Haití, el camino de la normalización y las tropas de Kenia

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Victoria Korn

El presidente de Kenia, William Ruto, afirmó estar «listo» para desplegar tropas en Haití –como lo resolviera el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas- tras la toma de posesión del Consejo Presidencial de Transición de siete miembros, que tiene el objetivo de cubrir temporalmente el vacío político en un contexto de la espiral de violencia criminal que azota el país

El nuevo órgano tiene el reto de restablecer la seguridad del país, rehén de bandas armadas, y organizar elecciones para elegir a un presidente el 7 de febrero de 2026. «Tiene la singular tarea de actuar rápidamente para restablecer órganos clave del Estado críticos para el restablecimiento de la ley y el orden y necesarios para llevar esperanza a todos los haitianos», indicó Ruto.Haití. EEUU, Kenia y la invasión al país caribeño - Resumen Latinoamericano

Hace poco más de un mes Kenia había anunciada el retraso del despliegue hasta el establecimiento de las autoridades de transición. Kenia lidera la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití, una fuerza internacional de seguridad solicitada por el Gobierno del dimitente primer ministro  Henry, quien ascendió al poder ascendió en 2021 tras el asesinato del entonces presidente, Jovenel Moise,en un intento por frenar la violencia de las bandas criminales.

Michel Patrick Boisvert ejercerá el rol de primer ministro interino hasta la nominación de un nuevo Ejecutivo. El Consejo Presidencial de Transición afrontará el “sombrío panorama” y grandes desafíos ante el fracaso del gobierno del recién dimitido Henry, que en 30 meses en el poder no logró encauzar la grave crisis haitiana.

El Consejo transitorio abordará cinco grandes proyectos: restablecer la seguridad pública, organizar una conferencia nacional y reforma constitucional, celebrar elecciones generales democráticas, creíbles y participativas; restablecer la justicia, el Estado de Derecho y los derechos fundamentales de los ciudadanos, y lograr la recuperación institucional y económica.

La ONU saluda la instalación del consejo transitorio en Haití y el nuevo primer ministro interino«La vida huye de nuestro país porque la situación es muy grave (…) La situación interpela a todos los ciudadanos de Haití, estén donde estén. La situación nos llama a elevarnos por encima de nosotros mismos y a cambiar de paradigma», subrayó Boisvert.

Las estructuras institucionales del Estado haitiano, «debilitadas por décadas de inestabilidad política, han sufrido un colapso espectacular. No sólo la calidad, sino la existencia misma de los servicios públicos ofrecidos a nuestra población se ha visto comprometida», añadió Régine Abraham, integrante del Consejo.

En los tres primeros meses del año, al menos 2.505 personas murieron o resultaron heridas, según cifras de la ONU, y más de 90.200 personas han sido desplazadas y viven en condiciones inhumanas en 85 emplazamientos del área metropolitana de Puerto Príncipe, controlada al menos en un 80 % por bandas armadas.

Restablecer la seguridad es una condición sine qua non para la consecución de todos los demás objetivos y eso supone erradicar a las bandas armadas, entre 200 y 300, que operan en el país, impidiendo la libre circulación de personas y mercancías. La recuperación económica es imposible sin estabilidad y el restablecimiento de la seguridad, algo que pasa, necesariamente, por reforzar la Policía Nacional Haitiana.

La (in)seguridad

La situación de seguridad del país se empezó a deteriorar en el 2018, con un aumento de los secuestros, ataques armados, violaciones y robos a civiles perpetrados por bandas armados que han cometido al menos 20 masacres desde entonces. La situación se agravó aún más con el asesinato de Moise en julio de 2021. Solo en marzo de 2024, más de 53 mil personas dejaron Puerto Príncipe por el recrudecimiento de los incidentes.

Las bandas han ido ganado poder, han adquirido más armas y municiones, y el pasado febrero se unieron para formar la coalición criminal «Vivre Ensemble» (Vivir Juntos), dirigida por el expolicía Jimmy Cherizier, alias Barbecue, que comandó la «revolución» que obligó a Henry a abandonar el poder. Desde febrero, su violencia se intensificó, destruyendo cárceles, hospitales, comisarías, farmacias y viviendas, saqueando instituciones privadas y públicas.

El foco del fenómeno se concentra en Puerto Príncipe, la capital, donde se registran ocho de cada diez afectados. En la región metropolitana, sobre todo, la ONU califica los enfrentamientos de “extremadamente violentos” entre los grupos que buscan expandir sus territorios.

Alerta sanitaria

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, denunció el impacto de la violencia en el sistema de salud de Haití, con menos de la mitad de las instalaciones funcionando a su capacidad normal y que se están quedando sin suministros para ofrecer sus servicios.

“Esto significa que se está privando a las personas del acceso a la atención sanitaria básica”, escribió. Asimismo manifestó la necesidad urgente de que la comunidad internacional aumente su apoyo, a fin de tributar a los servicios que salvan vidas y a la entrega de suministros críticos.

De acuerdo con un informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el pueblo haitiano vive la peor espiral de violencia en dos años. Durante el primer trimestre de 2024, se cuentan más de 2.500 víctimas (entre muertos y heridos) debido a incidentes violentos vinculados a grupos armados.

Fondos

Mientras, Estados Unidos pidió este viernes a la comunidad internacional que aumente las donaciones de fondos para desplegar la misión de seguridad en Haití, al asegurar que esta crisis es tan importante como las guerras de Gaza, de Ucrania y de Sudán.

«La situación en Haití es tan importante y crítica como cualquiera de las otras crisis que hay hoy en el mundo y la comunidad internacional debe verlo de esta manera», expresó el encargado para Latinoamérica del Departamento de Estado, Brian Nichols.

La Administración del presidente estadounidense Joe Biden ha comprometido 300 millones de dólares para el futuro despliegue de la misión multinacional de seguridad. Pero Estados Unidos calcula que dicha misión tendrá un costo anual de entre 500 y 600 millones de dólares y presiona para que sus aliados hagan más aportes.

**Periodista venezolana, analista de temas de Centroamérica y el Caribe,  asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

 

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