El Grupo de Puebla, la democracia, la integración y los nuevos temas estratégicos
Rubén Armendáriz
Los miembros del progresista Grupo de Puebla (GP), que celebró este fin de semana en Buenos Aires su segunda reunión , instaron a la convergencia de los distintos organismos de integración latinoamericana y caribeña, como la Celac, Mercosur, Unasur, la Alianza del Pacífico, Caricom, entre otras, para consolidar la unidad regional.
Si bien varios expresidentes participaron de la reunión (el colombiano Ernesto Samper, el paraguayo Fernando Lugo, la brasileña Dilma Roussef, el panameño Martín Torrijos), resaltó la presencia del próximo mandatario argentino Alberto Fernández y de varios de sus colaboradores y eventuales miembros de su gabinete.
En su breve discurso, Fernández fundamentó la existencia del Grupo de Puebla en la coincidencia de ideas y en la combinación de relaciones personales y políticas. Incorporó la relación con México en un lugar destacado, habló del lawfare (“lo que ocurre en la Justicia brasileña no es muy distinto de lo que pasa en la argentina, o en la de Ecuador, que metió preso al vicepresidente Jorge Glass”, dijo) .
Fernández reinstaló el valor de la democracia como punto de partida. “Los que estamos aquí somos hijos de la democracia; respetamos el pensamiento del otro; así vamos a construir la sociedad igualitaria” y colocó a Chile como problema propio, subrayó la importancia de la relación con Brasil. “Con Lula libre soplan otros vientos en Brasil. La unidad entre Brasil y la Argentina es indisoluble. Es el eje de la unidad de América del Sur. Es el 70 por ciento del producto sudamericano.”
Democracia, lawfare, género, migración
El Grupo de Puebla, en su declaración final, señaló que su meta es constituir una fortaleza para seguir con el intercambio de experiencias exitosas de políticas públicas, consolidación de las democracias, defensa de la soberanía y seguridad, la promoción del comercio intrarregional, la protección del medioambiente, la igualdad de derechos y la inclusión en espacios de poder de las mujeres.
El grupo progresista llamó con urgencia a la comunidad internacional a rechazar la articulación del poder judicial con los medios de comunicación que, en muchos de los países de la región, persiguen arbitrariamente a líderes y lideresas progresistas para obstaculizar sus proyectos políticos.
Asimismo, celebró la elección de México para la presidencia Pro Tempore de la CELAC a partir del 2020, y manifestó su confianza en que esto significará un nuevo reimpulso a la integración regional.
El GP abordó los nuevos temas estratégicos de la región e hizo un llamamiento a las fuerzas progresistas del mundo a prepararse para dar respuesta a una demanda actual que es la ciudadanía global. “Debemos considerar el concepto de la migración, como un derecho humano. El progresismo debe proponer pasar de la migración como un problema de seguridad, a la migración como un principio de solidaridad”, señaló.
Asimismo, reconoció y celebró “el avance imparable” del movimiento feminista en el continente, y la imperiosa necesidad de construir espacios de igualdad entre hombres y mujeres para que cada cual pueda desarrollar su potencial promoviendo el acceso a la igualdad de derechos, oportunidades y espacios de poder.
El GP celebró la liberación del expresidente brasileño Lula da Silva, víctima de un burdo montaje judicial llevado adelante en complicidad con algunos medios de comunicación hegemónicos. “Estamos convencidos de que la justicia se impondrá, y se demostrará su inocencia”, señala el documento, donde dstaca la dignidad con la que el Lula ha enfrentado este proceso. “Vemos con alegría que un líder de su talla regrese a la acción política”, añadió.
Bolivia
En la mañana del domingo, el GP había apoyado la respuesta institucional adoptada por el Presidente de Bolivia de convocatoria de nuevas elecciones con la conformación de un nuevo organismo electoral y repudiado todo hecho de violencia física, de agresiones y de amedrentamientos como forma de presión política.
El GP instó “al compromiso público de respetar los mandatos en curso de todas las autoridades legalmente constituidas hasta la asunción de los nuevos gobernantes elegidos por el pueblo boliviano, bajo el nuevo proceso electoral, en base al respeto integral de la constitución”.
Llamó a respetar el orden constitucional y a la democracia boliviana en todas sus expresiones;, manifestó su solidaridad con el presidente Evo Morales, su vicepresidente Álvaro García Linera, y con su pueblo democrático y pacífico, convocó a los diversos organismos internacionales a respaldar la paz y la democracia en Bolivia;.
Asimismo, convocó a todos los actores políticos a ejercer su responsabilidad para preservar la paz y el respeto al orden constitucional, para así garantizar la continuidad democrática frente a intentos desestabilización y llamados a la violencia que afectan a la vida institucional y a la convivencia. “La paz es un valor que se debe preservar sobre cualquier interés político coyuntural”, indicó.
Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, Haití, Venezuela
El movimiento progresista reiteró su apoyo irrestricto al Acuerdo de Paz de Colombia y destacó la necesidad de la implementación integral de todas sus previsiones dirigidas, tanto al desarme y la reincorporación de la insurgencia a la vida civil y política, como la remoción de las causas del conflicto en materia de tierras, sustitución de cultivos y profundización de la democracia, sobre las cuales no se ha avanzado significativamente.
También manifestó su preocupación con el asesinato de más de 600 líderes sociales y 160 reincorporados desde la firma del acuerdo en noviembre 2016, lo que constituye una grave violación de los derechos humanos que amenaza el proceso de paz.
El GP condenó nuevamente el anacrónico bloqueo económico, comercial y financiero de EE.UU contra Cuba, que lleva ya 59 años, y lamentó que entre los únicos tres gobiernos que no condenaron el bloqueo se encuentren el de Brasil, así como la abstención de Colombia, que cambiaron sus posiciones rompiendo así una larga tradición latinoamericana de condena al bloqueo contra un país hermano.
Por otro lado, ratificó su respaldo al legítimo reclamo del pueblo de Chile a protestar frente a las desigualdades y las injusticias, y rechazó la violenta represión de la movilización social por parte de las fuerzas policiales y las violaciones a los derechos humanos.
Asimismo, hizo un llamado a las autoridades, a escuchar la principal demanda del pueblo chileno, que aspira a un nuevo modelo de desarrollo y a la viabilización de una nueva constitución que se construya de forma democrática y participativa.
El Grupo de Puebla señaló su disposición al envío de una delegación a Ecuador para abrir un diálogo con el gobierno, al tiempo que expresó su preocupación por la persecución política y judicial de los dirigentes de la oposición. Instó, asimismo, a investigar las denuncias a las graves violaciones a los derechos humanos que han ocurrido y solicitó la liberación de quienes están presos o asilados.
El grupo progresista llamó la atención sobre la grave situación en Haití, donde se han desatado masivas protestas desde hace más de dos meses, en un país destrozado económica, social y políticamente. Denunció que la prensa y la política internacional no está poniendo atención sobre el estancamiento de las posibles salidas a ese conflicto e instó a las autoridades a que promuevan las negociaciones necesarias para resolver este grave conflicto que adquiere dimensiones de crisis humanitaria.
El GP señaló que promueve un diálogo efectivo de Latinoamérica con Venezuela, en la búsqueda de una salida pacífica y democrática a la grave crisis política, económica y social por la que atraviesa el país y rechazó la invocación al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), reivindicando el legítimo derecho de autodeterminación de los pueblos y rechazamos la imposición de sanciones unilaterales.
Los integrantes del GP acordaron la conformación del Centro Marco Aurelio García, como un espacio de reflexión y elaboración de propuestas progresistas de política pública del Grupo de Puebla. “Desde este espacio, promoveremos que nuestros sueños de una patria grande, justa y soberana, se expresen en propuestas concretas que aporten al desafío de avanzar en un nuevo modelo de desarrollo”, añadió la declaración.
Los presentes en la segunda reunión del GP se comprometieron, como espacio de debate, formulación y articulación política, a “acercar a nuestros países, a nuestros pueblos, independientemente del posicionamiento ideológico y colores políticos de sus gobiernos de turno. Tenemos una deuda histórica con nuestras democracias y nuestras instituciones”.
Para el Grupo de Puebla se trata de una prioridad estratégica. El GP busca ser un nuevo vehículo de diálogo para que América Latina y Caribe construya un camino propio de convivencia, desarrollo sostenible, cooperación e integración, señala el documento final, donde se anuncia una tercera reunión, en Colombia, durante los próximos seis meses.
* Periodista y politólogo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)