Esequibo, la disputada llave del petróleo sudamericano
OBSERVATORIO EN COMUNICACIÓN Y DEMOCRACIA – Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA)
A un año de la reunión entre los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro y de Guyana, Irfaan Ali en San Vicente y las Granadinas, que desescaló -al menos temporalmente- el enfrentamiento entre ambos por la disputa por el extenso territorio de la Guayana Esequiba, el conflicto vuelve a escalar con la presencia de terceros, en especial de Estados Unidos y Brasil.
El Esequibo, con una superficie mayor a Inglaterra, Cuba o Grecia, el Esequibo es un territorio de 169 mil quilómetros cuadrados, forma parte del Macizo Guayanés que comparte características similares con estados de Venezuela como Delta Amacuro, Bolívar y Amazonas, donde se encuentra el Arco Minero del Orinoco, un área de explotación de más de 111.800 kilómetros cuadrados. Cuenta con grandes reservas de oro, cobre, diamante, hierro y bauxita, entre otros minerales. Desde 1841 Venezuela y Guyana se disputan su soberanía, mientras Estados Unidos y Brasil están atentos a lo que suceda..
Venezuela rechazó a inicios de diciembre “de manera categórica y contundente” las recientes acciones conjuntas ejecutadas entre el Comando Sur de Estados Unidos y el gobierno de Guyana en la renovación de instalaciones militares guyanesas, una de ellas en el territorio en disputa y a pocos metros de una base venezolana en el río Cuyuní, y añadió que la “ampliación de estaciones navales y aeroportuarias para uso militar” por parte de EEUU, entorpecen la “resolución política” del diferendo.
El Esequibo siempre fue un camino Estados Unidos para entrar en América del sur. En 1970, con el gobierno del democristiano venezolano Rafael Caldera se abrió una tregua de doce años para definir el punto esequibo. La explicación calderista del Protocolo de Puerto España suscrito por Venezuela, Reino Unido y Guyana era que Brasil aspiraba a expandirse sobre Venezuela y poseer la faja petrolífera del Orinoco, y también sobre Ecuador, dominando a Guayaquil, todo en continuación del plan estadounidense.
Brasil y Guayana comparten una frontera de 1.605 quilómetros con una conexión terrestre por el puente sobre el río Tacutu, inaugurado en 2009. La frontera entre Venezuela y la región del Esequibo está formada predominantemente por densos bosques, lo que dificulta el movimiento de tropas y vehículos blindados. Brasil calcula que 300.000 personas viven en Esequibo y que un conflicto en la zona podría tener repercusiones económicas y sociales en las regiones brasileñas cercanas.
Los mandos militares brasileños realizaron la 26° Reunión de Coordinación con las Fuerzas de Defensa de Guyana, el 28 de noviembre de 2023 y, según declaraciones del Ministro de Defensa, aumentarán la presencia al norte, dada la tensión existente entre Guyana y Venezuela. Y llegó el veto de Brasil a la entrada de Venezuela a los BRICS. Brasil es tan esequiba no como Venezuela desde siempre.
El ministro de Energía de Brasil, Alexandre Silveira, acusó a Guyana de «chupar» las reservas brasileñas de petróleo ubicadas frente a la costa de la región amazónica. Los planes brasileños de producción de crudo en la zona en conflicto con Guyana pretenden propulsar el bombeo de crudo del país tal y como revelan los planes de inversión de Petrobras.
Las tensiones entre Venezuela y Guyana han aumentado desde que en 2015 comenzaron a descubrirse decenas de yacimientos de petróleo en áreas costeras de la zona en disputa. Hasta la fecha, la multinacional ExxonMobil y sus socios han realizado 46 descubrimientos que han elevado las reservas de petróleo de Guyana a alrededor de 11.000 millones de barriles, el 0,6% del total mundial. La mayoría de las reservas se encuentran en un bloque de petróleo y gas de 26.000 kilómetros cuadrados conocido como Stabroek, frente a la costa atlántica del país. Y una porción importante de ese bloque se encuentra en aguas territoriales de la región disputada por Venezuela.
Pero cuando hay tantas riquezas por explotar, hay muchos países interesados y usan diversos medios para ubicarse en la conversación, como la entrevista de la BBC inglesa a Irfaan Ali, el mandatario guyanés, la que desembocó en un debate sobre el extractivismo y sobre más de dos billones de toneladas de emisiones de carbono que serán emitidas del fondo marino de la costa de Guyana.
Haciendo un poco de historia, desde la construcción del canal de Panamá, Estados Unidos tiene sus intereses en el petróleo, el oro, el gas de América del Sur. Hasta 2015 lo impidió el Reino Unido y la política venezolana sobre el Esequibo. En diciembre de 2023, Nicolás Maduro reafirmó que su país no reconocerá en ninguna circunstancia la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en la disputa que tiene con Guyana por ese territorio.
Fue una respuesta a EEUU que había exhortado a Venezuela y a Guyana a que resolvieran su disputa por medios pacíficos, y consideró que no puede resolverse mediante un referéndum, refiriéndose al realizado el 5 de diciembre en Venezuela con resultado de aplastante apoyo a la reivindicación del territorio.
Venezuela realizó el referéndum en respuesta a la decisión de Guyana de licitar bloques petrolíferos en el territorio sin delimitar entre los dos países. A esto se sumó que el gobierno guyanés otorgó contratos de perforación a las empresas ExxonMobil, de Estados Unidos; Total Energies y Sispro Inc, de Francia. En la lista también se encuentra International Group Investment Inc., con sede en Nigeria; Liberty Petroleum Corporation, de capital estadounidense; y la Corporación Nacional de Petróleo Marino de China (Cnooc).
Actualmente hay tres proyectos de extracción petrolera en pleno funcionamiento en las aguas del Esequibo, y otros tres en fase de aprobación. Estos proyectos adelantados por Guyana ya están generando una producción diaria de 620.000 barriles de petróleo, y se proyecta que, para 2027, el conjunto de las seis iniciativas logre una producción de 1,2 millones de barriles al día.
Esta actividad se lleva a cabo de manera ilegal, dado que estas aguas carecen de delimitación, es decir, la frontera marítima no ha sido establecida mediante acuerdos entre Guyana y Venezuela. Esta explotación unilateral en una zona en disputa ha sido el principal desencadenante de tensiones entre ambos países.
El Esequibo no es sólo una zona en litigio entre Venezuela y Guayana: es el mayor reservorio de petróleo sudamericano, una región del Escudo guayanés comprendida entre el oeste del río Esequibo hasta el hito en la cima del monte Roraima en América del Sur, con abundante oro, hierro, cobre, bauxita, diamantes, que ha estado en la mira de Estados Unidos, las empresas trasnacionales… y también Brasil
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