La muerte y canonización de Kirk, y ataque a la disidencia ¿de izquierda?

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Beverly Fanon-Clay

Estados Unidos no tuvo margen este año para recordar el atentado a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001: el día anterior, uno de los más eficaces activistas de la ultraderecha, Charlie Kirk, fue asesinado mientras ofrecía una conferencia al aire libre en la Universidad del Valle de Utah, con un preciso disparo en el cuello.

Kirk, de 31 años, era muy cercano al presidente  quién inmediatamente brindó un mensaje de despedida, señalando a la izquierda como responsable del crimen. El detenido y acusado del asesinato es Tyler Robinson, un joven blanco de 22 años que disparó con un rifle desde un tejado cercano.

Fue una triste coincidencia que el asesinato de Kirk ocurriera justo un día antes del 11 de septiembre, cuando Trump conmemoraba el vigésimo cuarto aniversario de los atentados en Estados Unidos. La destrucción de las Torres Gemelas de Nueva York por Osama bin Laden y extremistas islámicos desencadenó la «guerra global contra el terrorismo» de la administración de George W. Bush, otra guerra contra un ismo que motivó a muchos otros jóvenes conservadores a involucrarse políticamente a principios del siglo XXI.

Nancy Mace, congresista republicana de Carolina del Sur, habló con la prensa a las afueras del Capitolio. «Los demócratas son responsables de lo que ocurrió hoy», les dijo. Cuando Ryan Nobles, corresponsal jefe de NBC News en el Capitolio, le preguntó si, según esa lógica, los republicanos serían responsables del tiroteo de este verano contra dos legisladores demócratas de Minnesota, respondió: «¿Es broma?… ¿Un izquierdista furioso se metió una bala en el cuello y ahora quieres hablar de los republicanos? No… Los demócratas son responsables al cien por cien de esto».

Inmediatamente, la Casa Blanca comenzó la labor de canonización a través de un video-tributo, disparador de la conmoción que alcanzó a los líderes de la internacional reaccionaria, reportó The Washington Post.

Hay algo deshonesto y absurdo en la reacción colectiva al asesinato de Kirk, porque en lugar de simplemente reafirmar y defender el derecho a expresar opiniones sin temor a la violencia, incluso si son negativas,diversas voces prominentes están reescribiendo la historia de Kirk para presentarlo como alguien que no fue un enemigo implacable de este mismo valor.

Composición con varias imágenes del sospechoso que habría asesinado al agitador ultra Charlie Kirk en Utah.El día antes de que Kirk fuera asesinado por un francotirador en la Universidad del Valle de Utah, una encuesta de la Fundación para los Derechos Individuales y la Expresión (FIRE) reveló que el 34 % de los estudiantes universitarios estadounidenses cree que es aceptable usar la violencia para impedir que alguien hable en el campus.

Elizabeth Spires dice en  The Nation que “El legado de  Charlie Kirk no merece luto”. Señala que Kirk murió justo cuando intentaba desviar una pregunta sobre tiroteos masivos, sugiriendo que eran en gran medida una función de la violencia de pandillas, Murió con un patrimonio de doce millones de dólares, que hizo al abrazar puntos vista horribles e intolerantes en nombre del avance del nacionalismo cristiano. La base de su imperio fue el grupo que cofundó y dirigió: Turning Point USA, brazo clave del reclutamiento juvenil del movimiento Make America Great Again (MAGA).

Trump otorgará la Medalla Presidencial de la Libertad a Charlie Kirk ...Kirk lanzó la organización cuando tenía 18 años, porque tecinió financiamiento de Bill Montgomery, miembro del Tea Party, el donante de derecha Foster Feiss y su propio padres, un prolífico donante de derecha. Kirk era un fracista impenitente, transfóbico, homófobo y misógino, que a menjudo envolvía su intolerancia en versículos de la Biblia, porque no había otra manera de fingir que era moralmente correcto, añade.

Branko Marcetic señala en Jacobin que como muchos ya han señalado, Kirk sostuvo y defendió diversas opiniones negativas, e insultó y demonizó con frecuencia a grupos enteros de seres humanos que simplemente intentaban seguir adelante con sus vidas: no solo a las personas trans, a quienes culpaba falsamente de tiroteos masivos justo cuando él mismo recibió un disparo (por un hombre no trans), sino también a judíos, musulmanes, inmigrantes, negros , homosexuales, empleados federales… dentro de una enorme lista.

Eso, por supuesto, no significa que mereciera ser asesinado, pero es deshonesto -y, de hecho, perjudicial para la defensa de la libertad de expresión- fingir que estas no eran sus convicciones más profundas y sinceras, añade Marcetic.

Trump y la izquierda

¿Trump acaba de declarar la guerra a la izquierda estadounidense?, se pregunta Susan Glaser en The Newyorker. Después del trágico asesinato de Charlie Kirk, el Presidente no habla de poner fin a la violencia política, sino de buscar venganza política. Al presidente no le importan en absoluto esos llamados santurrones a la sanación. “o es un diálogo sobre la crisis de violencia política en Estados Unidos lo que busca ahora mismo, sino una nueva y agresiva política de venganza política”, añade

Donald Trump y Charlie Kirk, en un acto político (Foto de archivo: Reuters)“Durante años, la izquierda radical ha comparado a estadounidenses maravillosos como Charlie con nazis y los peores asesinos en masa y criminales del mundo. Este tipo de retórica es directamente responsable del terrorismo que presenciamos hoy en el país, y debe cesar de inmediato”, declaró Trump, antes de ofrecer una lista de otras víctimas de la “violencia política de la izquierda radical”, incluido él mismo. Prometió medidas rápidas para acabar con los autores de dicha violencia, así como con las “organizaciones” que la financian y promueven.

La amenaza de Trump no recibió mucha atención, aunque debiera haberla recibido. El presidente ni siquiera intentaba unir al país, sino que parecía culpar a la gran parte de la nación que denosta sus políticas racialmente divisivas y las promovidas por Kirk con la misma convicción que si hubieran apretado el gatillo. Kirk sostuvo y defendió una variedad de opiniones desagradables e insultó y demonizó a grupos enteros de seres humanos que simplemente intentaban seguir adelante con sus vidas.

Pero ni siquiera son las actitudes sociales intolerantes de Kirk lo que realmente importa. Más importante aún, Kirk estaba muy de acuerdo con la violencia política que ahora se denuncia como razón tras su asesinato.

El subjefe de gabinete de Trump, Stephen Miller, se sumó el jueves desde el Ala Oeste, prometiendo en una extensa publicación en X declarar la guerra a la «ideología perversa» que había asesinado a Kirk y a sus defensores, quienes, según él, celebraban en línea su muerte. «El destino de nuestros hijos, nuestra sociedad, nuestra civilización depende de ello», añadió Miller.

«Es hora de que la administración Trump cierre, desfinancie y procese a todas y cada una de las organizaciones de izquierda», escribió en la red social X Laura Loomer, una teórica de la conspiración de extrema derecha que ha presionado con éxito a Trump para que despida a varios altos funcionarios de seguridad nacional.

«Debemos cerrar a estos izquierdistas lunáticos. De una vez por todas. La izquierda es una amenaza para la seguridad nacional». Christopher Rufo , otro influyente trumpista, que lideró el movimiento contra las iniciativas de diversidad que eventualmente se convirtieron en un principio central de la segunda administración Trump, invocó las convulsiones políticas de los años sesenta . «La última vez que la izquierda radical orquestó una ola de violencia y terror, J. Edgar Hoover lo cerró todo en pocos años», escribió.

“Es hora de que, dentro de los límites de la ley, infiltremos, desmantelemos, arrestemos y encarcelemos a todos los responsables de este caos”, añadió.

Decenas de personas, entre ellas periodistas, profesores o bomberos, han sido despedidas de sus trabajos en los últimos días por hacer comentarios considerados inapropiados sobre el asesinato de Kirk. Uno de los despidos más comentados es el del analista político Matthew Dowd, a quien desvincularon de la cadena MSNBC después de que sugiriera que el asesinato de Kirk estuvo motivado por su discurso polarizador.«Los pensamientos de odio conducen a palabras de odio, que a su vez conducen a acciones de odio», declaró en televisión.

Además de estos despidos, el Departamento de Estado ha advertido de que retirará o revocará las visas de extranjeros que glorifiquen o se burlen en redes sociales del asesinato de Kirk.

El subsecretario de Estado, Christopher Landau, solicitó a través de la red social X la colaboración de sus seguidores para que le compartan mensajes de extranjeros que se burlen de Kirk, con el objetivo de considerar la revocación de sus visados.

*Socióloga estadounidense, profesora universitaria, colaboradora del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).