Trump llega a la convención republicana casi como un mártir

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Beverly Fanon-Clay

Donald Trump llegó a Milwaukee como casi un mártir que agradeció a Dios por haberlo salvado del atentado, un héroe conquistador, aprovechando el aparente intento de asesinarlo para consolidar su imagen de víctima y vengador a nombre del pueblo para “salvar a América”.

De esa manera, una de las consignas centrales de su campaña electoral (“Al final, no vienen por mí. Vienen por ustedes; yo sólo estoy evitando eso”) bautiza su movimiento a partir del aparente intento de asesinato el sábado en un mitin en Pensilvania. Nunca rendirse, repiten sus mensajes de propaganda, con la foto icónica de cuando alza el puño al levantarse del aparente intento de asesinarlo.

Los analistas destacan el tono religioso de sus mensajes, al declarar este domingo que sólo fue Dios el que evitó que ocurriera lo peor; llamó a la unidad estadunidense y a mantener la fe, tras prometer que él y su convención serán desafiantes ante la cara de la malicia.

Mientras, Biden hizo un llamamiento a la unidad nacional durante un discurso desde el despacho Oval de la Casa Blanca e instó a los estadounidenses a resolver sus diferencias “en las urnas, no con las balas”. “En Estados Unidos, resolvemos nuestras diferencias en las urnas. Así es como lo hacemos, en las urnas, no con balas”, declaró en un discurso de seis minutos, transmitido por las principales cadenas de televisión.

Por su parte, Rusia señaló que condena cualquier tipo de violencia y agregó que no creía que el gobierno de Estados Unidos fuera responsable del ataque contra Donald Trump, pero lo acusó de crear una atmósfera que lo provocó.

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, sostuvo que “después de numerosos intentos de sacar al candidato Trump de la arena política –utilizando primero herramientas legales, los tribunales, los fiscales, los intentos de desacreditar políticamente y comprometerlo–, era obvio para todos los observadores externos que su vida estaba en peligro”.

A su vez, la cancillería de China informó que el presidente Xi Jinping envió su solidaridad a Trump, y que está preocupado y sigue de cerca la situación en Estados Unidos. Los líderes de Alemania, España, Eslovaquia, República Checa, Chile, El Salvador, Emiratos Árabes Unidos, Australia, Austria y Egipto, y el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, repudiaron la agresión.

La imagen icónica

Foto: Trump victorioso tras el intento de asesinato (Evan Vucci / X@RonenV)La imagen tomada por Evan Vucci, fotógrafo de la agencia Ap, cuando capta a Trump levantándose con la cara ensangrentada rodeado por agentes del Servicio Secreto, con una bandera estadounidense ondeando debajo de un cielo despejado y su puño en alto se volvió icónica, sobre todo para el movimiento de Trump.

En realidad, no podría ser más perfecta para su campaña, que lo muestra como un heroico líder dispuesto a arriesgar su vida por sus seguidores y para hacer a “América grande otra vez”. Trump arribó el domingo a Milwaukee para presidir la Convención Nacional Republicana donde será formalmente coronado candidato presidencial ante un partido donde era la figura más poderosa, pero ahora se convirtió en mártir y rey.

Para Joe Biden y los demócratas todo este episodio los coloca en una cuerda floja, donde tienen que expresar primero sus oraciones y buenos deseos, condenar la violencia, y convocar a la unidad patriótica ante lo ocurrido, mientras buscan cómo regresar a la contienda contra un expresidente que juega con destruir el proceso democrático, incluso con violencia, si es necesario.

Biden, en su papel de mandatario-consolador, que pretende colocarse no como candidato sino como líder de la Nación, convocó al país a la unidad y a rechazar la violencia y el odio, tras una breve pero buena conversación telefónica con Trump. Tuvo la oportunidad de mostrar su capacidad como líder y dejar atrás los daños de su debacle en el debate con Trump hace más de dos semanas, y reiteró su mensaje de unidad.

Biden subrayó que no hay lugar en Estados Unidos para este tipo de violencia y que “un intento de asesinato es contrario a todo lo que representamos como nación… no es lo que somos como nación”. Insistió en que nada es más importante que la unidad ahora mismo. Pidió bajar la temperatura del debate electoral –“no somos enemigos”–. Y denunció la violencia política contra figuras políticas.

Tras el atentado a Donald Trump se oscurece aún más un panorama político ya ominoso por la constante amenaza de violencia, gran parte de ella impulsada por el expresidente. En Estados Unidos se habla abiertamente de la posibilidad de una guerra civil si el convicto Trump, quien ya promovió un golpe de Estado después de la última elección, no gana en noviembre.

Como apunte al margen de todo análisis, cabe recordar que ni Trump ni los líderes de su partido se comprometen a respetar los resultados de la elección si no les favorece.

Políticamente, las imágenes del momento son de un Joe Biden, aún presidente y candidato demócrata ya debilitado por las dudas de sus colegas y el electorado sobre su condición física y mental al lado a un autoproclamado héroe que sobrevivió a un atentado levantando su puño y gritando “luchen”. Al menos esa es la versión de su campaña, porque otros medios dicen que sólo estaba diciendo “esperen”.Trump Estrella Absoluta De Una Convención Republicana Conmocionada Por El  Intento De Asesinato | Barron's

El incidente, si se confirma que fue un intento de asesinato, sería el primer atentado contra un presidente o ex mandatario desde marzo de 1981 con Ronald Reagan. Las balas disparadas en Pensilvania que hirieron al exmandatario, mataron a un bombero, pero no tocaron a nadie del servicio secreto.

Lo que no queda claro que los disparos en el mitin de Trump y su herida en la oreja tengan un gran efecto en las tendencias electorales ni que permita conseguir mayor apoyo; los analistas sólo se atreven a decir que tal vez logre movilizar más a sus votantes.

¿Nadie es culpable?

Los medios repiten que este es un país polarizado, y que eso nutre el clima violento, quizá olvidando que, precisamente, este es un país violento, donde se hace culto a las armas. Los editoriales de The New York Times y The Washington Post advirtieron sobre las implicaciones de la violencia política e insistieron en que ésta nunca puede ser tolerada, que es antitético a su país (algo que la historia lo desmiente, por cierto).

Legisladores y asesores republicanos se han dedicado a sostener que todo fue culpa de los demócratas, buscando revertir el guión de éstos sobre la promoción de la violencia política de los republicanos, y ahora culpan a Biden y los demás “comunistas” por sembrar la posible violencia por su retórica sobre cómo la derecha está amenazando la democracia.

Y lanza especulaciones sobre la posibilidad de que todo fuera coreografiado e incluso que Biden de alguna manera estaba directamente involucrado, y por supuesto, el Estado profundo, señala David Brooks. Pero algunos analistas se preguntan cómo fue que un tiro como ése, apenas rozó la mejilla de un Trump, rodeado de agentes del servicio secreto. Es más, la poco confiable FBI determinó que el incidente fue un intento de asesinato, y ahora procede como si fuera un acto potencial de terrorismo doméstico.Quién es Thomas Matthew Crooks, el tirador que intentó asesinar a Donald  Trump en Pensilvania

Y las especulaciones alcanzan hasta el tirador: Thomas Matthew Crooks, de 20 años, residente de Bethel Park, Pensilvania, murió al ser baleado por el Servicio Secreto. Pero no se ha identificado algún motivo de ataque: sólo se indicó que está registrado en el padrón como republicano, sin historial criminal y creció en un suburbio de Pittsburgh, habitado de manera primordial por gente blanca y de clase media alta.

* Socióloga estadounidense, profesora universitaria, colaboradora del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).

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