Camilo Rengifo Marín-CLAE|

Pese a los esfuerzos desaforados desde los medios hegemónicos, el establecimiento y el gobierno para desacreditarlo, el candidato centroizquierdista Gustavo Petro se ha convertido sin duda en el gran fenómeno de esta campaña presidencial colombiana, cuya primera vuelta se realizará el próximo domingo 27 de mayo.

En sus cierres de campaña, los cinco candidatos presidenciales Iván Duque, Gustavo Petro, Germán Vargas Lleras, Sergio Fajardo y Humberto de la Calle realizaron en domingo y a una semana de la primera vuelta de las elecciones, sus últimos actos en plaza pública.

Pero la gran paradoja colombiana es que el país se pacificó, y enseguida el régimen político se fracturó: la guerra unió y la paz separó. El proceso de paz con las Farc quitó el principal elemento de aglutinación del establecimiento (la lucha contra el enemigo común) y dividió a las élites entre quienes consideraban mejor un mal arreglo que un buen pleito (santismo) y los que preferían continuar la guerra con tal de no hacer concesiones (uribismo).

Superar la violencia y acceder a escenarios en los que se tramita de manera pacífica los conflictos de distinto orden implica un gran salto para la sociedad colombiana, señala Horacio Duque. Sin la presencia del enemigo aglutinador no solo se fracturó el consenso al interior del establecimiento sino que emergieron nuevas demandas y agendas represadas: Duque representa el establecimiento roto y Petro, las nuevas demandas.

Para Juan Fernando Londoño, la política de Colombia ha cambiado en esta campaña y es un cambio que llega para quedarse y quienes logren exitosamente ubicarse en esa política moderna e ideológica serán quienes protagonicen la lucha por el poder en el futuro, los demás podrán sobrevivir pero serán simples zombis políticos. “En adelante tendremos una derecha más sólida y radical y una izquierda más fuerte y con perspectivas de poder real”, añadió.

La gran campaña de Petro

La noche del jueves 16 de mayo, Petro, candidato de la Colombia Humana, retó al establecimiento y llevó a la Plaza de Bolívar de Bogotá a una marea de seguidores que hizo congestionar el corazón de la capital. Y tres días después, cerró su campaña en Barranquilla donde nuevamente denunció irregularidades en la Registraduría y pidió el apoyo de 100.000 voluntarios para que sirvan de testigos electorales el 27 de mayo, ante miles de asistentes que coparon el estadio de fútbol y sus calles aledañas en el centro sur de la ciudad costeña.

En casi dos horas de intervención, Petro hizo un amplio recorrido por temas como el paramilitarismo, los falsos positivos, Hidroituango, Odebrecht, Venezuela y, por supuesto, sus denuncias sobre el fraude electoral que, según él, se está fraguando para la próxima jornada electoral.

El software de la Registraduría está alterado y el Gobierno no permitió la realización de una misión técnica de la Unión Europea para revisarlo, insistió Petro. “Está listo un fraude para el día domingo 27 de mayo. Y, ante ese hecho, qué hacemos. Hemos convocado un pueblo con la ilusión de que su voto va a ser respetado», manifestó.

«Desde el 27 de mayo debemos inundar de votos todas las mesas de todos los puestos de votación en Colombia. El fraude será mucho más difícil si hacemos eso. Y necesitamos 100 mil testigos electorales. A todo ciudadano que quiera acompañarnos, lo estamos convocando a que nos ayude», dijo.

La respuesta del presidente Juan Manuel Santos fue diversionista: “La extrema izquierda como la extrema derecha inventan fraudes donde no existen”, dijo, y, de paso, dejó en evidencia su rechazo por los dos candidatos que puntean las encuestas: Duque, del derechista Centro Democrático, y Petro de centroizquierda.

En el mercadeo político afirman que las campañas se ganan en la recta final, cuando la gente está más sensibilizada con las elecciones, para cuando se deben reservar las mejores ideas, los grandes discursos y las más creativas piezas de publicidad. Esta última semana será de abstinencia proselitista.

Iván Duque estuvo en 23 departamentos y su discurso se centró en Venezuela, el rechazo al Acuerdo de Paz con las Farc y la confianza inversionista. Gustavo Petro visitó 19 departamentos y en las plazas hizo énfasis en la necesidad de impulsar un proyecto de equidad social, de educación y de defensa del medio ambiente.

Sergio Fajardo pasó por 17 departamentos, donde habló de la educación y la lucha contra la corrupción, se dirigió a un electorado joven en universidades, mientras Germán Vargas Lleras, recorrió 20 departamentos tratando de resaltar su experiencia como ejecutor, como ministro de Vivienda y vicepresidente, y como un hombre lejos de los extremos de la izquierda y la derecha.

Y finalmente, Humberto de la Calle visitó 13 departamentos, pero en lugar de llenar plazas y repetir discursos, optó por sentarse, cara a cara, a tomarse un café o un refresco con sus seguidores, generar conversaciones, escuchar inquietudes e insistir en la importancia de la educación, el desarrollo rural y la paz.

Petro, ex alcalde de Bogotá, realizó el último mes una intensa campaña en regiones apartadas, muchas de ellas azotadas por el conflicto armado, pero en especial, en aquellas zonas donde la pobreza y el rebusque son el día a día de sus habitantes. Priorizó las concentraciones con un discurso para los confines de la llamada Colombia profunda y redobló sus esfuerzos en las capitales, donde ha conseguido una fuerte base electoral entre jóvenes y estudiantes de clases populares.

Menos concurridos, pero buscando los votos de quienes por años estuvieron gobernados por las Farc, y se metió a plazas tradicionalmente uribistas, como Medellín, Pereira, Neiva y Valledupar… y allí también llenó escenarios.

El diario El Espectador reconoce que su discurso se ha sintonizado con un electorado joven y popular, sensible a temas como el cambio climático, el ambientalismo, las energías limpias, la protección del agua, la educación gratuita, la equidad social, y el desarrollo rural desde lo agrario y no desde el extractivismo.

La segunda vuelta será peleada

Aunque Iván Duque, ultraconservador y pupilo del expresidente Álvaro Uribe, sigue punteando en la intención de voto tanto en primera como en segunda vuelta, el escenario para las votaciones definitivas del 17 de junio se pondrá mucho más reñido, ya que Petro no ha parado de crecer, aun cuando muchos daban por hecho que su techo llegaría pronto.

En marzo el candidato del uribismo registraba una preferencia en los votantes para la segunda vuelta de un 60.2 por ciento, mientras que Petro se ubicaba en un 36.6 por ciento. La diferencia para ese momento era de 25.6 por ciento. Pero en abril esa distancia de segunda vuelta se redujo a 13 puntos, y en la nueva medición de mayo, Petro, con 43.4 por ciento de intención de voto, se ubica a solo 10.1 puntos de Duque, que marcó un 53.5 por ciento.

La revista Semana se pregunta si seguirá esa tendencia hasta que se dé un escenario de empate con pronósticos reservados, teniendo en cuenta que Petro aún tiene por arañar el voto indeciso que se ubica en un 3.1 por ciento. Pero, además, será interesante ver para dónde se van los votos de Humberto de la Calle y de Sergio Fajardo, en caso de que ninguno de ellos supere la primera vuelta.

*Economista y docente universitario colombiano, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

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EN PORTUGUÉS

O fenômeno Petro e um establishment quebrado

Por Camilo Rengifo Marín

Apesar dos esforços desaforados dos meios hegemônicos, do establishment e do governo para desacreditá-lo, o candidato centro-esquerdista Gustavo Petro se tornou, sem dúvida, o grande fenômeno desta campanha presidencial colombiana, cujo primeiro turno se realizará no próximo domingo, 27 de maio.

Em seus atos finais de campanha, os cinco principais candidatos presidenciais (Iván Duque, Gustavo Petro, Germán Vargas Lleras, Sergio Fajardo e Humberto de la Calle) realizaram no último domingo (20/5), há uma semana da votação, eventos tentando mostrar força nas ruas.

Mas o grande paradoxo colombiano é que o país se pacificou, e em seguida o regime político se fraturou: a guerra uniu e a paz separou. O processo de paz com as FARC tirou o principal elemento de aglutinação do establishment (a luta contra o inimigo comum) e dividiu as elites entre aqueles que consideram melhor uma solução ruim que uma guerra (linha do presidente Juan Manuel Santos) e os que preferem continuar a guerra e não fazer concessões (linha do ex-presidente Álvaro Uribe).

Superar a violência e chegar aos cenários nos quais se tramita de maneira pacífica os conflitos de diferentes ordens significa um grande salto para a sociedade colombiana. Sem a presença do inimigo aglutinador não solo fraturou o consenso dentro do establishment como também emergiram novas demandas e agendas antes reprimidas: Duque representa esse establishment rompido e Petro, as novas demandas.

Para o analista político Juan Fernando Londoño, “a política colombiana tem mostrado mudanças nesta campanha, que chegam para ficar, e quem souber lidar melhor com essa política moderna e ideológica será o protagonista da luta pelo poder no futuro. Os demais poderão sobreviver, mas terminarão sendo zumbis políticos”. E completa: “daqui por diante, teremos uma direita mais sólida e radical, contra uma esquerda mais forte e com perspectivas de poder real”.

A grande campanha de Petro

Na noite de quinta, 16 de maio, Gustavo Petro, candidato da aliança Colômbia Humana, desafiou o establishment e levou à Praça Bolívar de Bogotá uma maré de seguidores, que chegou a congestionar o centro da capital. Três dias depois, em Barranquilla, diante de um estádio de futebol cheio, com dezenas de milhares de pessoas presentes, ele novamente denunciou irregularidades nos registros, disse temer uma fraude e pediu o apoio de mais de 100 mil voluntários para que sirvam de testemunhas eleitorais no próximo domingo (27/5).

Em quase duas horas de intervenção, Petro fez um amplo discurso, abordando vários temas, como o paramilitarismo, Odebrecht, Venezuela e, claro, as próprias denúncias de fraude eleitoral, que ele acha que está sendo preparado para a próxima jornada eleitoral.

Há indícios de alteração no software que será usado para o processo eleitoral, e o governo não permitiu o trabalho de uma missão da União Europeia para realizar a devida revisão técnica da União Europeia. Em seu ato, Petro insistiu: “Estão montando uma fraude para o domingo 27 de maio. E diante disso o que faremos? Temos que convocar o povo, com a ilusão de que seu voto vai ser respeitado”.

“A partir de 27 de maio, devemos inundar de votos todas as mesas de todos os locais de votação da Colômbia. A fraude será muito mais difícil se fazemos isso. E necessitamos 100 mil fiscais eleitorais. Todo cidadão que quiser nos acompanhar está convocado para ajudar”, disse o candidato.

A resposta do presidente Juan Manuel Santos foi diversionista: “a extrema esquerda, como a extrema direita inventa fraudes onde não existem”. O mandatário também deixou em evidência sua crítica aos dois candidatos que lideram as pesquisas: Duque, da extrema direita, e Petro de centro esquerda.

Especialistas em marketing político asseguram que as campanhas vitoriosas são as que se impõem na reta final, quando as pessoas estão mais sensibilizadas com as eleições, e que só aí é que os candidatos devem mostrar suas melhores ideias, grandes discursos e mais criativas peças de publicidades. Contudo, esta última semana será, por lei, de abstinência propagandística.

Iván Duque, líder das pesquisas, terminou sua campanha após passar por 23 departamentos, com um discurso se centrou na questão da Venezuela, em fortes críticas ao Acordo de Paz com as FARC e na confiança dos investidores. Sergio Fajardo passou por 17 departamentos, onde falou de educação e da luta contra a corrupção, se dirigiu a um eleitorado jovem em universidades, enquanto Germán Vargas Lleras passou por 20 departamentos, em eventos onde tentou ressaltar sua experiência como gestor, como ministro da Habitação, como vice-presidente e como um homem longe dos extremos da esquerda e da direita. Finalmente, Humberto de la Calle visitou 13 departamentos, mas em vez de lotar praças e repetir discursos, optou por se sentar cara a cara com eleitores, tomar um café ou um refresco, gerar conversas, escutar inquietudes e insistir na importância da educação, o desenvolvimento rural e a paz.

Petro, ex-prefeito de Bogotá, realizou neste último mês uma intensa campanha nas regiões rurais, muitas delas afetadas durante décadas pelo conflito armado, mas em especial naquelas regiões onde a pobreza e o sacrifício fazem parte do dia-a-dia dos seus habitantes. Priorizou as grandes concentrações, com um discurso para os confins da chamada “Colômbia profunda”, mas sem descuidar os últimos esforços nas capitais, onde já conseguiu uma forte base eleitoral entre jovens e estudantes de classes populares. Visitou 19 departamentos, e enfatizou a necessidade de impulsar um projeto de equidade social, de educação e defesa do meio ambiente, buscando os votos daqueles que por anos estiveram governados pelas FARC, e conseguiu encontrar apoio também em praças tradicionalmente uribistas, como Medellín, Pereira, Neiva e Valledupar, onde também fez comícios com grande participação.

O diário El Espectador reconhece que seu discurso sintoniza com um eleitorado jovem e popular, sensível a temas como o caos climático, o ambientalismo, as energias limpas, a proteção da água, a educação gratuita, a equidade social e o desenvolvimento rural tanto no tema agrário quanto no do extrativismo.

O segundo turno será brigado

Embora Iván Duque, ultraconservador e pupilo do ex-presidente Álvaro Uribe, continue liderando as pesquisas de primeiro turno e as projeções para os possíveis cenários de segundo turno, o mais provável é que a votação definitiva do dia 17 de junho tenha uma disputa muito mais acirrada, já que Petro não tem parado de crescer, mesmo quando muitos davam como certo que logo chegaria ao seu teto e se estagnaria.

Em março, o candidato do uribismo registrava uma preferência de 60,2% para o segundo turno, enquanto Petro tinha 36,6%. A diferença naquele momento era de 25,6%. Contudo, em abril essa distância já havia se reduzido para 13 pontos, e na nova medição de maio, Petro aparece com 43,4% de intenção de voto num possível segundo turno, somente 10,1% atrás de Duque, que marcou 53,5%.

A revista Semana se pergunta se essa tendência continuará até que se dê um cenário de empate, dificultando as previsões, mas entendendo que Petro parece ter mostrado mais facilidade em captar os votos indecisos – que no momento está em 3,1%. Além disso, será interessante ver para onde irão os votos de Humberto de la Calle e de Sergio Fajardo no caso de que nenhum deles supere o primeiro turno.

Camilo Rengifo Marín é economista e acadêmico colombiano, investigador do Centro Latino-Americano de Análise Estratégica (CLAE)

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