La madre de todas las batallas: Estados Unidos contra China

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Jorge Elbaum

Desde hace una década nos encontramos peregrinando por una Segunda Guerra Fría. Como en la anterior, sus escenarios de conflicto se diversifican en territorios combinados y yuxtapuestos. Los bombardeos ejecutados por Donald Trump (foto) en Nigeria —para recuperar el liderazgo del “Occidente cristiano” en su lucha contra el terrorismo—, los asesinatos extrajudiciales en Centroamérica y el intervencionismo brutal en países de Latinoamérica y el Caribe responden al mismo interés por conservar una hegemonía hoy atenuada.

Con la intención de recuperarla, por lo menos discursivamente, la Secretaría de Guerra de los Estados Unidos difundió el 23 de diciembre el documento titulado Desarrollos militares y de seguridad de la República Popular China, en el que demoniza el fortalecimiento de la República Popular al tiempo que advierten sobre los peligros que suponen las articulaciones “comunistas” en la región.US President Donald Trump participates in calls to US service members, on Christmas Eve, from the Mar-a-Lago club in Palm Beach, Florida, December 24, 2025. (Photo by ANDREW CABALLERO-REYNOLDS / AFP)

Las cien páginas del documento del Pentágono plantean el desafío desesperado por truncar el XV Plan Quinquenal (2026-2030), que prevé un incremento del vínculo de Beijing con el Sur Global, y el correspondiente aumento de la cooperación con América Latina y el Caribe. Dicho objetivo se especifica en el Documento sobre la Política de China hacia la región, publicado el último 10 de diciembre, dos semanas antes de que fuera difundido el informe del Pentágono.

Este último, presentado por el expanelista televisivo y actual secretario de Guerra Pete Hegseth, bosqueja la confrontación contra Beijing sobre la base de tres dimensiones estructurales: las nucleares, territoriales y tecnológicas.