Detienen en Brasil a Diego Marset, hermano de Sebastián, el narco prófugo

Juraima Almeida

La Policía Federal brasileña detuvo en la ciudad de Foz de Iguazú, en la Triple Frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay, a Diego Marset Alba, hermano del narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, quien portaba documentación brasileña, una paraguaya y otra uruguaya.

La Policía Federal brasileña compartió fotos del operativo, en los que se ve la mansión en la que estaba Marset Alba. Según comunicó, se logró dar con su paradero cuando se descubrió que iba a «asistir al nacimiento de su hijo, cuya madre sería de ciudadana boliviana». En otras fotos el organismo mostró que se incautaron cientos de reales, varios celulares, una computadora y un cargador de una pistola, con balas.

Los federales señalan al detenido como el «intermediario en constantes viajes desde Bolivia a Paraguay para garantizar las transacciones ilícitas de su hermano» y el gestor de «los pagos necesarios a las organizaciones criminales» para el suministro de drogas.

La triple frontera es una zona considerada “caliente” desde el punto de vista policial. El medio hermano del prófugo uruguayo Sebastián Marset era buscado en Paraguay en la causa A Ultranza Py, la mayor operación antidrogas realizada en ese país. La detención fue comunicada  por las autoridades brasileñas a la fiscalía paraguaya, que ya realiza trámites para su extradición.

«El detenido había sido identificado en el operativo A Ultranza Py como actor clave en el envío de estupefacientes desde Sudamérica a Europa. Los hermanos harían parte de un grupo criminal  con fuerte poder financiero, al punto de cooptar a agentes que trabajaban en la Interpol paraguaya, tres de ellos detenidos a finales de noviembre, según el Ministerio Público de ese país», agregaron.

El ministro del Interior de Paraguay, Enrique Riera, espera que Diego Marset pueda aportar «datos» sobre el paradero de su familia, que cree no están lejos de donde capturaron al joven de 22 años. Fuentes de la Fiscalía paraguaya confirmaron  que se están realizando los trámites para la extradición del familiar de Marset, para lo que tienen un plazo de 45 días.

En febrero de 2022, Diego Marset fue imputado y obtuvo una orden de captura en el marco de la operación contra la presunta organización criminal que lideraban su hermano y Miguel Ángel Insfrán Galeano, alias Tío Rico (ya detenido). También la pareja del presunto capo narco, Gianina García Troche, estaba alistada en la orden emitida por la justicia paraguaya.

En el marco de la operación denominada León 23, desplegada desde julio pasado en Santa Cruz, donde Sebastián Marset se encontraba residiendo y desarrollando sus actividades de narcotraficante mierntras también jubaga al fútbol; la Policía boliviana buscaba también a su hermanastro Diego Nicolás Alba Marset, quien tenía tres identidades presumiblemente falsas, incluyendo una cédula paraguaya.

Sebastián Marset y sus allegados -entre los que estaría su hermanastro- lograron eludir el operativo policial desplegado en su busca. Cuando los agentes llegaron a la mansión señalada como paradero del grupo, no encontraron a nadie.

El Tribunal de Distrito Este de Virginia (Estados Unidos) pidió a la Justicia paraguaya la extradición del uruguayo Federico Santoro Vasallo, identificado por inteligencia paraguaya como asesor financiaero de Marset, acusado de utilizar el sistema financiero estadounidense para lavar dinero del narcotráfico.

Narcoguay

El narcotraficante uruguayo Sebastián Marset se transformó en un fantasma perturbador para el gobierno del derechista Luis Lacalle Pou, desde que estalló el escándalo por el pasaporte otorgado al prófugo y con pedido de captura de Interpol, que se completa con la saga de contradicciones y mentiras en que incurrieron varios funcionarios del presidente.

El escándalo del narco derivó los despidos del ministro y viceministro del Interior, Luis Alberto Heber y Guillermo Maciel, respectivamente, y del canciller Francisco Bustillo. También provocó la salida del publicista Roberto Lafluf, principal asesor de Lacalle, vinculado a las autoridades de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).

Lafluf es uno de los denunciados por la exvicecanciller Carolina Ache, una abogada del Partido Colorado (integrante de la coalición de gobierno) que ya había renunciado en diciembre del año pasado. La ex funcionaria incriminó a varios funcionarios y acusó a Lafluf de pedirle que borrara pruebas clave de la investigación: unos chats de Whatsapp donde el viceministro del Interior, Guillermo Maciel, le decía que Marset era “un narco muy peligroso y pesado”.

Bustillo, cuando fue interpelado en el Congreso el 22 de agosto de 2022 siendo canciller, llegó a decir que desconocía quién era. Incluso agregó: “es uno de los tantos futbolistas que hay por el mundo”. Una verdad a medias. Marset había jugado en dos clubes con identidad falsa, uno de Paraguay y otro de Bolivia.

Pero antes de eso Sebastián Marset ya cargaba con un extenso prontuario que incluye la imputación de haber mandado a asesinar en mayo de 2022 al fiscal antinarcóticos paraguayo Marcelo Pecci (y su esposa, en su luna de miel en Cartagena de Indias), que lo estaba investigaba.

*Investigadora brasileña, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)