El fuego de la explotación: el cambio climático crea graves peligros para la salud

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Eduardo Camin

Tal vez, uno de los pocos aspectos positivos que podemos rescatar de estos tiempos difíciles es que se ha fortalecido nuestra comprensión de cuán inextricablemente está relacionado el medio ambiente con nuestras vidas cotidianas, incluido el mundo del trabajo.

Un reciente  informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), titulado Garantizar la seguridad y la salud en el trabajo en un clima cambiante , afirma que el cambio climático ya está teniendo graves repercusiones en la seguridad y la salud de los trabajadores de todas las regiones del mundo.

La OIT calcula que más de 2.400 millones de trabajadores (de una población activa mundial de 3.400 millones) pueden verse expuestos a un calor excesivo en algún momento de su trabajo, según las cifras más recientes disponibles (2020).

Si se calcula como porcentaje de la población activa mundial, la proporción ha aumentado del 65,5 por ciento al 70,9 por ciento desde 2000. Hemos de constatar que un número «asombroso» de trabajadores, más del 70 por ciento de la mano de obra mundial, está expuesta a graves riesgos para la salud relacionados con el cambio climático.

Sin embargo, según el informe, el impacto del cambio climático en los trabajadores va mucho más allá de la exposición al calor excesivo y crea un otro grave riesgo para la salud. Algunos especialistas advierten sobre las consecuencias del cambio climático para la salud que pueden incluir diversas patologías como el cáncer, enfermedades cardiovasculares, o respiratorias, disfunciones renales y trastornos mentales.

Además, el informe estima que cada año se pierden 18.970 vidas y 2,09 millones de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) debido a los 22,87 millones de lesiones profesionales atribuibles al calor excesivo. Sin olvidar los 26,2 millones de personas en todo el mundo que padecen enfermedades renales crónicas relacionadas con el estrés térmico en el lugar de trabajo (cifras de 2020).

Algunas cifrasCuáles son los efectos del cambio climático en la salud? | Euronews

  • 1.600 millones de trabajadores expuestos a la radiación UV, con más de 18.960 muertes anuales relacionadas con el trabajo por cáncer de piel no melanoma.
  • 1.600 millones de personas probablemente expuestas a la contaminación atmosférica en el lugar de trabajo, con un resultado de hasta 860.000 muertes anuales relacionadas con el trabajo entre los trabajadores al aire libre.
  • Más de 870 millones de trabajadores de la agricultura, probablemente expuestos a pesticidas, con más de 300.000 muertes anuales atribuidas al envenenamiento por pesticidas.
  • 15.000 muertes anuales relacionadas con el trabajo debido a la exposición a enfermedades parasitarias y transmitidas por vectores.

«Está claro que el cambio climático ya está creando importantes riesgos adicionales para la salud de los trabajadores», afirmó Manal Azzi, Jefa del Equipo de SST de la OIT. «Es esencial que prestemos atención a estas advertencias. Las consideraciones sobre seguridad y salud en el trabajo deben formar parte de nuestras respuestas al cambio climático, tanto en las políticas como en las acciones. Trabajar en entornos seguros y saludables está reconocido como uno de los principios y derechos fundamentales de la OIT en el trabajo. Debemos cumplir ese compromiso en relación con el cambio climático, al igual que en todos los demás aspectos del trabajo».

El informe también explora las respuestas actuales de los países, incluida la revisión o creación de nueva legislación, reglamentos y orientaciones, y la mejora de las estrategias de mitigación del cambio climático -como las medidas de eficiencia energética- en los entornos de trabajo.

Incompatibilidad del cambio climático y el capitalismo Efectos del Cambio Climático en la Salud: Un Análisis Profundo sobre las Implicancias para Nuestro Bienestar | Instituto del Agua

En realidad, existen muchas sólidas razones para que, nos preocupemos sobre la vigente y rápida degradación del medio ambiente de la Tierra. Conscientes además que, en épocas de crisis, el hombre tiende a crear puentes entre una realidad ingrata y hostil en algo ideal, en una especie de preámbulo a una dimensión social desconocida.

Sin duda forma parte de ese equilibro social que trasciende la razón, en esa necesidad de disminuir los factores negativos y aumentar los positivos.

No obstante, lo que es esencialmente diferente en nuestra era actual es que existen muchos más seres humanos habitando la Tierra, que ademásposeemos tecnologías que pueden ocasionar daños mucho peores que antaño, hacerlos más rápido, y que tenemos un sistema económico que no conoce límites.

No obstante, en cada debate, en cada fórum, en cada asamblea o cada informe se nos presentan algunos de los dispositivos propuestos para lidiar con el desconcierto ecológico sin perturbar al principal causante …. el capitalismo

Es faraónica la incapacidad de llegar a un marco de entendimiento, de lograr acuerdos sobre el clima global en cada una de las diferentes, cumbres climáticas y esta no ha sido, ni es una simple abdicación de liderazgo mundial, como se ha sugerido frecuentemente, sino que tiene raíces mucha más profundas en la incapacidad deliberada del sistema capitalista para lidiar con la creciente amenaza a la vida en el planeta. Siglos de historia en los cuales el capitalismo ha prosperado mediante la explotación anárquica de la naturaleza ya sea como fuente “inagotable” de recursos para convertirlos en mercancías o como depósito de desperdicios.

Un sistema que tiene como única meta, la maximización de las ganancias nunca podrá tener un alma, nunca podrá ser verde por mas que se lo pinte y por su propia naturaleza, debe manipular y fabricar ilusiones. Por lo tanto, son incapaces de pensar, ni promover un sistema económico con diferentes objetivos y procesos de toma de decisiones, uno que ponga el énfasis en las necesidades humanas y ambientales en oposición a las ganancias.

La verdadera ofensiva del “capitalismo verde”

Entre las variadas recetas que el sistema capitalista analiza e improvisa para salir de su crisis ha cobrado fuerza la de una economía verde. Muchas veces creemos que los problemas ambientales es patrimonio de los ecologistas, pero eso no es así, ya que diversos sectores se han ocupado del tema ambiental en los últimos 40 años desde ópticas diferentes y con distintos objetivos.

Aunque debemos reconocer que no es nuevo este accionar de algunos organismos internacionales como la OMC, el Banco Mundial el FMI que vienen promoviendo desde hace decenios la privatización del planeta y la liberalización del comercio.

En efecto, una alianza de países desarrollados, transnacionales, instituciones financieras internacionales (IFIs) como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), organizaciones no gubernamentales (ONGs), Organizaciones sindicales internacionales y agencias de Naciones Unidas es la que promociona la economía verde como principal herramienta de lucha contra la crisis ecológica y el cambio climático.

Apoyados y sostenidos en los encuentros internacionales como el Foro Mundial de Davos, el G20 el Foro mundial del Agua asiduos escenarios del debate donde el capitalismo genera consenso para impulsar sus políticas a lo largo y ancho del planeta.

Políticas estas que se expresan en diversos proyectos de Naciones Unidas y de organismos privados que se institucionalizan en las Cumbres organizadas en el marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y Cumbres de la Tierra. Siendo la tecnología la herramienta esencial promovida por estos programas que abarca el uso y el abuso de las semillas transgénicas hasta proyectos desmesurados como la geoingeniera.Geoingeniería, solución al cambio climático que da miedo - Cambio16

Pero creemos que es interesante analizar estos antecedentes para comprender lo que aparece hoy en escena como un factor resolutorio o la dialéctica de la crisis económica y con un apoyo internacional muy fuerte que necesariamente obliga a tomar posiciones más allá de la maniobra gatopardista, un maquillaje verde o si se piensa que es una oportunidad para realizar cambios importantes en el modelo de desarrollo vigente

Somos harto conscientes que los diversos cambios en el mundo no son iguales ni por su carácter ni por su orientación. Unos se caracterizan por el paso de lo simple a lo complejo, de lo inferior a lo superior, que representan un movimiento en línea ascensional, un movimiento progresivo, basado en una dialéctica determinada por la ciencia.  Otros, al contrario, llevan a la simplificación y desintegración de los objetos materiales complejos, representan un movimiento descendente regresivo y por ende anticientífico.

En este sentido, muchos de los principales dirigentes del núcleo central del capitalismo actúan en oposición a la previsión científica, no deberíamos olvidar la actitud que asumieron muchos gobiernos frente al COVID-19 que nos han dejado escalofriantes enseñanzas.

Algunos se manejan con las profecías, los horóscopos y presagios religiosos que carecen de toda base científica, eso sí, sustentados y amplificados por las redes sociales, donde la mentira reina.  Los presagios de esta índole se basan en los deseos de unas u otras personas, en el afán de ajustar el futuro a sus objetivos e intereses.  Por eso sorprende que los que ahora proponen una economía verde, un desarrollo sustentable son los que hasta ahora han apostado justamente al desarrollo insustentable.

Víctimas…  no responsables  

Para muchas personas, estos conceptos y estimaciones pueden parecer abstractos, pero toman cuerpo cuando se advierten sus consecuencias reales, como la potenciación de todos los fenómenos catastróficos relativos al clima, su permanencia en el tiempo y la aceleración de sus ritmos.

En amplios sectores prima la lógica de que para solucionar la crisis ecológica el eje central está en los cambios de los patrones de consumo individual, centrando su atención en el “consumo irresponsable”.  Trabajamos para consumir y consumimos para trabajar, obviamente la producción capitalista, generadora de patrones y ciclos de consumo a escala planetaria, moldea a los “consumidores” en esta medida el comportamiento humano individual colabora con la crisis ecológica, por lo cual es deseable promover que estos patrones se modifiquen generando consciencia ambiental.

10 recomendaciones para un Consumo Responsable - Fluye CanariasPero la realidad es que la influencia que pueden ejercer los cambios del comportamiento individual sobre el carácter funesto de la producción capitalista sobre el medio ambiente es en muchos casos irrelevante y, especialmente, muy desigual.

La lógica de centrar la iniciativa del movimiento ambiental en los cambios de comportamiento individual conlleva fundamentalmente a dos problemas estratégicos. Por un lado, promueve una estrategia ilusoria que favorece una concepción individualista, difuminando o directamente ocultando cuál es el “centro de gravedad” sobre el que hay que denunciar el capitalismo globalizador, y sus grandes corporaciones capitalistas.

El sistema capitalista mundial es insustentable por su búsqueda insaciable de una acumulación sin fin de capital tendiente a una producción que debe expandirse continuamente para obtener ganancias; por su sistema agrícola y alimentario que contamina el ambiente y no garantiza el acceso cuantitativo y cualitativo universal de comida; por su desenfrenada destrucción del ambiente; y su continua reproducción y aumento de la estratificación de riqueza dentro y entre los países.

Tal vez los informes deberían insistir, en generar un estilo de vida más sencillo, a pesar de ser “más pobre” materialmente, puede ser más rico cultural y socialmente al reconectar a las personas entre sí y con la naturaleza, y al tener que trabajar menos horas para proveer las cosas esenciales para la vida.

No deja de sorprender la habilidad del capitalismo para seguir con una economía destructora de recursos y, al mismo tiempo, hacernos creer que con sus tecnologías puedan resolver las consecuencias y evitar el desastre que se perpetua… ¡Tantos cómplices nos gobiernan!

 

*Periodista uruguayo residente en Ginebra, ex,miembro de la Asociación de Corresponsales de Prensa de Naciones Unidas en Ginebra. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

 

 

 

 

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