Boris Johnson arrasa en las elecciones del Reino Unido: los británicos quieren salir de la UE
Isabella Arria
Una victoria tan clara de los conservadores y de un populista euroescéptico como Boris Johnson permite a la Union Europea avanzar en el proceso de salida británico de la Unión Europea, de casi cuatro años y que se estaba estancando y entorpecía la actividad de la UE y abría grietas entre sus miembros.
El Partido Conservador obtuvo 364 escaños, muy por encima de los 326 que marcan la mayoría absoluta y 46 más respecto a las últimas elecciones. Los laboristas perdieron 60 escaños para quedarse con 202.El partido independentista y anti-Brexit de Escocia se lleva 48 de los 59 escaños y ya ha solicitado un segundo referéndum de independencia.
La maniobra del primer ministro, de convocar elecciones anticipadas para romper el bloqueo parlamentario en el Brexit le dio resultados y ahora tendrá las manos libres para ejecutar sus planes. «Estas elecciones significa que hacer efectivo el Brexit es innegable e irrefutable. Cumpliremos el Brexit para el 31 de enero sin peros y sin condiciones», afirmó Boris Johnson.
El Partido Conservador hizo campaña con la promesa de sacar a Gran Bretaña de la UE luego del referendo de 2016 que aprobó con 56 por ciento de votos el divorcio del bloque. Al llegar al poder en julio pasado, luego de que su antecesora Theresa May no logró la salida, Johnson renegoció con el bloque europeo el acuerdo de divorcio, pero no tuvo suficientes votos en la Cámara de los Comunes para aprobarlo.
El tratado del Brexit detalla aspectos claves, como los derechos de sus respectivos ciudadanos, la factura de unos 39 mil millones de libras de deuda que Reino Unido debe pagar a la UE y la forma de mantener abierta la frontera en la isla de Irlanda. Este texto va acompañado de una declaración política que esboza las grandes líneas de la futura relación económica y de seguridad entre Londres y Bruselas.
Para entrar en vigor, el texto debe también ser ratificado por el Parlamento Europeo, en nombre de los otros 27 países miembros.
En sus primeros meses en el poder, Johnson sufrió numerosos reveses: 21 diputados conservadores se rebelaron contra él, la justicia anuló por ilegal su suspensión de las labores parlamentarias, perdió moción tras moción y acabó obligado a pedir un tercer aplazamiento del Brexit, pese a haber dicho que prefería estar muerto en una zanja antes de hacerlo.
Para poder conseguir su objetivo ante la fuerte oposición, Johnson tuvo que disolver el Parlamento y convocar a elecciones anticipadas. Ahora que la mayoría de legisladores está a favor del texto, se espera que se apresure en obtener su adopción a tiempo para llevar a cabo el Brexit en la nueva fecha prevista, el 31 de enero.
Pero la larga historia continuará, porque una vez Reino Unido esté fuera de la UE, se abrirá la negociación sobre la relación futura entre las dos partes. De todas formas, la derrota de laboristas y liberaldemócratas ha dejado huérfanos a quienes quieren un segundo referéndum al menos para los próximos cinco años
Las contradicciones británicas
La nueva Comisión Europea tendrá que lidiar nuevamente con las contradicciones británicas. Los brexiters más radicales quieren abandonar la unión aduanera, lo que, a cambio de dificultarles el acceso al mercado que supone alrededor de la mitad de sus exportaciones e importaciones, permite al Reino Unido negociar tratados comerciales de forma independiente.
Uno de los primero en felicitar a Johnson fue el presidente estadounidense Donald Trump, que también se ha acordado de la UE en su tuit. «¡Felicidades a Boris Johnson por su gran victoria! Reino Unido y EU ahora serán libres para acordar un gran acuerdo comercial tras el Brexit. Este acuerdo tiene el potencial de ser mucho más grande y lucrativo que cualquier acuerdo que se pudiera hacer con la UE ¡Celébralo, Boris!»..
También pone en riesgo la paz en Irlanda si se levanta una frontera en la isla, o la permanencia de Irlanda del Norte en el Reino Unido si los controles aduaneros se levantan entre Irlanda del Norte (miembro de la UE) y el resto del país.
La negociación para una nueva relación comercial tiene una fecha final demasiado cercana: el 31 de diciembre de 2020. De no logarse un acuerdo para entonces, se enfrentará de nuevo al precipicio de un Brexit.
Todo ello deja a Bruselas en una situación incómoda. Por una parte, deben negociar de buena fe con el Gobierno de Johnson. Una vez se haya formalizado el Brexit y negociado la relación futura, también interesará a ambas partes que Londres y Bruselas puedan cooperar en materia económica, policial, diplomática, climática o de defensa.
Por otro lado, desde el Reino Unido llegarán voces que pedirán apoyo europeo a las causas de un segundo referéndum, la reunificación de la isla de Irlanda o un referéndum de independencia en Escocia como paso previo a que este territorio se reintegre en la UE como país independiente.
El fracaso laborista, Escocia, Irlanda
Los laboristas han obtenido uno de los peores resultados del último siglo y la frustración del líder Jeremy. Corbyn, que pfresentó un programa de impuestos a las grandes fortunas, nacionalizaciones e inversión pública tras los años de la «tercera vía» de Tony Blair y Gordon Brown, seguidos por la austeridad conservadora de David Cameron.
Las propuestas de Corbyn ilusionaron a la izquierda europea, pero el dirigente, tras el fracaso, dijo que abandona el liderazgo del partido. La otra gran víctima de las urnas, fue el movimiento favorable a la permanencia. Los votos confirmaron el mandato del Brexit, a pesar de ya hay más británicos que prefieren quedarse en la UE que salir.
En Escocia e Irlanda del Norte, el problema es el contrario. Los nacionalistas escoceses del SNP han ganado con claridad, haciendo campaña a favor de la UE y de la independencia escocesa y en Irlanda del Norte, por primera vez desde que se firmara la paz en 1998, los partidos republicanos tienen más escaños que los unionistas, a quienes los votantes han castigado por su apoyo al Brexit en una región claramente favorable a la independencia.
* Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)