Jefe del Pentágono dirigió el bombardeo contra otra lancha en el Caribe
El secretario de Guerra de Estados Unidos, Peter Hegseth, confirmó que este viernes había dirigido personalmente el ataque letal a una lancha con cuatro personas a bordo en las aguas del Caribe. Según una publicación en sus redes sociales, el «ataque cinético» fue ordenado contra una embarcación que supuestamente tenía un cargamento de drogas, «afiliado a organizaciones terroristas designadas en el área de responsabilidad del Comando Sur».
Más tarde, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comentó el hecho agregando un cálculo propio, una vez más sin ninguna evidencia que lo respalde, de cuál sería la consecuencia de la llegada de los narcóticos que supuestamente llevaba la lancha hacia su país: “una embarcación cargada con suficiente droga para matar entre 25 y 50 mil personas fue impedida, temprano esta mañana frente a las costas de Venezuela, de ingresar a territorio estadunidense”, escribió el jefe de la Casa Blanca en redes sociales.
“Esta mañana temprano, por orden del presidente Trump, dirigí un ataque cinético letal contra un buque de narcotráfico afiliado a organizaciones terroristas designadas, en el área de responsabilidad del Comando Sur”, escribió el funcionario en su publicación en redes. Agregó que “cuatro narcoterroristas masculinos” murieron en el ataque y que se llevó a cabo en aguas internacionales, “justo frente a la costa de Venezuela”. Esta referencia geográfica precisa es un dato nuevo con respecto a los ataques similares reportados en el mes de septiembre.
El ataque dejó al cuatro hombres muertos, señalados de ser «narcoterroristas». «Ninguna fuerza estadounidense resultó dañada en la operación», agregó Hegseth, quien ha encabezado la escalada retórica y de inéditas acciones letales de EE.UU. en las aguas del Caribe, en medio de un cuestionado despliegue militar.
«El ataque se llevó a cabo en aguas internacionales frente a la costa de Venezuela mientras el buque transportaba cantidades sustanciales de narcóticos, con rumbo a EE.UU. para envenenar a nuestro pueblo», aseguró el jefe del Pentágono, sin ofrecer mayores detalles sobre la identidad de las víctimas ni las pruebas que los llevaron a concluir que se trataba de personas vinculados a grupos delincuenciales.
Hegseth se limitó a asegurar que la inteligencia estadounidense «confirmó que el buque traficaba narcóticos», y que las personas asesinadas durante el ataque eran «narcoterroristas» que operaban «en una ruta de tránsito conocida» para las sustancias ilícitas.
Voces críticas dentro y fuera de Estados Unidos señalaron que estos ataques, que han significado múltiples asesinatos, no cuentan con un respaldo legal dentro del marco jurídico estadounidense y, además, representan violaciones flagrantes de derechos humanos y de varias regulaciones internacionales.
Ninguna pueba
Tal como sucedió en las tres ocasiones anteriores, aseguró, sin aportar ninguna clase de prueba, que la lancha se dirigía a Estados Unidos con el fin de “envenenar” a las personas. El único argumento de Hegseth para justificar sus aseveraciones fue: “nuestra inteligencia, sin duda, confirmó que esta nave traficaba narcóticos; las personas a bordo eran narcoterroristas y operaban en una conocida ruta de tránsito de narcotráfico”.
Hegseth señaló que estas operaciones “continuarán hasta que terminen los ataques contra el pueblo estadunidense”. También publicó un video muy corto, aparentemente extraído de algún dispositivo militar de vigilancia aérea, que muestra una lancha rápida que se mueve por la superficie del mar y luego estalla.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, advirtió que los ciudadanos de su país están preparados para emprender, de ser necesario, una lucha armada con el objetivo de preservar la paz y soberanía de su país. Señaló que «Venezuela, que siempre ha conducido la diplomacia de paz, no se humillará ante ningún imperio»
Subrayó que el dilema para los venezolanos no es «patria o muerte» porque la independencia, la libertad, la dignidad y la vida en soberanía no tienen alternativa. «¿Es alternativa, volverse colonia de los Estados Unidos? ¿Es alternativa ser una estrella más o un estado asociado al imperio? ¿Es alternativa ser esclavos de ellos, de los supremacistas que nos desprecian?», preguntó a los delegados, quienes respondieron con una rotunda negativa.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, tildó de «asesinato» los ataques de Estados Unidos contra lanchas sospechosas de transportar drogas, y llamó a los familiares de las víctimas a asociarse, en alusión a la necesidad de que busquen mecanismos djusticia ante lo ocurrido. Petro cuestionó la letalidad de los operativos estadounidenses: «Lanzar misiles cuando se puede interceptar como Colombia hace, produce la ruptura del principio jurídico universal de proporcionalidad, por tanto, se trata de un asesinato. Los familiares de estos jóvenes deben asociarse».
Y agregó: «En las lanchas no van narcoterroristas. Los narcos viven en EE UU, Europa y Dubai. En esa lancha van jóvenes caribeños pobres».
Mientras, el Comando Sur estadounidense difundió, también en redes sociales, un video que, según la propia publicación, muestra unos ejercicios de entrenamiento de la Marina de guerra y el cuerpo de marines en el mar Caribe. Aseguraron haber practicado “un ejercicio de fuego real con sistemas de armas navales”. El texto señaló que las fuerzas militares de Washington desplegadas en el Caribe operan “en apoyo a la misión del Comando Sur, las operaciones dirigidas por el Departamento de Guerra y las prioridades del presidente de Estados Unidos”.
Contexto: EEUU en el Caribe
- En agosto, medios internacionales informaron sobre un despliegue militar estadounidense en el sur del Caribe, supuestamente para enfrentar a los cárteles de la droga. Paralelamente, la fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, duplicó la recompensa por información que condujera al arresto del presidente venezolano bajo la acusación —nunca sustentada— de liderar un «cártel de narcotráfico».
- Tras el despliegue militar estadounidense, los cancilleres de bloques como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) han pedido que se respete la declaración de la región como una zona de paz.
- Hasta el momento, Washington afirma haber bombardeado tres embarcaciones en el Caribe, que han dejado al menos 17 víctimas mortales. Maduro sostiene que su país es presa de «una guerra multiforme» orquestada desde EE.UU. en interés de propiciar un «cambio de régimen».
- Otros mandatarios de la región como Miguel Díaz-Canel (Cuba), Luis Arce (Bolivia), Daniel Ortega (Nicaragua) y Gustavo Petro (Colombia), consideran que no existe evidencia alguna que sirva de base a la acusación estadounidense contra Maduro, mientras que sí son públicas las apetencias del país norteamericano por dominar recursos estratégicos presentes en el hemisferio occidental.
*Trudeau es politólogo y analista estadounidense. Korn es eriodista venezolana, analista de temas de Centroamérica y el Caribe, ambos asociados al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)