Con el empujón de la victoria electoral, el Gobierno se siente con espalda para impulsar reformas que van desde el cambio en la legislación laboral, hasta privatizaciones y mayor ajuste en las cuentas públicas. La presión sobre el tipo de cambio continúa latente, la acumulación de reservas no se hizo efectiva y los problemas de la economía real no se diluyeron: salarios planchados, caída del consumo…

El viaje a EEUU