“Alarmantes” cifras de la represión en Argentina, según Amnistía Internacional

Demonstrators clash with riot police outside the National Congress in Buenos Aires on June 12, 2024. Argentine senators are discussing a key reform package for the ultra-right-wing president Javier Milei, in a session marked by strikes and demonstrations in front of Congress. (Photo by TOMAS CUESTA / AFP)
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Rubén Armendariz

Amnistía Internacional reclamó por “las alarmantes cifras de la represión” en el primer año de gestión del ultraderechista Javier Milei, y denunció mil 155 heridos, muchos de ellos graves con impactos en el rostro y severos daños en la visión, y la criminalización de 73 ciudadanos que protestaban contra las medidas, tras exigirle al gobierno garantizar el respeto a los derechos humanos en el marco de las protestas sociales.

Toda esta represión en el primer año de gobierno libertario se dio en un marco de discursos criminalizantes de los funcionarios hacia los manifestantes, a los que llaman, entre otras cosas, “terroristas” que promueven “golpes de Estado”.

El informe se dio a conocer en un nuevo aniversario del estallido social del 19 y 20 de diciembre de 2001, que dejó 39 muertos en todo el país. Las cifras del primer año de Milei son contundentes: 1155 personas heridas, 33 con impactos de balas de goma en la cabeza o el rostro, 50 periodistas y trabajadores de prensa heridos mientras cubrían las manifestaciones.

Haciendo oídos sordos a las denuncias internacionales, y a través de un nuevo decreto, el Poder Ejecutivo, con el amañado argumento de combatir “el terrorismo internacional y el crimen organizado”, autorizó el despliegue de militares en sitios que algún funcionario de turno considere «de valor estratégico» para el Estado. Además, el decreto permite que el propio Gobierno defina qué considera como «amenazas terroristas».

La medida es un paso más en la utilización del Ejército y demás fuerzas militares en cuestiones internas, en especial la represión de las protestas sociales, una vanzada en la estrategia permanente de los ministros de Seguridad y Defensa, Patricia Bullrich y Luis Alfonso Petri para movilizar tanques y soldados.

El decreto bordea la transgresión de lo dispuesto por la Ley de Seguridad Interior respecto de la intervención de las Fuerzas Armadas en cuestiones internas. Deja claro que “la calificación como ‘Objetivo de Valor Estratégico’ será competencia exclusiva del Poder Ejecutivo. Es decir, que le da a cualquier funcionario de Gobierno la potestad de utilizar esa definición de manera discrecional, suficiente para el requerimiento de personal militar.

El documento de Amnistía Internacional, “Disenso en riesgo”, contabiliza más de 1000 personas heridas en 15 manifestaciones, muchas de ellas con lesiones graves, algunas con impactos de balas de goma en la cabeza o el rostro y con daños severos en la visión. “Son prácticas propias de gobiernos autoritarios”, señala, tras resaltar “las alarmantes cifras de la represión”.

En boca de Milei y sus funcionarios las definiciones de «libertad» y «esclavitud» se torsionan para disimular las contradicciones que hay entre pregonar la no intervención del Estado en las decisiones de la vida privada y atentar contra los derechos civiles conquistados en Argentina, en el caso de por ejemplo el matrimonio igualitario, hace 14 años

Odios internos

Desde el mismo comienzo del gobierno libertario se reabrió una vieja disputa por el control de las fuerzas de seguridad. La vicepresidenta Victoria Villarruel, enfrentada a Milei, fue lapidaria con la decisión de Patricia Bullrich, una de las ministras predilectas de Javier Milei. «Jamás habría autorizado a un gendarme a ir a Venezuela», en referencia al viaje del gendarme Nahuel Gallo, detenido en suelo venezolano desde el pasado 8 de diciembre.

Jamás habría autorizado a un gendarme a ir a Venezuela”, cuestionó  Villarruel y Bullrich le contestó fuerte - Parlamentario
Villarruel y Bullrich

La ministra de Seguridad le respondió con munición gruesa por la misma vía, las redes sociales,  en la que buscan denostar a quienes los critican, en las que también se desarrollan y dirimen distintas peleas palaciegas entre los libertarios: “Es vergonzoso que utilice a Nahuel Gallo para juntar likes, y además elimine el tuit cuando la repercusión no es la esperada. Los argentinos ya no toleran la cobardía ni el oportunismo político”, sentenció.

Veintitrés años después, se teme un nuevo estallido social  y muchos esperan de que si sucede, Milei siga la mima ruta del entonces presidente Fernando de la Rúa: huir en helicóptero desde la Casa Rosada.

*Periodista y politólogo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

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