El cambio de opinión pública amenaza la desmoronada legitimidad de Israel

A raíz del ataque, los medios tradicionales canadienses adoptaron el enfoque israelí no solo de lo que había sucedido, sino también de las razones, presentándolo como un espasmo no provocado de brutalidad terrorista llevado a cabo por una horda de bárbaros irreflexivos, en lugar de un acto desesperado pero meticulosamente planificado de resistencia violenta en el contexto de los 77 años de historia de limpieza étnica y ocupación de Israel.

Los medios de comunicación no solo adoptaron este enfoque general, sino que también repitieron con frecuencia la desinformación israelí sobre atrocidades específicas. La cadena CBC News, por ejemplo, permitió que un asesor del gobierno israelí difundiera mentiras sobre que Hamás «decapitó a niños y quemó vivos a bebés» sin que nadie se opusiera. Mientras tanto, el sitio web del National Post  aùn publica un artìculo con la imagen inventada de un bebé quemado.

En noviembre de 2023, el New York Times , que también publicó propaganda desacreditada sobre las atrocidades de Hamás sin retractarse, al menos entrevistó al alto líder de Hamás, Khalil al Hayva sobre los motivos del grupo. Al-Hayya explicó que la Operación Inundación de Al-Aqsa tenía como objetivo «cambiar por completo la ecuación» en la región y argumentó que el ataque había «logrado volver a poner sobre la mesa la cuestión palestina».

De igual manera, en diciembre de 2023, al ser preguntado sobre los objetivos del 7 de octubre, Osama Hamdan,  miembro de la oficina política de Hamás , declaró a la emisora ​​nacional turca TRT que «todo el mundo habla ahora de la causa palestina». La operación, sugirió, había mostrado rápidamente «a todos la cara clara y correcta de Israel, como… una ocupación brutal».

Ya sea que uno condene las tácticas de los militantes o se pregunte si el asombroso costo humano que Israel ha infligido desde entonces a Gaza y Cisjordania podría alguna vez valer la pena (un debate que divide a los propios palestinos), no se puede negar que Hamas ha logrado este objetivo.

Antes del 7 de octubre, los estados árabes sunitas avanzaban hacia la normalización de relaciones con Israel, mientras que los grandes medios de comunicación ignoraban en gran medida, o incluso justificaban, los atadues periódicos de Israel contra la Franja de Gaza , así como las protestas pacíficas de los palestinos, como la Gran Marcha del Retorno. Incluso el politólogo judío-estadounidense Norman Finkelstein , quien dedicó décadas a documentar los crímenes israelíes, admitió haber abandonado la causa porque le parecía «inútil».

Sin embargo, después del 7 de octubre, la cuestión palestina se impuso en la conciencia de quienes la habían ignorado durante mucho tiempo. Y a medida que la campaña genocida de Israel continúa, la simpatía pública por Palestina no ha hecho más que profundizarse, mientras que la simpatía por Israel se erosiona.

La marea cambiante de la opinión pública

Una encuesta de Leger a canadienses y estadounidenses, encargada por el National Post y publicada en junio de 2025, reveló que el 45 % estaba de acuerdo con que «Israel está cometiendo genocidio en la Franja de Gaza», dos puntos más que en enero . Mientras tanto, el desacuerdo con la afirmación se redujo del 31 % al 23 %.

Mientras aumentan las muertes por hambre en Gaza, poco más de la mitad de los canadienses (52 por ciento) ahora cree que Israel está cometiendo genocidio en Gaza, según una encuesta de An us Reid publicada el 6 de agosto de 2025. Esto marca un aumento de 11 puntos desde febrero de 2024. Lo que alguna vez se consideró una posición controvertida se ha convertido en la opinión mayoritaria en Canadá.

Una revisión de las encuestas canadienses disponibles públicamente desde 1983 muestra un cambio histórico en la simpatía del público. Por primera vez, a partir de mayo de 2024, más canadienses apoyaron a los palestinos que a los israelíes.

Inmediatamente después del 7 de octubre, Israel tenía una ventaja de 10 puntos, pero para mayo de 2024, esa ventaja había desaparecido, con el apoyo a los palestinos tres puntos por encima. Al momento de escribir este artículo, la brecha se ha ampliado drásticamente: el 37 % de los canadienses ahora simpatiza más con los palestinos, en comparación con solo el 19 % con los israelíes, una ventaja de 18 puntos.

De igual manera, en toda Europa Occidental, el apoyo a Israel ha alcanzado su nivel màs bajo registrado,. En Gran Bretaña —el principal artífice del Estado sionista—,  el 55% de la población se opone ahora a las acciones militares de Israel.

En Estados Unidos, según una encuesta de Economist/YouGoy de agosto de 2025, el 65 % de los demócratas cree que Israel está cometiendo genocidio en Gaza, frente al 49 % de enero de 2024. Entre los votantes demócratas, el apoyo al ataque israelí se ha desplomado del 36 % en 2023 a tan solo el 8 % en la actualidad, segùn Gallup. Este cambio no se limita a los votantes demócratas. Pew ha descubierto que, desde 2022, los jóvenes republicanos que tienen una opinión desfavorable de Israel han pasado de 35% al 50% .

A pesar de la brutal represión, las manifestaciones masivas contra la embestida de Israel en Gaza continúan sin cesar en las capitales estadounidenses y europeas. La difamación de equiparar las críticas a Israel con el antisemitismo está perdiendo fuerza. En el Reino Unido, la policía ha arestado a cientos de personas —entre ellas, un ciego en silla de ruedas, un sacerdote octogenario y un magisgtrado jubilado- por mostrar su apoyo a Palestine Action, un grupo de acción directa no violenta que el gobierno británico de Kier Starmer ha proscrito como «organización terrorista».

Sin embargo, ni siquiera la amenaza de una pena de hasta 14 años de prisión ha disuadido a los británicos de mostrar su solidaridad. Tras 23 meses de periodistas quemados vivos, bebés muertos de hambre y civiles desesperados baleados mientras hacían cola para recibir ayuda, Palestina ya no es una causa marginal de la izquierda. La brutalidad de Israel ha radicalizado incluso a los que antes eran apolíticos.

¿Los cambios en las encuestas realmente influyen en las políticas?

En Canadá, ninguna encuesta ha medido en qué medida Gaza, en particular, influyó en la votación para las elecciones federales de 2025. Lo que sí está claro es que el gobernante Partido Liberal se ha visto sometido a presiones: ha anunciado un embargo de armas a Israel (y luego ha incumplido discretamente), ha impuesto sanciones selectivas a colonos extremistas y a los ministros más abiertamente genocidas de Netanyahu, e incluso ha coqueteado con el reconocimiento de un Estado palestino. Sin embargo, aunque estos gestos indican un cambio, Ottawa aún no ha tomado medidas concretas que realmente limiten a Israel.

Los gestos canadienses importan, pero es la ayuda militar y la cobertura diplomática de Estados Unidos lo que garantiza la supervivencia de Israel como un estado expansionista de apartheid. Para el establishment político bipartidista de Washington, Israel sigue siendo un eje del poder estadounidense en Oriente Medio. Como declaó Joe Biden: «Si no existiera Israel, tendríamos que inventarlo».

La guerra genocida de Israel después del 7 de octubre ha cambiado innegablemente la opinión pública estadounidense: ahora hay más estadounidenses que creen que Israel está cometiendo genocidio en Gaza que los que no, y una mayoría se kpone a envikale armas . La pregunta es si este cambio se traducirá en políticas.

Las encuestas del Institute for Middle East Understanding/YouGov muestran que Gaza fue la principal razón por la que los votantes de Biden de 2020 abandonaron a Kamala Harris en 2024. Y la victoria de Zohran Mamdani en las primarias demócratas para la alcaldía de Nueva York muestra la fuerza con la que la posición antigenocida resuena entre los votantes demócratas, en particular los electores más jóvenes, incluídos mucho judíos . Si los demócratas realmente quieren ganar en 2028, sería prudente que abandonaran el apoyo incondicional a Israel y representaran a su base. Pero eso no significa que lo harán.

Mientras tanto, el contexto global está cambiando rápidamente. Desde octubre de 2023, diez países más, entre ellos Irlanda, Noruega y España, han reconocido formalmente a Palestina, lo que eleva el total a 147 de los 193 estados miembros de la ONU. El dominio global de Estados Unidos está disminuyendo a medida que se acelera la desdolarización, mientras que el Sur Global —donde la mayoría de los gobiernos reconocen a Palestina y la mayoría de la gente simpatiza con su lucha— está ganando influencia.

Líderes como el brasileño Lula da Silva están impulsando reformas en el Consejo de Seguridad de la ONU que eliminarían el poder de veto de Estados Unidos y otros miembros permanentes. De tener éxito, estos cambios erosionarían aún más la ya debilitada posición internacional de Israel.

¿El fin del sionismo?

Como escribió el historiador israelí Ilan Pappé en New Left Review : «El ataque de Hamás del 7 de octubre puede compararse con un terremoto que golpea un edificio antiguo. Las grietas ya empezaban a aparecer, pero ahora son visibles en sus mismos cimientos».

Argumentó que estamos presenciando el comienzo de un proceso histórico que probablemente culminará en el colapso del proyecto etnonacionalista del sionismo. A medida que la sociedad israelí se vuelve más masiánico y  genocida , y el estado incumple su deber fundamental declarado de proteger a sus propios ciudadanos judíos, a veces incluso bandonándolos o matándolos , muchos están huyendo.

Casi 60 mil israelíes abandonaron el país en 2024, más del doble del número en 2023. Ante una escasez de 12 mil tropas, el ejército israelí incluso está considerando buscar ex desertores y combatientes extranjeros para llenar las filas. La economía también se tambalea hacia la catástrofe, empeorada por los crecientes boicots académicos y empresariales dirigidos a lo que, desde el 7 de octubre, se ha convertido en un estado paria.

Si bien el colonialismo de asentamiento prevaleció en Estados Unidos y Canadá, fue finalmente derrotado en Sudáfrica, Argelia y Rodesia tras largas y sangrientas luchas. En Namibia, la población indígena sufrió un genocidio a manos de Alemania, aliada de Israel, antes de lograr finalmente la independencia décadas después.

Pappé enfatiza que el capítulo final de cualquier proyecto imperial suele ser el más despiadado, ambicioso y absurdo, antes de que se derrumbe. «No se trata de si sucederá, sino de cuándo», escribe.

Es difícil albergar optimismo ante tal horror, sobre todo ahora que Israel avanza hacia la ocupación de la ciudad de Gaza mientras redobla sus esfuerzos por acelerar la expansión de lo asentamientos en cisjordania para «sepultar la idea de un Estado palestino». Sin embargo, la rendición no es una opción, y menos aún para los propios palestinos.

Su firme resistencia, reforzada por la creciente solidaridad mundial, debe fortalecer nuestra determinación. Esta lucha no se limita a Palestina: si Occidente permite que Israel complete su campaña de genocidio y limpieza étnica, el orden legal construido tras el Holocausto nazi no solo se verá debilitado, sino que quedará sepultado.

*Escritora y productora británico-canadiense que ha trabajado para la BBC, la CBC y The Walrus. Es miembro fundadora de Periodistas Canadienses por la Justicia en Palestina.