En Bolivia, los candidatos a vicepresidente: ¿suman o restan?

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Diego Portal

Dos ciudadanos bolivianos están aguardando contribuir con su presencia a que sus binomios obtengan el voto popular en las elecciones de segunda vuelta previstas para el próximo 19 de octubre. Ambos se han visto envueltos en una serie de controversias que ponen en tela de juicio su idoneidad para dichas funciones, por una parte, y su contribución a la suma de votos en los comicios, por otra.

Edman Lara, por el Partido Demócrata Cristiano (PDC), acompañante de Rodrigo Paz Pereira; y Juan Pablo Velasco, de la Alianza Libre (AL) que forma binomio con el expresidente Jorge Quiroga, han ido presentando varias semejanzas durante la campaña, aun cuando podrían ser calificados como totalmente diferentes por sus propuestas electorales, por su origen social, económico y político.

Edmand Lara Montaño nació en Villa Rivero, departamento de Cochabamba, el 16 de octubre de 1985. También conocido como Capitán Lara, es un político, abogado, expolicía y activista en redes sociales.

Lara es originario del municipio de Villa Rivero, pero por motivos familiares radicó en Santa Cruz. Egresó en 2007 de la Academia Nacional de Policías, con el grado de Subteniente. En 2024 se graduó de licenciado en Derecho por la Universidad Unión Bolivariana de La Paz, a distancia.

Rodrigo Paz y Edman Lara. Foto: Prensa R. Paz
Rodrigo Paz y Edman Lara

Sirvió durante 15 años en la Policía Nacional de Bolivia llegando al rango de capitán, hasta que fue detenido y dado de baja tras denunciar un intento de extorsión por parte de oficiales superiores en su contra, así como casos de corrupción de otros agentes hacia civiles. Este episodio lo llevó a convertirse en un activista contra la corrupción policial, ganando notoriedad pública que impulsó su incursión hacia la política.

En agosto de 2024 es dado de baja de forma definitiva de la Policía, sin derecho a reincorporación, por “faltas graves” de acuerdo al Artículo 93 de la Ley 101 de Régimen Disciplinario de la Policía.

Apartado de la Policía, Lara se dedicó al comercio junto a su esposa, sobre todo a la venta de ropa usada por fardos en distintos mercados cruceños. Paralelamente a esta actividad económica continuó sus estudios universitarios para obtener el título de abogado.

Tras su separación institucional de la Policía mantuvo su perfil público en redes sociales, especialmente TikTok, bajo el seudónimo Capitán Lara, plataforma desde la cual siguió denunciando presuntos casos de irregularidades y posibles actos de corrupción al interior de la institución policial.

El 19 de mayo de 2025, último día estipulado para registrar candidaturas ante el Órgano Electoral Plurinacional (OEP), el candidato a la presidencia por el PDC, el senador Rodrigo Paz Pereira, oficializó a Lara como su compañero de fórmula de cara a las Elecciones Generales, luego de que el anterior candidato vicepresidencial, Sebastián Careaga, abandonara el binomio para apoyar a Samuel Doria Medina.

En la primera vuelta el binomio consiguió un sorpresivo primer lugar con alrededor del 32% de los votos.

Expresidente presenta a un emprendedor tecnológico como ...
Quiroga y Velasco

El cruceño Juan Pablo Velasco es el acompañante de Jorge Tuto Quiroga por la AL. Con 38 años, se declara profundo conocedor de la tecnología, propone conectar a Bolivia con el mundo.

Hijo del empresario Álvaro Velasco –exaccionista del Banco Fassil, ya desaparecido por quiebra fraudulenta y que aún se encuentra en proceso de investigación por las múltiples personas damnificadas y el daño ocasionado al Estado–, Juan Pablo proviene de una familia con larga tradición en el ámbito privado, aunque su incursión en la política marca una nueva etapa en su carrera. Fue criado por sus padres en su infancia y por sus abuelos Nancy y Jorge en su adolescencia.

“Traigamos el mundo a Bolivia y llevemos Bolivia al mundo”, fueron las primeras palabras de Velasco la noche de ese jueves, cuando fue presentado como candidato a la vicepresidencia por la AL, en un acto donde hubo un despliegue de Inteligencia Artificial (IA).

Nació en Santa Cruz. Ha sido ejecutivo de empresas de tecnología en Latinoamérica. Fue cofunfador de Netcomidas en 2015, adquirida en 2018 por PedidosYa. Dicha operación fue la compra más importante de una startup boliviana.  “Traigamos el mundo a Bolivia y llevemos Bolivia al mundo. Tenemos con qué hacerlo y tenemos mucha potencia, mucho talento. Quiero que le enseñemos al mundo de lo que realmente somos capaces”, afirmó Velasco.

También es el fundador de MOBI Latam, una empresa de energía limpia y micromovilidad urbana, una de las startups más valiosas del país. Realizó estudios universitarios en Argentina, en Administración de Empresas, donde trabajó en firmas multinacionales. En 2013 regresó a Bolivia y fundó Netcomidas.com, la primer startup de base “Dejémoslo para más adelante”: Edman Lara dice que no podrá asistir al ...tecnológica enfocada en delivery de comida en el país.

Durante el debate entre los principales candidatos a la vicepresidencia Juan Pablo Velasco afirmó que pese a que hace 15 años le decían que era imposible emprender hoy todos usan Yango y Pedidos Ya. Su declaración dio a entender que él había iniciado estas plataformas. Sin embargo, este dato es impreciso, porque Velasco no fundó dichas empresas aunque sí contribuyó en su llegada al país.

“Lo que les digo parece algo imposible, pero a mí también me decían que era imposible hace 15 años empezar a emprender y hoy por hoy todos los bolivianos usan Yango, usan Pedidos Ya para su día a día”. La declaración de Velasco se considera engañosa, porque no fundó ni emprendió Yango ni Pedidos Ya, sino que trabajó en ambas empresas.

Esta información fue difundida por Bolivia Verifica. Según esta fuente, la evidencia que respalda estos datos se encuentra en la cuenta oficial de LinkedIn del candidato y en una entrevista que concedió el año pasado.

El condimento de la campaña

Ambos candidatos han matizado la campaña electoral con sus “errores”, poniendo en duda su aporte a captar el voto para sus binomios. Declaraciones como “hacer sexy la función pública en Bolivia” y confundir cohetes con satélites y cosas parecidas, pusieron en una situación ridícula al candidato Juan Pablo Velasco. Por su parte, Edman Lara califico de “maricón” a Jorge Quiroga y señaló que él tendría más poder que Rodrigo Paz cuando lleguen a conducir el país si ganan las elecciones de octubre.

Ambos candidatos han demostrado poca seriedad hasta ahora en sus participaciones públicas. Uno pecando de extrema ingenuidad política y desconocimiento del aparato estatal y el otro exhibiendo una marcada virulencia no solo contra sus oponentes, sino también en contra de sus propios correligionarios.

¿Qué se juega?

Ambos vicecandidatos representan rostros distintos de lo que muchos electores están demandando: fin de la vieja política, transparencia, modernización, pero también con visiones diferentes sobre cuánto se puede cambiar sin experiencia política consolidada.

El electorado parece muy sensibilizado con la corrupción, la gestión estatal, la economía, y estos candidatos reflejan esa tensión: renovación vs. estabilidad.

En la segunda vuelta los discursos de Lara pueden tener ventaja si afloran casos de corrupción recientes; los de Velasco pueden captar voto joven, urbano, tecnológico, pero le puede costar conectar con zonas rurales o sectores más tradicionales, donde la experiencia institucional aún pesa.

Lara puede aportar narrativa de lucha contra la corrupción que puede ser un motor electoral fuerte, pero también un arma de doble filo si no controla su estilo agresivo. Puede ser más decisivo en sumar votos de cara a la segunda vuelta, aunque después genere tensiones de gobernabilidad.

El candidato a presidente Rodrigo
Paz y Lara durante la campaña electoral en El Alto

Velasco podría aportar modernidad, pero su bajo perfil político lo hace más vulnerable a errores y críticas. Es menos riesgoso en campaña (no genera choques fuertes), pero puede no convencer a indecisos que buscan capacidad de gestión. En términos de votos, Lara puede significar más riesgo de restarle a su binomio si comete excesos verbales; mientras que Velasco puede restar por la percepción de debilidad o improvisación.

De acuerdo con el análisis de varios medios de comunicación, la inclusión de Edmand Lara en la fórmula vicepresidencial fue un factor determinante para el desempeño electoral del binomio en la primera vuelta. Agencias internacionales como AP News destacaron que la campaña “ganó una tracción inesperada en las últimas semanas al sumar a Lara, un excapitán policial con amplio respaldo evangélico y presencia en redes sociales, percibido por sus seguidores como un líder dispuesto a enfrentar la corrupción en las fuerzas de seguridad”.

Por su parte, la revista Nueva Sociedad resaltó su perfil como “el candidato viral del pueblo”, con una gran capacidad para conectar con amplios sectores a través de mensajes cotidianos en TikTok y una intensa gira territorial que le permitió consolidar una base popular.

Más allá de las elecciones

Uno de los dos llegará a ser vicepresidente del Estado, a presidir la Asamblea Legislativa y a constituirse en el potencial sucesor del primer mandatario.

Y si bien es muy importante el aporte que puedan brindar a sus candidatos a la Presidencia en esta campaña y en las elecciones propiamente dichas, será mucho más trascedente el papel que les toque jugar en aquellos momentos.

Ninguno de ellos dos tiene experiencia legislativa, ni de gestión pública, lo cual genera dudas sobre su capacidad de negociación parlamentaria en una Asamblea donde ninguno de los dos contará con una mayoría absoluta.

Lara podría constituirse en un factor de desequilibrio para el futuro presidente Paz Pereira, y desde luego para el próximo Gobierno, si es que mantiene su estilo confrontacional, agresivo. Y no estaría lejos de generar un ambiente de ingobernabilidad no solo al interior de la Asamblea Legislativa, sino dentro del oficialismo.

La cita fue convocada por
Uno de ellos será Presidente

Lara puede ser un gran activo en campaña (símbolo de anticorrupción), pero en el gobierno real podría volverse una fuente de desgaste para Paz si no logra moderar su discurso. En votación puede sumar en periferias urbanas, pero restar en electorados de clase media urbana que buscan estabilidad.

En el caso de Velasco la situación se torna otra, puesto que todo parece indicar que su desconocimiento e inexperiencia en las lides estatales lo convertiría en un vice “de adorno”, subordinado en su accionar legislativo y político a Quiroga y a quienes este encargue para su acompañamiento.

Estas elecciones nos han vuelto a plantear la interrogante sobre la importancia del cargo de vicepresidente del Estado, desde el concepto de “quinta rueda del carro” hasta el protagonismo excesivo a tal punto de pretender hacer sombra a su presidente.

Repasando las vicepresidencias de las últimas décadas encontraremos que en casi la totalidad de los casos esta función ha sido enteramente decorativa. Es necesario repensar si el vicepresidente solo sirve para reemplazar al presidente en casos de ausencia o si verdaderamente cumple un rol concreto y real en la vida política y en la democracia del país.

En la actualidad existen países que han eliminado el cargo de vicepresidente y en otros casos este ha dejado de ser elegido mediante voto popular para pasar a ser designado. En América Latina, los casos de Chile y México son una muestra clara de que la ausencia de ese cargo no afecta ni a la gobernabilidad ni a su sistema democrático. En el resto del mundo países como Suiza, Alemania, Reino Unido, Italia e Israel, entre otros, tampoco cuentan con la figura del vicepresidente.

Habrá que pensar, entonces, cuál es la contribución real del vicepresidente al Estado boliviano.

* Cientista político boliviano, analista de La Época