Curso avanzado de la OMC: nuevos cuadros, mismas recetas neoliberales
Eduardo Camin
Entre los días 10 a 13 de junio se celebró en Ginebra una serie de secciones de diferentes ordenes sobre el análisis del comercio de servicios. Organizado conjuntamente por la División del Comercio de Servicios y el Instituto de Formación y Cooperación Técnica de la OMC, el Curso Avanzado sobre el Análisis del Comercio de Servicios es una actividad de formación especializada de «Nivel 3», el nivel más alto de aprendizaje dentro de la Estrategia de Aprendizaje Progresivo de la OMC.
Cada año, la OMC organiza cerca de 300 actividades de asistencia técnica y forma a más de 14.000 funcionarios públicos. La mayoría de las divisiones de la OMC intervienen en impartir los cursos. Las actividades de formación incluyen conferencias, exposiciones, mesas redondas, reuniones con expertos, ejercicios de simulación y la asistencia a reuniones de la OMC. Comprenden los cursos avanzados de política comercial (CAPC) de dos meses de duración impartidos en Ginebra, los cursos regionales de política comercial de nivel intermedio, y los seminarios, talleres y actividades de formación regionales sobre temas específicos.
En esta circunstancia el programa de formación se centró en la utilización de las herramientas analíticas disponibles para la formulación de políticas y la investigación sobre el comercio de servicios. En él participaron funcionarios públicos de 26 estados miembros de la OMC y de gobiernos observadores, quienes recibieron formación sobre el uso de los datos, las estadísticas y la información reglamentaria del Portal Integrado de Inteligencia Comercial (I-TIP) para Servicios de la OMC y el Banco Mundial, que proporciona información completa sobre las políticas comerciales de servicios.
Los ejercicios prácticos les permitieron desarrollar su capacidad para analizar y utilizar los resultados extraídos de estos instrumentos analíticos y de las bases de datos estadísticos sobre el comercio de servicios.
Las actividades de asistencia técnica tienen por objeto ayudar a los países en desarrollo a aprovechar plenamente el sistema multilateral de comercio. El Instituto de Formación y Cooperación Técnica (IFCT), se ocupa de la coordinación de esas actividades en el seno de la Secretaría de la OMC, sobre la base de los planes de asistencia técnica y formación. El Comité de Comercio y Desarrollo es el órgano encargado de supervisar periódicamente todas las actividades de asistencia técnica relacionada con el comercio (ATRC).
Los planes de asistencia técnica y formación de la OMC contienen información detallada sobre todos los “productos” de asistencia técnica de la Secretaría de la Organización, así como sobre las distintas actividades. La OMC responde a necesidades nacionales y regionales específicas en consonancia con su estrategia de aprendizaje progresivo, en la que se prevén niveles graduales de formación para los participantes en los cursos. Para supervisar y evaluar esas actividades y seguir desarrollando la asistencia que se suministra, se utiliza un enfoque de la gestión basada en los resultados.
Plan de Asistencia Técnica 2024-2025
El Plan de Asistencia Técnica para 2024-2025 tiene por objeto ayudar:
- a los funcionarios públicos a aplicar los Acuerdos de la OMC y ejercer plenamente los derechos que corresponden a los respectivos Miembros;
- a los Gobiernos que están negociando su adhesión a la OMC a participar en las negociaciones de adhesión;
- a los Miembros a acceder a la información comercial más pertinente para que puedan ejercer mejor sus derechos y cumplir sus obligaciones;
- a los parlamentarios, periodistas y miembros de la sociedad civil a conocer mejor las actividades de la OMC;
- a los estudiantes y las instituciones académicas que reciben apoyo de la OMC a comprender mejor las cuestiones relacionadas con la política comercial y con la Organización.
El objetivo es fortalecer la capacidad comercial en las siguientes esferas:
- formulación y aplicación de las políticas comerciales;
- cumplimiento de las obligaciones dimanantes de la OMC;
- ejercicio de los derechos en el marco de la OMC;
- negociaciones comerciales relacionadas con la OMC.
La asistencia técnica está dirigida principalmente a los funcionarios públicos de los países en desarrollo, los países menos adelantados, las economías en transición y los países en proceso de adhesión a la OMC. También pueden beneficiarse de las actividades representantes de la sociedad civil, de la prensa, del mundo académico y del sector privado.
Las actividades de asistencia técnica ofrecen diferentes niveles de formación. Unos dos tercios de esas actividades tienen lugar a nivel nacional y un tercio a nivel regional. La inmensa mayoría de las actividades se refieren a Acuerdos específicos de la OMC, por ejemplo, el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios, el Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias y el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio, y tratan de diversas cuestiones comerciales, como el acceso a los mercados, la valoración en aduana, las normas de origen, la propiedad intelectual, el desarrollo, y la facilitación del comercio.
Equilibrio geográfico
La OMC destaca que uno de los objetivos fundamentales es mantener un equilibrio geográfico en la organización de actividades, pero se presta especial atención a África, que cada año se beneficia de más de un tercio de ellas. Cerca del 15% de la asistencia técnica de la OMC se destina a Asia y el Pacífico, mientras que otras actividades se dividen entre América Latina, Europa Central y Oriental y Asia Central, los países árabes y del Oriente Medio, y el Caribe.
Se da prioridad a los países menos adelantados (PMA), que se benefician de más del 45% de toda la asistencia técnica suministrada, lo que incluye las actividades nacionales realizadas en esos países, y los seminarios, talleres y actividades de formación regionales en los que se les invita a participar.
Algunos productos van dirigidos específicamente o en gran medida a esos países, por ejemplo los cursos de introducción para PMA de tres semanas de duración, las “Semanas en Ginebra” para los Miembros de la OMC que no tienen una misión permanente en Ginebra, el Programa de Centros de Referencia, y el Programa de Pasantías de los Países Bajos. También se da prioridad a los PMA en el proceso de selección para los cursos de formación organizados en Ginebra.
La aplicación del Plan Bienal de Asistencia Técnica cuesta unos 18 millones de francos suizos: unos 4,5 millones se financian con cargo al presupuesto ordinario de la OMC y 14 millones con fondos extrapresupuestarios. Debido a la persistencia de los efectos de la reciente crisis financiera mundial, en los últimos años ha disminuido la cuantía de las contribuciones de los Miembros de la OMC. Uno de los principales retos para la Organización es aumentar la estabilidad de la financiación de las actividades de asistencia técnica, y asegurarse de que las contribuciones se reciban a tiempo.
Una línea de continuidad… en la ausencia de una critica
Desde una cierta perspectiva, el neoliberalismo ha pasado a ser una de las categorías explicativas más importantes para comprender lo que sucede en el mundo. Partiendo de la premisa que debemos entender al neoliberalismo no simplemente como una doctrina económica, sino más bien como una fase del desarrollo del capitalismo que impone una forma de comprender el mundo y organizar la sociedad basada en el mercado.
Noam Chomsky (2001) señala que “el rasgo fundamental del mundo globalizado es la imposición de un modelo de pensamiento, de una forma de concebir el mundo, la sociedad, la producción y distribución de bienes, y las relaciones entre las naciones, que se conoce como neoliberalismo y se constituye en el paradigma económico de nuestro tiempo”.
Se trata de una forma de gobierno global, sin estado global, en el cual un grupo de instituciones estrechamente vinculadas a los grandes intereses financieros de las corporaciones, dominan el mundo para satisfacer sus expectativas y mantener el control de la vida social por los intereses privados, con un sólo objetivo: maximizar sus ganancias y beneficios. En realidad, lo que conocemos como neoliberalismo está sustentado en tres grandes principios: El fundamentalismo del mercado, que exalta la libre movilización del capital, la libertad de comercio y el libre flujo de los factores de la producción, excepto la fuerza de trabajo, que continúa sometida a múltiples y variadas restricciones.
El desmantelamiento de los estados nacionales, la desaparición de las fronteras para la actividad económica, y la pérdida de poder y soberanía de las naciones periféricas, en lo que algunos llaman la monarquía del capital. Se plantea que la soberanía de los estados ha sido desbaratada por la globalización, y que la soberanía radica actualmente en el mercado. La homogenización de las culturas y costumbres, imitación de patrones de consumo, fortalecimiento de la ideología consumista, que genera un “consumismo desaforado” y una alienación que crea una dependencia absoluta.
Los cambios recientes observados en el proceso de acumulación del capital, en gran parte provocados por la modalidad neoliberal del capitalismo actual de ninguna manera han modificado la esencia del sistema capitalista, que continúa siendo el marco donde se asientan los soportes materiales necesarios para la producción y reproducción del capital y de la fuerza de trabajo fuera del proceso productivo.
De esta manera, con el desplazamiento del Estado fuera de las actividades que tradicionalmente se consideraban dentro de su ámbito de acción, se ha impuesto la razón económica a la política; en otras palabras: el mercado ha desplazado a la racionalidad social.
El predomino de la razón económica sobre la social en el neoliberalismo, que limita la acción social estatal hasta casi su desaparición, se sustenta en el dogma que considera al mercado como el mecanismo más eficiente para la asignación de los recursos productivos, lo cual hace innecesaria —inclusive perversa— la racionalidad social en los procesos macroeconómicos. Esto, naturalmente, tiende a reducir la acción gubernamental a las funciones gerenciales de gestión del capital y a las tareas policíacas que ofrezcan seguridad jurídica a los inversionistas y mantengan el conflicto social en los límites aceptables para el poder económico.
La apuesta por un capitalismo eterno o la falsa ingenuidad
Estas reflexiones surgidas de esta nueva realidad es el resultado del impacto que la globalización neoliberal —proceso contradictorio, múltiple y complejo— ha provocado en el ámbito de los organismos internacionales, en las orillas del Lago Leman, una ingenuidad que se perpetua en la ausencia del pensamiento crítico.
Tras finalizar el curso, Natasha Mpeza Bwalya, Oficial de la Oficina de Comercio de Servicios del Ministerio de Comercio e Industria de Zambia, dijo: «El curso nos presentó la evolución reciente de los servicios y los nuevos datos que podrían ayudarnos a compartir nuestros compromisos y negociaciones como país. La capacidad de utilizar las herramientas analíticas también era nueva. Confío en que ahora puedo redactar con las herramientas y la base de datos y encontrar información sobre los países a los que nos dirigimos».
Otra participante del curso, Tricia Gideon, del Ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio Exterior de Belice, dijo: «Este curso cubrió todo un conjunto de herramientas muy útiles para cuantificar información cualitativa. Con esa información, puedo entender mejor los regímenes aplicados en los diferentes países. Comprender los regímenes aplicados frente a los preferenciales nos permite participar de manera más inteligente».
Alejandro Tomás Guzmán Ieromazzo, del Banco Central de la República Dominicana, señaló que «Este curso me ha proporcionado una visión sólida de cómo analizar los datos de la OMC y el Banco Mundial sobre el comercio de servicios y utilizarlos para hacer proyecciones sobre futuras negociaciones. Ha sido una revelación en lo que respecta a las negociaciones sobre los servicios y cómo las estadísticas van de la mano con un sector tan complejo como el de los servicios».
Esta posición teórica y práctica, de los participantes actúa como una pérdida de enjuiciamiento crítico de la realidad y un mayor grado de acatamiento a los mensajes provenientes del saber institucionalizado. Producir este comportamiento conformista, frente a la globalización requiere además un mensaje subliminal cuya misión es crear un carácter complaciente ante el poder político de estabilidad y gobernabilidad.
¿El futuro ya está diseñado y sólo se nos pide ayudar a su advenimiento? Estas preguntas se enuncian desde el convencimiento de estar permanente en el nacimiento del pensamiento sistémico, desde luego no único, en el que todos podemos pensar de manera distinta, pero que nos obliga actuar clónicamente. Tal vez algunos sean menos ingenuos de lo que creemos… y actúan por convencimiento.
*Periodista uruguayo residente en Ginebra exmiembro de la Asociación de Corresponsales de Prensa de Naciones Unidas en Ginebra. Analista Asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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