Argentina, Brasil y Paraguay advierten a Uruguay por atentar contra el Mercosur

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Claudio della Croce

Argentina, Brasil y Paraguay, los socios de Uruguay en el Mercosur, amenazaron al gobierno de Luis Lacalle con adoptar medidas de represalia en caso de que insista en negociar un acuerdo de libre comercio fuera del bloque con el Acuerdo Transpacífico.

Mientras, agobiado por graves escándalos de su círculo más íntimo y con una caída notable de su popularidad,  el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, trata de desviar la atención bombardeando los procesos de integración regional, y dijo que avanzará con su pedido a pesar de la intimación de los socios del Mercosur.

Mientras estaba de gira por Oceanía en busca de ingresar al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), el canciller uruguayo Francisco Bustillo no previó una respuesta de rechazo de sus socios del Mercosur advirtiendo por posibles medidas en caso de que avanzara en ese tratado.

Y en una acción e importante simbolismo diplomático, entregó a Nueva Zelanda el pedido uruguayo de adhesión al Acuerdo Transpacífico, un club de libre comercio integrado por once países con 500 millones de consumidores que representa el 11,5 por ciento del PIB global, según la cancillería uruguaya.

La advertencia de Argentina, Brasil y Paraguay consta en un comunicado conjunto que los coordinadores de los tres países en el Grupo Mercado Común del Mercosur enviaron a su similar de Uruguay este miércoles, en el que advirtieron que se reservan el derecho de adoptar las eventuales medidas que juzguen necesarias para la defensa de sus intereses en los ámbitos jurídico y comercial en caso de que Uruguay prosiga con las negociaciones individuales.

El gobierno de la coalición derechista que encabeza Luis Lacalle expusieron su posición ante las medidas uruguayas destinadas a la negociación individual de acuerdos comerciales con dimensiones arancelarias y ante la intención del socio de presentar una petición de adhesión al Tratado Transpacífico (CPTPP). que tiene como socios a Canadá, Australia, Brunei, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.

Las normas del Mercosur tan solo permiten a los países del bloque negociar acuerdos de libre comercio con otros países en conjunto con sus socios y vetan las negociaciones individuales.

Lacalle obió los compromisos de su país con sus socios del Mercosur y dijo  que a Uruguay lo “asiste el derecho internacional” y que entregará su pedido de adhesión al CPTPP pese a la intimación de sus socios regionales.

El llamado de atención parte de la base de que en los estatutos del Mercosur se establece que ninguno de los socios del bloque puede negociar de forma unilateral sin el visto bueno de los demás gobiernos. Sin embargo, desde que Uruguay comenzó a negociar con China un posible tratado de libre comercio (TLC), ha sostenido que hay una libre interpretación del acuerdo (la suya y quizá la de Estados Unidos), lo que permitiría a Uruguay moverse dentro de la legalidad.

“La vamos a hacer, nos sentimos en todo nuestro derecho de hacerla, así como entendemos aunque no compartamos el reclamo de los tres países”, aseveró Lacalle, quien señaló que las autoridades de Uruguay han sido “muy frontales en el mano a mano” con los demás países miembros del Mercosur en intercambios previos y adelantó que estos temas estarán sobre la mesa durante la LXI Cumbre del Mercosur que se llevará adelante en Montevideo la próxima semana.

“(La Cumbre) va a estar entretenida y vamos a hablar de estos temas porque nos asiste el derecho internacional, nos asisten hechos recientes de decisiones que no son tomadas por consenso, por ejemplo, la primera baja de aranceles acordada entre Brasil y Argentina”, lanzó el presidente uruguayo.

El presidente Luis Lacalle Pou dijo que se sienten “en todo” el “derecho” de continuar con el posible ingreso al CPTPP, pese a las advertencias de sus socios regionales. “Hemos sido muy frontales en el mano a mano, en la reunión del Mercosur, y tenemos una la semana que viene que va a estar muy entretenida”, planteó.

Y agregó que les asiste el “derecho internacional y los hechos recientes de decisiones que no son tomadas por consenso”. A modo de ejemplo, citó la primera baja de aranceles acordada entre Brasil y Argentina y la baja de aranceles para beneficiar los productos y servicios de zona franca de Uruguay cuando pueden ser exportados al país del norte.

Otros disensos

Paralelamente, el reemplazo al frente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) del destituido estadounidense Mauricio Claver Carone por Ilan Goldfajn, el funcionario brasileño que negocia con el ministro argentino de Economía Massa el Acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), dejó descolocada a la Argentina, “traicionando” a los gobiernos progresistas.

Sobre todo porque el presidente Alberto Fernández propuso para ese cargo a una exfuncionaria de su gobierno, Cecilia Todesca (sin posibilidad alguna de ganar, pero divisora de votos), gesto que importunó al presidente electo de Brasil Lula Da Silva, y a un aliado de larga data como el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador, quienes hubieran preferido llegar a tal instancia jugando al unísono con Argentina.

*Economista y docente argentino, investigador asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

 

 

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