Sin acuerdos, la negociación del TLCAN se extiende a 2018
Gerardo Villagrán-CLAE|
Canadá, Estados Unidos y México anunciaron este martes en Washington que la renegociación de su Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se extenderá hasta el año próximo tras la cuarta sesión de discusiones. «Rondas adicionales de negociación serán programadas para el primer trimestre de 2018», dice una declaración trilateral divulgada por Estados Unidos.
Los tres socios planeaban inicialmente terminar las discusiones antes de fin de año, pero el representante estadounidense de Comercio, Robert Lighthizer, dijo que los negociadores convinieron darse más tiempo antes del próximo encuentro, que se desarrollará en México, del 17 al 21 de noviembre próximo.
«Debemos reconocer que todavía tenemos mucho trabajo», comentó el ministro de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo Villarreal. «Continuaremos trabajando juntos», agregó. Por su parte, el sector privado de México reiteró que no aceptará propuestas que representen un retroceso a lo que se tiene en la versión actual del pacto comercial o que violen las reglas de comercio internacional.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, dijo que no se está polarizando el proceso. “Tenemos que tener una visión de mediano plazo, incluso sin plazos fatales porque lo más importante es construir algo benéfico para las tres economías”, agregó.
Aseguró que las propuestas que Estados Unidos ha puesto son intransitables. Señaló que se identificó la existencia de tres grandes temas que deben atenderse: el primero, el energético y de comercio electrónico, junto pymes y de competencia (estos dos últimos ya zanjados).
El segundo tema incluye el laboral y de propiedad intelectual, así como otros donde hay consenso de que se deben discutir y ya fueron tocados en el TPP. Mientras, el tercero se compone por los temas más difíciles, es decir, reglas de origen, la cláusula de caducidad; que –según Castañón- pone en riesgo la confianza de los inversionistas: “no es factible porque este tratado es de inversión y de empleo y tenemos que dar confianza para genera proyectos de medianos plazo.”
EEUU: hay resistencia al cambio
Al cierre de la cuarta ronda de la renegociación del TLCAN, Lighthizer, declaró estar “francamente sorprendido y decepcionado por la resistencia al cambio de nuestros socios negociadores (México y Canadá)” en los dos objetivos marcados por el presidente Donald Trump en el proceso: la reducción del déficit comercial de su país así como modernizar un antiguo acuerdo de 23 años en distintas áreas como la propiedad intelectual, medidas anticorrupción y otros temas.
El déficit importa, remarcó, y “no hemos visto indicios de que nuestros socios estén dispuestos a realizar cambios, indicó el funcionario quien previamente anunció que los tres países acordaron extender las negociaciones hasta el primer trimestre de 2018, debido a las «significativas diferencias conceptuales» que tienen.
Ligthizer sostuvo los mismos argumentos que desde que comenzó el proceso el 16 de agosto pasado al insistir que el presidente Donald Trump “ha sido claro” en que se necesita rebalancear el TLCAN para que sea “justo” para los trabajadores de su país porque ha generado la pérdida de miles empleos en Estados Unidos y un “enorme” déficit comercial de 500 mil millones de dólares con sus socios comerciales, quienes, dijo, “han sido reacios a renunciar a las ventajas y tener un acuerdo justo”.
México ¿tiene plan B para el campo?
El gobierno mexicano ya se prepara para “proteger a los agroempresarios a quienes apoyará con proyectos productivos de hasta 10 millones de pesos y para la agricultura de invernadero les destinará dos millones pesos”, ello ante la posibilidad de que termine el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), aseguró Rocío Miranda Pérez, presidenta de la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina (UFIC).
La lideresa campesina sostuvo que ante la inminente cancelación de este acuerdo comercial después de 23 años, “el sector de pequeños agricultores nuevamente se verá afectado, pues se prevé que sólo se les apoye con 30 mil pesos por productor”. En entrevista, aseguró que es evidente que el gobierno federal ya prepara el “salvavidas” de los agroindustriales para sacarlos del impacto económico mientras que “deja en el olvido a poco más de 4.5 unidades productivas de pequeña y mediana escala”.
Sostuvo que dicho acuerdo trilateral siempre fue un “negocio de millonarios donde lo que se tocan son intereses creados por lo que la desaparición del TLCAN, es solo tiempo en momentos en que México como Estado debería estar activando el blindaje transexenal de producción, comercio y economía interna”.
La dirigente campesina, indicó que si bien será un golpe para los agroindustriales, éstos se verán apuntalados con recursos gubernamentales y señaló que es obvio que Donal Trump, no va a suspender su interés por proteger a sus productores o a su industria automotriz y menos dejará el tema del dumping laboral.
Acotó que “con los bajísimos salarios que hay en las zonas agrícolas seguirá la búsqueda de alternativas fuera del medio rural y la búsqueda de mejores alternativas con la migración para millones de mexicanos” y se pronunció por un programa para recuperar la planta productiva nacional con diferentes matices para el norte, centro y sur del país ya que en esta última zona se concentra la mayor parte de población, la agro biodiversidad y la mano de obra que produce los alimentos en este país.
De desaparecer el TLCAN, México debe tomar medidas para incrementar su producción en granos básicos, en particular de maíz, en lugar de cambiar la dependencia que tiene al respecto con Estados Unidos por importaciones de otros países, como Argentina y Brasil, advirtió la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productos del Campo (ANEC).
“No se trata de cambiar la dependencia de un país a otro, sino de lograr la independencia y autosuficiencia alimentaria, reactivar la producción interna de alimentos para generar empleos, ingresos y oportunidades para los jóvenes y también evitar que la gente recurra a la migración o al crimen organizado”, dijo.
Víctor Suárez, director de la ANEC agregó que “ya tenemos 22 años y 9 meses de malas experiencias con ese modelo de dependencia alimentaria y de abandono del campo mexicano. Ya es suficiente. Casi le pediríamos al gobierno federal que firmara un Tratado de Libre Comercio (TLC) con México para impulsar la producción interna porque no entiende que hay una enorme capacidad productiva y de consumo que está subutilizada”
No obstante, elogió que por primera vez desde que comenzó a plantearse la renegociación del TLCAN hay un cambio en la postura del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto porque ahora “piensa que hay vida después del TLCAN cuando antes era TLCAN o muerte”.
*Antropólogo y economista mexicano, analista del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)