Asunción de Trump y año electoral: Milei busca apoyo y dólares para la continuidad

Argentina

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Emilia Trabucco 

Javier Milei participó este lunes 20 de enero en la ceremonia de asunción del presidente electo Donald Trump, junto a un puñado de mandatarios que evidencian la llegada al control del Estado norteamericano de una corriente política definida como “derecha neoconservadora”: completaron la lista de invitados Nayib Bukele de El Salvador, Daniel Noboa de Ecuador, Giorgia Meloni de Italia y Víktor Orban de Hungría.

El entramado de poder, que ya ha puesto en evidencia sus intereses sobre la región latinoamericana y caribeña -y sobre Argentina en particular-, se completa con gran protagonismo de los principales empresarios “occidentales” del sector de las tecnologías de punta y las finanzas, cuyo mayor exponente es Elon Musk, el nuevo funcionario estrella del gigante del Norte, y promotor de lo que llaman la “tecnopolítica”.

Milei viajó a Estados Unidos con dos objetivos: por un lado, seguir posicionándose como el alfil de esta corriente política en la región, alimentando su imagen de exitismo a base de “elogios” a su gestión de los principales magnates Javier Milei en el Capitolio: el detrás de escena en la asunción de Donald  Trumpmundiales en redes sociales, y por el otro, conseguir la esperada llegada de divisas a costa de un nuevo endeudamiento con el FMI por 11 mil millones de dólares, para garantizar que no “explote” su modelo económico en un año de elecciones legislativas, marcado por un cóctel de bicicleta financiera, recesión industrial, caída del consumo interno, destrucción del empleo, atraso cambiario y apertura de importaciones en ascenso.

Demian Reidel, principal asesor del presidente argentino y uno de los operadores de Milei con los empresarios y políticos de Estados Unidos -junto a Alec Oxenford, el embajador en EEUU, y Gerardo Werthein, el canciller- ha expresado el objetivo de “convertir a Argentina en el cuarto polo de inteligencia artificial del mundo”. Detrás de la pantalla, se esconden las verdaderas intenciones de un programa económico digitado desde el gigante del Norte: destrucción del Estado y el entramado productivo para apropiarse sin restricciones de los recursos estratégicos del país, necesarios para encabezar el desarrollo tecnológico.

En este sentido, cabe destacar que a la asunción de Trump fueron invitados otros tres argentinos: el gobernador de San Juan, Marcelo Orrego,  el intendente de Añelo (Neuquén) -epicentro de Vaca Muerta-, Fernando Banderet y el senador del PRO de Buenos Aires, Alex Campbell. El enlace de Orrego fue el empresario Eduardo Elsztain, dueño del grupo inmobiliario IRSA, y que recientemente se convirtió en el principal accionista de la minera Challenger Gold, que controla el proyecto aurífero Hualilán en la provincia.

Elsztain  fue el principal aportante de la campaña presidencial de Milei, y el alma mater del “Círculo Rojo Digital” argentino, Endeavor, entidad a la que pertenecen CEOs de empresas financieras y tecnológicas como Marcos Galperín -Mercado Libre-, Marcos Migoya -Globant- y  sus propios hijos, entre otros. Campbell es el único socio fuera de Estados Unidos de Carlos Trujillo, abogado y asesor importante de Trump, radicado en Florida y trabaja a través de él con la hija de Susy Wiles, la jefa de Gabinete del presidente entrante.

Vaca Muerta y el litio, un nuevo panorama para las inversiones - ONCE DIARIOEl objetivo real es posicionar a la Argentina como un eslabón en la cadena global, fuente de suministro de energías para la Inteligencia Artificial a través de Vaca Muerta (gas y petróleo), “Vaca Blanca” (litio) y energías para la fuerza de trabajo a través de la “vaca viva” (alimentos). Siguiendo la definición de The Economist, “transformar a la Argentina en la Texas del sur”, lo que significa desarrollo tecnológico y energético sin inclusión social en un proyecto de país para 10 millones de habitantes (2024).

Para consolidar dicho programa en el país, La Libertad Avanza, el partido gobernante, necesita garantizar su prometida continuidad. La reunión de Javier Milei con Kristalina Georgieva, directora del FMI, era un paso buscado por el gobierno, en las intensas negociaciones por un nuevo endeudamiento que viene encabezando Luis Caputo, ministro de Economía. Dicha reunión sucedió el domingo 19 en Washington, y a pesar de los múltiples halagos públicos de Georgieva a la gestión de Milei y los festejos de los funcionarios argentinos en redes, no hubo acuerdo explícito pero sí el anuncio del organismo de enviar la semana próxima un equipo a Buenos Aires para comenzar las negociaciones por un posible préstamo.

El Fondo no se niega a incrementar la deuda argentina, pero exige que se detenga la bicicleta financiera, con una nueva devaluación y el incremento de la tasa de interés. Dichas exigencias contrastan con la medida anunciada por Economía el 17 de enero, de reducción del crawling peg a la mitad -una “devaluación administrada”-, mientras se mantiene la tasa de interés de referencia en el BCRA, lo que permite que continúe el rodaje de la bicicleta financiera. El gobierno decide sostener el ancla cambiaria, en contra del pedido de levantamiento de regulaciones del FMI, para contener la inflación, fundamental en un año electoral.

Ante esta situación, ¿será determinante el lobby político de la nueva administración norteamericana con el organismo, tal como sucedió con el préstamo ilegal concedido a Macri en 2018?. La situación parece prever que sí, pero se verá si el presidente empresario Trump estará dispuesto a hacerlo nuevamente, con Claver Carone otra vez en un lugar clave para la  negociación.

La estrategia del gobierno argentino para asegurar su continuidad comenzó también con las sesiones extraordinarias en el Congreso que iniciaron el lunes 20. Lejos de resolver las “urgencias” del pueblo argentino, dicha agenda incluye por un lado, reformas electorales tendientes a proscribir y dejar fuera de juego a partidos de oposición y por el otro, el objetivo de legalizar su aparato represivo contra las manifestaciones populares -previendo un clima de conflictividad social en ascenso-, y sostener su fachada de aprobación social a los ojos del mundo.

Antes de emprender su viaje a Estados Unidos, Milei firmó el proyecto de ley denominado Ficha Limpia, para ser tratado en extraordinarias. La iniciativa propone declarar inelegibles a aquellas personas condenadas en segunda instancia por delitos vinculados a la administración pública. Dicha medida apunta directamente contra Cristina Fernández de Kirchner, quien no podría ser candidata, y significa un paso más en el control de la política desde los tribunales del Partido Judicial y un grave retroceso para la participación democrática.

Como complemento, se tratarán iniciativas que suponen mayor impunidad para la violencia estatal y la persecución política: la Ley Antimafias -tipificación imprecisa de delitos en las que se pueden encuadrar acciones de sindicatos y organizaciones, criminalizando la política-, y la Ley de Reiterancia Delictiva – que incorpora “peligro de reiterancia” como motivo de prisión preventiva, de manera totalmente arbitraria-.

Es de destacar que el Ejecutivo decidió no incorporar el tratamiento de la Ley de Presupuesto 2025 en las sesiones, lo que supone más discrecionalidad para el gobierno en el uso de los fondos nacionales, con 77 billones de pesos (el 70% del presupuesto total) sin destinar a ninguna partida en especial: lo que sigue habilitando a decidir a fuerza de DNU, sin pasar por el Congreso. Es esperable que el gobierno utilice dichos fondos para justificar su meta de superávit y pagar deuda, mientras más de la mitad de les argentines no llegan a fin de mes, especialmente jubilades y niñeces.

El inicio del debate legislativo, que profundiza las tensiones entre fuerzas políticas -también condicionadas por la carrera preelectoral- marcará la agenda nacional, mientras su presidente se pasea por las galas de Estados Unidos en busca de financistas y apoyo internacional y se embarca a Suiza para participar del Foro de Davos, donde dará un discurso previsible, como abanderado del combate contra lo que llaman la “agenda woke del globalismo”, oponiéndole los “valores de Occidente”, un discurso anti Estado y definiendo a la justicia social como una aberración.

De esta manera, Milei encarna el discurso del proyecto neoconservador, que ha logrado capitalizar el descontento de grandes sectores de la sociedad y alinearlos bajo antinomias, utilizando a millones de ciudadanos espectadores empobrecides como punta de lanza, en medio de una profunda crisis del sistema. Javier Milei, Donald Trump, Elon Musk, Gerardo Werthein y Karina Milei.

El presidente argentino expresó el alineamiento propuesto en noviembre de 2024, en el America First Policy Institute: “Elon Musk en X ha salvado a la humanidad. En todo el mundo se están formando dos grandes posiciones opuestas: (…) El Partido Estatal contra el Partido de Ciudadanos Libres. El Partido de la Regulación contra el Partido de la Libertad”.

En las plataformas digitales, -esa industria de mentira y odio, cada vez más rentable- se viralizan las imágenes del presidente Milei ovacionado en Estados Unidos, en una estrategia de disciplinamiento hacia todos los gobiernos, ya que aquellos que no decidan subordinarse -como el gobierno argentino- son centros de ataques de difamación, estigmatización y persecución mediática, combinado con golpes de Estado y acciones violentas de desestabilización política. Los dueños de dichas plataformas, como Elon Musk y Marc Zuckerberg, digitan la estrategia mientras observan el espectáculo de destrucción de las democracias liberales en primera fila. El espectáculo de la asunción de Trump, también.

 

* Psicóloga, Magíster en Seguridad. Analista de la Agencia NODAL y del  entro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE) en Argentina. Directora del Área de Universidad, Género y Trabajo del IEC-CONADU.

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