El escándalo Ballard en Argentina recién comienza

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Marcos Salgado

El vínculo del ex CIA Tim Ballard y el gobierno del ultraderechista argentino Javier Milei desató un fuerte escándalo político en Argentina. Que, en rigor, parece que recién comienza. Aquí un rápido recorrido sobre el escándalo y sobre el personaje y sus vínculos en la región.

Ballard, exagente de la CIA y autopromocionado como activista contra la trata infantil, llegó a Argentina con respaldo de sectores conservadores estadounidenses y contactos con figuras locales. Una reunión grabada en video mostró al ministro de Justicia argentino, Mariano Cúneo Libarona, ofreciéndole a Ballard “contactar periodistas” y gestionar acceso a jueces y legisladores para mejorar su imagen. Esto porque Ballard enfrenta múltiples denuncias por abuso sexual en Estados Unidos.

Ballard y Cúneo Libarona.

El escándalo estalló cuando se filtró el video de esa reunión. Fuentes oficiales confirmaron que fue un “encuentro oficial”. El ministro de Justicia ofreció “ayudarlo para limpiar su imagen” e incluso “diseñar una ley a medida” para la causa de Ballard.

Una relación que no es nueva

Más allá del carácter de la reunión, lo que no puede negarse es el vínculo de este controvertido personaje con el gobierno de Milei. Varios sectores sociales y políticos cuestionan el acceso privilegiado que tuvo Ballard a operativos de seguridad en Argentina, sin autorización formal.

Ballard, por caso, participó de operativos relacionados a la desaparición de Loan Peña, un niño de 5 años en la provincia de Corrientes. Antes ya había participado incluso en operativos policiales en la provincia de Buenos Aires, siempre en casos de trata. Después la procuración argentina formalizó su vínculo mediante un convenio con la organización Aerial Recovery, donde Ballard trabaja.

Funcionarios y especialistas advierten sobre el riesgo de institucionalizar la agenda de Ballard, criticando métodos “parapoliciales provenientes de Estados Unidos”. La oposición argumenta que “es inadmisible ofrecer favores a un personaje internacionalmente cuestionado”.

El gobierno mantiene silencio sobre las motivaciones profundas de estos lazos. La presencia de Ballard y el escándalo por las reuniones alimentaron el debate sobre la transparencia y la influencia externa en decisiones oficiales.

Ballard, un mormón cuestionado
Ballard con Donald Trump.

Timothy Ballard tiene 53 años, es padre de nueve hijos y miembro devoto de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Trabajó como agente de la CIA y, según su versión, dejó su cargo para dedicarse a investigar y exponer redes de trata y abuso infantil.

En 2013, fundó “Operation Underground Railroad” (OUR), una organización orientada a combatir la trata de menores. Su labor pública, que incluyó presuntos operativos de rescate en América Latina, le valió el apoyo de celebridades, figuras políticas y grandes donantes, logrando recaudar cerca de 50 millones de dólares.

Pero Ballard y OUR enfrentaron posteriormente fuertes cuestionamientos y denuncias. Se puso en duda la autenticidad de algunos rescates, sugiriendo que habrían sido montados para generar visibilidad mediática.

También surgieron acusaciones de presunta ilegalidad en la obtención de fondos, y una investigación de The New York Times lo vinculó con denuncias de abuso sexual y acoso hacia mujeres, así como amenazas contra víctimas. Además, se le señaló por presuntos contactos con traficantes de menores como parte de un esquema para conseguir más financiamiento.

Ballard y la CPAC

Tim Ballard tiene un vínculo directo y visible con la CPAC (Conservative Political Action Conference), uno de los principales foros de la derecha conservadora estadounidense, al que asisten regularmente tanto influyentes políticos como referentes de movimientos sociales y religiosos.

En los últimos encuentros participaron, por caso, el presidente estadounidense Donald Trump, el referente de la ultraderecha española VOX, Santiago Abascal, el brasileño Jair Bolsonaro y -claro- el nuevo niño mimado del sector, el argentino Javier Milei.

El afiche oficial de Sonido de Libertad.

Ballard participó de la edición de la CPAC celebrada en febrero de 2025, donde compartió espacios y actividades con Milei y el productor mexicano Eduardo Verástegui, principal promotor de la película “Sonidos de Libertad” basada -dicen- en la vida de Ballard. La película, considerada por críticos independientes como un bodrio antiderechos, muestra a Ballard como un héroe al rescate de niños latinoamericanos. Una imagen épica que, ya vimos, está puesta fuertemente en entredicho por los hechos.

Rockstar

Durante el encuentro, Ballard destacó entre los invitados, formando parte de la comitiva de personalidades vinculadas a la agenda conservadora internacional. Sobran las fotos y registros de su participación en la CPAC junto a Milei, Nancy Ross (financista de operativos de Ballard) y otras figuras del entorno.

El respaldo de la CPAC y el visto bueno de Donald Trump para apoyar la película potenciaron la notoriedad de Ballard en círculos conservadores norteamericanos y latinoamericanos, impulsando además redes de apoyo económico y político en países como Argentina.

Ese respaldo queda ahora afectado por el video con el ministro argentino, al que se suman otros escándalos, como el de las valijas no declaradas por Laura Belén Arrieta, organizadora local de la CPAC.

“Sonidos de libertad” que hacen ruido, mucho ruido.

*Periodista argentino del equipo fundacional de Telesur. Corresponsal de HispanTv en Venezuel, editor de Questiondigital.com. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)