Trump: ¿Pena de muerte por pedir que se desobedezcan órdenes ilegales?
Amenaza a congresistas demócratas
Mirko C. Trudeau
Las elecciones legislativas se atragantan a los republicanos antes siquiera de comenzar: La caída de popularidad de Donald Trump, los papeles del pederasta Jeffrey Epstein y el bloqueo judicial al intento por rediseñar el mapa electoral de Texas marcan un camino harto difícil para lograr mantener la mayoría en el Congreso. Y como si ésto fuera poco, Trump propuso pena de muerte para los demócratas que pidieron a los militares desobedecer órdenes «ilegales».

La victoria de los demócratas en las pasadas elecciones ya marcó el suelo electoral para los republicanos de cara a las legislativas del año que viene. Lo que tiene preocupados a los republicanos es que ese suelo está más bien es el subsuelo: es un escenario que cada vez hace más empinada la cuesta para salvar los muebles y no perder las ajustadas mayorías que el partido tiene en el Congreso.
Un año después de ganar la Casa Blanca, la popularidad de Conadl Trump se ha desplomado hasta el punto más bajo durante su segundo mandato: solo un 38% de los estadounidenses aprueban el trabajo que está haciendo el presidente, según una encuesta de Reuters/Ipsos publicada el martes.
Ya sea por el impacto nocivo de sus aranceles en las bases rurales de votantes que logró que granjeros y ganaderos se enfurecieran, o bien por el dolor causado en las comunidades latinas con las redadas, de migrantes Trump, y por lo tanto los republicanos, están perdiendo terreno en grupos que fueron clave para auparlo a la presidencia por segunda vez. Y para peor, en este momento ha resurgido el escándalo del pederasta Jeffrey Epstein donde el mandatario aparece comprometido.
El jueves, Trump propuso pena de muerte para los demócratas que pidieron a los militares desobedecer órdenes «ilegales». La Casa Blanca ha negado posteriormente que el presidente estadounidense busque la ejecución de los legisladores señalados. Los seis aludidos han emitido un comunicado conjunto afirmando que «lo más revelador es que el presidente considera que reiterar la ley es un delito punible con la muerte». «Esto no se trata de ninguno de nosotros individualmente. (…) Todos los estadounidenses deben unirse y condenar los llamamientos del presidente a nuestro asesinato y a la violencia política», han defendido. 

También se ha manifestado sobre las polémicas palabras de Trump el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, advirtiendo de que constituyen una «amenaza directa (…) sumamente grave». «Cada vez que Donald Trump publica cosas como esta, aumenta la probabilidad de violencia política. Ninguno de nosotros debería tolerar este tipo de comportamiento», ha lamentado en declaraciones recogidas por la cadena de televisión CBS, denunciando que el mandatario «está echando leña al fuego en un país empapado de gasolina política».
En la Casa Blanca, la vocera Karoline Leavitt señaló que “hay miembros activos del Congreso que conspiraron juntos para orquestar un mensaje video-grabado a militares de Estados Unidos… a integrantes del aparato de seguridad nacional, alentándolos a desafiar las órdenes legales del presidente. La santidad de nuestros militares depende de la cadena de mando y si se rompe puede llevar a que la gente muera”.
“Es un mensaje muy, muy, peligroso y tal vez castigable bajo la ley”, afirmó Leavitt. Pero los periodistas insistieron sobre si el mandatario no estaba instigando a la violencia, y hasta la muerte, contra miembros del partido opositor. Señalaron que los legisladores sólo sugirieron que los militares no obedezcan “órdenes ilegales”. Leavitt respondió: “toda orden que el presidente da es legal”., añadió.
Expertos sobre la ley señalan que en el Código Militar incluye la obligación de negarse a obedecer una orden ilegal, pero que eso está sujeto a que un juez militar determine si una instrucción es o no ilegal. El ex fiscal federal Peter Zeidenberg afirmó en entrevista con Newsweek que “las declaraciones de los legisladores son legalmente precisas; los militares no deben seguir órdenes ilegales. No hay nada inapropiado y mucho menos sedicioso en tal declaración”.

Pero no todos tienen una autoridad moral intachable sobre órdenes ilegales, señala Jim Cason. Una de las diputadas demócratas que participaron en el video es Maggie Goodlander, quien fue oficial de la Marina y es esposa de Jake Sullivan, el ex asesor de Seguridad Nacional del presidente Joe Biden. Varios efectivos militares renunciaron a sus puestos en las fuerzas armadas porque consideraban que las órdenes giradas por Biden estaban apoyando a Israel en su genocidio en Gaza y, por lo tanto, eran ilegales bajo la ley internacional.
Un grupo en Washington ha propuesto que Sullivan, junto con el ex secretario de Estado Tony Blinken, y el propio Biden deberían ser presentados ante la Corte Internacional por su complicidad en ese genocidio.
Sin embargo, en un contexto en el cual el presidente estadunidense ha comentado que podría ignorar la Constitución y buscar un tercer periodo, quien ha “bromeado” sobre cómo después de esta elección tal vez ya no se necesitarán más, y alguien que repetidamente ha calificado a sus opositores de “enemigos” y “traidores” de Estados Unidos, la sugerencia de ejecutar a estos legisladores detonó campanas de alarma.
en un contexto en el cual Trump ha comentado que podría ignorar la Constitución y buscar un tercer periodo, quien ha “bromeado” sobre cómo después de esta elección tal vez ya no se necesitarán más, y alguien que repetidamente ha calificado a sus opositores de “enemigos” y “traidores” de EEUU, la sugerencia de ejecutar a estos legisladores detonó campanas de alarma. O quizá sea más de lo mismo en el juego político dentro de Estados Unidos y mañana será reemplazado por otro mensaje alarmante del presidente Trump.
Epstein
Las últimas revelaciones sobre la relación de Trump con Epstein, que lo inculpan de haber pasado «horas» con una de las víctimas y de tener conocimiento sobre la trama de tráfico de menores, han levantado costras entre las bases MAGA. Trump que creía haber enterrado el descrédito que provocó entre sus seguidores todo el escándalo vivido este verano, volvía a recordar este martes en Truth Social que «no pierdan de vista todas las victorias que hemos logrado» después de que el Congreso aprobara con celeridad la publicación de todoslos documentos restantes.
Por primera vez, Trump no ha sido capaz de congtener a sus congresistas –como sí pasó con la tramitación de la ley de reforma fiscal, la Big Beautiful Bill– y ha tenido que ceder a sus presiones. Para evitar la imagen de una sublevación interna, Trump ha prometido que tan pronto llegue el proyecto de ley a su mesa lo firmará para que entre en vigor. Es un giro notable después de meses oponiéndose a que se difundieran más documentos.
Otro de los síntomas de malestar entre los miembros del partido republicano, aunque resulte paradójico, es que Trump casi no ha estado trabajando activamente para impulsar a los candidatos de las próximas legislativas. Tampoco lo hizo en las pasadas elecciones del 4 de noviembre para dar fuelle a los nombres que competían con otros candidatos demócratas.
Prácticamente, muchos de esos apoyos fueron una simple publicación en su red, Truth Social. El resultado marcó un nuevo impulso entre los demócratas, devolviendo la esperanza de poder recuperar el control de al menos una de las cámaras del Congreso.
Texas
En la Cámara de los Representantes los republicanos tienen 219 asientos frente a los 214 de los demócratas, y en el Senado la brecha es aún más estrecha: 53 escaños frente a 47, más otros dos que pertenecen a senadores independientes del caucus demócrata. Si la caída en picado de la popularidad ya complica el panorama a los
republicanos, los últimos giros en la lucha por redibujar los mapas de los distritos electorales los hunde más.
Un juez federal bloqueaba ayer el intento del gobernador tejano, el republicano Greg Abbott, de redefinir los distritos electorales para así ampliar hasta cinco los escaños que tienen en el Congreso federal.
El bloqueo al intento de reconfigurar el mapa en su favor, aún es más angustiante para los republicanos, ya que en California los demócratas sí lograron redefinir los distritos electorales para ampliar las posibilidades de sumar más escaños en las legislativas. Lo irónico es que los demócratas decidieron hacerlo como respuesta a la iniciativa de Texas en lo que se conoce como gerrymandering en Estados Unidos.