Ultimátum de EEUU (e Israel) a Hamas para su plan de paz
Donald Trump presidirá la "pacificación" en Gaza: Israel avala el proyecto "turístico"
Maxime Doucrot
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lanzaron un ultimátum a Hamas, al advertir que debe aceptar su plan de paz de 20 puntos para Gaza o enfrentar las consecuencias. La iniciativa prevé que el enclave sea gobernado por un comité palestino tecnocrático y apolítico, bajo la supervisión de un nuevo organismo internacional de transición, la “junta de paz” presidida por el mandatario estadunidense, y que el movimiento islamita renuncie a las armas y a la política en Gaza.

Después de que eTrump sostuviera una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ldivulgó el “plan integral para poner fin al conflicto en Gaza” acordado por los mandatarios. De los 20 puntos que contiene el documento, sólo uno (el 12: nadie será forzado a salir de Gaza, y quienes deseen irse podrán hacerlo y regresar libremente) no representa un sinsentido o un crimen para la humanidad.
El resto es una serie de agravios que van desde el absurdo de pretender que los sobrevivientes del holocausto palestino formen un “comité tecnocrático y apolítico” para gestionar los servicios públicos y municipales, hasta las garantías de que Gaza será un campo de concentración rodeado de tropas israelíes a perpetuidad y la instalación del ex primer ministro británico Tony Blair como virrey de facto del territorio.
Aunque Trump dio 72 horas al movimiento armado Hamas para plegarse al acuerdo y liberar a las decenas de rehenes que continúan en sus manos, incluidos los cuerpos de los que han muerto por los bombardeos indiscriminados de Tel Aviv, en realidad la postura de quienes fueron elegidos democráticamente para gobernar Gaza no tiene ninguna importancia en la implementación del plan.

Para el pueblo palestino, el convenio no significa sino pasar del dominio israelí al dominio de Washington a cambio de recibir inciertas promesas de apoyo a la reconstrucción y la lejana y ambigua posibilidad de que algún día, si los amos lo permiten, puedan constituir su Estado. Además, no dice una palabra sobre juzgar a los genocidas, desarmar a Israel o algún tipo de garantía para sus vidas. No hay reparación, garantías de no repetición, disculpas públicas ni sanciones a los agresores.
El poyecto de Trump y Netanyahu perpetúa la falacia de presentar a la potencia ocupante (Israel) como víctima y sujeta cada paso del eventual retiro de las tropas invasoras al visto bueno del régimen sionista, el cual se reserva la facultad de violar arbitrariamente los términos sin consecuencia alguna, como ha hecho con todo compromiso signado o verbal.
Para los analistas, la única utilidad de la propuesta trumpiana es desenmascarar a quienes sólo esperaban algún tenue pretexto para validar la masacre y ponerse en buenos términos con los genocidas. Italia, Francia, Portugal, Países Bajos, Reino Unido, la Unión Europea; países árabes o de mayoría islámica como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Jordania, Qatar y Turquía se apresuraron a celebrar el regreso del mandato occidental sobre Palestina.

La iniciativa fue presentada por Qatar y Egipto al equipo negociador del movimiento de resistencia islámica Hamas, que prometió estudiar “responsablemente” la propuesta de la que no fue consultado para la conformación del plan.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) saludó los “esfuerzos sinceros y determinados” de Trump para poner fin a la conflagración en el enclave, y afirmó su compromiso de completar los puntos, incluida la celebración de elecciones presidenciales y parlamentarias dentro del año siguiente al alto el fuego definitivo.
Francia acogió el compromiso de Estados Unidos, y reconoció: Hamas “no tiene otra opción” que aceptar, mientras Italia espera que signifique un “punto de inflexión” que permita un cese permanente de las hostilidades.
Trump expuso en conferencia de prensa conjunta con Netanyahu que éste aceptó respaldar su propuesta de paz para poner fin a casi dos años de guerra –en los que han sido asesinados más de 66 mil palestinos, en su mayoría civiles– y aseguró que estaban “más que muy cerca” de sellar el esquivo acuerdo de paz, el cual esperaba que el grupo combatiente aceptara. “Si Hamas rechaza su plan, señor presidente, o si supuestamente lo acepta y luego hace todo para contradecirlo, entonces Israel terminará el trabajo por sí solo”, afirmó Netanyahu. “Esto se puede hacer de la manera fácil o de la manera difícil, pero se hará”.
El magnate indicó que Israel tendría su “total respaldo”.
El renovado impulso de Washington para un alto el fuego en Gaza llega cuando varios países occidentales se sumaron a los 150 (México entre ellos) que ya reconocían un Estado palestino en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas la semana pasada.
El plan consiste en un alto el fuego inmediato, el canje de rehenes en poder de los musulmanes por prisioneros palestinos en manos de Israel, una retirada escalonada de las tropas de este país del enclave palestino y el desarme del grupo Hamas.
Plantea la formación de un órgano de transición de tecnócratas y apolíticos palestinos y extranjeros para gestionar la administración gazatí sin Hamas “bajo la supervisión de un nuevo organismo internacional de transición, la junta de la paz”, presidida por Trump, quien aseguró que “en 72 horas tras la aceptación del acuerdo por parte de Hamas, todos los rehenes, vivos o muertos, serán devueltos” y “si ambas partes aceptan la propuesta, la guerra terminará de inmediato”.

Trump expuso: “la junta de paz estará presidida… No lo he pedido yo. Créanme. Estoy muy ocupado, pero teníamos que asegurarnos de que esto funcione. Los líderes del mundo árabe e Israel y todos me han pedido que lo haga, así que estará presidida por un caballero conocido como presidente Donald J. Trump de Estados Unidos. Eso es lo que quiero. Algo más de trabajo extra. Pero es tan importante que estoy dispuesto a hacerlo”.
También formará parte de esta junta el ex primer ministro británico Tony Blair, quien en 2003 apoyó al entonces presidente George W. Bush en su invasión a Irak, bajo el falso pretexto de que la nación árabe poseía arsenales de destrucción masiva.
El congresista independiente británico Jeremy Corbyn posteó en X: “La catastrófica decisión de Tony Blair de invadir Irak costó miles y miles de vidas. No debería estar cerca del Medio Oriente, y mucho menos en Gaza. No corresponde a Blair, Trump ni a Netanyahu decidir el futuro de Gaza. Eso corresponde al pueblo palestino”.

Netanyahu indicó que apoya la iniciativa de Trump, que “logra nuestros objetivos bélicos, (que) traerán de vuelta a Israel a todos nuestros rehenes, desmantelará las capacidades militares de Hamas, pondrá fin a su gobierno político y garantizará que Gaza nunca sea una amenaza para Israel”.
Añadió que Israel “mantendrá su responsabilidad sobre la seguridad” en Gaza tras la guerra, y subrayó que la Autoridad Nacional Palestina “no tendrá ningún papel” en la franja controlada por Hamas a no ser que emprenda “cambios radicales”. La conferencia concluyó sin aceptar preguntas de periodistas.
Ridículo o peligroso, opina Yanis Varoufakis
El ex ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis rechazó el plan de Trump, al señalar que “sería ridículo si no fuera tan peligroso para la paz mundial”. Afirmó en X que “la anexión personal de Gaza por parte de Trump, bajo la gestión de Tony Blair, es la condición de Estados Unidos e Israel para detener el genocidio en Gaza”, además de “anular la decisión de la Corte Internacional de Justicia (que en junio de 2024 ordenó a Israel retirarse inmediata y completamente de Jerusalén Oriental, Cisjordania y Gaza)”.
Ahora que parece reinstalarse el coro de normalizadores del colonialismo, vale destacar la voz discordante del ex líder laborista británico Jeremy Corbyn, cuya congruencia resalta frente a neoliberales como el actual premier Keir Starmer o el mencionado Blair, recordado por su catastrófica decisión de invadir Irak, que costó miles y miles de vidas,, Corbyn reafirmó un hecho de elemental legalidad y sentido común: decidir el futuro de Gaza no les corresponde a Blair, a Trump ni a Netanyahu, sino al pueblo palestino.
Los 20 puntos del plan completo
1. Gaza será una zona libre de terrorismo y desradicalizada que no represente una amenaza para sus vecinos.
2. Gaza será reconstruida para el beneficio del pueblo de Gaza, que ha sufrido más que suficiente.
3. Si ambas partes aceptan esta propuesta, la guerra terminará inmediatamente. Las fuerzas israelíes se retirarán a la línea acordada para preparar la liberación de rehenes. Durante este tiempo, todas las operaciones militares, incluyendo bombardeos aéreos y de artillería, serán suspendidas, y las líneas de batalla permanecerán congeladas hasta que se cumplan las condiciones para una retirada escalonada completa.
4. Dentro de las 72 horas posteriores a que Israel acepte públicamente este acuerdo, todos los rehenes, vivos o muertos, serán devueltos.
5. Una vez liberados todos los rehenes, Israel liberará a 250 prisioneros con cadena perpetua más mil 700 gazatíes que fueron detenidos después del 7 de octubre de 2023, incluidas todas las mujeres y niños arrestados en ese contexto. Por cada rehén israelí cuyos restos sean devueltos, Israel entregará los restos de 15 gazatíes fallecidos.

6. Una vez regresen todos los rehenes, los miembros de Hamas que se comprometan a la coexistencia pacífica y a entregar sus armas recibirán amnistía. Los miembros de Hamás que deseen abandonar Gaza tendrán paso seguro hacia países receptores.
7. Tras la aceptación de este acuerdo, se enviará ayuda completa e inmediata a la Franja de Gaza. Como mínimo, las cantidades de ayuda estarán en línea con lo incluido en el acuerdo del 19 de enero de 2025, incluyendo rehabilitación de infraestructura (agua, electricidad, alcantarillado), hospitales, panaderías y limpieza de escombros.
8. La entrada y distribución de ayuda en Gaza continuará sin interferencia de las dos partes, gestionada por la ONU, la Media Luna Roja y otras instituciones internacionales neutrales. La apertura del cruce de Rafah en ambas direcciones estará sujeta al mismo mecanismo implementado bajo el acuerdo del 19 de enero de 2025.

9. Gaza será gobernada bajo una administración transitoria temporal de un comité palestino tecnocrático y apolítico, encargado de gestionar los servicios públicos y municipales del día a día para la población en Gaza. Este comité estará compuesto por palestinos calificados y expertos internacionales, con la supervisión de un nuevo organismo internacional de transición, la “Junta de la Paz”, que será encabezada y presidida por el presidente Donald J. Trump, junto con otros miembros y jefes de Estado que se anunciarán, incluido el ex primer ministro Tony Blair.
Dicho organismo establecerá el marco y administrará los fondos para la reconstrucción de Gaza hasta que la Autoridad Palestina complete su programa de reformas —según lo previsto en distintas propuestas, incluyendo el plan de paz de Trump de 2020 y la propuesta saudí-francesa— y pueda retomar de manera segura y efectiva el control de Gaza. Este organismo recurrirá a los mejores estándares internacionales para crear una gobernanza moderna y eficiente que atienda a la población de Gaza y favorezca la atracción de inversiones.
10. Se creará un Plan de Desarrollo Económico Trump para reconstruir y dinamizar Gaza, mediante la convocatoria de un panel de expertos que han contribuido al surgimiento de algunas de las ciudades modernas más prósperas de Medio Oriente. Muchas propuestas de inversión reflexivas e ideas de desarrollo innovadoras, elaboradas por grupos internacionales bien intencionados, serán tomadas en cuenta para articular un marco de seguridad y gobernanza que atraiga y facilite estas inversiones, las cuales generarán empleos, oportunidades y esperanza para el futuro de Gaza.
11. Se establecerá una zona económica especial con tarifas preferenciales y condiciones de acceso negociadas con países participantes.
12. Nadie será forzado a salir de Gaza, y quienes deseen irse podrán hacerlo y regresar libremente.
13. Hamas y otras facciones acuerdan no tener ningún papel en la gobernanza de Gaza, ni de forma directa, ni indirecta, ni bajo ninguna modalidad. Toda infraestructura militar, terrorista u ofensiva, incluidos túneles e instalaciones de producción de armamento, será destruida y no se reconstruirá. Habrá un proceso de desmilitarización de Gaza bajo la supervisión de monitores independientes, que incluirá dejar las armas permanentemente fuera de uso mediante un proceso acordado de desactivación, apoyado por un programa internacionalmente financiado de recompra y reintegración, todo verificado por los monitores independientes. La Nueva Gaza se comprometerá plenamente a construir una economía próspera y a la coexistencia pacífica con sus vecinos.
14. Se proporcionará una garantía por parte de socios regionales para asegurar que Hamas y las demás facciones cumplan con sus obligaciones y que la Nueva Gaza no represente una amenaza ni para sus vecinos ni para su propia población.
15. EU trabajará con socios árabes e internacionales para crear una Fuerza Internacional de Estabilización (ISF) que se desplegará inmediatamente en Gaza. Esta entrenará y apoyará a fuerzas policiales palestinas, en coordinación con Egipto y Jordania.
16. Israel no ocupará ni anexará Gaza. A medida que la Fuerza Internacional de Estabilización (ISF) establezca control y estabilidad, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se retirarán con base en estándares, hitos y plazos vinculados a la desmilitarización, que serán acordados entre las FDI, la ISF, los garantes y Estados Unidos, con el objetivo de una Gaza segura que ya no represente una amenaza para Israel, Egipto ni para sus ciudadanos. En la práctica, las FDI irán entregando progresivamente el territorio de Gaza que ocupan a la ISF conforme a un acuerdo que establecerán con la autoridad transitoria, hasta que se retiren por completo de Gaza, salvo por una presencia en un perímetro de seguridad que se mantendrá hasta que Gaza esté debidamente protegida contra cualquier resurgimiento de amenazas terroristas.
17. Si Hamas retrasa o rechaza la propuesta, el plan continuará en las áreas libres de terrorismo ya entregadas a la ISF
18. Se establecerá un diálogo interreligioso basado en la tolerancia y la coexistencia pacífica, para cambiar mentalidades y narrativas de palestinos e israelíes.
19. Con los avances de la reconstrucción de Gaza y la reforma de la Autoridad Palestina, se abrirá el camino hacia la autodeterminación y el Estado palestino, reconocido como aspiración legítima del pueblo palestino.
20. EU establecerá un diálogo político entre Israel y Palestina para acordar un horizonte de coexistencia pacífica y próspera.
*Analista francesa, asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)