​Boluarte, de 63 años,fue apartada del cargo que ejercía desde diciembre de 2022. Esta decisión la convierte en la séptima presidenta que pasa por el cargo desde 2016, un reflejo de la inestabilidad política que vive Perú, con dos mandatarios destituidos, dos que renunciaron y uno que completó su mandato interino antes de la actual situación.ea culpa de las fuerzas políticas en el Congreso. Y un respaldo de parte de sus mejores actores para conformar un gabinete capaz de tomar decisiones sensatas para que la lucha contra el crimen sea eficaz, la economía no se vea afectada y el cronograma electoral se ejecute escrupulosamente.

Dina y escándalo de los Rolex

Segùn los  medios locales, lo mejor para el Perú depende de poder encontrar un gabinete fiable, ajeno a la mediocridad que ha marcado estos tiempos y que sea capaz de mantener el rumbo del país hasta los próximos comicios presidenciales. Toca a los partidos políticos, a las instituciones de la sociedad civil, a los poderes del Estado, evaluar los hechos y las posibilidades con ecuanimidad. Es la hora de los acuerdos en beneficio del bien común y no de los intereses particulares. Es la hora en la que el patriotismo debe prevalecer sobre la política menuda, señala Perù21.

La historia política reciente del Perú ha estado marcada por inestabilidad institucional. En diciembre de 2022, el entonces presidente Pedro Castillo fue destituido tras intentar disolver el Congreso. Su vicepresidenta, Dina Boluarte, asumió el cargo de inmediato con el respaldo de los legisladores. Sin embargo, varios países de la región —entre ellos México, Colombia, Bolivia y Argentina— interpretaron el hecho como un golpe de Estado disfrazado de legalidad, lo que tensó las relaciones diplomáticas.

Ahora, la propia Boluarte enfrenta el mismo destino: el Congreso peruano votó por unanimidad su destitución, acusándola de corrupción y abuso de poder. Para Sheinbaum, el desenlace confirma el carácter “cíclico y político” de la crisis institucional en Perú.

Golpe a la golpista

Boluarte es Investigada por la fiscalía por la represión de protestas que dejaron medio centenar de muertos tras asumir en 2022.  También fue señalada en el ​Rolexgate, escándalo en 2024 cuando apareció con joyas de lujo no declaradas. ​Con su destitución, Boluarte perderá el fuero y podrá ser enjuiciada y condenada. José Jerí asumirá de manera interina, mientras Perú tiene programadas elecciones generales para abril de 2026.

La conjura contra Pedro Castillo

La presidenta  mexicana Claudia Sheinbaum Pardo abordó la crisis política que atraviesa Perú tras la destitución de Dina Boluarte por parte del Congreso peruano. Sin rodeos, recordó que la mandataria llegó al poder luego de la destitución del expresidente Pedro Castillo, un hecho que —según la postura de México— fue en realidad un golpe de Estado parlamentario. “Desde el inicio, consideramos que la salida de Castillo no fue democrática. Lo que ocurrió fue una ruptura del orden constitucional”, señaló Sheinbaum desde Palacio Nacional. La presidenta mexicana reiteró su solidaridad con Castillo, quien permanece detenido desde 2022, y reafirmó que México mantendrá su postura diplomática de no intervención, pero con defensa de la soberanía y los derechos democráticos.

 

*Antropóloga, docente e investigadora peruana, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

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