Ucrania, Venezuela: La mano que mueve la cuna en Washington
Leopoldo Puchi
Si una operación como la de Rusia puede realizarse sin que Trump la apruebe, o que solo la conozca a medias, entonces, en Venezuela, estamos en una situación difícil.
Hay que tomar en cuenta que esta operación es contradictoria con la posición oficial de Donald Trump, quien ha insistido en la búsqueda de un acuerdo de paz y ha expresado reiteradamente que quiere reducir la ayuda militar a Ucrania. Entonces, ¿quién autorizó este ataque que afecta el dispositivo nuclear de Rusia? ¿Fue Donald Trump o un sector del poder en Washington?

Los neoconservadores
La administración Trump había reducido desde hace algún tiempo el flujo de información de inteligencia y apoyo satelital a Ucrania. Sin embargo, el ataque ocurrió. Trump declaró que no estaba al tanto de los detalles. Esto puede significar dos cosas: o bien no fue informado completamente por sus propios servicios de inteligencia, o bien decidió quedarse callado para no comprometer su imagen como negociador. Pero también surge una tercera posibilidad: que sectores neoconservadores estén actuando sin que medie una decisión directa de la presidencia.

Detrás de esta campaña hay indicios de que existe una estrategia más amplia, probablemente impulsada sin que haya mediado una decisión presidencial explícita. Es posible que se estén preparando las condiciones para una nueva etapa, al margen de lo que se supone debería ser la política oficial de la Casa Blanca. En la situación de Venezuela, es muy visible que dentro del gobierno de Estados Unidos existen criterios divergentes. Por un lado, se busca negociar y se designa a Richard Grenell como enviado especial. Por otro, el secretario de Estado, Marco Rubio, continúa adelantando una línea dura.