¿Desigualdad? La mitad de todos los latinoamericanos apenas accede el uno por ciento de la riqueza

Álvaro Verzi Rangel|

En América Latina, el 10 por ciento de la población accede al 77 por ciento de la riqueza, mientras la mitad más pobre apenas tiene uno por ciento del total. En contraste, en Europa, la región con menos desigualdad, el decil más alto tiene 58 por ciento de la riqueza y la mitad más pobre apenas el cuatro por ciento.

A escala global, la mitad más pobre de la población mundial posee apenas dos por ciento del total de la riqueza. En contraste, el 10 por ciento más rico acapara 76 por ciento. África y América Latina son las regiones donde se observa la mayor desigualdad. Si hay una lección, es que desigualdad es siempre una elección política.

En las casi tres décadas desde 1995, los miembros del 1% global capturaron el 38% de toda la nueva riqueza, mientras que la mitad más pobres de la humanidad se benefició de apenas el dos por ciento.

El abismo es cada vez mayor entre los muy ricos y los demás. ”La parcela de la renta actualmente capturada por la mitad más pobres de la población mundial es cerca de la mitad de lo que era en 1820, antes de la gran divergencia entre los países occidentales y sus colonias, señala el Relatorio de la Desigualdad.

“Aún resta unlargho camino a recorrer para deshacer las desigualdades económicas globales heredadas de la muy desigual organización de la producción mundial entre mediados del siglo XX y mediados del actual, señala el Relatorio, que enfatiza que las desigualdades contemporáneas de riqueza y renta no son inevitables, pero son la consecuencia de decsxiones deliberadas de los formuladores de políticas en países individuales y en el escenario global.

Mientras, el Reporte mundial sobre la desigualdad 2022 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, indica que en el mundo, en promedio una persona adulta gana 16 mil 700 euros por año. No obstante, el 10 por ciento con ingresos superiores gana 87 mil 200 euros por año, mientras un trabajador de la mitad más pobre gana sólo 2 mil 800 euros anuales.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la pandemia provocará la pérdida mundial de 75 millones de empleos este año y colocará en 205 millones el número de desocupados en 2022. El mercado de trabajo no se recuperaría por lo menos hasta 2023. América Latina y Europa y Asia Central son las regiones más afectadas.

En 2021 el costo de la emergencia sanitaria alcanzó a 75 millones de empleos perdidos, aunque si se tomara en cuenta la reducción de horas de trabajo, esa cifra equivaldría a cien millones de empleos de tiempo completo. La OIT destacó que estas pérdidas se suman a los niveles de desocupación, la subutilización de la mano de obra y las condiciones de trabajo deficientes que ya existían antes de la crisis.

Riqueza cada vez en menos manos

La riqueza acumulada por los multimillonarios se ha disparado este año por los efectos financieros de la crisis del Covid-19, lo que ha provocado un aumento de las desigualdades. La proporción de la riqueza de los multimillonarios sobre el resto de la población ha aumentado en una cantidad récord durante la pandemia, de acuerdo con el informe sobre la desigualdad mundial elaborado por una red de científicos sociales.

Los multimillonarios poseen colectivamente el 3,5% de la riqueza mundial de los hogares, frente a un poco más del 2% que tenían al comienzo de la pandemia, es decir, a principios de 2020.

«La crisis del Covid-19 ha exacerbado las desigualdades entre los ricos y el resto de la población», dijo el autor principal del estudio Lucas Chancel, quien recordó que las economías ricas utilizaron un apoyo fiscal masivo para mitigar los fuertes aumentos de la pobreza observados en otros lugares.

El 10% de la población concentra el 76% de la riqueza

De acuerdo con el análisis, el 10% de la población más rica tiene tres cuartas partes de la riqueza mundial, mientras que la clase media posee poco más del 23% y los más pobres difícilmente rozan el dos por ciento.

El grupo de quienes tienen más de 1.000 millones de dólares en bienes y activos, que en 1995 eran propietarios de alrededor del 1% de la riqueza mundial, había subido a poco más del 2% en 2020 y escaló este año hasta el 3,5%. El resultado es que esa mitad de la población tiene un patrimonio medio de 2.900 euros por adulto, lo que en conjunto representa un 2% del total mundial, pero el 10 por ciento superior concentra el 76%.

La lista anual de multimillonarios del mundo de Forbes este año incluyó un récord de 2.755 multimillonarios con un valor combinado de 13,1 billones de dólares en patrimonio neto, con un incremento del 60% frente a los ocho billones de dólares del año pasado.

Un grupo más amplio de 520.000 adultos, que forman el 0,01% más rico en conjunto, vio su participación en la riqueza global alcanzar el 11% este año, frente al 10% del año anterior. Pertenecer a la categoría superior del 0,01% significa tener un patrimonio familiar de al menos 19 millones de dólares.

Por otro lado, el informe destaca que durante los pasados 40 años los países se han vuelto significativamente más ricos, pero sus gobiernos se han vuelto más pobres. En este sentido explica que la participación de la riqueza en manos de los actores públicos es cercana a cero o negativa en los países ricos, lo que significa que la totalidad de la riqueza está en manos privadas.

Esta tendencia, se señala en el documento, se ha visto magnificada por la crisis de la pandemia, durante la cual los gobiernos tomaron prestado el equivalente a 10-20 por ciento del PIB, esencialmente del sector privado. Dicha escasa riqueza de los gobiernos tiene importantes implicaciones para las capacidades de abordar la desigualdad en el futuro, así como los desafíos claves del siglo XXI como el cambio climático.

Banco Mundial y el crecimiento sostenible

Según el nuevo informe del Banco Mundial señala que la riqueza mundial ha aumentado en general, pero a expensas de la prosperidad futura y agravando las desigualdades.Los países que agotan sus recursos para obtener ganancias a corto plazo colocan a sus economías en una trayectoria de desarrollo insostenible, destaca el informe La riqueza cambiante de las naciones 2021.

Si bien suelen utilizarse indicadores como el producto interno bruto (PIB) para medir el crecimiento económico, en el informe se sostiene la importancia de analizar el capital producido, el capital humano y el capital natural para comprender si el crecimiento es sostenible.

En el informe se hace un seguimiento de la riqueza de 146 países entre 1995 y 2018 midiendo el valor económico del capital natural renovable (como los bosques, las tierras cultivables y los recursos marinos), el capital humano no renovable (como los minerales y los combustibles fósiles), el capital humano (los ingresos a lo largo de la vida de una persona), el capital producido (como los edificios y la infraestructura) y los activos extranjeros netos.

Ese documento también incluye por primera vez el capital natural azul, representado por los manglares y los recursos pesqueros marinos. “Para lograr un futuro verde, resiliente e inclusivo es esencial comprender mejor y con más amplitud la sostenibilidad de la riqueza”, manifestó la directora gerente de Políticas de Desarrollo y Alianzas del Banco Mundial, Mari Pangestu.

“Es fundamental que se asignen al capital natural renovable y al capital humano la misma importancia que a las fuentes más tradicionales de crecimiento económico, de modo que los encargados de formular políticas tomen medidas para poder conseguir la prosperidad a largo plazo”, indicó.

*Sociólogo venezolano, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y analista senior del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)