Hijo de refugiados eritreos escribe a HIJOS de Argentina

La ternura cómplice de la solidaridad internacional

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 Sergio Ferrari 

“Me gustaría enviarles desde el Tesino, en la parte de habla italiana de Suiza, mis saludos fraternales y felicitaciones por los 30 años de existencia de H.I.J.O.S (Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio) en Argentina”. Firma: Hermon, refugiado eritreo, 20 años.

El 27 de junio pasado, casi a la medianoche, recibí un mensaje telefónico dirigido al colectivo de ex presos políticos de la Cárcel de Coronda. Era tan breve como conmovedor: “Disculpe por la hora. No quería molestarlo. Solo quería decirle que, gracias a ustedes, con mi tesis final gané el premio al mejor trabajo de investigación de toda mi escuela”.

El mensaje lo firmaba Hermon, un joven de 20 años, hijo de una familia originaria de Eritrea. Su tesis se titula: “Memoria Transicional en Argentina. El caso de los desaparecidos argentinos”.

Hermon, con su madre y su hermano llegaron a Suiza hace 14 años convocados por su progenitor gracias a un programa de reagrupación familiar. Su padre, como tantos miles de emigrantes africanos, luego de recorrer tortuosos caminos en el norte de África había logrado arribar poco tiempo antes a la fatídica Isla de Lampedusa, en el sur de Italia.

Su viaje lo había hecho en una de las numerosas embarcaciones de fortuna que a diario atraviesan el Mediterráneo repleta de seres humanos que buscan huir de la miseria o de regímenes represivos. Si uno llega a tierra, otro perece en la travesía. Habiendo sobrevivido milagrosamente, luego de Italia, el padre de Hermon logró entrar en Suiza y gestionar su estatus de refugiado.

La MEMORIA como meta y desafío

 

Desde hace meses, Hermon tomó contacto con el Colectivo El Periscopio, de los ex presos políticos de la Cárcel argentina de Coronda. En su colegio, el Liceo Comercial de Bellinzona, en octubre de 2022 tres miembros de El Periscopio habían presentado ante un centenar de estudiantes y una decena profesores “Grand Hotel Coronda”, la versión italiana del libro “Del otro lado de la mirilla. Olvidos y memorias de ex presos políticos de Coronda”. 

El libro acababa de salir de la imprenta y ese encuentro era el bautismo de fuego en territorio europeo. Momento muy fuerte del relato de la resistencia unitaria corondina, de silencios prolongados, suspiros juveniles, algunas lágrimas contenidas y en el que no faltaron también, luego de dos horas de intenso intercambio, los conmovedores abrazos intergeneracionales.

Inmigrantes africanos en la isla italiana de Lampedusa. Foto Amnesty Internacional

Hermon no estaba entonces entre los presentes, aunque se enteró de la visita a su colegio de los ex presos políticos argentinos. Se devoró el ejemplar de Grand Hotel Coronda que quedó en la biblioteca de su escuela. Y a partir de entonces, no paró de investigar, casi obsesivamente, un montón de fuentes sobre la historia de Argentina y muy en particular, de la época de la dictadura, empezando, por cierto, con el Nunca Más.

Conoció de esta forma, a través de artículos, documentos y varias entrevistas a las Madres de Plaza de Mayo, las Abuelas, así como a H.I.J.O.S. Y se empapó de la lucha cotidiana y el trabajo colectivo que desde décadas viene librando una buena parte de la sociedad argentina por la Memoria, Verdad y Justicia.

La tesis de Hermon, de casi 50 páginas (inusualmente extensa para un estudio de escuela secundaria preuniversitaria), con más de cuatro de pura bibliografía, alcanzó un altísimo nivel histórico y analítico, casi de licenciatura. Sin duda y por lejos, fue el mejor trabajo de todos los de su promoción premiado por consenso por el jurado evaluador. El día que recibió el premio en el salón de actos de su colegio y ante compañeros de graduación, familiares, profesores y directivos, se vivió una verdadera “fiesta” de la diversidad.

La profesora suiza que lo impulsó a realizar su investigación lo relató así: “Los colegas de clase estaban emocionadísimos. La madre lloraba. Yo, lloraba. Los hermanos estaban exultantes. El pecho de su padre creció en segundos unos 20 centímetros por el orgullo que sentía por su hijo”. Como luego afirmaba el propio Hermon: “ese premio demostraba que también nosotros [refugiados de color y muchas veces menospreciados] podemos lograr algo. No era una revancha, pero sí un reconocimiento a mi esfuerzo, a mi familia y a mi comunidad eritrea refugiada en Suiza”.

Lo más impactante, más allá de este relato que hubiera podido quedar en el marco de la simple anécdota, es el contexto geográfico y temporal de la vivencia de Hermon: casi 50 años después (sí, ¡medio siglo!) del Golpe de 1976 y a más de 11 mil kilómetros que son los que separan la escuela de Hermon de la tan lejana Argentina. “Distancia” temporal y geográfica que, sin embargo, casi mágicamente acercó a un HIJO de refugiados africanos con los HIJOS de la memoriosa dignidad. Unos y otros, actores por igual, a su manera, de la búsqueda de la identidad, enfrentando silencios y olvidos.

En los principales periódicos

Las vivencias de Hermon y su tesis premiada llegaron a los oídos de una periodista del Tages Anzeiger, uno de los más destacados cotidianos suizos. Hace algunas semanas, el Tagi publicó la conmovedora “historia del refugiado eritreo ganador del premio por su tesis sobre la dictadura argentina inspirado en ex presos políticos de ese país”. El reportaje -rebotado luego en una decena de otros periódicos regionales- también relacionaba el relato de Hermon con el de tantas y tantos argentinos perseguidos por los militares en los años 70 y 80, muchos de los cuales partieron al exilio. Con gran curiosidad propia de su profesión la periodista suiza preguntó al joven eritreo porqué había elegido ese tema.Los refugiados no sólo huyen de Siria a Europa [Infografía]

Hermon respondió: “Quisiera que también un día mi país pueda transitar una experiencia tan importante de construcción de Memoria como la de Argentina”. Y en esa entrevista agregaba: “Lo que me une a mí, refugiado eritreo, con los que lucharon y siguen luchando por la Memoria en Argentina y América Latina es la misma convicción de la necesidad de enfrentar las injusticias de todo tipo en cualquier lugar. ¡Gracias [jóvenes argentinos] por vuestra historia!”.

El pasado septiembre Hermon quiso asociarse al 30 aniversario de H.I.J.O.S de Argentina. Redactó un mensaje que explica quién es, sus orígenes familiares y nacionales, su tesis de bachillerato, su apropiación de la historia de lucha en Argentina por la Memoria, Verdad y Justicia. Su saludo empieza diciendo: “Me gustaría enviarles mis saludos fraternales y felicitaciones por los 30 años de existencia de H.I.J.O.S desde el Tesino, en la parte de habla italiana de Suiza. Soy hijo de una familia de refugiados eritreos que consiguió venir aquí hace 14 años…” Y concluye: “Estoy convencido de que en este planeta global vuestra lucha en Argentina, como la nuestra, la de tantos miles de refugiados, demuestra que nos unen ideales y objetivos muy similares: la construcción de un mundo más justo y más humano”.

*Sergio Ferrari, ex preso político de Coronda y miembro de El Periscopio