Los ministros de Trabajo de los BRICS y el compromiso con la OIT
Eduardo Camin
El 17 de septiembre el Director General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Gilbert F. Houngbo, acogió con beneplácito los compromisos de los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Irán, Egipto, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos) para promover mercados laborales más inclusivos, sostenibles y resilientes, y propiciar ambientes de trabajo seguros y saludables.
En la Reunión de Ministros de Trabajo y Empleo (LEMM) realizada en Sochi, Rusia, los días 9 y 10 de septiembre, el Director General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Gilbert F. Houngbo , destacó las oportunidades para avanzar hacia el trabajo decente y la justicia social a través de una mayor cooperación multilateral, y a su vez alogió la “ambiciosa” declaración de los miembros del BRICS en favor de un mundo del trabajo más centrado en las personas.
“Esta reunión brindó una valiosa oportunidad para alcanzar un consenso sobre las políticas para un futuro del trabajo centrado en las personas, tal y como se establece en la Declaración del Centenario de la OIT”, dijo Houngbo en su intervención ante los ministros.
“El acceso inclusivo a la formación, el perfeccionamiento y la recualificación, el trabajo decente en el empleo de plataforma, el fortalecimiento de los marcos normativos nacionales de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) y la mejora de la seguridad social pueden ser una realidad y un factor de cambio en la vida de gran parte de su población”, añadió.
La Declaración de la reunión hace hincapié en cuatro áreas prioritarias: mejorar el desarrollo de competencias, proteger a los trabajadores de las plataformas digitales, promover la seguridad social y garantizar entornos de trabajo seguros y saludables, en particular para las mujeres. También tomó nota de los continuos esfuerzos de los países miembros para fortalecer el diálogo social y expresó su agradecimiento por la experiencia y la asistencia técnica de la OIT.
“Reconociendo la imperiosa necesidad de adaptarse a los cambiantes desafíos del mercado laboral”, los países miembros del BRICS “se comprometen a desarrollar estrategias integrales para la promoción del aprendizaje a lo largo de toda la vida, la orientación profesional, la educación profesional continua y la formación de competencias profesionales, mejorando la modernización de los servicios de empleo, garantizando entornos de trabajo seguros y saludables, y reforzando sólidos mecanismos de apoyo social”, señala la Declaración.
La 10ª Reunión también marcó un hito significativo, al reunir a los Ministros de Trabajo y Empleo de las naciones BRICS por primera vez desde la expansión del grupo. En enero de 2024, los países BRICS dieron la bienvenida a cuatro nuevos miembros: Egipto, Etiopía, Irán y Emiratos Árabes Unidos.
Además, la Declaración también hizo hincapié en el objetivo de los miembros de los BRICS de garantizar que “las políticas y los sistemas laborales y de protección social reflejen las necesidades de nuestros trabajadores y las realidades de la economía mundial”.
Para impulsar el intercambio de conocimientos y buenas prácticas, Sudáfrica presentó un informe de situación sobre la Plataforma BRICS sobre Ecosistemas de Productividad y los países miembros se comprometieron a establecer la Red BRICS de SST.
Los Brics, una agenda alternativa a Occidente
Este grupo de países emergentes se unió en su primera cumbre en 2009 con el objetivo de construir una alternativa de poder frente a Occidente, y de cooperar entre ellos en asuntos económicos y políticos de interés común. La sigla BRIC fue acuñada por el economista Jim O’Neill en 2001, mientras trabajaba en Goldman Sachs, para referirse a Brasil, Rusia, India y China por ser los países cuyas economías se prevé que dominarán el mercado en 2050.
Durante los años que han pasado desde esa primera reunión, el grupo evolucionó hasta convertirse en un bloque geopolítico cohesionado, cuyos gobiernos se reúnen anualmente en cumbres formales y coordinan políticas multilaterales. Tras la adhesión de Sudáfrica en 2010, pasó a llamarse BRICS.
Sin duda el bloque BRICS ha logrado posicionarse como una fuerza destacada en el escenario económico mundial. Al punto que solo en el último año admitió a siete miembros nuevos y tiene otros 40 Estados interesados en unirse. Actualmente, los BRICS representan más del 45% de la población global y el 32% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, superando así a los países del G7.
Entre los objetivos del bloque están la creación de un orden mundial más inclusivo y el uso de monedas locales en el comercio internacional en lugar del dólar estadounidense. Además, buscan establecer un banco propio, el Nuevo Banco de Desarrollo del BRICS, como alternativa al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial, instituciones que se perciben como continuadoras de las ambiciones de Occidente.
Asimismo, destaca una propuesta de construcción de un sistema submarino de comunicaciones que conectará a los países miembros, conocido como Cable BRICS. Esta iniciativa la motivó en parte el espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos sobre todas las telecomunicaciones.
Desde 2023, los países BRICS se comprometieron a estudiar la viabilidad de una nueva moneda común, así como un comercio internacional justo y la reducción de los costos de las transacciones.
BRICS+, nuevos miembros y varios desafíos
En los últimos años, el grupo se ha mostrado abierto a ampliar el bloque. A su vez, varios países expresaron su intención de unirse debido a su potencial de influencia y colaboración en temas de interés global. A finales de 2023, el BRICS admitió nuevos miembros: Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. Desde entonces, se lo conoce como «BRICS+» (Brics Plus).
Mientras tanto, un total de 15 países han solicitado formalmente unirse al grupo: Argelia, Bahréin, Bangladesh, Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Kazajistán, Kuwait, Pakistán, Senegal, Tailandia, Venezuela, Vietnam y Yemen. Algunos de ellos ya están mas o menos incorporados.
Además, al menos otros 25 países expresaron su interés en la organización, entre ellos: Angola, Camerún, Colombia, Comoras, RD Congo, Gabón, Guinea-Bissau, Guyana, Indonesia, Jamaica, Libia, Birmania, Nicaragua, Qatar, Sri Lanka, Sudán, Surinam, Serbia, Siria, Túnez, Somalia, Uganda y Zimbabue. También hace tiempo que Türkiye se puso como objetivo impulsar la cooperación con los miembros del BRICS.
Sin embargo, persisten algunos desafíos internos, que hacen dilatar la eficacia real de los BRICS. Por ejemplo, India y China mantienen tensiones fronterizas en el Himalaya; Egipto y Etiopía tienen disputas por una presa en el Nilo, y existen rivalidades entre Irán y Arabia Saudita por el liderazgo regional. Por lo tanto, la coherencia y la eficacia de esta alianza no es tarea fácil ya que el grupo BRICS refleja una diversidad de posturas, con algunos miembros alineados a Estados Unidos y otros con una posición más crítica hacia Occidente.
Por su parte, el presidente ruso Vladimir Putin enfatizó la necesidad de una interacción más profunda entre los países BRICS y sus respectivas regiones, considerándolo crucial para ajustar efectivamente sus acciones en el ámbito internacional, tanto en términos de seguridad como de interacción económica.
Pero como una cosa trae a la otra, geopóliticamente hay “Ucrania para rato”. Éste es n mundo entre varias guerras. Estados Unidos no puede contemplar impasible (no lo hacen) esta situación de un nuevo bloque que lo supere. Estamos desde hace mucho tiempo en un volcán en erupción, con los últimos estertores del imperialismo anglosajón y la decadencia de Occidente. Y el desequilibrio es protagonista, en el arlequín europeo.
*Periodista uruguayo residente en Ginebra, ex miembro de la Asociación de Corresponsales de Prensa de Naciones Unidas en Ginebra. Analista Asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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