Xóchitl Gálvez paseó su irresponsabilidad política por EEUU
Gerardo Villagrán del Corral
La candidata presidencial opositora en México, Xóchitl Gálvez instó a su auditorio del Wilson Center de Washington a promover la injerencia e interferencia extranjera en las elecciones presidenciales de junio próximo cuando se enfrentará a la oficialista Claudia Sheinbaum, e insinuó que, de vencer ella, volvería a someter a empresas foráneas la energía, la salud, la educación, la infraestructura y la seguridad del país.
En el foro organizado en el Instituto México del Wilson Center en Washington, la candidata presidencial de PAN, PRI y PRD, Gálvez, hizo una serie de declaraciones lesivas para la soberanía nacional y violatorias de la política exterior mexicana consagrada en la Constitución, señala un editorial del diario La Jornada.
Un triunfo de Sheinbaum supondría un «regreso al autoritarismo en México» y un «intento de terminar con la joven democracia mexicana», aseveró. “No piensen ni por un instante que los intereses de Estados Unidos en migración, seguridad, comercio o en cualquier otro tema avanzarán con el regreso del autoritarismo a México”, dijo.
La candidata presidencial de la coalición opositora afirmó que la democracia está en peligro en su país y pidió a Estados Unidos que observe de cerca las elecciones del próximo 2 de junio. «Les pido que estén atentos y nos acompañen en este difícil periodo. Sigan de cerca lo que pasa en México. No dejen a la democracia mexicana fuera de la agenda bilateral», expresó en el Centro Wilson de Washington.
“Estoy convencida que México es un país de 170 millones de personas dividido por un río y aquí está el estado 33”, dijo para congraciarse con sus compatriotas residentes en Estados Unidos.desde el Wilson Center, en Washington, señaló que la mayor amenaza de la soberanía de México es la del crimen organizado. En el mejor de los casos, @lopezobrador es débil e incompetente ante el crimen; en el peor, lo aprovecha para consolidar su poder” señaló en redes sociales.
Advirtió incluso que detrás de los aguacates de Michoacán que muchos comerán durante el próximo Super Bowl, previsto para este domingo 11 de febrero, se esconden las «extorsiones» del crimen organizado.
Acusó a López Obrador de coquetear con Rusia y China, y de utilizar la inmigración y el fentanilo como una herramienta de «chantaje» contra el gobierno estadounidense.
Durante estos encuentros, donde también participaron inversionistas y el Consejo de Relaciones Exteriores de Nueva York, Gálvez expresó su preocupación por el futuro del sector energético en México y la “fallida estrategia de seguridad” implementada por el Gobierno Federal, que, consideró, «ha perjudicado a cientos de familias mexicanas».
Abordada por la prensa para conocer su postura tras lo dicho por Donald Trump, nuevamente aspirante a la presidencia de Estados Unidos, algo por lo que ella remarcó que los migrantes hacían un buen trabajo aunque previamente pronunció una frase que indignó a los internautas, tras asegurar que estaban en EEUU para lavar los baños.
“Bueno, Donald Trump dice eso porque es candidato”, fue la frase con la que inició su respuesta. Más tarde aseguró que “Yo nomás lo quiero ver lavando los baños de su casa o de algunas casas de personas que viven en Estados Unidos. Los migrantes hacen un trabajo impresionante en EEUU y no se puede nada más sacarlos”, dijo. Sus palabras hicieron recordar al expresidente Vicente Fox, su padrino político, quien aseguró que “los mexicanos hacen trabajos que ni los negros quieren hacer”.
Indignación
Las palabras de la candidata en suelo extranjero son motivo de inquietud e indignación. Sin dudas, los llamados a la injerencia en los asuntos internos de su país y las graves acusaciones contra las autoridades mexicanas constituyen una intriga cuando se pronuncian en un país extranjero que siempre ha tenido vocación intervencionista y en un foro que reúne a halcones del neocolonialismo y la política imperial del país vecino.
La ex senadora panista aseguró que está en el interés de millones de mexicanos que Estados Unidos sea un socio y aliado geopolítico de México, pero que dicha alianza se ve frustrada porque el gobierno populista de México coquetea con Rusia y China, a la vez que denunció una falta de voluntad de López Obrador para colaborar con Washington, y dijo que su única prioridad es mantener a EEUU lejos para seguir concentrando su poder; para eso, fingirá cooperación, pero no cooperará, añadió.
Gálvez afirmó que la continuidad de Morena, el partido de López Obrador, en el poder es garantía de que ni la migración ni el fentanilo, ni ningún otro problema bilateral encontrarán solución de largo plazo,
Las palabras de Gálvez, que trabajó en el gabinete del expresidente Vicente Fox y gobernó la alcaldía Miguel Hidalgo, brindan argumentos a los sectores más cavernarios de EEUU para que intensifiquen sus ataques contra el país, cuando poderosos políticos estadounidenses, tratando de ocultar su inoperancia en la resolución de sus propios problemas, proponen que sus fuerzas armadas bombardeen e invadan México.
Sin querer, la candidata opositora dejó en claro que el actual gobierno mexicano defiende los intereses nacionales y la soberanía del país, en su afán de favorecer nuevas embestidas de los poderes fácticos ávidos de medrar con los recursos naturales y humanos mexicanos.
Con su irresponsabilidad, Gálvez socava la posibilidad de convertirse en titular del Ejecutivo, pues hace gala de una completa ignorancia sobre el sentir mayoritario que emana de la historia nacional. Esta desconexión de una convicción popular tan arraigada como el nacionalismo defensivo probablemente multiplique las expresiones de repudio que ya padece, excepto entre el segmento oligárquico que se enriqueció en sexenios anteriores a expensas del país con la entrega de los hidrocarburos, la industria eléctrica, el agro y muchos otros sectores estratégicos.
Ella, por supuesto, es libre de conducir su campaña como crea más adecuado, pero no de atentar contra la nación azuzando intervenciones que siempre han terminado mal para México y peor para sus autores.
El rechazo a tales acciones no es un asunto de preferencias políticas, partidos ni programas electorales, sino de integridad nacional. La candidata y sus asesores deberían ser conscientes de que no hay manera más segura de desgarrar al país y de conducirlo al desastre que envalentonar a las élites que siempre han buscado alianzas en el extranjero para imponer agendas antipopulares.
Así lo demuestra la reciente experiencia del ciclo neoliberal, cuatro décadas en las que la soberanía y el bienestar de la clase trabajadora sufrieron un desmantelamiento sistemático. Ahora, unas cuantas palabras soltadas a la ligera por una política irresponsable pueden tener un costo altísimo para el Estado mexicano, por lo que no cabe sino deplorar el despropósito, llamar a las derechas a comportarse con un mínimo decoro en sus manifestaciones públicas y hacer votos por que las impresentables expresiones comentadas tengan el menor eco posible en la clase política del país vecino.
*Antropólogo y economista mexicano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
Los comentarios están cerrados, pero trackbacks Y pingbacks están abiertos.