Bolsonaro detrás del golpe contra Lula ¿qué sigue ahora?
Juraima Almeida |
La Policía Federal (PF) de Brasil corroboró que el ex presidente ultraderechista Jair Bolsonaro tenía “conocimiento pleno” del plan elaborado por militares para asesinar al entonces presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva, tras las elecciones de 2022.
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El informe policial revelado por el magistrado del Supremo Tribunal Federal, Alexandre De Moraes, indica también que los uniformados golpistas pretendían eliminar al vicepresidente Geraldo Alckmin y al propio de Moraes.
El informe de la PF indica que las pruebas reunidas demuestran inequívocamente que Bolsonaro “planeó, actuó y tuvo el dominio de forma directa y efectiva de los actos ejecutorios realizados por la organización criminal que tenía como objetivo la concreción de un golpe de Estado y la abolición del Estado Democrático de Derecho”.
La investigación enumera ocho episodios para señalar el papel de Bolsonaro en el intento golpista y afirma que la tentativa no prosperó por la negativa de los comandantes del Ejército y la Aeronáutica en ese momento, además la mayoría del alto mando del Ejército no se sumó al golpe.
La fuerza de orden pública cita la denominada Carta al Comandante del Ejército de Oficiales Superiores de la Activa del Ejército Brasileño, que, según las averiguaciones, fue elaborada y difundida con “la ciencia y autorización de Bolsonaro”.
Bolsonaro y otros 32
Además de Bolsonaro, la PF acusó al general de reserva del Ejército Walter Braga Netto, que dirigía la Casa Civil en el momento de la intentona golpista; al general de reserva Augusto Heleno, ex ministro del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI); a Alexandre Ramagem, ex director de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin); y a Valdemar Costa Neto, presidente del PL; y a otros 32 nombres.
Según la PF, el intento de golpe habría sido tramado en 2022, para impedir la investidura de Luiz Inácio Lula da Silva como presidente de la República tras su victoria contra Bolsonaro en las urnas en noviembre de ese año.
Entre las acciones del grupo, la policía identificó un plan, denominado “Puñal Verde y Amarillo”, cuyo objetivo sería la ejecución de los candidatos electos a presidente y vicepresidente, Lula y Geraldo Alckmin (PSB), respectivamente, el 15 de diciembre de 2022. Además de ambos, se había planeado la detención y ejecución del ministro Alexandre de Moraes si el golpe tenía éxito.
El plan de los investigados “detallaba los recursos humanos y militares necesarios para desencadenar las acciones, utilizando técnicas operativas militares avanzadas”, así como la posterior creación de una “Oficina de Gestión de Crisis Institucional”, que sería integrada “por los propios investigados para la gestión de los conflictos institucionales derivados de las acciones”.
¿Qué sigue?
El juez De Moraes envió el informe policial a la Procuraduría General de la República (PGR). Trascendió que será para febrero la decisión de ese organismo sobre si denunciar o no al ex presidente ultraderechista y a otros 36 acusados por el plan de golpe de Estado.
En Brasilia se adelantó que con el documento policial en sus manos, la PGR podría archivar el caso, presentar imputación o pedir más investigaciones.
Si se denuncia, De Moraes podrá aceptar la acusación y habrá una acción penal. “Ante la presentación del informe final y el cumplimiento de las medidas requeridas por la autoridad policial, no hay necesidad de mantener la restricción de publicidad” indicó el magistrado.
*Investigadora brasileña, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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