¿Con Guaidó quebrado por los suyos, se viene la intervención directa?

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Marcos Salgado |

El asesor “todo terreno” JJ Rendón habló con CNN y el Washington Post y dejó fuera de base a los que preferían creer que el “macutazo”, la irrupción de al menos dos grupos de mercenarios en costas venezolanas el último fin de semana, era un falso positivo del gobierno de Nicolás Maduro, o una operación de una Armada Brancaleone infiltrada hasta los tuétanos por Caracas.

La “confesión” de Rendón parece clausurar el plan Guaidó y habilita el peligro de una nueva fase del asedio: la in

JJ Rendón y Guaido: Fracaso.

tervención directa de los Estados Unidos en Venezuela, tal vez con la excusa de “rescatar” a los dos mercenarios gringos apresados.

La oposición venezolana ligada a Juan Guaidó y el mismo autoproclamado participaron activamente y prometieron dinero y millonarias regalías petroleras futuras a cambio de una operación militar de “extracción” del presidente Nicolás Maduro, por quien la administración Trump puso una recompensa por su captura.

Así se desprende de los dichos de uno de los hacedores de la negociación, Juan José Rendón, caraqueño de nacimiento, monje negro de varias operaciones encubiertas y no tanto de gobiernos de derecha de la región y “estratega general” del (sic) Comité de Estrategia para la Crisis Venezolana creado por el autoproclamado Guaidó.

Rendón explica a CNN y al Washington Post que en su calidad de estratega general de Guaidó, acordó con la reclutadora de mercenarios Silvercorp del ex marine Jordan Goudreau una operación para capturar al presidente Nicolás Maduro y colocar en Miraflores a Juan Guaidó, para lo cual se reclutaría a 800 mercenarios, a cambio de 212 millones de dólares y el 14% de los fondos de una supuesta bóveda de dólares en efectivo que -dicen ellos- hay en Caracas en manos de personeros del gobierno.

Siempre según Rendón, Goudreau no cumplió con los tiempos de la operación, y el “gobierno interino” de Guaidó perdió interés en Silvercorp (pero no en el plan de “extracción”). Así, el relato del asesor todo terreno, que en una lectura ingenua parece excluir a Guaidó (dice que finalmente el autoproclamado no firmó), termina en realidad hundiendo al diputado en un pantano sin retorno.

El hecho de haber gestionado una intervención armada extranjera (de contratistas o de militares orgánicos, no cambia las cosas) pone a Guaidó en el final del camino sin retorno, después de haber fracasado con la operación de “ayuda humanitaria” el 23 de Febrero de 2019, con el intento de golpe de Estado el 30 de abril del mismo año, y con decenas de llamados a la calle dentro de Venezuela, el autoproclamado está más solo que nunca, sin señales públicas desde Washington (ya desde hace semanas) y ahora además, sumando el fracaso del plan de extracción.

Y estos fracasos se suman a otros varios, no endosables directamente a Guaidó, como el intento de magnicidio con drones explosivos de agosto de 2018 y las acciones de Óscar Pérez en 2017, a quien vastos sectores de la oposición señalaron primero como un infiltrado del gobierno para luego endiosarlo como un “luchador por la libertad”.

¿Qué viene?

Si la operación de Goudreau contaba con el aval de Guaidó, Rendón y compañía, o el gringo se cortó solo en una aventura suicida no cambia la realidad. En los hechos, hay un nuevo escenario, con nuevos elementos que de aquí en mas pueden ser centrales, en particular la captura de dos ex marines, mercenarios de Silvercorp.

El presidente Maduro mostró en dos apariciones públicas los pasaportes de los dos estadounidenses, incluso luego que el secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, lanzara una amenaza no demasiado velada, al afirmar que su país hará todo lo posible para repatriarlos. «Si el régimen de Maduro decide retenerlos, utilizaremos todas las herramientas que tengamos disponibles para tratar de traerlos de regreso», dijo Pompeo a periodistas.

Diosdado Cabello dice que Guaidó se la pasa en una embajada europea.

Tres veces la preguntaron a Maduro sobre estas advertencias de Pompeo en una teleconferencia de prensa, el miércoles último. El presidente venezolano dijo que serán puestos a disposición de la justicia civil. Se espera para el viernes que el fiscal general venezolano defina la situación procesal de los estadounidenses y de los otros detenidos, casi una veintena en total.

Así, con Guaidó en el pantano irremediable del fracaso (el jefe del Partido Socialista Unido de Venezuela y vocero clave de las operaciones militares, policiales y civiles que llevaron al fracaso de la incursión, Diosdado Cabello, dijo que el autoproclamado se pasa el día en una embajada europea en Caracas), parece que ya no solo el mando sino la operación directa contra Venezuela quedará en manos de la administración Trump, como viene ocurriendo -ahí sí con éxito- en el plano externo, con el creciente ahogo financiero y económico de Venezuela, bloqueo mediante.

¿Curiosamente? la Casa Blanca anunció (con fecha 6 de mayo) la designación de James Broward Story como embajador extraordinario y plenipotenciario de EEUU ante la República Bolivariana de Venezuela. Story fungía como Encargado de Negocios de la (cerrada) embajada en Caracas, y atendía desde la sede diplomática de EEUU en Bogotá, donde mantiene estrechos contactos y vínculos con los dirigentes opositores venezolanos.

¿Será la prisión de estos dos mercenarios la excusa de la administración Trump para desencadenar una acción directa contra Venezuela? Con más de 70.000 muertos por Coronavirus en Estados Unidos, y aparentemente todavía lejos del pico de difusión del virus, la posibilidad de una cortina de humo externa parece más probable que nunca.

*Periodista argentino del equipo fundacional de Telesur. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)

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