Estados Unidos: derrota trumpista

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La Jornada

Los candidatos demócratas se impusieron anteayer de forma contundente en todas las convocatorias a las urnas que tuvieron lugar en Estados Unidos: la ex oficial de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) Abigail Spanberger será la primera mujer en gobernar Virginia; la ex oficial de la Marina Mikie Sherrill hará lo propio en Nueva Jersey, y el gobernador Gavin Newsom logró un amplio respaldo a su propuesta para redibujar los distritos electorales de California a fin de compensar las redistritaciones amañadas emprendidas por los republicanos en las entidades que dominan.

 

- La Opinión
Demócrata Mikie Sherrill gana la gobernación de Nueva Jersey

Lógicamente, la atención se centró en la carrera por la alcaldía de Nueva York, donde el socialista democrático Zohran Mamdani derrotó no sólo al ex gobernador Andrew Cuomo, sino a toda la red de intereses políticos y financieros que cerraron filas en torno a la propuesta continuista, incluidos grandes nombres de la cúpula demócrata que no disimularon su sabotaje a quien será el primer inmigrante y musulmán en gobernar la ciudad más poblada y rica del país.

En este sentido, los comicios mostraron tanto las posibilidades como los límites de los intentos por trascender el progresis-mo corporativo del Partido Demócrata: mientras en Nueva York Mamdani venció todos los esfuerzos cupulares para descarrilarlo, en Minneapolis y en la muy liberal Seattle se impusieron los candidatos del statu quo neoliberal, quienes usan las banderas de la diversidad no para complementar los reclamos de bienestar social, sino para sustituirlos.

Más allá del hecho de que el único punto en común entre Mamdani, Spanberger, Sherrill y Newsom sea su oposición frontal al trumpismo, cabe saludar todos sus triunfos en tanto simbolizan el rechazo de una parte de la sociedad estadunidense al abismo de desmesura y autoritarismo al que conduce el magnate. Si todavía está por verse quién o quiénes podrán capitalizar los resultados de ayer para construir proyectos nacionales (por ejemplo, se da por sentado que el mandatario californiano buscará la nominación presidencial en 2028), queda claro que el gran derrotado en las urnas es Donald Trump.

Meet former CIA spy Abigail Spanberger who got her resume de-classified ...
Abigail Spanberger, de espía de la C IA a gobernadora de V irginia

En buena medida, se trata de un fracaso autoinfligido, pues fue el propio presidente quien empeñó su capital político en denostar a los candidatos demócratas y hacer campaña por sus correligionarios o afines. El varapalo al inquilino de la Casa Blanca es particularmente severo en Nueva York, ya que convirtió su rechazo a Mamdani en un asunto personal, atacándolo de forma constante y endosando a Cuomo, un hijo de ex gobernador que encarna todas las razones del desencanto ciudadano con la élite demócrata.

El magnate dejó traslucir su frustración por el triunfo del discípulo político de Bernie Sanders al expresar que el país se enfrenta a una elección entre “comunismo y sentido común”, un disparate no exento de cierta gracia si se considera que el comunismo se encuentra ausente del escenario y que Trump no se halla lejos de las antípodas del sentido común, como lo indica el caos en que se ve hundida la nación por la incapacidad para lograr la aprobación del presupuesto pese a que su partido y su corriente controlan ambas cámaras del Congreso.

Vista desde el exterior, la jornada electoral del domingo alimenta cierta esperanza en que la recuperación de la institucionalidad estadunidense no es imposible a pesar de la demolición trumpista y del culto en torno al mandatario por parte de una porción significativa de la sociedad estadounidense.