Trump advierte: Europa se enfrenta a la «desaparición de su civilización»
Isabella Arria
Un informe estratégico, descrito por el mandatario como una hoja de ruta para garantizar la supremacía estadounidense, advierte que si Europa no hace nada «será irreconocible en 20 años o menos». Entre los principales problemas señalados por EEUU, se incluyen las políticas migratorias, la censura de la libertad de expresión, el desplome de las tasas de natalidad y la pérdida de identidades nacionales.

Para Washington, los problemas económicos en Europa se ven eclipsados «por la perspectiva real y más cruda de un borrado de la civilización», según la estrategia de política exterior, que repite críticas anteriores de Trump y discursos de movimientos de extrema derecha europeos.
Entre los principales problemas señalados por EEUU, se incluyen «actividades de la Unión Europea y otras organismos que socavan la libertad política y la soberanía; ls políticas migratorias que están transformando el continente y creando conflictos; la censura de la libertad de expresión y la supresión de la oposición política; el desplome de las tasas de natalidad; y la pérdida de identidades nacionales y de confianza en sí mismos».
La Administración de Trump pone en duda la capacidad de los países europeos para continuar como «aliados fiables» si no poseen economías y ejércitos «lo suficientemente fuertes». «Queremos que Europa siga siendo europea, que recupere su confianza en sí misma como civilización y que abandone su fallido enfoque en la asfixia regulatoria», añade el documento, que asegura que el objetivo de Estados Unidos «debería ser ayudar a Europa a corregir su trayectoria actual».
El documento también advierte sobre la posibilidad de que en «en unas pocas décadas como máximo», algunos miembros de la OTAN «pasen a tener una mayoría no europea», por lo que cuestiona si estos se regirán por los principios del bloque.

Para El País, esa idea supone hacer propias las tesis sobre la decadencia del continente que esgrimen para desestabilizarlo los partidos de la ultraderecha europea, de Alternativa para Alemania (AfD) a Vox, en España. El texto fija expresamente la prioridad de ayudar a estos partidos y “cultivar la resistencia a la trayectoria actual de Europa” desde dentro. “Estados Unidos alienta a sus aliados políticos en Europa a promover este renacimiento del espíritu [occidental], y la creciente influencia de las formaciones patrióticas europeas ciertamente da motivos para un gran optimismo”, añade.
El texto fija las prioridades de la Administración de Trump con Europa: “a Estados Unidos, con toda lógica, le unen lazos sentimentales”. Esas prioridades incluyen abrir sus mercados a los bienes y servicios estadounidenses y “restablecer la estabilidad” en clave interna, también en su relación con Rusia, que define como “falta de confianza”.
El documento propone incentivar que el continente asuma “la responsabilidad principal de su propia defensa” —en lo que cabe interpretar como una referencia a las presiones de Washington para que los miembros de la OTAN aumenten su gasto en defensa hasta llegar al 5% del producto
interior bruto— o acabar con la expectativa de que la Alianza Atlántica está “en constante expansión”. En cuanto a la guerra en Ucrania, el documento advierte de que “la Administración Trump se encuentra en desacuerdo con los funcionarios europeos con expectativas poco realistas sobre la guerra”.
El texto enumera varios culpables de esa supuesta decadencia: “La Unión Europea y otros organismos transnacionales que socavan la libertad política y la soberanía, las políticas migratorias que están transformando el continente y creando conflictos, la censura de la libertad de expresión y la supresión de la oposición política, la caída de las tasas de natalidad y la pérdida de identidades nacionales y de confianza [de los diferentes países] en sí mismos”, dice el Gobierno de Estados Unidos.
El documento trata a Europa como un rival. Es la muestra de que la Casa Blanca hará todo lo que esté en su mano para extender su ideario, remarca, con preocupación, una alta fuente comunitaria, que destaca la influencia de las redes sociales y los tecnooligarcas afines a Trump y su cruzada contra las regulaciones europeas.
“No creo que necesitemos [los países europeos] recibir consejos de ningún país o partido”, ha asegurado este viernes el ministro de Exteriores alemán, Johann Wadephul. Este nuevo ataque estadounidense constata el divorcio en las relaciones transatlánticas y el viraje de la Administración Trump hacia Rusia y la retórica del Kremlin.
Revivir la doctrina Monroe
El documento estratégico responde, en esencia, a ese intento por parte de Trump de revivir la doctrina Monroe del siglo XIX, según la cual el hemisferio occidental, que incluye a América Latina, era la zona de influencia de Washington. Esta hoja de ruta es la última y más clara expresión del deseo de Trump de sacudir el orden posterior a la Segunda Guerra Mundial liderado por Estados Unidos y construido sobre una red de alianzas y grupos multilaterales.
“Tras años de abandono, Estados Unidos reafirmará y aplicará la doctrina Monroe [que proclamaba el intervencionismo estadounidense en Latinoamérica] para restaurar su preeminencia”, prometen los redactores del texto, que habla de un “Corolario Trump” a esa doctrina, necesario para lograr “una restauración sensata y contundente del poder y las prioridades estadounidenses”.
El documento, que es publicado por cada nueva administración y sirve de guía el trabajo para muchas agencias gubernamentales, explicita que Trump «restauraría la preeminencia estadounidense» en el hemisferio occidental.