El Mundial 2026, alejado de los aficionados mexicano reales

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Erendira Palma Hernández

Altos precios hacen de la Copa la más alejada del aficionado tradicional. Hoy el costo de un boleto es similar a todo el viaje a Qatar 2022

El Mundial 2026 será el más lucrativo en la historia y también el más alejado de los aficionados. Apenas terminaba Qatar 2022 cuando la FIFA ya anunciaba que esperaba duplicar sus ganancias para la edición de México, Estados Unidos y Canadá al ser el primer certamen con 48 selecciones; no obstante, las ambiciones comerciales del organismo de conseguir hasta 14 mil millones de dólares han limitado el acceso a este torneo a un sector con mayor poder adquisitivo dejando de lado a los seguidores reales, quienes encienden el ambiente en los estadios.

“Sabíamos que los precios serían caros, no somos ingenuos, aunque el aumento es increíble. Para ir a Qatar pagué 6 mil 500 dólares por todo el viaje, incluyendo una escala en Barcelona. Por Rusia pagué 4 mil 500 en un periplo de 35 días. Ahora ir sólo a un partido cuesta casi lo mismo”, relató Paco de Rubén, uno de los líderes del grupo de animación Cielito lindo, el cual sigue a la selección mexicana desde ha-ce una década.

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Integrantes del grupo de animación Cielito lindo, que sigue desde hace años a la selección mexicana de fútbol

De Rubén es uno de los miles de aficionados que dan vida al ambiente futbolístico en los estadios. Ya ha podido acompañar al Tricolor en Rusia 2018 y Qatar 2022; sin embargo, reconoce que en esta ocasión los montos impuestos por la FIFA han sido más elevados de lo habitual.

“Muchos me dicen que esas cifras son de reventa, pero no, los boletos ya vienen caros desde la FIFA. Es algo que sabíamos, a este mundo lo regula el mercado, a mayor demanda así sería.”

Si bien cada año antes de un Mundial redobla turnos o busca otros empleos para costear el sueño mundialista, ahora “ese esfuerzo es al triple”. Tiene tres empleos en Los Ángeles, Estados Unidos –trabajador social, despachador en una empresa de logística para Hollywood y chofer de envíos–, además de administrar el grupo Cielito lindo.

“FIFA está jugando a ser dios con los boletos”, apuntó al destacar lo complejo que puede ser ahora conseguir entradas por los precios y el sistema de sorteo de venta. “Tomamos con escepticismo el anuncio de vender entradas a 60 dólares, sólo ha sido para calmar las aguas (tras los reclamos de la afición)”, señaló.

“Es un mundial impagable”, agregó Livette Ruvalcaba, quien también es integrante de Cielito lindo y suele caracterizarse como una Catrina futbolista para destacar las raíces mexicanas en cada partido.

“Ahorita la palabra que nos rodea es incertidumbre. Queremos organizar muchas cosas, pero no sabemos cuánta gente irá. A estas alturas en otros Mundiales ya teníamos boletos, hospedaje y transporte, ya estábamos preparados”, detalló.

Los testimonios de los seguidores de Cielito lindo coinciden con los señalamientos de los aficionados de otros países, quienes se muestran inconformes por los precios impuestos por la FIFA. Aunque el organismo indicó que los costos irían desde 60 dólares (mil 77 pesos) para la fase de grupos hasta 6 mil 730 (125 mil 960) para la final, las cifras han cambiado por tarifas dinámicas.

Los costos provocan que comience a romperse la idea que etiquetaba al futbol como un deporte incluyente, cercano a los estratos sociales populares. Tan sólo la expansión del balompié –que nació en Gran Bretaña– está ligada con los marinos británicos, quienes los llevaron a los puertos de varios países. En México, la cuna futbolística fue en las minas de Pachuca, precisamente por la influencia de los trabajadores europeos.

FIFA World Cup Tournament Official Posters Through the YearsEn la Copa del Mundo de 1970, la primera realizada en México, los aficionados podían comprar entradas en las taquillas de los estadios y ciertos puntos de venta por costos de apenas 30 pesos de ese entonces, mientras para el Mundial de 1986, los boletos se vendían en paquetes de 13 partidos por 135 mil pesos de la época, equivalente a 300 dólares.

Ahora, no sólo los costos relegan a la afición más leal del futbol, sino también el sistema de sorteo aleatorio con el cual la FIFA ha decidido sin parámetros específicos quien podría comprar entradas.

“Es injusto y complejo (el sistema de sorteo). Muy pocos miembros han podido conseguir boletos. Obviamente seguimos en la lucha. Vamos a hacer lo posible por estar (en el Mundial), ojalá podamos conseguir un buen precio en la reventa”, señaló De Rubén.

“En el caso de México, de nada les servirá una Copa con estadios vacíos o gente abucheando. Si vas a estar en casa, es más bonito cuando la afición que va esté alentado.”

*Periodista de La Jornada de México