transacciones Financieras: La implementación de un impuesto a las transacciones financieras, podría disuadir la especulación de corto plazo, reduciendo la volatilidad del mercado y promoviendo una inversión más estable y sostenible. Este tipo de impuestos, también conocido como impuesto Tobin, podría generar ingresos que se destinen a programas sociales de apoyo a los pobres.
Incentivos para la Inversión en la economía real: Los gobiernos pueden ofrecer incentivos fiscales y financiamiento a los inversionistas institucionales que destinen una parte de sus fondos a proyectos productivos en sectores clave de la economía, como infraestructura, energía renovable, salud y educación. Esto ayudaría a reorientar el capital hacia la creación de valor real y reducir la brecha entre la economía financiera y la economía real.
Algunas conclusiones
La divergencia entre la economía real y la financiera ha exacerbado la desigualdad. Mientras que una pequeña élite con acceso a los mercados financieros acumula riqueza, una gran parte de la población experimenta estancamiento en sus ingresos y oportunidades laborales limitadas.
La desconexión entre los dos sectores económicos es uno de los desafíos más complejos del sistema capitalista actual. Este fenómeno no solo beneficia a una minoría mientras perjudica a la mayoría, sino que también aumenta el riesgo de crisis económica y social.
La acumulación de riqueza financiera sin un aumento equivalente en el bienestar económico de la mayoría de la población puede llevar a la frustración social y la pérdida de confianza en las instituciones. En última instancia, un sistema económico equilibrado y justo requiere de una economía financiera que apoye y complemente a la economía real. Solo así se podrá construir una sociedad más equitativa y resistente a los choques económicos.
(*) Doctor en Ciencias Económicas y Profesor Principal de Economía Financiera en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
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