Cumbre del Mercosur: Lacalle recibe apoyo de Milei al final de su mandato
Nicolás Centurión
Tras 25 años de negociaciones, el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea firmaron este viernes en Montevideo una carta de intención para alcanzar un tratado de libre comercio. La iniciativa -que llevaba más de dos décadas en discusión- es resistida por pequeños productores e industriales europeos y celebrado por las grandes corporaciones y agroexportadoras.
El acuerdo alcanzado representa un hito significativo en las relaciones económicas y políticas entre los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y los 27 Estados miembros de la Unión Europea (UE). Sin embargo, aún debe superar importantes obstáculos políticos, incluidos procesos de ratificación en los parlamentos de ambas regiones.
El acuerdo tiene un significado político evidente, cuando se espera que Donald Trump imponga aranceles en cuanto tome posesión de la presidencia estadounidense: Europa y Mercosur envían una señal contraria que, si llega a ratificarse, hará que los dos bloques estrechen aún más sus relaciones.
El tándem Lacalle-Milei
La cita de los Jefes de Estado del Mercosur se dio en un escenario inédito: fue la primera vez con la presencia del libertario argentino Javier Milei, alineado plenamente con la política exterior de Estados, sobre todo tras el triunfo del magnate republicano Donald Trump; y, al mismo tiempo, se firmó el -catalogado de histórico- Acuerdo con la Unión Europea, negociado por más de 20 años.
La intención del mandatario argentino es que Trump, cuando asuma el 20 de enero, proponga al Mercosur -y los demás países latinoamericanos- la firma de un Tratado de Libre Comercio. El canciller argentino Gerardo Whertein se encargó de expandir la idea en una entrevista televisiva donde especificó que la administración está esperando la aprobación de la Americas Act -que se debate en el Congreso estadounidense-, que habilita la adhesión automática, sin negociación, del actual acuerdo de EEUU con México y Canadá.
Argentina insistirá en la propuesta para permitir que los países del Mercosur firmen TLC bilaterales. Los aliados, las tensiones y los obstáculos de un lado y de otro. El uruguayo Luis Lacalle, en las postrimerías de su mandato encontró un aliado ideológico en Javier Milei que con más estridencia y puesta en escena, se dedicó a dinamitar al Mercosur. Lacalle había agitado las aguas diplomáticas con el mote de “lastre” en referencia al Mercosur.
Ahora Milei se sumó a Lacalle y acusó al Mercosur de “escollo”, afirmó que el bloque es una “prisión” y argumentó que los miembros están encerrados “en su propia pecera”. “No sabe las veces que he bregado por la libertad y la prosperidad”, completó el presidente saliente de Uruguay. De acuerdo con Milei, el bloque está cargado “de perorata disfrazada de nacionalismo”.
“El Mercosur nació con la idea de profundizar nuestros lazos, pero terminó siendo una prisión. Me gustaría invitarlos, como hermanos que somos, a que abramos los ojos y aceptemos que este modelo está agotado”, finalizó el argentino. Pero ese tándem Lacalle-Milei durará poco: el primero de marzo asume la presidencia urugua el centroizquierdista Yamandú Orsi.
Mientras, la central unitaria de trabajadores uruguayos PIT-CNT rechazó el acuerdo UE-Mercosur: «Solamente favorece a los sectores de exportación de commodities», señaló.
Alt right show
Antes de la Cumbre del Mercosur, Milei organizó, el pasado miércoles, en Buenos Aires, una reunión de la Conferencia de Acción Política Conservadora; un invento de Trump para agrupar a lo más extremo de la derecha mundial. Y el viernes participó del almuerzo de la Asociación de Dirigentes de Marketing del Uruguay (ADM), donde defendió la libertad y cuestionó las políticas impulsadas por» la izquierda».
“El crecimiento económico depende de las instituciones. Cuando una sociedad abraza valores como la envidia, el odio, el resentimiento o el trato desigual ante la ley o hasta el asesinato, que es lo que hace el socialismo, termina en una catástrofe. Siempre, porque va contra la naturaleza humana y va contra lo mejor de la naturaleza humana”, dijo.
“Cada vez que el Estado dice que les va a regalar algo, les está quitando libertad. Por eso yo soy anarcocapitalista, porque odio el Estado, porque es una asociación criminal violenta que vive de una fuente coactiva de ingresos que son los impuestos. ¿De hecho qué es la esclavitud? Un impuesto del 100 por ciento, que no es muy distinto de lo que es el comunismo. Frente a todas las adversidades, peleemos por las ideas de la libertad, porque si no lo hacemos, lo vamos a lamentar. Si sale mal, por lo menos lo intentamos, pero si sale bien, vamos a dejar un mundo muchísimo mejor”, finalizó Milei.
En la Plaza Independencia fue recibido y abucheado por manifestantes autoconvocados que rechazaban su presencia en el país. También fue recibido por por una treintena de jóvenes libertarios. Algunos, incluso representantes del Partido Libertario del Uruguay que en las elecciones de este año no llegaron al registro mínimo de 500 votos para competir en los comicios nacionales.
La derrota electoral de la derecha uruguaya en noviembre, despertó acusaciones a la interna de la coalición de derechas de “blando” y “tibio” tanto como a Lacalle como a su delfín Álvaro Delgado, el candidato presidencial que perdió ante el frenteamplista Yamandú Orsi.
La caída de la derecha regurgitó el efecto Milei y de libertarianismo en tierras charrúas (uruguayas). Ya se piensan en las próximas elecciones, en 2029, azuzando “la batalla cultural” como objetivo principal y caballo de batalla, mientras los escasos libertarios uruguayos se debaten en adoptar la línea de Milei o la española de Vox.
¿Prenderá este show mediático en nombre y a grito de la libertad (de mercado) en la anodina penillanura levemente ondulada de Uruguay?
* Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP).Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)
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