Europa se prepara para la guerra

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Fernando Ayala

 

Recientemente concluyó en Nueva York la 80ª Asamblea General de Naciones Unidas, organismo que cumplió ocho décadas desde su creación en San Francisco, en 1945. En estricto rigor su aniversario será el 24 de octubre, fecha en que entró a regir la Carta dando nacimiento oficial a Naciones Unidas.

Con ello se estableció el actual Orden Internacional destinado a preservar la paz, respetar los derechos humanos y el estado de derecho entre otros nobles objetivos, luego de la destrucción de dos guerras mundiales iniciadas en Europa.

El ritual de cada año en Nueva York se repitió como en ocasiones anteriores, con la humanidad enfrentando el tercer año de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, la masacre de hombres, mujeres y niños en Palestina, la completa impunidad de Israel para arrasar la ciudad de Gaza, bombardear el Líbano, Yemen, Siria, Qatar, pisoteando el derecho internacional con la venia de la principal potencia como es Estados Unidos y su veto en el Consejo de Seguridad, que paraliza cualquier acción.

Tampoco podemos dejar de nombrar las guerras civiles y violencia “olvidadas” en África, como en Sudán, partes del Congo, Etiopía, Burkina Faso, Mali, Níger o Somalia.

En Europa, Polonia ha derribado drones en su espacio aéreo señalando que son de procedencia rusa mientras que Rumania, Dinamarca y Estonia han denunciado el avistamiento de drones sobre instalaciones militares. Este último país y Polonia han denunciado la violación de su espacio aéreo por cazas rusos, lo que ha sido negado por Moscú. 

Drones de combate: la nueva asignatura para los rusos a partir de ...En lo que ya viene a ser un nuevo frente de combate, el espacio, hay acusaciones de Alemania y Francia, por el seguimiento de que son objeto sus satélites. De algo más de dos mil en órbita destinados a fines exclusivamente militares y de inteligencia, la inmensa mayoría pertenecen a Estados Unidos, Rusia y China que lideran a su vez la carrera espacial.

El mundo observa por televisión la destrucción y muerte de seres humanos a la vez que se perfeccionan nuevas armas y la industria armamentista ve volar el precio de sus acciones en los mercados internacionales. Hemos presenciado un interminable desfile de más de 150 de jefes de Estado que repitieron los llamados a la paz, a fortalecer el multilateralismo y a Naciones Unidas, a la urgencia climática y al crecimiento sustentable por la guerra silenciosa que amenaza al planeta, entre otras materias.

La UE se rearma: el plan ‘ReArm Europe’

Muchos discursos para que nada cambie en el mundo real. Salvo las alocuciones de los representantes de grandes potencias que lograron la atención de la prensa mundial, la gran sala de Naciones Unidas estuvo casi siempre semi vacía, ofreciendo un trise espectáculo.

Mientras tanto la Unión Europa sigue preocupada de rearmarse y cumplir la instrucción dada por el mandatario estadounidense de aumentar el gasto militar a un 5% del PIB, lo que se traducirá en trillones de millones de euros o dólares para la fabricación y adquisición de armas, principalmente a los Estados Unidos. A su vez, los países nórdicos y bálticos mantienen el servicio militar obligatorio extendiéndolo en algunos países a las mujeres y otros, como Alemania, lo han establecido de manera voluntaria, por ahora.

El Canciller Federal de Alemania, Friedrich Merz, efectuó un llamado, en su primera comparecencia ante al Parlamento o Bundestag, el pasado 14 de mayo, al rearme de Europa, agregando queAlemania encarará el mayor plan de rearme desde la II Guerra espera convertir a sus fuerzas armadas convencionales en las “más fuertes” del continente. Ya sabemos lo que ha ocurrido cuando Alemania ha tenido dos veces en el siglo XX, al ejército más poderoso. Habría que preguntarse qué pensarán sus vecinos polacos y franceses, especialmente, de tener en sus fronteras al gigante económico armado.

Por su parte el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, señaló que su país no tiene ni ha tenido intenciones de atacar a países miembros de la OTAN, pero advirtió ante la Asamblea General de Naciones Unidas que cualquier agresión encontrará una “respuesta decisiva”, agregando que “nadie espera que Ucrania recupere las fronteras de 2022”. En otras palabras, dijo que los territorios ya conquistados por Rusia, que alcanzan al 20% de la superficie de Ucrania, no serán devueltos, por lo que la única posibilidad de Kiev de recuperar lo perdido es por la fuerza.

Parece inimaginable la extensión de una guerra en Europa y el involucramiento de las fuerzas de la OTAN en un conflicto contra Rusia. Estados Unidos cuenta con 100 mil soldados desplegados en el viejo continente y ha sido y es la mejor garantía para la seguridad. Varios países confían mucho más en la protección que brinda Washington a la que pueda ofrecer Europa con una industria militar que necesita una década al menos para desarrollar una capacidad de defensa real, si es que logra alcanzar un acuerdo político entre los 27 miembros. La economía rusa ha demostrado hasta ahora que puede resistir los bloqueos y sanciones, contando con aliados poderosos como China y otros países. La pregunta es si podrá Ucrania reconquistar el territorio perdido.Centro de Investigaciones de Política Internacional

La respuesta es categóricamente no, salvo que la Estados Unidos decida una guerra abierta e involucre a la OTAN y a la Unión Europea asumiendo el costo de la pérdida de vidas de soldados estadounidenses y de los países que conforman la Alianza Atlántica. Mientras tanto solo continuarán muriendo miles de jóvenes ucranianos y rusos. Si la Unión Europea quiere desarrollar una política independiente, debería asumir con realismo que el único camino es recuperar la diplomacia y sentarse en una mesa de negociaciones con Rusia, por duro que sea tener que aceptar que la fuerza es la que condiciona el orden internacional. Es el lenguaje que ha impuesto el gobierno de Estados Unidos que ha dado más de una muestra que acepta lo obrado por Moscú.

 

* Embajador, economista de la Universidad de Zagreb, Croacia, y Máster en Ciencia Política de la Universidad Católica de Chile. Ex Subdirector de asuntos estratégicos de la Universidad de Chile y ex Subsecretario de Defensa..