Fentanilo, otro frente de choque de EEUU contra China… y México

NEW YORK, NY - JUNE 07: A man rests against a wall appearing to be under the influence of drugs on a street in the South Bronx on June 7, 2017 in New York City. Like Staten Island, parts of the Bronx are experiencing an epidemic in drug use, especially heroin and other opioid based drugs. More than 1,370 New Yorkers died from overdoses in 2016, the majority of those deaths involved opioids. The Mott Haven-Hunts Point area of the Bronx borough of New York currently leads the city in heroin overdose deaths. According to the Deputy Attorney General, drug overdose are now the leading cause of death for Americans under the age of 50. (Photo by Spencer Platt/Getty Images)
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Mirko C. Trudeau.

Sin ningún pudor, Washington acusa a China de permitir el envío de precursores químicos a México que son utilizados para fabricar el fentanilo, poderoso opioide sintético causante del dramático aumento de sobredosis fatales en Estados Unidos, que superan los cien mil casos al año.

Recientemente, Washington impuso sanciones a 17 entidades e individuos chinos y mexicanos presuntamente involucrados en la proliferación internacional de equipos utilizados para fabricar drogas ilícitas, en particular fentanilo, tratando de crear el imaginario colectivo de que son chinos y mexicanos los responsables de sus padeceres, que no son nuevos sino que se remontan a la guerra de Vietnam al menos.

México está concretando acuerdos con China y Corea del Sur para evitar la entrada de fentanilo a su territorio, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien agregó que México mantiene su voluntad de «seguir apoyando a Estados Unidos en todo lo relacionado con el combate al fentanilo, por razones humanitarias, porque pierden la vida muchos estadounidenses».

Asimismo subrayó que para su gobierno es prioritario que «no se use este problema grave, lamentable, que tienen en Estados Unidos, para culpar a México de la producción del fentanilo con propósitos electorales y politiqueros».

Reiteró que la droga no se fabrica en territorio mexicano y advirtió sobre la importancia de desmentir la campaña para hacer frente a los grupos de conservadores mexicanos que han ido a España “a acusarnos”. “Reciben dinero del gobierno de Estados Unidos para atacarnos en un plan de traidorzuelos y de intervencionismo”. Con eso, dijo, se viola la soberanía, “lo hacen los gobiernos extranjeros pero también participan conservadores que no dejan la vieja y antigua tradición anti mexicana”.

Lo cierto es que las sanciones son inservibles para los propósitos que EEUU dice buscar contra la producción de fentanilo. Abrir otro frente de choque con China es una insensatez que puede conducir a una confrontación de consecuencias inimaginables. En vez de crear un nuevo conflicto internacional, Washington debiera concentrarse en resolver mediante el diálogo y la diplomacia los diferendos existentes en torno a Taiwán, el control del Pacífico oriental, el comercio, la guerra en Ucrania y los avances tecnológicos del gigante asiático.

El indigente adicto Brandice Josey, izquierda, utiliza una pajilla para soplar una bocanada de humo de fentanilo El verdadero asunto, siempre evadido por las autoridades estadounidenses, radica en el ciclo de ganancias generadas por el narco en la economía estadounidense, en las inocultables facilidades provistas por su sistema financiero para el lavado de capitales del crimen organizado, en la todopoderosa industria armamentista que se nutre de la violencia y obtiene pingües beneficios multiplicándola, así como en la profunda crisis moral de esa sociedad, sostiene La Jornada.

Como es sabido, la actividad de los narcotraficantes nace de la enorme demanda de sustancias ilícitas entre los habitantes de Estados Unidos, y dicha demanda se origina en la pérdida de cohesión social, en un individualismo exacerbado que condena a las personas a una búsqueda infructuosa y exasperada de soluciones personales a graves problemas sociales, en un fundamentalismo de libre mercado que permite a las grandes farmacéuticas promocionar de manera irresponsable medicamentos opiáceos altamente adictivos.

La crisis de los opioides es uno de los problemas de salud pública número uno en Estados Unidos, y la Agencia de Medicinas y Alimentos (FDA) autorizó recientemente la venta sin receta de Narcan (naloxona), un antídoto para evitar las sobredosis provocadas por fentanilo.

Para demasiadas personas enganchadas a este narcótico, el sueño que sigue a una dosis de fentanilo es permanente. La droga altamente adictiva y potencialmente letal se ha convertido en un flagelo en todo Estados Unidos y está haciendo estragos entre el creciente número de personas que viven en Estados Unidos.

Consumen fentanilo más de 80% de adictos en Nueva YorkUn paramédico le aplica resuscitación cardiopulmonar a un indigente, el cual se desplomó luego de un altercado a golpes por un abrigo con otro indigente, el miércoles 27 de julio de 2022, en Los Ángeles. El hombre de 33 años falleció por asfixia y compresión de cuello, según el informe de su autopsia. (AP Foto/Jae C. Hong)

Las cifras que presentó el Departamento de Salud de la Alcaldía de Nueva York muestran que el fentanilo sigue siendo la droga más común entre los casos de sobredosis, pues se presenta en un 80 % de las muertes, una tendencia que se observa por quinto año consecutivo.Entre los fallecidos también se encontró cocaína en un 47 % de los casos y alcohol en un 39 %, lo que demuestra que los adictos consumen varias sustancias simultáneamente

En todo Estados Unidos, las muertes por sobredosis sumaron 108.000 casos en el mismo 2021. Las cifras de muertes no están repartidas de manera «igualitaria», y se observan importantes sesgos: la población negra estuvo claramente sobrerrepresentada, pues supuso el 39,8 % de esas muertes; además, el condado del Bronx (donde se concentra la población negra) también tiene la tasa más alta de muertos por 100.000 habitantes, por encima de otros condados de la ciudad.

Nueva York tiene el único «centro de prevención de sobredosis» -también llamado «de inyección controlada»- del país, abierto en noviembre de 2021, y aunque sus responsables aseguran que han logrado evitar 670 muertes, hay importantes resistencias políticas para generalizar su apertura en la ciudad y en todo el país

El fentanilo fue desarrollado para que fuera un analgésico frente a dolores intensos de padecimientos como el cáncer. El uso de este poderoso opioide sintético, el cual es barato de producir y con frecuencia es vendido solo o entremezclado con otras drogas, ha aumentado exponencialmente. Como es 50 veces más potente que la heroína, incluso una dosis pequeña puede ser letal.

Fentanilo, la droga que se ha convertido en un problema de salud pública -  Ciencia UNAMFabricado en laboratorios y con costos inferiores a los de la heroína, el fentanilo inunda desde hace años el mercado estadunidense de las drogas y provocó más de 70 mil muertes por sobredosis en 2022, de las 106 mil registradas en Estados Unidos, con lo cual constituye todo un récord.

Si bien la abrumadora mayoría de las personas interrogadas para el estudio dijeron que su principal droga era la heroína, éstas parecen tener pocos medios para evitar el fentanilo, explicó la autora del estudio, Courtney McKnight, epidemióloga de la Escuela de Salud Pública Global de la Universidad de York.

Para obtener los resultados, publicados en el International Journal of Drug Policy, el equipo de McKnight realizó análisis toxicológico con una muestra de 313 consumidores de drogas, quienes contestaron un cuestionario al mismo tiempo, y 162 de ellos respondieron a entrevistas más profundas, entre octubre de 2021 y diciembre de 2022.

Como resultado, 83 por ciento de los participantes dieron positivo por fentanilo, con o sin heroína. Pero sólo 18 por ciento admitió haber consumido fentanilo intencionalmente.Para Courtney McKnight, el peligro es una mayor adicción al fentanilo, que es mucho más potente que la heroína, y por lo tanto un mayor riesgo de sobredosis.

Nueva York ha visto dispararse el número de sobredosis mortales en los últimos años, de 942 en 2015 a 2 mil 668 en 2021. Según las respuestas obtenidas, casi uno de cada cuatro usuarios había tenido una sobredosis al menos una vez en los seis meses anteriores a la elaboración del trabajo.

*Economista, politólogo y analista estadounidense, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

 

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