Paraguay cambia de presidente: ¿cambia algo?/ Paraguai muda de presidente – muda algo?
Celso Guanipa Castro
Mario Abdo Benítez (46 años), del gobernante Partido Colorado, asumió por cinco años la Presidencia del Paraguay, con la promesa de devolver la institucionalidad al país, eliminar la corrupción, a la que calificó como el mayor cáncer que tiene la nación, y la impunidad, causas, dijo, del atraso del país.
Abdo Benítez juró ante el presidente del Congreso, Silvio Ovelar, después de que lo hiciera el nuevo vicepresidente del país, Hugo Velázquez. Entre los mandatarios que asistieron a la ceremonia estuvieron el presidente boliviano, Evo Morales; la de Taiwán, Tsai Ing-wen, así como los jefes de Estado de Argentina, Mauricio Macri; Uruguay, Tabaré Vázquez; de Colombia, Iván Duque, de Guatemala, Jimmy Morales, y el presidente de facto brasileño, Michel Temer..
Unos 2.370 uniformados, incluyendo a cinco generales, 70 oficiales, 200 oficiales subalternos, 400 cadetes, 950 suboficiales y casi 800 tropas desfilaon frente al presidente.
La paciencia de los paraguayos con los corruptos ha llegado al límite, titula el conservador ABC Color su editorial: “El presidente, en síntesis, debe enfrentar decididamente a la corrupción, a los corruptos y a la impunidad que los protege. Es de esperar que se haya dado cuenta de que la paciencia de los paraguayos con los que acumulan riquezas malhabidas ha llegado al límite y, por tanto, no queda espacio para nuevos engaños ni nuevas decepciones”.
Sin demasiada fuerza interna, Abdo se encarga de apuntalar la red internacional que espera le garantice la estabilidad política y que requiere un gobierno debilitado incluso antes de asumir. Estuvo en días pasados en Washington, donde se reunió con el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin; con el secretario de Comercio, Wilbur Ross; con la directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, y con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, además de programar un encuentro con el senador republicano Marco Rubio, sindicado como propulsor y financista de la oposición radical venezolana.
Mientras en Nueva York, se reunió con representantes de las agencias de calificación Moody’s y Fitch, así como de bancos y fondos de inversión, en busca de recursos e inversión extranjera, avanzó en la cesión de la soberanía energética a favor de Argentina en la represa de Yacyretá por otros 40 años, después de la aprobación de las notas reversales del acuerdo Cartes-Macri, que contó con la anuencia de una mayoría de legisladores del país. Abdo, trata de esa forma, consolidar la alianza con los vecinos inmediatos y asegura un trato de favor de la comunidad política más cercana.
Entre sus principales aliados políticos se encuentran el legislador colorado Juan Carlos «Calé» Galaverna, influyente político que también llevó a Cartes a la presidencia; Enrique Bacchetta, un abogado con tentáculos en el Poder Judicial; la excandidata presidencial Blanca Ovelar y el pastor de una iglesia evangélica Arnoldo Wiens. En Diputados, uno de sus principales referentes es José María Ibáñez, procesado por corrupción.
Es además empresario de la construcción, propietario de dos empresas: Almacenamiento y Distribución de Asfalto (Aldía SA) creada en 1997, con la cual entre los años 2010 y 2014 obtuvo contratos con el Ministerio de Obras Públicas y la Municipalidad de Asunción por valor de 18,5 millones de dólares; y, Creando Tecnología SA (Createc SA) que facturó en el mismo periodo, también al Estado, otros 3,8 millones de dólares. Las adjudicaciones del Ministerio de Obras Públicas bajaron a cero tras su alejamiento del entorno del presidente Horacio Cartes para liderar la disidencia.
El gobierno de Horacio Cartes no solamente se caracterizó por los negociados y la turbulencia deliberada en busca de consolidar su régimen, sino también le deja un legado a “Marito”, hijo del secretario privado del dictador Alfredo Stroessner, con números rojos: la pobreza total pasó de 28% en el 2013 a 26,4% en el 2017, y la pobreza extrema bajó de 5,59% a 4,41%. Esto significa que 1.800.000 paraguayos viven en condiciones precarias y casi 300.000 de ellos están en alta vulnerabilidad.
Según la Dirección de Estadística, el desempleo subió del 5% (2013) al 6% (2017). La tasa de desocupación en lugar de bajar como producto del crecimiento. La deuda pública total que era de 4.174,2 millones de dólares en 2013 se disparó a 7.761,3 millones a junio de este año. Un aumento de 85,9% en cinco años, que equivale a 3.587,1 millones de dólares más (24,3% del PIB).
El periodo electoral marcó cinco meses de tregua en los que la mirada pasó de la pobreza, el desempleo, el blindaje político, la manipulación de la Justicia y la impunidad , para posarse sobre los liderazgos políticos (y sobre todo en los enfrentamientos entre Cartes y Abdo), y el debate público tocó apenas de soslayo la corrupción institucional enquistada.
El autoritarismo del gobierno de Horacio Cartes tuvo su punto más álgido cuando, al buscar la reelección, hizo “uso y abuso” del terrorismo de Estado en la noche del 31 de marzo y madrugada del 1 de abril. Tras recuperar la incendiada sede del Congreso –abandonada por orden superior, dando lugar a su invasión y quema–, agentes de la Policía salieron a “cazar” manifestantes, registrándose todo tipo de abusos: cientos de heridos y la muerte de un militante del Partido Liberal Radical Auténtico, de oposición, Rodrigo Quintana, en el asalto apolicial a la sede partidista.
La chispa se volvió a encender en la población a principios de agosto, cuando solo 27 legisladores votaron por la pérdida de investidura del corrupto confeso José María Ibáñez (con cargos de tráfico de influencias y de estafa al Estado) y no lograron los dos tercios requeridos para desalojarlo de su banca: funcionó la nueva ley de autoblindaje, aprobada para eternizar a los políticos corruptos en las instituciones. Y continúa contra contra de Óscar González Daher, a quien, en el periodo legislativo anterior, se le retiró la investidura y recibió la imputación por tráfico de influencias, pese a lo cual volvió al Senado.
No es nuevo (y quizá sea un resabio del stronnismo) y lo dejó en claro la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea que halló candidatos imputados en la listas de las elecciones del 22 de abril: los órganos judiciales avalan y certifican reiteradamente la impunidad. Si bien la ciudadanía se organizan para llevara delante la lucha anticorrupción, no existe un liderazgo político opositor al gobierno colorado ni un hoja de ruta. La demanda es por el surgimiento de liderazgos alternativos que puedan convencer y seducir al pueblo para sacar xdel poder a un partido montado sobre la corrupci´pon, la impunidad y las prácticas clientelares, para beneficio del modelo agroexporador.
Por su parte, el Partido Paraguay Pyahura señaló que el este sistema electoral “está preparado para que los corruptos, los mafiosos, los bandidos, los sinvergüenzas, en muchos casos, se mantengan en cargos del Estado. La denuncia del fraude en estas últimas elecciones se hizo más evidente por la misma contradicción existente en la oligarquía. El circo politiquero se enseñoreó de nuevo, bastardizando así la voluntad popular y dejando al descubierto un sistema electoral fraudulento que solamente beneficia a un pequeño grupo de privilegiados, que se sirve de la política para beneficios particulares o grupales”.
Mario Abdo capeó las contradicciones internas en su partido, especialmente con Cartes, siempre apoyado por la embajada estadounidense, que aparece como soporte del nuevo Gobierno. Para los movimientos sociales, será continuación de los gobiernos entreguistas, antinacionales y antipopulares; servil a los intereses de EEUU, de las trasnacionales y del Fondo Monetario Internacional, que ya comenzó a arreciar contra derechos de los trabajadores con la privatización de la seguridad social, entre otras reformas exigidas apara los próximos dos años, añadió.
Nada cambiará, a decir del nuevo ministro de Hacienda (Benigno López, su medio hermano) quien señaló que no saldrá de “cacería en el zoológico”, que buscará cobrar impuestos a los que aún no pagan. En el zoológico del ministro, están protegidos quienes más evaden y quienes menos pagan, los que acumulan las grandes ganancias en Paraguay.
Sobre el colectivo penden amenazas a los derechos de los trabajadores, privatizaciones, más impuestos para los pobres, corrupción, saqueo y entrega. Con la imposición del modelo de producción a través de la agroexportación, en especial de la soja, en manos de grandes latifundistas nacionales y extranjeros.
*Periodista y politólogo paraguayo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
VERSIÓN EN PORTUGUÉS
Paraguai muda de presidente – muda algo?
Por Celso Guanipa Castro
Mario Abdo Benítez, de 46 anos, líder do Partido Colorado, assumiu o poder e será o presidente do Paraguai durante os próximos cinco anos. Tomou posse do cargo prometendo devolver o país à normalidade institucional, eliminar a corrupção – que ele qualificou como “o maior câncer que aflige a nação” – e a impunidade, afirmando que são essas as causas do atraso do país.
Abdo Benítez fez o seu juramento diante do presidente do Congresso, Silvio Ovelar, junto com o novo vice-presidente, Hugo Velázquez. Entre os mandatários que assistiram à cerimônia estavam o presidente boliviano, Evo Morales, a mandatária de Taiwán, Tsai Ing-wen, e também os chefes de Estado da Argentina, Mauricio Macri; Uruguay, Tabaré Vázquez, da Colômbia, Iván Duque, da Guatemala, Jimmy Morales, e o presidente golpista do Brasil, Michel Temer.
“A paciência dos paraguaios com os corruptos chegou ao limite”, diz o diário conservador ABC Color em seu editorial: “o presidente, em síntese, deve enfrentar decididamente a corrupção e os corruptos, e especialmente a impunidade que os protege. Se espera que ele entenda que a paciência dos paraguaios com os que acumulam riquezas de forma ilícita chegou a um limite e que, portanto, não há espaço para novos enganos e novas decepções”.
Sem contar com tanta força interna, Abdo se encarrega de apontar à rede internacional que espera que lhe garanta a estabilidade política, em um cenário de governo debilitado inclusive antes de assumir. Esteve em Washington, há poucos dias, onde se reuniu com o secretário do Tesouro, Steve Mnuchin, com o secretário de Comercio, Wilbur Ross, com a diretora-executiva do Fundo Monetário Internacional (FMI), Christine Lagarde, e com o presidente do Banco Interamericano de Desenvolvimento (BID), Luis Alberto Moreno. Também conseguiu programar um encontro com o senador republicano de ultradireita Marco Rubio, conhecido financiador da oposição radical venezuelana.
Depois, em Nova York, se reuniu com representantes das agências de qualificação Moody’s e Fitch, e com bancos e fundos de investimentos, em busca de recursos e investimentos estrangeiros. Avançou na cessão da soberania energética a favor da Argentina na represa de Yacyretá, por mais 40 anos, depois da aprovação das notas reversadas do acordo Cartes-Macri, que contou com a anuência da maioria dos legisladores do país. Abdo tenta, dessa forma, consolidar a aliança com os vizinhos imediatos, e assegurar um tratamento favorável da comunidade política mais próxima.
Entre seus principais aliados políticos se encontra o legislador colorado Juan Carlos “Calé” Galaverna, um político influente, que também ajudou a levar à Presidência o seu antecessor, Horacio Cartes. Outras figuras destacadas são Enrique Bacchetta, advogado com tentáculos no Poder Judiciário, a ex-candidata presidencial Blanca Ovelar e o pastor evangélico Arnoldo Wiens. Entre os deputados, um dos seus principais apoios será o de José María Ibáñez, que está sendo processado por corrupção.
Abdo Martínez também é empresário da construção, proprietário de duas empresas: Aldía, criada em 1997 – e com a qual, entre os anos de 2010 e 2014, obteve contratos com o Ministério de Obras Públicas e a Prefeitura de Assunção, no valor de 18,5 milhões de dólares –, e Createc, que faturou 3,8 milhões de dólares em contratos com o Estado, no mesmo período. Mas o número de contratos de suas empresas com o Ministério de Obras Públicas caiu a zero após o seu afastamento do setor político ligado a Cartes, quando ele começou a liderar a dissidência.
O governo de Horacio Cartes se caracterizou por seus negócios entre amigos e pela turbulência deliberada em busca de consolidar o regime, e também deixa um legado a “Marito” – como é conhecido o novo presidente, que é filho de um secretário privado do ditador Alfredo Stroessner (1954-1989) –, com números vermelhos na economia, a pobreza total passando dos 28% em 2013 e ficando em 26,4% em 2017, a pobreza extrema ficando em 4,41%. Isso significa que 1,8 milhão paraguaios vivem em condições precárias e quase 300 mil estão em alta vulnerabilidade.
Segundo a Direção de Estatística, o desemprego subiu de 5% (2013) para 6% (2017), em vez de baixar, como resultado do crescimento. A dívida pública total, que era de 4,17 bilhões de dólares em 2013, disparou a 7,76 bilhões em junho deste ano. Um aumento de 85,9% em cinco anos, que equivale a 3,58 bilhões de dólares mais (24,3% do PIB).
O período eleitoral marcou cinco meses de trégua nos quais o olhar deixou de lado elementos como a pobreza, o desemprego, a blindagem política, a manipulação da Justiça e a impunidade, para se enfocar nas lideranças políticas (e sobretudo nos enfrentamentos entre Cartes e Abdo), e o debate público tocou apenas de leve o tema da corrupção institucional.
O autoritarismo do governo de Horacio Cartes teve seu ponto mais alto quando, ao buscar a reeleição, fez “uso e abuso” do terrorismo de Estado na noite de 31 de março e madrugada de 1º de abril de 2017. Após recuperar a incendiada sede do Congresso – abandonada por ordem superior, dando lugar a sua invasão e incêndio por parte de manifestantes –, agentes da Polícia saíram a “caçar” manifestantes, registrando todo tipo de abusos: centenas de feridos e a morte de Rodrigo Quintana, um militante do Partido Liberal Radical Autêntico (PLRA), de oposição.
A faísca voltou a se acender na população em agosto do mesmo ano, quando 27 legisladores votaram pela perda de mandato do corrupto confesso José María Ibáñez, acusador de tráfico de influências e estafa ao Estado, e não conseguiram os dois terços requeridos para destitui-lo. Na ocasião, funcionou a nova lei de auto blindagem, aprovada para eternizar os políticos corruptos nas instituições.
São problemas antigos (talvez sequelas do stroessnismo), que ficaram claros para a Missão de Observação Eleitoral da União Europeia quando esta encontrou candidatos denunciados nas listas das eleições de 22 de abril: os órgãos judiciais foram os que certificaram a validade dessas candidaturas e confirmaram a impunidade. Embora a cidadania se organize para travar a luta contra a corrupção, não existe uma liderança política opositora ao governo colorado nem uma estratégia mais clara sobre como e que objetivos buscar. A demanda é pelo surgimento de lideranças alternativas que possam convencer e seduzir o povo para tirar do poder um partido montado em base à corrupção e à impunidade, e as práticas clientelistas, para benefício do modelo agroexportador.
Por sua parte, o Partido Paraguai Pyahura (esquerda) afirmou em uma carta, que este sistema eleitoral “está preparado para que os corruptos, os mafiosos, os bandidos e os sem vergonhas, em muitos casos, se mantenham em cargos do Estado. A denúncia de fraude nestas últimas eleições se fez mais evidente pela mesma contradição existente na oligarquia. O circo politiqueiro se armou de novo, bastardeando a vontade popular e deixando exposto um sistema eleitoral fraudulento que beneficia somente um pequeno grupo de privilegiados, que se serve da política para benefícios particulares ou grupais”.
Mario Abdo Martínez se aproveitou das contradições internas do seu partido, especialmente com Cartes, sempre apoiado pela embaixada estadunidense, que aparece como suporte do novo governo. Para os movimentos sociais, este período que se inicia será a continuação dos governos entreguistas, antinacionais e antipopulares, servil aos interesses dos Estados Unidos, das transnacionais e do Fundo Monetário Internacional, que já começou a atacar os direitos dos trabalhadores com a privatização da segurança social, entre outras reformas exigidas para os próximos dois anos.
Nada mudará, segundo o dito pelo novo ministro da Fazenda (Benigno López, meio irmão do presidente), que evitou dizer se tomara medidas para cobrar os impostos daqueles que não pagam com a metáfora de que isso seria como “sair a caçar no zoológico”. No zoológico do ministro, aqueles que sonegam e acumulam grandes riquezas a partir da evasão fiscal estão protegidos.
Sobre a sociedade, recaem as ameaças aos direitos dos trabalhadores, as privatizações, mais impostos aos pobres, entre outros problemas. Com a imposição do modelo de produção através da agroexportação, especialmente da soja, nas mãos de grandes latifundiários nacionais e estrangeiros.
Celso Guanipa Castro é jornalista e cientista político paraguaio, do Centro Latino-Americano de Análise Estratégica (CLAE)
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