Intento de golpe militar en Bolivia
Boris Acosta Reyes
El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Arce, junto a su Gabinete Ministerial, denunció una intentona golpista, tras el movimiento inusual de tropas militares en la plaza Murillo de la ciudad de La Paz; y convocó al pueblo a organizarse y defender la democracia.
El movimiento de las tanquetas militares inició pasada las 14h30 de este miércoles. Se apostaron en alrededores de la plaza Murillo, centro del poder político de Bolivia, donde funcionan los órganos Ejecutivo y Legislativo. El comandante general del Ejército, Juan José Zúñiga, a la cabeza de la sonada, gaseó a la gente que se encontraba en la plaza y trató de ingresar con tanquetas al palacio gubernamental.
Zúñiga exigía un cambio de gabinete en el gobierno del presidente Luis Arce, quien denunció más temprano la movilización irregular de unidades del Ejército boliviano
“El pueblo boliviano hoy es convocado, necesitamos que el pueblo boliviano se organice y se movilice en contra del golpe de Estado y en favor de la democracia. No podemos permitir que, una vez más, intentonas golpistas se lleven vidas bolivianas”, denunció Arce en un mensaje presidencial.
El presidente exhortó a defender la democracia e invitó a las organizaciones sociales a que muestren el camino de la democracia al pueblo boliviano. “Aquí estamos firmes en Casa Grande, con todo el Gabinete, con nuestras organizaciones sociales”, aseveró.
El expresidente Evo Morales escribió «Convocamos a una Movilización Nacional para defender la Democracia frente al golpe de Estado que se gesta a la cabeza del general Zuñiga. Declaramos paro general indefinido y bloqueo de caminos. No permitiremos que las Fuerzas Armadas violenten la democracia y amedrenten al pueblo».
Este lunes el general Zúñiga estuvo presente en el programa “No Mentirás” donde amenazó a Evo Morales y al país en su conjunto con un golpe de estado en caso de que Evo Morales vuelva a ser candidato presidencial para el 2025. Zúñiga dijo que “Evo Morales no puede volver a ser presidente del Estado (…) Morales no está habilitado para postular, ya que fue presidente en dos gestiones,”.
Y amenazó: “Ese señor (Evo) no puede volver a ser más presidente de este país (…) Las Fuerzas Armadas harán cumplir la Constitución Política del Estado incluso deteniéndolo”. Estas declaraciones abiertamente golpistas generaron malestar y algunos rumores de posible desplazamiento de Zúñiga.
Los más de tres años del actual gobierno del MAS estuvieron marcados por una guerra de poder entre Arce y Morales que se tornó dramática desde que el Tribunal Constitucional dictaminó que Morales no puede presentarse como candidato a presidente en 2025.
Evo fue jefe de Estado durante tres períodos y en 2019 se presentó a una nueva reelección vulnerando el texto de la Constitución reformada bajo su gobierno. A pesar del desgaste de su gobierno, Arce pretende buscar la reelección el año próximo. Morales, en cambio, cree que es momento para su regreso.
Tras el intento de asonada, el presidente Arce designó nuevos mandos militares y les tomó juramento a Wilson Sánchez Velázquez en el comando del Ejército, y de la Fuerza Aérea, Gerardo Zabala Álvarez.
Por su parte, el exmandatario Evo Morales señaló que “además del cambio del Alto Mando Militar, se debe proceder inmediatamente con un proceso penal y con la baja del general Zúñiga y sus cómplices en cumplimiento de la Constitución Política del Estado y la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas”.
Estos comentarios del general repiten las aspiraciones del bloque golpista y opositor boliviano que ya actuó en el golpe de 2019, pero también de algunos movimientos internos dentro del bloque “renovador” del Movimiento Al Socialismo (MAS) que hoy tiene al evismo como el principal obstáculo para las aspiraciones electorales de Luis Arce y David Choquehuanca en 2025.
Los militares ganaron mucho peso y participación política en los últimos años, tras protagonizar el golpe civico militar y clerical del 2019. Desde el gobierno de Evo Morales los militares fueron «premiados» con jubilaciones al 100% del total ganado, participación en empresas estatales y en misiones exteriores como en Haití.
El golpe de Estado del 2019 permitió un salto cualitativo en la presencia y participación militar en la política cotidiana boliviana, cuestión que se potenció con el gobierno de facto de Jeanine Áñez y que continúa con el gobierno de Luis Arce.
El representante de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Héctor Arce, alertó a la comunidad internacional desde Paraguay de una “situación de emergencia” en su país tras la irrupción de las tropas militares y pidió tratar este hecho “con la debida responsabilidad y seriedad”.
“Esta es una situación de emergencia. No teníamos en Latinoamérica golpes militares hace más de 40 años y yo solicito que sea tomada con la debida responsabilidad y seriedad por parte de la Organización de Estados Americanos, cuyo fin supremo debe ser siempre la defensa de la democracia”, apuntó el representante boliviano.
El gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, “llamó a la calma” en Bolivia después de que tropas militares se desplegaran este miércoles frente a la sede del gobierno en La Paz, declaró una portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. “Estados Unidos está siguiendo de cerca la situación”, añadió.
La canciller argentina Diana Mondino señaló que “Los gobiernos, sean buenos o malos, gusten o no, se cambian únicamente en las urnas. No se cambian con violentos golpes de Estado. La democracia no se negocia”.
*Sociólogo y periodista bolivano, colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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