La Suprema Corte estableció que portar armas de fuego es un derecho en EEUU
Mirko C. Trudeau
La Suprema Corte de Estados Unidos dictaminó que sus ciudadanos tienen el derecho de portar armas de fuego en público, en una decisión histórica que evitará que los estados restrinjan con normativa propia a las personas de hacerlo, como lo había decretado recientemente Nueva York.
La sentencia impedirá a las entidades legislar en materia de control de armas y abre el camino para impugnar las normas vigentes en California, Hawai, Maryland, Massachusetts, Nueva Jersey y Rhode Island, donde administraciones demócratas han impulsado restricciones al armamentismo entre civiles para frenar la violencia.
Numerosas organizaciones y personalidades deploraron la decisión de impulsar el libertinaje en la venta, posesión y portación de armas de fuego. El fallo se produjo cuando el país lidia con un aumento impactante en los delitos con armas de fuego, especialmente tiroteos en centros educativos y significa una nueva derrota para el presidente Joe Biden, quien se declaró profundamente decepcionado por la decisión, que contradice tanto el sentido común como la Constitución.
.El fallo en la Corte de seis votos contra tres anula una ley de Nueva York que databa de 1913, la cual requería que una persona demostrara necesidades legítimas de defensa personal para recibir un permiso de portación de armas, e impedirá a los estados restringir el derecho de las personas a armarse.
A pesar de los crecientes llamados a limitar las armas de fuego luego de dos tiroteos masivos que conmovieron al país en mayo, el alto tribunal se puso del lado de quienes sostienen que la segunda enmienda de la Constitución garantiza desde 1788 el derecho a poseer y portar armas.
El 14 de mayo, un joven de 18 años mató a 10 afroestadunidenses en un supermercado de Buffalo, Nueva York, con un rifle de asalto AR-15. Menos de dos semanas después, 19 niños y dos maestras fueron asesinados a tiros en una escuela primaria en Uvalde, Texas, por otro joven de 18 años con el mismo tipo de rifle semiautomático de alto poder, comprado legalmente.
Este es el primer fallo de la Suprema Corte en una década relativo a la Segunda Enmienda y una importante victoria para la Asociación Nacional del Rifle (NRA), el poderoso lobby defensor de las armas, que celebró la decisión.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, habló de un día negro en el que les fue arrebatado el derecho a imponer restricciones razonables; el gobernador de California y líder del Partido Demócrata, Gavin Newsom, expresó que es una vergüenza y que se trata de una decisión peligrosa de un tribunal empeñado en impulsar una agenda ideológica y en infringir los derechos de los estados para proteger a nuestros ciudadanos de ser baleados en nuestras calles, escuelas e iglesias.
En tanto, la fiscal general de Massachussets, Maura Healey, recordó que ese estado tiene una de las más bajas tasas de muerte por armas de fuego en la nación porque 2sabemos que leyes restrictivas salvan vidas”, y su homólogo de Nueva Jersey, Matthew Platkin, sostuvo que el fallo ignora siglos de experiencia.
El juez Samuel Alito, desestimó los argumentos de que las armas de fuego fuera de los hogares generan una gran violencia y otro juez, Clarence Thomas, quien redactó la decisión a nombre de la mayoría de la Suprema Corte, afirmó que las enmiendas Segunda y Decimocuarta protegen el derecho de un individuo a portar un arma de fuego para defensa propia fuera del hogar.
El requisito de causa justificada de Nueva York viola la Decimocuarta Enmienda al impedir que los ciudadanos respetuosos dela ley con necesidades ordinarias de autodefensa ejerzan el derecho de la Segunda Enmienda de poseer y portar armas en público para la autodefensa, agregó.
Los tres magistrados liberales del tribunal discreparon. Muchos estados han tratado de abordar algunos de los peligros de la violencia con armas (…) aprobando leyes que limitan, de varias maneras, quién puede comprar, portar o usar armas de fuego de diferentes tipos, opinó el juez Stephen Breyer.
Es una victoria decisiva para los buenos hombres y mujeres de todo EEUU y es el resultado de una lucha de décadas que ha liderado la NRA, dijo el vicepresidente ejecutivo de esa asociación, Wayne LaPierre. El derecho a la legítima defensa y a defender a la familia y los seres queridos no termina en el hogar, agregó. Para el alcalde de Nueva York, Eric Adams, en cambio, el fallo puede alimentar la violencia armada. No permitamos que Nueva York se convierta en el salvaje oeste, dijo.
En los últimos 44 años, ningún mandatario había impuesto a tantos jueces como lo hizo Donald Trump, quien instaló a más de 230 jueces federales, por lo que hoy 30 por ciento en las cortes federales de apelaciones, la instancia final de casi todas las causas, le deben sus cargos a Trump. La duración del giro a la derecha en la judicatura está garantizada porque los puestos de estos jueces son vitalicios y muchos de los nominados por el trumpismo tienen edades inferiores a 40 años.
El saldo está a la vista: tres de los seis integrantes de la Suprema Corte que dictaminaron la anulación de las disposiciones neoyorquinas de control de armas fueron nominados por Trump, y otros jueces instalados durante ese periodo ya han demostrado su apego al conservadurismo por encima de las leyes y los derechos humanos.
En 2020 dos juezas de Florida, nombradas por Trump, anularon prohibiciones de terapias que buscan cambiar la orientación sexual de menores LGBT. Pero la culpa del recrudecimiento del oscurantismo judicial no sólo es obra de Trump: la mayoría republicana en el Senado bloqueó sistemática e ilegalmente las nominaciones de jueces en el último tramo del gobierno de Barack Obama.
La sentencia muestra un problema grave, que significa una amenaza permanente a la vida democrática y los derechos de todos los estadounidenses: el control del Poder Judicial por el conservadurismo, a raíz de las maniobras del ex presidente Donald Trump, el ex líder republicano del Senado, Mitch McConnell, y organizaciones de la ultraderecha como Federalist Society, Heritage Foundation, Judicial Crisis Network y Americans for Prosperity.
Si bien decenas de estados ya permiten el porte de armas en público casi sin restricciones, esta sentencia va a contracorriente del sentido común, de la civilización y de las urgencias de un país atrapado en una espiral de violencia totalmente atípica entre las naciones ricas.
*Integrante del Observatorio de Estudios Macroeconómicos de Nueva York, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
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